Reproduzco a continuación el artículo que ha aparecido publicado hoy, viernes 8 de abril, en Valencia Express (página 15). El artículo analiza la pérdida del control, por parte de la Generalitat valenciana, de la institución financiera más relevante de la región: Bancaja.

De Bancaixa a Bankiamadrid
Guillermo López García

Una de las señas de identidad del gobierno del PP en la Comunitat Valenciana en los últimos años ha sido su resistencia y crítica constante al poder central, detentado por el PSOE. Sin embargo, hay una cuestión capital en la política valenciana en la que el PP se ha mostrado extraordinariamente sumiso frente a “Madrid”, y esa es la fusión de las cajas de ahorro. En concreto, la aceptación del pacto con Cajamadrid, en la práctica una absorción de Bancaja por parte de la caja madrileña que ha sido el preludio de su reciente conversión en banco: Bankia.

Esta fusión, liderada por Rodrigo Rato, constituye la creación de una gran entidad financiera nítidamente controlada por el PP. Por el PP… De Madrid, por supuesto. El Consell, en una preocupante dejación de sus funciones, ha consentido en quedarse sin entidades financieras propias (Bancaja y la CAM).

A estas alturas, probablemente la cosa no tuviera ya remedio. Durante años las Cajas de Ahorro han funcionado como herramientas en las irresponsables manos de los dirigentes políticos que las gestionaban. En la Comunitat Valenciana la combinación letal de exposición excesiva en el sector inmobiliario y el empleo de sus recursos con fines políticos y electorales (como la financiación del Valencia o de proyectos ruinosos del Consell) han convertido Bancaja en un satélite de Cajamadrid y la CAM en una entidad tan arruinada que, por el momento, nadie quiere hacerse con ella.

Hoy, la Comunitat Valenciana no cuenta con cajas de ahorros propias, cuyo proceso de toma de decisiones tenga lugar aquí. Y esto tiene enormes consecuencias para la autonomía financiera de la Comunitat, su capacidad para apoyar proyectos empresariales autóctonos. El poder valenciano es menos poderoso.

Profesor Titular de Periodismo en la Universitat de València