Rectificación: sobre el Congreso de Pamplona

Ayer publiqué un texto sobre el Congreso Towards New Media Paradigms que ha suscitado diversos Comentarios, entre otros, por parte de Ramón Salaverría, uno de los organizadores del mismo. A continuación copio su comentario:

Quien esto escribe ha sido uno de los organizadores del Congreso. Os lo digo para que situéis mis palabras en su contexto. Sólo quería puntualizar unas cuantas cosas, con el mejor ánimo:

1. Sobre el inglés. El Congreso «Towards New Media Paradigms» no es una iniciativa aislada que hayamos organizado motu proprio, sino la actividad principal de un proyecto de investigación europeo, el COST A20, que abarca académicos de 22 países. El idioma oficial de ese proyecto, decidido por votación de los participantes en su reunión inicial hace un par de años en Bruselas, es el inglés, así que el empleo de ese idioma durante el Congreso no fue un capricho sino una obligación. Además, conviene recordar que durante el primer día las sesiones plenarias contaron con traducción simultánea al español y quien lo deseara podría haber formulado preguntas en español a los ponentes. El año pasado, en la primera edición del Congreso, que tuvo lugar en Noruega, no hubo traducción alguna y no recuerdo ninguna polémica sobre el idioma. ¿Por qué lo es entre nosotros?

2. En el Congreso de Pamplona han participado(¿sólo?) 35 españoles entre un total de 105 asistentes provenientes de 25 países. Es decir, las dos terceras partes eran extranjeros (podréis comprobarlo en la lista de asistentes, con nombres y procedencias). No es exacta, por tanto, la afirmación de Guillermo de que «la mitad de los conferenciantes, y del público, eran españoles».

3. Desde mi punto de vista, uno de los puntos fuertes de este Congreso era, precisamente, poder conocer de primera mano y sin salir de casa eso que Guillermo ha descrito con la expresión «un análisis sobre el ‘Irish Times’ o el ‘Eslovenian Enquirer’, en su versión digital, que descubre exactamente lo mismo sobre la prensa online que descubrimos periódicamente por aquí». Con independencia de que creo que el Congreso llegó bastante más allá, cuando una reunión académica congrega investigadores de 25 países tan distintos como Estados Unidos o Lituania, Alemania o Chipre, creo que lo que comenta Guillermo es una conclusión bastante valiosa en sí misma. ¿O no? Ramón Salaverría

Quisiera, desde aquí, expresar mis públicas disculpas a Ramón Salaverría por el contenido de mi post. Él mismo explica perfectamente algunas interpretaciones erróneas que yo he desplegado en el texto, pero a esto quisiera añadir:

1) Nuestra página es una publicación de carácter humorístico. Mi recién estrenado weblog, aunque no tiene por qué seguir en todos y cada uno de sus artículos la crítica en clave de humor, sí tiende a expresarse según la misma filosofía. En cualquier caso, mi intención nunca fue molestar a nadie.

2) Menos aún, criticar al congreso o a los organizadores del mismo. Yo sí tengo una visión bastante negativa de resultas de algunos congresos en los que he participado en el pasado, pero no precisamente de este. Mi valoración del mismo es, bien al contrario, muy positiva, y de hecho agradezco que me dejaran participar en él.

3) Precisamente por eso me afecta mucho que mis palabras se hayan podido tomar en el sentido de una crítica de fondo al Congreso, y por eso escribo esta rectificación. Si pensara que el Congreso no mereció la pena, que estaba mal organizado, o que la definición del inglés como lengua oficial del mismo no era pertinente, habría escrito un texto muy diferente, o más probable, no habría escrito nada.

4) Yo simplemente trataba de explicarles a Ustedes dos cosas: por un lado, la frustración que me supuso tener que hacer mi comunicación en inglés. Yo soy perfectamente consciente de que si se quiere hacer un Congreso con repercusión internacional, que saque a la Universidad española del ámbito local, es imprescindible hacerlo en inglés; otra cosa es que a mí, particularmente, no me guste, no porque crea que su interés es menor, sino porque a mí me resultará más difícil tanto exponer mi trabajo como seguir el de otros y sobre todo intervenir en los debates. Por otro lado, sí creo que uno tiende a interesarse más por lo que percibe más próximo, pero no me parece negativo, todo lo contrario, que se combinen los análisis de la situación local con otros de ámbito internacional. Otra cuestión será que acercarnos a estudios sobre experiencias en otros países nos resulte más difícil, al menos, a mí.

5) Por último, me permito compartir con Ustedes mi frustración. Yo volví contento de Pamplona, disfruté del Congreso, no tanto de mi intervención en él, por lo anteriormente mencionado. Lo último que querría es que los organizadores del Congreso pensaran lo contrario.

En mi vida he asistido a unos veinte congresos. Algunos, como el de Pamplona, eran serios. En otros, los que traíamos comunicación sacábamos la sensación de que ahí sólo les interesaba nuestro dinero, no nuestro trabajo. Algunas veces me he recorrido España en un tren de cabras sólo para pegarme todo el congreso en una pensión, leyendo, una vez comprobado que el congreso sólo era una excusa para cobrar a los asistentes, y se suspendían comunicaciones (entre otras, dos veces, la que se supone me correspondía a mi) para en lugar de ello hacer visitas turísticas organizadas.

