USA 2008: Casi todo el pescado vendido

Con todo el follón de la crisis económica las Elecciones Presidenciales estadounidenses han quedado un poco en segundo plano informativo. Al mismo tiempo, la crisis ha contribuido a clarificar, aún más si cabe, el panorama: ganará Obama, salvo hecatombe, y ganará con claridad. Así, al menos, lo proclaman desde hace una semana las empresas demoscópicas, que le dan una ventaja de entre cinco y diez puntos.

De los diversos sitios web que se dedican a hacer promedio entre multitud de sondeos para observar las tendencias electorales de fondo, mi preferido es Electoral-vote.com, no sólo porque ofrezca un elenco de tados completísimo, sino porque, lo confieso, me parece entrañable el diseño “Are you from the past?” que se gasta . ¡Si casi parece mi diseño de 2001, que actualmente -con los siempre fastidiosos, aunque necesarios, cambios- sigue imperando en La Página Definitiva!

Pues bien, según nos indica el “Votemaster” de este sitio web, las cosas están en 346 para Obama por sólo 181 para McCain. Una ventaja clara que, además, se sustenta  en el hecho de que, en EE.UU., los sondeos preelectorales tienden a ser significativamente más fiables que en España, con el mérito añadido (y el demérito, en el caso español) de que el electorado tiende a ser más volátil que en España (donde ya saben que la política tiende a leerse en los mismos términos que la religión –o “arreligión”- y el fútbol, y casi todos votan «a los de siempre»).

Por otra parte, las características del sistema electoral estadounidense, particularmente en las elecciones presidenciales (donde en prácticamente todos los casos el ganador en un estado se lleva todos los representantes del mismo), contribuyen a simplificar el panorama, ahorrándose las empresas demoscópicas los cálculos sobre el reparto proporcional de escaños propio de nuestro sistema.

Por esa razón, y hasta cierto punto, son los propios medios de comunicación los que se encargan, en la noche electoral, de “proclamar” al vencedor en cada estado basándose en los sondeos a pie de urna y en los datos iniciales del recuento (lo que llevó al espectacular bluff electoral del recuento de Florida en las Presidenciales de 2000, que acabaría por llevar a George W. Bush a la Casa Blanca)

Ya sabemos que no es lo mismo, dentro de EE.UU., Utah que California, o Georgia que Massachusetts. La cuestión es: ¿qué estados son más o menos proclives para demócratas y republicanos? Recurrimos de nuevo al Votemaster, cuyo mapa electoral de hoy reproduzco a continuación (estados con mayoría demócrata en azul, republicana en rojo):

 usa13102008.jpg

Dividiendo la cosa por regiones, y resumiéndolo mucho:

– Ambas cosas, este y oeste, suelen ser un barullo de progres liberales que viven en gigantescas conurbaciones y que suelen votar mayoritariamente demócrata en las presidenciales. Esto es particularmente importante en el caso de los muy poblados estados de Nueva York, Nueva Jersey y, sobre todo, California (el más poblado de todos, con 55 representantes electorales, un 10% del total).
– La zona interior, los estados del oeste y el Medio Oeste, tienden a ser sólidamente republicanos. Se trata de estados fundamentalmente agrícolas y poco poblados, donde la presencia del fundamentalismo religioso (o, sencillamente, la religión) es importante y el discurso de los “burócratas de Washington”, “los liberales de Hollywood”, etc., suele hacer mella.
– El Sur, compuesto por los estados que defendieron la bandera confederada en la Guerra de Secesión, es un caso curioso. Durante décadas, a partir de la conclusión de esta guerra, los estados sureños votaban siempre a los candidatos demócratas (se hablada del «Sólido Sur»), “castigando” de esta forma al Partido Republicano de Lincoln, autor de la emancipación de los esclavos.

Sin embargo, y al mismo tiempo, la lógica de la industrialización fue ubicando cada vez de una manera más clara al Partido Demócrata en el centro izquierda del espectro político, mientras los republicanos se derechizaban correlativamente cada vez más (esto fue particularmente claro a partir de la victoria de Franklin D. Roosevelt en 1933). Pero, al mismo tiempo, los demócratas recibían un voto que les era ajeno en cada vez más cosas y cuya fidelidad se basaba en algo, a su vez, más impresentable con el tiempo: su supuesto “racismo comparativo” con los malvados republicanos antiesclavistas.

