23-F: 28 aniversario en TVE y ABC
Algo ha de tener el número 28 que, sin razón aparente, los medios de comunicación y, muy particularmente, las televisiones, se han lanzado a conmemorar este año el aniversario del Golpe de Estado del 23-F, uno de tantos y tantos días en que SM Campechano I salvó la democracia. No sé si han tenido Ustedes ocasión de ver la miniserie programada al efecto por TVE la semana pasada, «23-F: el día más difícil del Rey». Sea o no así, no se pierdan el estupendo Especial publicado en la web de TVE (qué tiempos aquéllos en que TVE ignoraba por completo Internet y las posibilidades que este soporte ofrecía a un servicio público, y qué buen uso están haciendo ahora de la Red, justo es reconocerlo).
La miniserie en sí no constituye nada nuevo bajo el sol… Aparentemente. El Rey salvó la democracia frente a un golpe que, cuidadito, sin Su Majestad habría triunfado seguro (y quién sabe si ahora esto seguiría siendo una dictadura militar). Los militares afirmaron actuar por orden del Rey para liar las cosas y granjearse el apoyo de más militares para el intento de subversión. El general Armada utilizó su amistad con el Monarca para traicionar al Borbón, tan listo y avispado de natural y, sin embargo, muy dado a flaquear su buen juicio merced a su natural bondad para con los amigos (no es necesario que nos retrotraigamos a Armada; piensen Ustedes en Mario Conde, Javier de la Rosa, Manuel Prado y Colón de Carvajal, los Albertos, …).
Dos cuestiones brillan con luz propia en esta miniserie: la glorificación de la figura del rey, no por previsible menos exacerbada, y las continuas incongruencias, giros absurdos del guión y mala caracterización de los personajes que uno puede observar a lo largo de la trama. Su Majestad es Mr Antigolpe, como todos sabemos, y desde el principio estuvo ahí, trabajando en ello, tratando de que los golpistas fracasasen. Pero, claro, como el registro de las acciones de aquel día muestran continuas llamadas desde Zarzuela a Armada, a Milans y al propio Tejero, como los militares tenían (en los casos de Milans y Armada) una acreditada trayectoria de fidelidad a la Corona, aún hoy, 28 años después, los servicios propagandísticos consideran necesario limpiar cualquier sombra de duda… Y muchas veces consiguen el efecto contrario, por puro exceso y falta de verosimilitud de personajes, que están, precisamente por ponerlos al servicio de una visión de las cosas en la que todo ha de cuadrar a mayor gloria del papel de Su Majestad, mal construidos.
Combinen todo lo anterior con la enternecedora visión de «Juan Carlos I, el hombre» que nos daTVE, del cariño con que se relaciona con la Reina Sofía (que, por cierto, de repente habla bien español… ¡Y ya en 1981!), de la cohesión fundamental del vínculo familiar, no sólo con la familia más inmediata (mujer e hijos), sino también con su hermana, sus padres o sus cuñados, todos ellos implicados también en darle cariño a «Juanito» de Borbón y apoyo moral en estas horas difíciles.
Pensemos, por ejemplo, en la imagen edulcorada que se da de Juan de Borbón, el padre del rey. Cualquier revisión mínimamente imparcial de esta figura histórica habrá de concluir que se trataba de alguien sin ideología definida, de un oportunista dispuesto a defender cualquier cosa con tal de mandar. Y, además, de alguien muy poco hábil (él y sus asesores), fácilmente superado en sus maniobras, una y otra vez, por Franco.
Para atestiguar esta visión de los hechos sólo hace falta pensar en los vaivenes que daría Don Juan a lo largo de la Guerra Civil (donde, por dos veces, trató de participar -en el bando «bueno», naturalmente- como voluntario falangista y oficial de Marina, respectivamente), en su claro apoyo a las maniobras para moverle el sillón a Franco que perpetraron algunos jerifaltes nazis en los años «buenos» de Alemania (1940-41) y en su famoso «Manifiesto de Lausana», abiertamente prodemocrático porque, claro, lo hizo en marzo de 1945, cuando ya estaba claro quién iba a ganar la II Guerra Mundial y parecía muy probable que los Aliados acabasen con la dictadura de Franco. Y ello sólo fue el principio de una larga trayectoria de continuos vaivenes en los que traicionaba a sus sucesivos aliados en pro de acercarse al Trono.
Bueno, pues la aparición de Don Juan en la miniserie, vía telefonazo a SM Campechano, es para avisar de que aquí lo crucial, lo único, aquello a lo que el eterno pretendiente había dedicado su vida, era a garantizar la pervivencia de la democracia en España. A eso se dedicaron siempre los Borbones, y a eso continuaron dedicándose después.