Es una deuda que, por desgracia, tal y como está montada la Universidad, hay que pagar: se prima la cantidad sobre la calidad. Si echan un vistazo a mi currículum descubrirán sin dificultad algunas cosas de las que no estoy precisamente orgulloso. Pero cuando en un sistema feudal como este eres siervo de la gleba, como lo fui yo durante años hasta leer la tesis y convertirme en artesano de provincias, lo mejor que puedes hacer es recoger la cosecha, no hacer poesía.

Desde un tiempo a esta parte, sin embargo, pude tomarme las cosas de otra manera, y asistir sólo a Congresos serios, en que se tomaran la investigación como un objetivo, no como una excusa. Entre ellos, el de Pamplona. En efecto, estoy muy quemado, en general, con algunos aspectos de la vida universitaria, en particular de lo que a mí me ha tocado vivir. Por eso para mi ha sido, no sólo este Congreso, sino el último año más o menos, una especie de renacimiento universitario, en el que he recuperado el interés por la investigación. Si en mi artículo de ayer se me notaba el cinismo respecto a cómo funcionan los congresos, no es a causa del de Pamplona precisamente. Pero llevo un camino recorrido bastante largo, y sinceramente, es complicado olvidarlo al emitir una opinión general sobre cómo funcionan las cosas.

Reitero mis sinceras disculpas. Tengo una especial capacidad para molestar a gente a la que aprecio creyendo que estoy elogiando su labor.



6 comentarios en Rectificación: sobre el Congreso de Pamplona
  1. Rectificar es de sabios, hombre.

    Todos hemos captado el significado humorístico de tu anterior post. Pero te reconozco que todo el día me ha estado rondando por la cabeza la cuestión del idioma y el agravio que se le hace al español con respecto al inglés… Más la inevitable extrapolación con las demás lenguas del ámbito español.

    Aquí hay antecedentes históricos, un contexto especial, que apuntan a la confrontación, al odio, pero… hay otros países en donde existe una lengua oficial única –en España afortunadamente hay más de una– predominante y varias otras minoritarias y limitadas a una región, y los hablantes de estas últimas aceptan el uso de la primera sin discusión para fines académicos, científicos, o para comunicarse con ciudadanos del otro extremo del estado. Y no hay ofensas si por una confusión unos hablan en un idioma y otro no les entiende: se avisa, no hay más problema, y se recurre a la lengua común. Bien, pues Italia es un claro y muy cercano ejemplo. Aunque, ya digo, es otro contexto y otra historia.

    Un saludo.

    Comentario escrito por JR — 01 de julio de 2003 a las 2:45 am

  2. No creo que hiciera falta esta rectificación; todos nos dimos cuenta, en conversaciones y además en el comentario, que el congreso te gustó bastante, y te pareció mejor que muchos otros a los que habías asistido, aparte de lo mal que lo pasaste con el inglés. El tono de humor era evidente, y, en cualquier caso, nada ni nadie es perfecto…

    Comentario escrito por JJ — 01 de julio de 2003 a las 9:59 am

  3. Como te lo dije por mail, tu escribiste algo en clave Chapapote Discursivo que fue leído y comentado en clave Organizador del Congreso. No ha habido mala onda por parte de ninguno, sólo distintas frecuencias.

    Comentario escrito por jlori — 01 de julio de 2003 a las 10:19 am

  4. En efecto, me parece que todo esta aparente polémica se ha debido a una confusión de tono, sobre todo por mi parte. Quise matizar unos datos y me salió… un alegato digno de un penalista mordaz.

    ¡Mil disculpas! Más que a ningún otro a Guillermo, buen colega en diversos proyectos comunes, pues es evidente que lo ha pasado mal. La próxima vez juro que llenaré de emoticonos mi mensaje, a ver si así me expreso mejor y nadie se apura.

    Así que, aceptad mi disculpa pública: «Sorry, William, my beloved friend!». Creo que esta vez no te molestará que te haya escrito en inglés, ¿no? ;-)

    Comentario escrito por Ramón Salaverría — 01 de julio de 2003 a las 11:39 am

  5. Muchas gracias, Ramón. Me alegro de que todo esto haya podido aclararse.

    Yo creo que sí que era necesaria una rectificación, pues en efecto el texto sí que podía leerse de formas muy distintas a la que yo pretendía, y por eso, como me imaginaba que Ramón no habría querido que la escribiera, pero la veía la única manera de compensar algo el error, decidí dejar clarificar mi postura publicándola directamente.

    En fin, mis disculpas. Voy a buscar mis vídeos del Follow Me :)

    Comentario escrito por guillermo lópez — 01 de julio de 2003 a las 4:10 pm

  6. Yo prefiero practicar my spanglish con «Muzzy». El «Follow Me» se me ha quedado anticuado.

    En serio, no nos podemos quejar del ingles que se habla? en los congresos ya que es una especie de «inglis-congres»: gramaticalmente patatero, semanticamente un desastre y sintacticamente un despropósito.

    Todo esto justifica el porque lo entendemos mas o menos bien.

    ¿Os imaginais un mundo donde la lengua franca fuera el fines?

    Comentario escrito por Enrique — 02 de julio de 2003 a las 11:36 am

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