Esta contradicción estalló definitivamente con Lyndon Johnson y la lucha por los derechos civiles de los negros. Naturalmente, a partir de este momento el Sur siguió siendo sólido, pero para los republicanos. Se trata de un considerable caudal de votos, con estados importantes como Virginia, Carolina del Norte, Tennesse (patéticamente perdido por Al Gore en 2000, ¡y eso que era su Estado natal!), Georgia y, sobre todo, Texas (el segundo más poblado de EE.UU.) y Florida, con sus 27 representantes)
– Por último, queda la zona de los Grandes Lagos, estados industriales como Michigan o Illinois, con ciudades importantes (Chicago, Detroit, Cincinnatti, Cleveland, Minneapolis, …) y con un problema, que arrastran desde hace décadas, de paro y/o dificultades laborales derivado del proceso de reconversión industrial.

Es justamente en la zona de los Grandes Lagos, además de en el “levantisco” estado de Florida (donde el perfil del votante es significativamente más complejo que en los demás estados sureños, con todo plagado de jubilados judíos progres, cubanos anticastristas, emigrantes variopintos, …), donde se están decidiendo últimamente las elecciones presidenciales. Tras dos victorias aplastantes de Reagan, otra de Bush, y dos triunfos bastante holgados de Clinton, en 2000 Bush basó su victoria en las papeletas mariposa de Florida, y en 2004 en su triunfo en Ohio. Es en este estado, junto con Florida, donde McCain debe intentar a toda costa hacerse con la victoria.

El problema para McCain, como decíamos al principio, es que la cosa está bastante clara. Y no sólo por la crisis económica, que ha venido a ser, más bien, la gota que colma el vaso. La verdad es que a McCain cada vez se le notan más sus carencias y, en concreto, que la nominación republicana le llega ocho años tarde. Por otra parte, la apuesta del senador republicano por esa especie de analfabeta histérica que le acompaña como candidata a la vicepresidencia, Sarah Palin, hace aguas por todas partes (fue una lástima que no le acompañase a McCain el también senador Joseph Lieberman, el tipo con el rostro más duro de la política americana: candidato en 2000 con Al Gore, se presentó igualmente al Senado -como diciendo: ¿y si no gana Gore, qué?-. Cuando acabó su mandato, en 2006, perdió las primarias de su partido, se presentó como independiente y volvió a ganar). Y, en fin, ocho años de Bush son muchos años.

Por otro lado, posiblemente Barack Obama sea el mejor candidato de que disponen los demócratas desde los tiempos de Bill Clinton (como mínimo): inteligente, carismático, con capacidad de ilusionar, parece casi el sueño americano redivivo.  Así que, tras ocho años de reírnos de Bush y hablar con mucha seriedad de los múltiples defectos de los estadounidenses, “esos fachas de mierda”, el próximo presidente USA va a ser un tipo: a) joven; b) negro; y sobre todo, habida cuenta del contexto actual, c) de raíces –más o menos- musulmanas. Mientras tanto, en España, como muy bien dijo uno de Ustedes, «Maricomplejines contra Bambi».



16 comentarios en USA 2008: Casi todo el pescado vendido
  1. Algunas cosillas:

    1. Otros links interesantes con encuestas y datos fiables:
    – El recuento oficioso de real clear politics de las diferentes encuestas, sacando la media de todas ellas en: http://www.realclearpolitics.com/
    – Locos del béisbol y de las apuestas que han usado su gigantesca base de datos para construir un portento matemático de previsión electoral: http://www.fivethirtyeight.com/

    2. Cosas raras de la proyección de «Electoral Vote»:
    – Se han liado, creo, con West Virginia. Prácticamente nadie piensa que allí pueda ganar Obama. Si ganara allí, de hecho, eso vendría a significar, se supone, que arrasaría y que, por ejemplo, ganaría seguro también en Indiana, Carolina de Norte o Missouri, mucho más proclives a los demócratas y que, sin embargo, la proyección se lo da a McCain.
    – Aunque Dakota del Norte es el estado «rarito» del Estados Unidos de verdad, del que de verdad importa, del que debería tener derecho al voto mientras en la costa este y en la costa oeste se dedican a otras cosas, no parece fácil que gane allí Obama.
    – Ojo a Nebraska y a Maine, que reparten algunos de sus votos en el colegio electoral por distritos. Y aunque en estas elecciones parece que Obama se chupa todo Maine y McCain todo Nebraska en ambos casos hay un distrito que, aunque sería casi un milagro, puede caer de lado del otro partido.

