De mi estulticia y mi derrota frente a un fino analista político
Hace unos meses, como les comentaba en el anterior post, JJ y yo hicimos una apuesta en relación con las Elecciones Autonómicas de Cataluña. El perdedor tendría que escribir un artículo en su blog flagelándose por su incompetencia demoscópica al tiempo que loaba las muchas virtudes en la materia que adornan al triunfador. El sentido de la apuesta era: si ERC saca 18 escaños o menos, ganaba yo; si sacaba 19 o más, ganaba JJ. ERC ha sacado al final 21 escaños, así que ni decir tiene que el perdedor, y por varios cuerpos de ventaja, es quien esto escribe.
En algunas ocasiones la inteligencia y la intuición forjan una alianza perfecta en la que ambas se conjugan para aportar al agraciado con ambas virtudes sustanciales réditos en todos los órdenes de su vida; eso es lo que ocurre con JJ, que con gran sensatez, sentido de la oportunidad y capacidad predictiva supo ver enseguida qué iba a ocurrir en las Autonómicas catalanas. En efecto, JJ supo dejarse guiar, como siempre hace, únicamente por la observación desapasionada y consecuente de la realidad para a partir de ahí sacar sus conclusiones, y por ello concluir, sin asomo de duda para la cual, cuando se hacen las cosas bien, no ha lugar, que, contrariamente a lo que decían algunos agoreros irresponsables (entre los que, obviamente, me incluyo), la caída de ERC iba a ser escasa, insuficiente, en todo caso, para arrebatarle esa omnipotente Doble Llave (con CiU y con el Tripartito) con la que cuenta desde 2003.
Por el contrario, algunos, combinando la insensatez, el voluntarismo carente de todo sustento en la realidad y el oportunismo tertulístico, nos lanzamos a la piscina de la “inminente caída” de ERC en las Autonómicas, no se sabe si producto del sueño atávico de un Gobierno PP-Ciutadans o, sencillamente, de la pura y simple ignorancia. Porque, aunque el observador imparcial pudiera estar tentado, a la vista de los términos de la apuesta y de los defensores de una y otra alternativa, de decantarse por la caída moderada de ERC que propugnaba JJ, cabe decir que, más allá de mi delirante defensa de una imposible caída de ERC hasta los abismos de los 18 escaños, resulta si cabe más humillante la derrota si tenemos en cuenta que, a diferencia de JJ, se supone que yo me dedico, más o menos, a “trabajar en ello”. Es decir, que en el pasado he realizado estudios (de forma individual o colectiva) dedicados al análisis de campañas electorales (las Elecciones Generales de 2000 y 2004, así como, más indirectamente, las Autonómicas de 2003). Y ya ven para qué me ha servido, aparece un informático bastante más sensato que yo y me gana las apuestas por la mano (menos mal que no soy ludópata).
Comentarios cerrados para esta entrada.
Echo en falta en este contrito ejercicio de autoflagelación una referencia a la baja participación para explicar lo errado de la predicción.
En cualquier caso, el tal JJ tiene un poco de morro, como cualquier observador imparcial concederá, con eso de fijar la frontrera en 18 escaños para ERC. Pero dado que cuela, te propongo desde ya una apuestas más o menos equivalente: la gaano si el PP saca más de 125 diputados en las próximas generales.
Comentario escrito por Andrés Boix (LPD) — 02 de noviembre de 2006 a las 9:01 pm
Sí, lo eres.
Comentario escrito por e.b.o. — 03 de noviembre de 2006 a las 11:16 am
Servidor sólo aceptó el guante lanzado por Guillermo; el nivel lo puso él mismo.
Lo que yo diría es que la calidad del análisis no tiene nada que ver con la cantidad predicha estrictamente. Así que yo me descubro ante Guillermo (ahora y cuando toque).
Comentario escrito por JJ — 03 de noviembre de 2006 a las 11:30 am
En ese caso, no es estulticia sino espíritu kamikaze. Un saludo.
Comentario escrito por Andrés Boix (LPD) — 03 de noviembre de 2006 a las 12:34 pm
Lo pregunto aquí, más tapadito:
¿Un tanque? ¿Eso que se ve ahí arriba es un tanque?
Comentario escrito por Andrés Boix (LPD) — 17 de noviembre de 2006 a las 12:54 pm