Público y El País (y II)

En octubre del año pasado publiqué un análisis  sobre el diario Público (que entonces llevaba un mes en los quioscos) en el que aprovechaba para explicar por qué razones, a mi juicio, su aparición, y la consolidación de un grupo multimedia en torno a Público y La Sexta, suponían graves problemas para Prisa. De hecho, prometí publicar “en breve” una segunda parte ahondando en esta última cuestión. Pues bien, once meses después, como estaba previsto, ahí va la segunda parte.

La existencia de Globomedia y su espectacular capacidad de gasto, cimentada en el apoyo directo y evidente de Zapatero (no en vano, como nos ha enseñado, una vez más, el follón financiero – bursátil de EE.UU., cuando la mano invisible funciona sustentada por el poder político, funciona mucho mejor), está haciendo daño a Prisa en tres frentes, que ya revisamos (al menos los dos primeros) en el artículo anterior: al quitarles los derechos del fútbol (de una manera, además, particularmente desvergonzada) atacan, con gran eficacia, a todo el negocio de televisión de pago de Prisa, reunido en torno a Digital +; disputa con El País (y con Cuatro) el favor del público más joven; y, por último, dañan la credibilidad de Prisa de una manera particularmente española: reduciendo su capacidad de intimidación y su proclamada cercanía al poder.

No se conoce, en España, de ningún grupo mediático que haya prosperado en abierta oposición a todo el poder político (que, en este país, y chiringuitos locales aparte, se circunscribe, como dejaron bien claro las últimas elecciones, al PP y al PSOE). Y eso, más o menos, es a lo que se está viendo abocada Prisa, sin el margen de maniobra con anunciantes y poder político local que da el “cuidadito, que somos uña y carne con el Gobierno”.

Las ínfulas de PRISA en los 80 (el faro intelectual de la izquierda y el mejor foco de análisis y opinión) y en los 90 (el gran grupo multimedia español) se han ido al carajo en esta década, merced a los diversos errores cometidos. Que se resumen, sobre todo, en potenciar un ritmo de crecimiento excesivo en la televisión –delirios de grandeza-, ningunear a Zapatero incluso cuando éste ya había accedido a la poltrona y el tremendo error, que aún están acusando, de convertir El País Digital en un diario de pago.

Habrá que ver hasta dónde llega el reflujo de estos errores, por ahora plasmado en que Prisa, como es notorio, no manda en La Moncloa ni la cuarta parte de lo que mandaba con el felipismo; tiene un importante descubierto que le ha obligado a deshacerse de la televisión de pago (en buena medida a causa de La Sexta y su filibusterismo con los derechos del fútbol); y no ha logrado superar a elmundo.es en términos de audiencia (incluso teniendo en cuenta que muy probablemente elpais.com sea ahora mismo el mejor diario digital de España, merced a los rápidos y atinados cambios e innovaciones que han introducido en los tres últimos años).

Desde luego, la solución no puede estar en la delirante pretensión de Cebrián de ponerse a “ordenar el panorama audiovisual español”, que por lo visto es un desastre (y ahora se ha dado cuenta; no antes, cuando, por poner sólo un ejemplo, crearon Localia como televisión de ámbito nacional de facto, algo totalmente ilegal). Porque, en términos de lo que Cebrián entiende que es normal, “ordenar” viene a ser “tó pa mi”, como si estuviéramos en los años ochenta y el Gobierno pudiera perpetrar otro antenicido (Cebrián se permite, incluso, acusar al Gobierno de… ¡potenciar la televisión pública!). De hecho, como este país es lo que es, probablemente sí podría hacerlo, pero no, desde luego, con el propósito de favorecer a Prisa. El sello de calidad “soy el Gobierno” en términos de medios de comunicación lo ha puesto Zapatero en regalárselo todo a Globomedia, con el indisimulado propósito, precisamente, de putear todo lo posible a Prisa y crearse un grupo mediático propio menos levantisco.

En la decadencia de Prisa puede atisbarse, como apuntaba en la primera parte de este artículo, una cuestión generacional, que afecta tanto al público como a los propios gestores de Prisa. El mejor testimonio de esto último lo tenemos en la intervención de Cebrián del viernes pasado (estupendamente glosada por Juan Varela). El mismo hombre que primero escribió “La Red”, y luego salió explicándonos que Internet es una cosa mu mala para descargarse porno (¡como si no lo supiéramos!), ahora dice que la red vuelve a ser fundamental.