    3. Sobre lo de «casi todo el pescado vendido»:
    – Me parece precipitado, porque quedan tres semanas y eso en política es mucho tiempo, sobre todo en un entorno tan volátil como el actual u en una campaña con tantos vaivenes como es la de estas elecciones, con crisis mastodónticas explotando cada día. Además, la política americana ha alcanzado un equilibrio bipartidista que, en el fondo, salvo en situaciones excepcionales, se dirime en matices. Y, además, el sistema de colegio electoral americano no facilita las previsiones, en contra de lo que sostienes, porque pequeños cambios en dos o tres estados pueden significar que toda la elección se vea modificada.
    – Además, como es sabido, Obama es negro. Los más prudentes en el partido demócrata dicen que se sienten seguros de estar «verdaderamente en cabeza» sólo cuando las encuestas les dan 6 ó 7 puntos de distancia. Mientras no se llega a esa situación, su sensación es que es mejor no lanzar las campañas al vuelo, porque los yanquis haciendo encuestas son muy buenos pero ha habido casos históricos de negros que tenían unos números fantásticos en las encuestas y que luego, a la hora de la verdad, se han acabado encontrando con que la gente les votaba mucho menos de lo que decía que les iba a votar.
    – Por lo demás, las series de encuestas de muchos estados «clave» dan diferencias enormes dependiendo del instituto que encuesta. Y eso no habla precisamente bien de la fiabilidad de los datos.
    – Adicionalmente, no creo que Obama, y eso que soy muy obamista, y de la primera hora, sea el mejor candidato de los demócratas en términos electorales. Clinton tendría probablemente ganadísima esta elección, dada la conjunción astral de tener que enfrentarse a un señor muy mayor, que va por libre, que está haciendo una campaña ridícula y que además viene de apoyar durante 8 años al presidente más impopular al final de su mandato de la historia de EE.UU. con una crisis económica brutal desde hace meses y que, encima, ¡explota justo a lo bestia, con fuegos de artificio, a un mes de las elecciones!
    – Probablemente, los demócratas se han permitido elegir a Obama, conscientes de todo ello, porque la situación es tan anómala que incluso un negro (con las características de Obama, claro) podía ganar. Pero creo sinceramente que fuera de esta conjunción astral lo habría tenido imposible. Y que, incluso con estas circunstancias, por mucho que todo apunte a que va a ganar, la partida está todavía viva.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 13 de octubre de 2008 a las 8:53 pm

  2. Una aproximación diferente es la de Intrade: Apuestas (lo de futuros o «prediction markets» no deja de ser un eufemismo) estado a estado sobre el resultado. Aquí la gente se deja la pasta, así que lo de mentir para tumbar la encuesta pierde gran parte de su atractivo. Creo haber leído que nunca han fallado, y que los intentos por alterar el valor que se hicieron en campañas anteriores fueron caros e infructuosos.

    Un saludo.

    Comentario escrito por Menek — 13 de octubre de 2008 a las 9:02 pm

  3. Interesante post Mr Lopez .
    Pues si con todos sus defectos ,los gringos tienen sus cosas buenas(8 años de limite para evitar sindromes de la moncloa).
    Sus patricios se cortan un poco mas a la hora de meter mano,y que coño, teoricamente cualquier ciudadano puede ser emperador del universo conocido(JI JI JI).
    De todas maneras mejor saludar al nuevo jerarca tras la fumata por si las flies.
    «como muy bien dijo uno de Ustedes, “Maricomplejines contra Bambi”.Si es una alusion a este humilde,guapo,apuesto,inteligente y asaz modesto dios halcon ,gracias.Me siento honrado de que se me cite en este reducto del saber.
    Pero quizas para las proximas erecciones generales,los patricios se llamen MR.plancoñazo vs desaceleracionman.
    Debate proximas generales españolas
    http://www.youtube.com/watch?v=OOTTvKaaoBI

    Pd:Menudo coñazo les he soltado,manda huevos.