La visión de la Monarquía, en lo público y en lo privado, que da esta producción para TVE es tan exagerada, llegando a lo obsceno de puro irreal, que casi estoy por pensar, en plan perverso, que hay algo de retranca, de segundas intenciones en el guión y en la interpretación de los personajes. Porque el elenco de actores es excelente, y la calidad de la producción, impecable. Pero luego se cuelan los absurdos giros de comportamiento de los golpistas, las sobreactuaciones del Monarca cuando tiene que demostrar lo demócrata que es y uno dice: «qué raro…». Y, sobre todo, de verdad, que no hacía falta glorificar, aún más, toda esta historia, la Teoría de la Conspiración tampoco es que sea muy coherente, pero gana coherencia conforme se nos intenta hacer creer que todo, absolutamente todo, en una situación de incertidumbre y tensión extrema como es un golpe de Estado, cuadraba a la perfección.
A todo esto, yo les quería contar que hoy, Día de los Enamorados (y noveno aniversario de la fundación de LPD, por cierto) me he desayunado con una carta al Director en ABC reivindicando la figura de Antonio Tejero, el «Bigotes» de 1981. La carta, escrita por el hijo de Tejero, sacerdote (si esto no es la España eterna, que venga el Cid Campeador y lo vea), se centra en reivindicar la figura humana e intelectual del coronel golpista, su natural bondad y amor a España. Como pueden figurarse, el asunto no tiene desperdicio. Y, aunque el hijo de Tejero, siguiendo toda una línea de actuación de la Iglesia española, elude meterse en política, no puede evitar lanzar al ruedo un recadito:
Realmente, nos dolía España, mi padre y el momento en sí; aunque nos tranquilizaba la certeza, según nos habían dicho, de que el Rey apoyaba y ordenaba tales hechos. Era un acto de servicio más, en un momento crítico, por el cual atravesaba nuestra Patria. Y pasó lo que toda España conoce y lo que los medios transmiten (aunque no con toda la veracidad que debieran). No voy a entrar en polémica… ni quiero, ni debo (…) No voy a revelar nada del 23F, el silencio de mi padre me obliga a callar. Sin embargo, no puedo dejar en el olvido las grandezas de un gran hombre.
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Gran análisis, Guillermo. Y menuda manera de despertar a la gente con el articulito del hijo de Tejero…
La verdad, son necesarios análisis como éste. Porque, de lo contrario, tenemos que tragarnos a personajillos como Juan Cruz, y eso no puede ser! http://www.elpais.com/articulo/Pantallas/23/elpepugen/20090214elpepirtv_1/Tes
Comentario escrito por Manolo — 14 de febrero de 2009 a las 3:09 pm
Vi la segunda parte y me sorprendió la actuación de Lluis Homar, a quién tenía por un actor del tres al cuarto. Hasta en ciertos momentos recordaba al Borbón en el hablar un tanto gangoso. Había algunos personajes que estaban claramente doblados (el príncipe Felipe tenía voz de dibujo animado) Creo que se debe a la cuota catalana de la producción de la miniserie.
Uno de los mejores momentos fue cuando la infanta Elena se quejaba porque ya no iba a poder salir de fiesta ese fin de semana. Ahí claramente metió un gol el guionista a la Casa Real dando por buenos los rumores de lo lige…
Se exageró con las infantas y pusieron a dos chavalas que estaban de buen ver cuando todo el mundo sabe que en aquella época parecían las chachas del cuadro de «Las Meninas. (Iba a escribir algo sobre las MILF y la mujer de Urdangarín, pero no lo haré por si cierran LPD).
De todas maneras se queda muy atrás de otras series históricas como «Hermanos de Sangre». Con ésto es lo que nos tenemos que conformar.
Felicidades por el noveno aniversario. La pena es que no escribáis más.
Saludos.
Comentario escrito por Jaime de Andrade — 14 de febrero de 2009 a las 6:31 pm
tejero fue una cabeza de turco pues siendo solo un tte coron se cargo con el nombre de golpe de tejero y fue siempre un guardia civil intachable que cuando asesinaban a uno de sus guardias mandaba una aportacion a su viuda en la medida que el podia creo que ya esta bien de meterse con el parece que fue el unico que estuvo en ese golpe y si no hubiera estado seguro de que alguien respondia por el l o primero que hubiera hecho habria sido inutilizar la pantalla ,el tiro fue al aire y desde luego hubiera sido incapa de matar anadie y lo que si hizo fue exonerar a sus hombres cargando el con toda laresponsabilidad dejemosle ya en paz ya pago su culpa pero parece que es el unico ex preso en España al que no se le puede dejar cada año de recordarle lo que hizo con muchos mas que ya ,nadie a Dios gracias recuerda
Comentario escrito por gloria churiaque — 15 de febrero de 2009 a las 11:59 am
Excelente texto, tan atinado como siempre.
Tengo la sensación de que, como en tantos otros asuntos, jamás conoceremos la verdad sobre el 23-F y que deberemos contentarnos con las rendijas que se descubran poco a poco. Desengañémonos sobre filones o grandes exclusivas: me temo que los informes y documentación confidencial se convirtieron hace mucho en humo. O sea, que seguiremos contentándonos con leer a Martínez Inglés y demás (como bien sabrás, la ínclita Pilar Urbano también sacó tajada del tema) para obtener, al menos, una visión panorámica del tema.
