Ciudadanos: ración intensiva de nueva política y cambio tranquilo
Había muchas quejas de los ciudadanos por las deficiencias de la vieja política. Políticos acomodados, acostumbrados a vivir de la paguita, corruptos, vinculados con los poderes fácticos de la sociedad. La Casta.
Aparecieron nuevos partidos. Nueva política. Una nueva esperanza. Entre los representantes del nuevo paradigma, Ciudadanos. El cambio tranquilo. Un partido moderno, civilizado, sin la caspa del PP, dispuesto a atender a las verdaderas preocupaciones de los españoles. Ni de izquierdas ni de derechas, no-nacionalista, nueva política. Implacable con la corrupción. Con grandes expectativas electorales, según decían los sondeos y los medios de comunicación.
Luego se produjeron las elecciones del 24M y Ciudadanos no alcanzó los objetivos previstos. Se quedó lejos de Podemos en casi todas las CCAA y no está en condiciones de ser decisivo para los pactos con el PP en casi ningún ayuntamiento importante, y en menos CCAA de lo que pronosticaban las encuestas.
Así que C’s comenzó a tontear con PP y PSOE un par de semanas. Ni de izquierdas ni de derechas, recuerden. Sin decantarse por ninguno, pero medio poniendo cara de que le molaba más propiciar la alternancia.
Hasta que ayer salió una encuesta de Metroscopia que hundía en los infiernos a Ciudadanos, atribuyéndole un 10% y alejándolo del triplete PP-PSOE-Podemos. Una consecuencia de su política de pactos. O quizás de que ahora Metroscopia corrige el pasote previo a las elecciones que se pegaron (no sólo ellos) con la estimación del voto a Ciudadanos. O de que la gente del PP ha pensado que es mejor dejarse de experimentos y que lo suyo es impedir que en noviembre llegue la ETA bolivariana que no le pone facilidades a Felipe González en Venezuela. Y que para eso qué mejor que volver a votar a la AP de toda la vida, como siempre. Lo que sea.
Y todo apunta que en Ciudadanos, ya puestos, han decidido adelantar la fiesta que tenían prevista para después de noviembre: la Fiesta de las Poltronas Responsables. Una gran fiesta que implícitamente supone potenciar su condición de CDS, partido bisagra que se vende al mejor postor por un plato de marisco.
El primer acto fue en la siempre sufrida Comunidad Valenciana, donde el PSPV tiene dos opciones de gobierno: un tripartito de izquierdas con Compromís y Podemos o un Gobierno en minoría con el apoyo de Ciudadanos. La primera opción está haciendo sudar sangre al PSPV, con una estrategia dilatoria de sus supuestos socios y la firme reivindicación de la presidencia por parte de Compromís (con cuatro escaños menos que el PSPV).
El viernes el PSPV decidió apoyar a Joan Ribó (Compromís) como alcalde de Valencia. Una medida cantada (no hacerlo dejaría vía libre para que volviese a gobernar Rita Barberá), pero que el PSPV adopta con generosidad (sin pedir contraprestaciones) y en un buen ambiente de negociación con Ribó y con València en Comú (la candidatura de confluencia ciudadana; con Podemos, pero sin Izquierda Unida). Es decir, justo lo que no estamos teniendo en la negociación por la Generalitat Valenciana.
Entonces apareció un tal Fran Hervías, número tres de Ciudadanos, tuiteando desde Barcelona en plan psicópata. Como el PSPV le había dado la alcaldía de Valencia a Joan Ribó, «nacionalista» (¿?, un señor que proviene de IU y el PCE), en castigo Ciudadanos anulaba todas las negociaciones con el PSPV. Una postura de gran firmeza, que quedó sin efecto un par de días después, cuando Ciudadanos, en un nuevo acto de responsabilidad, le ofreció al PSPV su apoyo para la Generalitat a cambio de que este partido aupase al candidato de Ciudadanos como alcalde de Valencia (votaciones ambas que, para prosperar, requerirían del apoyo, o al menos la abstención, del PP). El PSPV, con buen juicio, pasó de la nueva macarrada, y a continuación, en la tortura de gota malaya acentuada por el éxtasis mediático y de las redes sociales que son las negociaciones del tripartito de izquierda, se anunciaron, por fin, avances significativos, mientras Albert Rivera y su secretario de Organización (dejando, una vez más, en ridículo a los dirigentes de Ciudadanos en Valencia, que no han dicho esta boca es mía) se dedicaban a tuitear macarradas sobre nacionalismo independentista y la debilidad de Pdro Snchz para consumo de las tertulias de Madrid.
Poco después llegó la explicación, y el segundo y tercer actos de este drama: se constituía la mesa de la Asamblea de Madrid y Cifuentes le daba a Ciudadanos (el cuarto partido más votado) la vicepresidencia primera. Se puede decir más alto, pero no más claro: todo apunta a que Ciudadanos, por responsabilidad, apoyará la investidura de Cifuentes.