    Comentario escrito por HORUS — 14 de octubre de 2008 a las 12:48 am

  4. Es cierto que West Virginia es un estado «durillo» para los demócratas, pero no llega a los extremos de Utah, por ejemplo. Lo que yo había visto es que en los últimos tiempos había pasado de estar con McCain a la indefinición, igual los datos del día en ese Estado (azotado por la crisis desde hace décadas, es un Estado minero y bastante pobre) son particularmente buenos). A mi me sorprendió más lo de North Dakota, y eso que, en efecto, es un estado muy freak, hace un tiempo salieron con que querían cambiarse el nombre, porque según ellos lo de «North» les daba una imagen muy negativa y perjudicaba al turismo (¿les habrá prometido Obama que a partir de ahora se llamarán «South Dakota», o «Dakota», o «Sweet Dakota»?).

    En realidad, lo que he dicho es que los sondeos USA son bastante más fiables que en España, y se acercan más en porcentaje de voto, por lo común. No suceden cosas como el resultado del PSOE de 1996, por ejemplo (los sondeos le daban entre 110 y 120 y sacó 156). Pero, claro, pueden fallar fácilmente donde fallan todos, en el margen de error del 3% (y si la distancia está dentro de ese 3%, como suele ser habitual en casi todos los estados «reñidos», pues eso). «Todo el pescado vendido» hace referencia a que, asumiendo esa volatilidad, asumiendo que tampoco es que Obama venza por 20 puntos, etc., las cosas están bastante claras, al menos tal y como yo lo veo. McCain ha hecho posible el sueño americano de Obama!

    Sobre la teoría de la conspiración esa tan extendida de «es negro, no puede ganar», a mí nunca ha acabado de convencerme, me parece una teoría de salón de raigambre reciamente europea, es el rollo, que llevo meses escuchando, de «Obama no puede ganar, qué barbaridad, pero qué estas diciendo, ¡no pueden nominarlo, es imposible!»; «seguro que le asesinan antes de la elección» (esta genialidad, y encuestas en plan «el 90% de la poblacion negra opina así», la he oído varias veces) y cosas por el estilo. Me parece que confundimos los EE.UU. con la imagen que tenemos de EE.UU. y con los propios matices peliculeros, de irrealidad, consustanciales a la candidatura de Obama.

    Y sí, yo también dormiría mejor con un candidato menos «arriesgado», pero es que de eso se trata, de simbolizar el cambio. Y lo que nunca he visto claro de ese voto antinegro latente es cómo puede detectarse en el pasado: ¿cuántos candidatos negros -o latinos, o mujeres- de alguno de los dos grandes partidos conoces en el pasado?

    Comentario escrito por Guillermo López — 14 de octubre de 2008 a las 9:45 am

  5. Sí que se sabe, más o menos, cómo ha actuado en el pasado. De hecho, es bastante conocido el denominado «Bradley effect», que se ha reproducido varias veces (aunque, claro, eso sólo se sostiene si creemos que las encuestas son fiables pero, como tú mismo señalas, en los EE.UU. lo suelen ser bastante… excepto precisamente en estos casos):

    http://en.wikipedia.org/wiki/Bradley_effect

    La cuestión es si los EE.UU. de hoy siguen siendo así, que es claro que no, pero no tanto hasta qué punto. O bueno, no tanto los EE.UU como esa parte de la población, pongamos un 5-10%, que supuestamente se vería afectada, pero suficiente para modificar un resultado electoral.

    También la cuestión es hasta qué punto Obama es «negro» en el sentido arquetípico. Vamos, que no estamos hablando de Jesee Jackson o Bill Cosby. Y luego está también el especial entorno electoral.

    En cualquier caso, por supuesto, Estados Unidos, pese a ese posible 10% (o el porcentaje que sea) que podría alterar su voto por algo así, es totalmente diferente a Europa: no concibo a un beur presentándose a Presidente de la República en Francia con unas mínimas posibilidades de éxito. Un a un gitano en España.

