Periodismo incómodo y transferencia de credibilidad
Esta tarde tendré el gusto de participar en las VII Jornadas Blogs&Medios, que se celebran hoy y mañana en Granada, en la sede de la Asociación de la Prensa. Estoy integrado en la mesa redonda «Surfin’ The Web (Tendencias», junto con Wicho, de Microsiervos, y Laura Pintos, de 233grados.com. Con el fin de propiciar el debate las intervenciones han de ser muy breves (10 minutos), lo cual supone un obvio desafío para un amante de la verborrea como yo.
Hablaré de una tendencia que no puede considerarse en absoluto nueva: la cada vez mayor dependencia que tienen los medios respecto de la financiación publicitaria (provenga de empresas o de instituciones) en el actual contexto de crisis, lo cual, a su vez, conlleva acentuar su falta de tolerancia con cualquier cosa que huela a pensamiento independiente por parte de sus colaboradores. Lo que ha llevado a situaciones de despido o reubicación en un escenario menos “molesto” de gente como Rafael Reig y José Antonio Pérez, en Público; Enric González, en El País; o Javier Pérez de Albéniz y Gumersindo Lafuente, en El Mundo.
Pondré también, como ejemplo de la actitud contraria, el caso de Eduardo Inda, director de Marca (que acabo de reseñar in extenso en LPD), con el objeto de poner de manifiesto (y ahí entraría auténticamente la parte “nuevas tendencias”) que al menos ahora este tipo de actitudes pueden tener un castigo, o un premio, más explícito, con la campaña que los propios lectores de Marca han orquestado contra Eduardo Inda, o con el predicamento que las personas despedidas o ninguneadas en sus medios tienen en Internet. No tanto porque les hayan echado sino porque dicho predicamento se lo han ganado, precisamente y entre otras virtudes, por su independencia, que no varía cuando colaboran en medios convencionales precisamente porque, si les echan, no se quedan sin nada. Su credibilidad ya no está en el medio de comunicación en el que colaboran, sino en sus lectores.
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Y Federico?
Comentario escrito por popota — 15 de abril de 2010 a las 2:13 pm
Buenas,
Yo coincido contigo en el punto de partida: el incremento de la dependencia de la publicidad, pero pienso q es otra forma pero mas indirecta de comprar el periodico. Al final cuanto mas lectores mejor, pq lean y aumenten los ingresos publicitarios o pq compren el periodico. Y de ahi a una persecucion del pensamiento independiente solo veo un salto de FE y no una logica.
Yo solo veo q en la coyuntura actual (y espero temporal) veo a los medios de comunicacion en posicion mendigante ante los «poderes» publicos y privados. Y ahi si q la independencia y las posturas criticas son fuertemente castigadas. La crisis en los medios de comunicacion tambien es grande y como casi todo en este pais estan sobredimensionados, aun habiendo tirado de becarios mal pagados en los ultimos años.
La publicidad es el camino NATURAL, no las instituciones y las empresas… cuando se apuesta por eso se puede incluir la independencia.
Saludos
Comentario escrito por paco — 16 de abril de 2010 a las 1:06 pm
A Fedeguico hay que reconocerle que es el único que, con su personaje, nombre y orientación como «imagen de marca» es capaz de poner en marcha él solito medios de comunicación más o menos rentables y con público suficiente como para ser relevantes a efectos de creación de opinión pública.
El problema es que, al menos que a mí me conste, las iniciativas periodísticas más solventes han requerido y requieren, además de periodistas creíbles, músculo financiero.
No sé hasta qué punto hemos llegado a un mundo donde la ecuación haya cambiado radicalmente. Aunque ojalá llegue algún día.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop (LPD) — 16 de abril de 2010 a las 1:30 pm
Popota, a tí lo que te jode de Fedeguico es que habla catalán mejor que tú.
Comentario escrito por pepito71 — 19 de abril de 2010 a las 11:11 am
Paco, ahora que la publicidad por lo que pelea es por las famosas inserciones en el texto (ocurre lo mismo en la ficción), le veo un futuro más halagüeño al periodismo si consigue, gracias a las nuevas teconologías, que la gente pague directamente por él. Quitando intermediarios y demás, creo si pagas 5 céntimos por el reportaje que te interesa, igual hasta se lucran más que antes. Otra cosa es que se pueda llegar a esta coyuntura algún día y que no haya Pedro Jotas que rompan la baraja para trabajar los lunes.
Comentario escrito por Álvaro — 20 de abril de 2010 a las 2:31 pm
Buenas, Alvaro.
Creo q si se puede dar. De hecho al margen de la opinion q tengais de El Confidencial de Jesus Cacho y (si jajaja) Antonio Casado empezo siendo una web donde ambos «dos» colgaban su articulo y uno mas de «cotilleo en off» obtenido tomandose un gin-tonic en Juan Bravo… y miralos ahora hasta tienen empleados y son jefes de ex-ministros.
Desde luego las tecnologias a vosotros en los medios de comunicacion os ofrece un panorama con muchas posibilidades.
Comentario escrito por paco — 21 de abril de 2010 a las 3:18 pm
Hola Paco,
El otro día, a raíz de la estrategia de antena3.com de agenciarse el tráfico de una red social con la que había llegado a un acuerdo duplicando sus cifras de tres a seis millones de un mes para otro (subida del 70%), asunto que trae cola, eché un ojo a OJD
http://www.ojdinteractiva.es/ultimos-medios-auditados.php?mes_inicio=&anio_inicio=&titulo=&url_principal=&id_categoria=&campo1=DESC&campo2=DESC&campo3=DESC&campo4=DESC&campo5=DESC&campo6=DESC&orden=uunicos
y aluciné con el tráfico de El Confidencial. Sin embargo, yo achaco su éxito más a la teoría de Chinatown de Polanski -las putas y los edificios se vuelven honorables si duran lo suficiente- es decir, al tesón de estar desde el principio haciendo lo mismo con la misma regularidad, que a la viabilidad de los medios de información en Internet.
Pero en plan teórico, creo que la publicidad y la información son incompatibles. Así como que las cabeceras tengan intereses económicos, cotizaciones en bolsa o pertenezcan a grandes grupos empresariales.
Lo bueno de Internet es que en el horizonte se puede plantear un periodismo exclusivamente profesional que se deba al lector, es decir, que éste sea dueño de él porque él es el único que lo mantiene pagando. Algo parecido a lo que ideó Arcadi en su reciente fracaso.
Pero no creo en las suscripciones por meses y sí en los micropagos. Un reportaje, 5 céntimos. Es un decir. Y a partir de ahí yo no tendría ningún inconveniente en gastarme 25 o 35 céntimos diarios en leer a la carta la información que me interese. Con cientos de miles de personas haciendo esto creo que se puede hablar de un periodismo profesional completamente independiente sustentado por los lectores. Y que no sería incompatible con ninguna otra fórmula de informar, excepto a la hora de valorar la fiabilidad que merece cada una.
Dicho sea de paso, todo esto me parece inviable a día de hoy. Pero como en el caso del cine y de la música y demás cultura, ha sido la propia industria con intereses económicos en ello la que no supo entender internet desde el principio y arriesgarse a vender sus productos a precios irrisorios (a millones de personas a la vez) pues que se jodan. Y con ellos, la independencia informativa en este capítulo de la historia.
Comentario escrito por Álvaro — 21 de abril de 2010 a las 6:48 pm