Poco después, El Confidencial desvelaba que Susana Díaz tiene a punto de caramelo el apoyo de Ciudadanos para su investidura en Andalucía, con lo que salvaría a última hora el match ball que ella misma se había impuesto (convocar elecciones si no se solucionaba la investidura esta semana).
En resumen: en un día Ciudadanos ha hecho el ridículo en la Comunidad Valenciana, ha pactado con la Castaza del PP, en el gobierno de Madrid desde hace veinte años, y parece que también lo hará con la Castaza del PSOE andaluz, en el gobierno desde… ya ni nos acordamos. Apoyando al que manda en cada circunstancia, y a ver qué pueden pillar. Lo que intuíamos que pasaría con este partido, pero con seis meses de adelanto.
La Operación Ciudadanos tiene mala pinta. Un CDS que sacará veinte escaños, insuficiente para pactar nada con los 120 que (como mucho) sacará el PP, a juzgar por los resultados del 24M. Garicano tendrá que buscarse otro país para aplicar su sueño de que los niños no vacunados se jodan y no tengan educación, sanidad, ni nada, para que aprendan, que seguro que la decisión de no vacunarse es culpa suya.
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Pingback escrito por Ciudadanos: ración intensiva de nueva política y cambio tranquilo — 08 de junio de 2015 a las 9:29 pm
Espectacular. Ardo en deseos de ver a riverita explicando esto.
Comentario escrito por desempleado — 09 de junio de 2015 a las 9:08 am
Apoyo a la investidura y control desde la oposicion. ¿Donde está el plato de marisco? ¿Un puesto en la mesa en Madrid? Mas bien hablamos de patatas bravas…
¿Porque no hablamos de lo que han cedido los grandes partidos para llegar a esos acuerdos? Antes lo hacian con los nacionalismos centripetos, ahora lo hacen con partidos con una vision un poco mas general. Algo hemos avanzado ¿no?
No se porque teneis esa inquina contra las terceras opciones. Anteayer CDS, ayer UPyD, hoy Ciudadanos.
Empiezo a pensar que sois los mayores defensores del bipartidismo. ¿O debería decir «casta»?
Comentario escrito por Harry Petta — 09 de junio de 2015 a las 10:03 am
Que tus plegarias sean escuchadas, Andrés, y los cuñaos se vayan a tomar por sako en noviembre.
Te noto eso sí un poco injusto con Garicano. Para una vez que su discurso es ¡populista!
Comentario escrito por Teodoredo — 09 de junio de 2015 a las 11:18 am
Que Ciudadanos exija a PP y PSOE en sus respectivas comunidades la firma de un documento con 70 medidas públicas, es decir, a la vista de todos (entre las que están la reforma de la ley electoral y listas abiertas) como forma de apoyo a la investidura, y sin pedir poltrona a cambio (que yo sepa, no entran ni en consejerías ni en empresas públicas) es algo que está mal y pone de manifiesto que ciudadanos es casta, pero que PSOE y podemos pacten a dos, tres o cuatro bandas, sin que los ciudadanos tengamos la más remota idea de cuál es el contenido de esos pactos, eso está estupendo (el PSOE es casta sólo en Andalucía? Y que hay de Castilla la Mancha y Extremadura, donde llevan gobernando treinta y tantos años? allí el PSOE no es casta porque pacta con Podemos?).
En fin, lo de siempre, los otros son malos, hagan lo que hagan, y nosotros buenos, hagamos lo que hagamos…y luego hablamos de tolerancia y alternativas.
Comentario escrito por Alejandro — 09 de junio de 2015 a las 5:41 pm
«En fin, lo de siempre, los otros son malos, hagan lo que hagan, y nosotros buenos, hagamos lo que hagamos…y luego hablamos de tolerancia y alternativas.»
Bienvenido al mundo de los analistas políticos, sean de la cuerda que sean: lo importante no es lo que se haga, sino quien lo haga. Siempre ha sido así, y siempre lo será.
Comentario escrito por Jose — 12 de junio de 2015 a las 8:29 am
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Pingback escrito por Cajón semanal de enlaces nº70 | Marc Martí — 14 de junio de 2015 a las 4:16 am
Al principio del artículo el autor comete un error de bulto a anunciar a C’s como un partido no-nacionalista, cuando son todo lo contrario: representan lo peor y más reaccionario del nacionalismo español, centralismo a muerte y reducción de los hechos diferenciales periféricos a mero folcklore regionalista. Nadie se ha preguntado por qué se les han afiliado tantos falangistas a Riverita y su banda?
Comentario escrito por David — 23 de junio de 2015 a las 1:34 pm
[…] votante que duda entre PP y Ciudadanos puede volver al redil si ve que la supuesta alternativa de Ciudadanos era un tigre de papel, más cerca del 10% (del CDS) que del 20% (de aspirar a ser una alternativa de verdad al PP). Y además, claro, está la desaparición de […]
Pingback escrito por Metroscopia vuelve por sus fueros | Chapapote Discursivo — 17 de enero de 2016 a las 11:51 am