    Al menos, no de momento. Estados Unidos ya ha demostrado que, en su caso, al menos sí es, como mínimo, concebible que un negro llegue a la Presidencia.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 14 de octubre de 2008 a las 12:27 pm

  6. Por cierto, que hoy precisamente el tipo que le llevó la campaña a Bradley dice que el «efecto Bradley» no existió: que simplemente las encuestas estaban mal hechas:

    http://www.realclearpolitics.com/articles/2008/10/the_bradley_effect_selective_m.html

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 14 de octubre de 2008 a las 12:52 pm

  7. Y otro enlace más (disculpad por la forma, es para evitar ser catalogado como spam) sobre si el efecto en cuestión ha desaparecido, cuándo lo hizo y por qué (hay en el texto, además, enlaces a algunos trabajos académicos):

    http://www.fivethirtyeight.com/2008/10/if-bradley-effect-is-gone-what-happened.html

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 14 de octubre de 2008 a las 12:55 pm

  8. Muy interesantes los enlaces y la denominación de «Bradley Effect», que no conocía. La verdad es que parece un planteamiento sensato, y aplicable, por cierto, a muchas otras situaciones (políticas y no políticas).

    En realidad, el «Bradley effect» no es sino la Teoría de la Espiral del Silencio (http://www.lapaginadefinitiva.com/dblibros/116) de Elisabeth Noelle-Neuman. Según Noelle-Neuman, el principio motor de nuestras opiniones es, muchas veces, nuestro miedo al rechazo y nuestro afán por sentirnos socialmente bien considerados. En muchos contextos, esto nos lleva, sobre todo en situaciones en las que creemos estar en minoría (o creemos defender la opinión negativamente marcada), a callarnos e incluso a mentir.

    Imaginémonos un grupo de 10 personas en el que se habla de la pena de muerte. Todos están en contra, salvo uno. Pero este último sabe que si dice su verdadera opinión los demás le mirarán mal, descalificarán su opinión e incluso le rechazarán (por integrista, autoritario, asesino, etc.). Pues lo mismo funciona ante un encuestador, es difícil sentirse cómodo, por mucho que un encuestador sea, en teoría, un profesional, confesando según qué cosas. El famoso «voto oculto» socialista de los 80 y 90 funcionaba en cierta medida según el mismo principio (e igualmente el voto pro PP en las Autonómicas de 2003).

    Y ahora viene mi réplica: ¿por qué creo que el Bradley Effect no cuenta aquí, o no contará lo suficiente? Por un cúmulo de factores, muchos de los cuales ya apuntas tú (Obama no es suficientemente «negro», estamos en 2008, etc.) y, sobre todo, porque en una elección nacional -donde nadie puede pensar, en una encuesta, que el encuestador o sus amigos le mirarán mal y pensarán que es un racista por votar a los republicanos- ese efecto ya se ha descontado desde hace meses.

    Me explico: el «Bradley Effect» no afecta a los guionistas de cine de Hollywood, sino a parte de la clase blanca trabajadora que antes votaba demócrata y ahora no se sabe. Es decir, el voto «pro Clinton». ¿Dónde está el voto Pro Clinton? A mí me da la sensación de que ya está descontado en la campaña de Obama, y no porque se vaya con McCain, sino porque se ha ido a la abstención (y no todos: la crisis es salvífica para Obama porque también le permitirá recuperar algunos de estos votos in extremis y, de hecho, por eso está subiendo ahora). Por otra parte, el propio articulista que enlazas indica que el Bradley Effect no hizo acto de presencia en las primarias, y tampoco creo que lo haga ahora.

    Un cordial saludo

    Comentario escrito por Guillermo_Lopez — 14 de octubre de 2008 a las 1:15 pm

  9. One more thing y ya lo dejo, prometido: Otra diferencia a favor de Obama es la gente que le lleva la campaña: jóvenes, dinámicos, preparados…

    Es interesante ver cómo David Plouffe, el jefe de campaña, se relaciona con sus simpatizantes y cómo les explica la campaña. Más interesante todavía es constatar cómo, a mediados de septiembre, con el «efecto Palin» vivito y coleando, tenían clarísimo qué estados eran los que podían ganar y cuáles son, a su juicio, los «battleground states:

    http://es.youtube.com/watch?v=wUAiGbNp8oI&eurl=http://tpmelectioncentral.talkingpointsmemo.com/2008/09/obama_campaign_manager_vows_to.php

    La verdad es que es increíble hasta qué punto se van acercando las cosas, según las encuestas, a un home run absoluto, con Obama dominando todos los terrenos en los que había fijados su atención.

    Llama la atención que también tienen la vista puesta en Montana y en Georgia.