Por cierto, me ha parecido muy interesante la forma en que has definido al padre del Rey. Anson (ojo, que es quien es), en su biografía de hace unos años, transcribe una airada protesta de Indalecio Prieto tras la redacción de las famosas «Bases de Estoril», no tan democráticas como se nos ha querido vender. Parece mentira que, con gente de tanto valor a su alrededor, el hijo de Alfonso XIII acabara haciendo las cosas tan rematadamente mal, con ese aire de chapucilla típicamente español.
Abrazos
Comentario escrito por José Ricardo — 15 de febrero de 2009 a las 1:18 pm
A mí lo que más me impactaron fueron los momentos de exageradísimo acaramelamiento entre Su Majestad y la profesional, así como la imagen que se pretende dar de toda la Casa Real, especialmente de los que tienen sangre azul, como una Unidad de Destino con un único objetivo: el bienestar de los españoles a través de la democracia y del Estado de Derecho.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 15 de febrero de 2009 a las 7:58 pm
A mi me parecio un pestiño infumable en todos los sentidos. Además, eso de titularla «El peor día del Rey» me parece de una jeta digna del mas armado de los cementos!!
Señores, fue un día «chungo» para mucha mas gente. Por lo pronto no solo para algunas señorías que pensaron que los iban a pasar por la piedra en cualquier habitacion del Congreso, sino tambien para simple parias como aquel sindicalista valenciano que con el toque de queda instaurado en Valencia (y los tanques apatrullando la ciudad) capital tuvo los santos cojones de ir a la oficina de CCOO y empezar a destruir fichas de afiliados por temor a represalias.
Comentario escrito por Garganta Profunda — 16 de febrero de 2009 a las 8:38 am
Para empezar, lo de «el peor día del rey». Lo cierto es que, de haber triunfado los golpistas, el inquilino de la Zarzuela hubiese seguido en el mismo sitio.
Otra cosa es que la democratización del país, a medio plazo, era irreversible, y que por imitar a su abuelo pasados unos años acabase como él. También tendría a la vista el ejemplo de sus parientes de Grecia. Alguien con más luces le haría ver esto, lo chapucero de las acciones de Tejero y Milans y el escaso contacto de Armada con el mundo real, sólo hay que ver la «lista» de ministros que había eleborado. Eso si, si alguien oye a los payasos de la troupe de Pío Moa, esa lista es la evidencia de que, detrás del golpe, estaba el PSOE.
Comentario escrito por Lluis — 16 de febrero de 2009 a las 9:13 am
Pues ya vereis cuando dentro de poco Suárez empiece a estar grave. Preparaos para homenajes, series de televisión, hagiografías y programas de Victoria Prego. Con lo del aeropuerto sólo estamos empezando.
Comentario escrito por joan pere — 16 de febrero de 2009 a las 10:05 am
Para dar recorrido al asunto del 28, ese número computa las víctimas documentadas del GAL.
Por lo que respecta a Tejero junior, muy recomendable su carta. A ver si en la siguiente se digna el pollo a decirnos de qué vive su papá. Y si no se digna él, a ver si sale algún periodista y lo explica según el manido e infalible «Follow the money» que explica el 95% de estas campechanas querellas entre chorizos.
p.d: Dear President of the United States, Bin Laden is hidden in RTVE’s headquarters, make no prisoners he is extremely dangerous.
Apartado de comsignas: Yes you can!
Comentario escrito por popota — 17 de febrero de 2009 a las 1:43 am
A lo mejor dentro de doscientos años, algún historiador sideral medianamente independiente es capaz de dar una explicación plausible a lo que aconteció el día de marras. Yo lo dudo bastante.
Desde luego pretender que creamos que el Rey es demócrata garante de la constitución es pasarse un pelín, aunque hay gente para todo.
De todas formas el pueblo es fácilmente engañable por eso es fácil que esa historia de comic que conocemos trascienda por los siglos de los siglos. En fin: Lamentable.
Comentario escrito por Belisario — 17 de febrero de 2009 a las 12:15 pm
Aunque a lo mejor estoy equivocado, y va a resultar que en un recóndito armario de la zarzuela se esconde algún traje de mallas a lo superman en colores, eso sí, rojo y amarillo gualda y con una B en el centro del pecho…
Comentario escrito por Belisario — 17 de febrero de 2009 a las 12:22 pm
¿Qué hemos hecho los españoles de bien y amantes de la paz para tenerte entre nosotros, Popota?
Y Bin Laden, de estar en algún lado, probablemente sea en los vestuarios del Barça, dando masajes de aceite a Guardiola.
Comentario escrito por Jaime de Andrade — 17 de febrero de 2009 a las 12:39 pm
#9 El director de tesis de un amiguete, muy buena persona pese a ser granaíno, y que además es la risión, comentaba que el 23F era la muestra máxima del estatus de un funcionario.
Más o menos venía a decir que si no hubo forma de cepillarse a esos, con la que liaron, no cabe duda de que un funcionario es intocable en España.
No me negarán que es un comentario cachondísimo. Hala, perdón por la interrupción, sigan.
Comentario escrito por Otto von Bismarck — 17 de febrero de 2009 a las 1:07 pm