    A saber si de aquí dos semanas estamos hablando de encuestas en esos estados del estilo de las de South dakota de estos días.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 14 de octubre de 2008 a las 1:50 pm

  10. Pues yo a Obama no lo veo claro, con perdón. De hecho, cuando en el debate prometió eso de «We will kill Bin Laden» se me acabaron de quitar las dudas. Esta década tan triste da para que alguien reedite el Moby Dick.

    En cuanto a lo de las encuestas, recuerdo un gag muy cachas de la serie «Yes, Minister» de la BBC. En ella, el Ministro debía presentar un proyecto sobre la mili obligatoria y estaba preocupado por la oposición popular que despertaría el plan, y el funcionata que le asesoraba le reomendaba que hiciera una encuesta puerta a puerta hecha por tías buenos, y le proponía dos modelos de encuestas según qué resultado deseara.

    Una era tal que así:
    -¿Cree que es bueno que los jóvenes sean disciplinados?
    -¿Le preocupa la situación de guerra en XXXX -la del momento?
    – ¿Cree que todos debemos contribuïr al bienestar del país?
    -¿Cree que es bueno que los ciudadanos tengan una mínima preparación para defender el país en caso de ser necesario?
    – ¿Está a favor del servicio militar obligatorio?

    La otra era distinta:
    – ¿Le preocupa la delincuencia?
    – ¿Está usted a favor del libre manejo de armas?
    – ¿Cree que es prudente que en situaciones de paro como la actual una mayoría de la población esté entrenada en el manejo de armas?

    Etc.

    Comentario escrito por popota — 14 de octubre de 2008 a las 3:18 pm

  11. Continuación de la segunda encuesta, perdón:

    «¿Cree que solo profesionales especialmente entrenados deberían ser responsables del manejo de armas y la defensa del estado?
    ¿Está a favor de suprimir el servicio militar obligatorio?»

    Comentario escrito por popota — 14 de octubre de 2008 a las 3:31 pm

  12. «Sus patricios se cortan un poco mas a la hora de meter mano,y que coño, teoricamente cualquier ciudadano puede ser emperador del universo conocido(JI JI JI).»

    Pasas un dato por alto, Oh, Gran Horus: cualquier ciudadano ESTADOUNIDENSE (y no valen los nacionalizados, como Schwartzenegger, o sea Chuachi). En España, cualquier Wilson Orlando podría acceder a la presidencia, una vez nacionalizado (y hablo en teoría, como siempre).

    #6 y #7: No se si te has fijado que en el artículo que firma el propio Lance Tarrance, dice que para quien trabajó fue G. Deukmejian, el adversario de Bradley:

    «I was there in 1982 at «ground zero» in California when I served George Deukmejian as his general election pollster and as a member of his strategy team»

    mientras que en el otro artículo hablan de Tarrance como trabajador para Bradley en aquella campaña:

    «But now Lance Tarrance, the pollster for Bradley in that race, has an article up at RCP suggesting that the Bradley Effect was merely a case of bad polling…»

    Esto sería digno de aparecer en la sección «El día y la noche» de los Recortes de la Prensa Seria de «El Jueves».

    En realidad, habría que saber si trabajaba para uno o para otro, y si le sigue siendo fiel, para deducir la fiabilidad y la intencionalidad de su afirmación.

    En cualquier caso, personalmente opino lo siguiente:
    – A juzgar por toda la gente que conozco que ha estado en Estados Unidos, la sociedad allí es bastante más abiertamente racista que, por ejemplo, en Europa. Vamos, que las películas no exageran tanto, realmente hay una separación bestial entre razas, y una discriminación real y evidente en todos los ámbitos.
    – Dicho esto, y como decíais en los comentarios, Obama no es precisamente un «negro al uso», es decir, que tampoco va el tío haciendo alarde de su «gansta»rismo, ni habla en slang ni nada de eso: lo que resalta de él, al margen de la raza a la que pertenece, es que es un tío joven, elegante, progresista, dinámico, decidido, convincente y echao «p’alante».
    – Aunque existiera el famoso «Bradley Effect», y como bien dice Guillermo, en unas elecciones generales la gente no piensa que va a quedar mal diciendo que va a votar republicano (a no ser que uno vaya de progre y no quiera que le pillen en un renuncio), por lo que el efecto se vería atenuado haciendo más fiables los sondeos.

    #10 «De hecho, cuando en el debate prometió eso de “We will kill Bin Laden” se me acabaron de quitar las dudas. Esta década tan triste da para que alguien reedite el Moby Dick.»

    Tienes que tener en cuenta que están en campaña, y decir algo así, en un momento como este, vende (es decir, da votos). Otra cosa es lo que piense hacer sobre el tema si gana las elecciones. Y sinceramente, me da la sensación de que no se cree una mierda de esa frase ni piensa hacer nada (o por lo menos no con la intensidad del borderline de ahora), porque sería absurdo y no conduciría a nada.

    Comentario escrito por Karraspito for President — 15 de octubre de 2008 a las 12:05 pm

  13. Lo de la mayor fiabilidad de las encuestas en EEUU tiene también una explicación.

    En la práctica totalidad de los estados, los votos electorales se los queda en su totalidad el candidato ganador, aunque lo sea por media docena de votos. En la mayor parte de los estados, la tendencia está lo suficientemente definida como para que un error del 10 % no influya en el resultado global, da lo mismo ganar por 60-40 que por 54-46. En algunas circunscripciones españolas, un error de ese calibre puede traducirse en varios escaños de diferencia.
    Y el sistema se limita a dos candidatos con posibilidades. No hay partidos minoritarios ni fuerzas regionales que puedan fastidiar los cálculos en ciertas circunscripciones.
    Si el sistema español se limitase a dos partidos, o el sistema fuese como en Francia o Inglaterra, sería bastante más sencillo hacer previsiones, aún cuando parte de los entrevistados no dijesen la verdad.

    Comentario escrito por Lluis — 18 de octubre de 2008 a las 6:39 pm

  14. Sabiendo todo eso creo que, aún y con todo, tengo suerte de votar en España, creo que el sistema electoral es uno de los más justos (o mejor dicho, menos injustos) que conozco. Si suficiente gente vota al, un suponer, Partido del Karma Democrático como para que obtengan 1 escaño, esa opción estará representada en el Parlamento. No es que vayan a influir mucho, pero por lo menos ahí estarán, pa tocar un poco los cojones a los grandes, como Labordeta, o para decidir un empate (es un caso raro pero posible). Me repatearía sobremanera un sistema como el estupidounidense, en el que en la segunda vuelta tuviera que votar por el PP o el PSOE por cojones, o si no abstenerme o votar nulo, sin más opciones y sin representación de las opciones minoritarias en el Congreso.

    Comentario escrito por Karraspito for President — 20 de octubre de 2008 a las 3:47 pm

  15. Karraspito,

    Tampoco es tan justo el sistema español. Está diseñado para beneficiar a las fuerzas mayoritarias de cada circunscripción. De esta forma, el PSOE, el PP, CiU, el PNV y CC cuentan con más representación de la que les tocaría, mientras que el gran perjudicado es IU y -en menor medida- otras fuerzas como CG, ERC o todos los minoritarios en general.
    En un sistema con circunscripción electoral única (como lo que se usa en las europeas) hay algo más de justicia. Si mal no recuerdo, de haberse empleado en las últimas generales, el Partido del Cannabis hubiese logrado representación e IU o UPyD hubiesen sacado más escaños. Otros grupos tendrían posibilidades serias de obtener representación a poco que se pusiesen, mientras que los dos grandes damnificados (perderían casi más de 10 escaños cada uno) serían el PSOE y el PP. Y eso lo saben. De ahí que no tengan interés alguno en modificar la ley electoral, más allá de impedir la presencia de los nacionalistas al parlamento. Cuando lo consigan -que lo lograrán-, tendremos un sistema bipolar similar al estadounidense pero con una férrea disciplina de partido.

    ¿O acaso aquí se recuerda algún caso de que 20 diputados del partido gubernamental hayan votado contra alguna propuesta de su ejecutivo? En EEUU eso es relativamente normal, no se puede dar por sentado que tener mayoría en una cámara sea una garantía firme.

    Comentario escrito por Lluis — 24 de octubre de 2008 a las 12:00 pm

  16. I want to believe, que decía el póster del despacho de Mulder, pero yo tampoco lo veo tan tan claro. Teniendo en cuenta que toda la historia de ese país pasa por la lucha por los derechos civiles para los negros, me parece demasiado ideal, aunque sí, parece que sí puede ser…
    Es cuestión de horas…

    Comentario escrito por NK — 02 de noviembre de 2008 a las 10:12 pm

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