El caso de Cebrián es un poco como el de Raúl González Blanco: todo el mundo sabe que está acabado, y que lo está, además, desde hace tiempo, y por eso cuando sale por la televisión, hace declaraciones (o, en el caso de Raúl, circula por el campo como alma en pena, en un desesperado intento de ver si puede meter algún gol de los de empujarla), escribe artículos o concede entrevistas, el hombre chirría tanto. No es alguien de otra época porque se haya hecho mayor, lo es porque realmente lee las cosas en los términos en que tuvo éxito hace décadas, es decir, que no entiende nada de lo que está ocurriendo en el sector de los medios de comunicación en, al menos, los diez últimos años. Y así les va en Prisa, claro.

En cuanto al público, dicha ruptura generacional, en intereses, hábitos de consumo e incluso decodificación de la información, afecta al modelo de televisión de pago con el que Prisa consiguió sus mayores beneficios (merced a la sustitución de la dictadura de la programación televisiva por la autoedición de contenidos a través de descargas). Y también afecta, sobre todo, a las cifras de ventas del diario El País, al que prestaremos algo más de atención.

El envejecimiento de los lectores, al que también hacíamos referencia hace meses, no sólo afecta a El País, naturalmente. Pero, aunque su caso no es ni el de ABC (cuyo público, literalmente, se está muriendo) ni el de El Periódico de Cataluña (al que la prensa gratuita está haciendo mucho más daño que el que pueda hacerle a El País), el modelo de prensa de referencia que propugna este periódico sí que hace aguas por todas partes (lo mismo le ocurre a La Vanguardia). Por resumirlo mucho:

– Los nuevos lectores no quieren prensa “de calidad”, porque tienen Internet y la TV. No es que lo que hay ahí sea bueno, pero la prensa tampoco lo es; o al menos no perciben que sea mejor que lo que tienen en la televisión (más inmediato y, sobre todo, más divertido) o Internet (más abundante, más cercano y sobre todo menos «predeterminado» que la prensa, pues el público se configura su menú informativo, puede interactuar con la información, … Vamos, lo de siempre, «Internet es el futuro»).
– Ante este escenario, la que podemos llamar prensa “sensacionalizada” (como la prensa gratuita o los agujeros negros de El Mundo) y de opinión explícita funciona mucho mejor que los diarios “con pretensiones”, tipo El País. El público y los medios son más sectarios (sí; todavía más) que antes, porque los focos de opinión son múltiples, a diferencia de lo que ocurría en el escenario anterior.

Hace veinte años, aunque todo el mundo sabía de qué pie cojeaba cada medio, como había pocas opciones mediáticas éstas tendían a satisfacer un acervo ideológico más amplio. También, muy conscientes de hasta qué punto mandaban sobre su público, cautivo, desarmado y mudo, podían –hasta cierto punto- simular cierto pluralismo, cierto debate interno.

Acuérdense de Javier Ortiz en El Mundo, y sobre todo, en el caso que nos ocupa, de Hermann Tertsch, Arcadi Espada o Álvaro Delgado – Gal en El País. ¿Qué ha sido de ellos? Paulatinamente, la fuerza de los hechos –del sectarismo- los acabó arrinconando en su propia columna –a Hermann Tertsch incluso lo despidieron-, lo cual los volvió aún más sectarios de lo que ya eran como paso previo para buscar un mejor acomodo con los “suyos” (en Público, en el caso de Javier Ortiz, en El Mundo, por lo que se refiere a Arcadi Espada, y en ABC, en los otros dos casos).

El nuevo público no quiere un análisis sosegado y plural; quiere las tertulias y los blogs trasplantados también a la prensa, y la traducción de eso es más sectarismo ideológico. Piensen en Libertad Digital: ¿alguna vez ha habido un debate interno en ese periódico? Ni pensarlo. Libertad Digital no ha llegado hasta nosotros para algo tan de maricones progretarras como debatir. Allí las cosas están muy claras, y todos saben de qué va el asunto. No es periodismo, es agitación ideológica a través de Internet. Y el único debate posible es con el enemigo, que por supuesto está fuera de Libertad Digital.

Así pues, y como conclusión, ¿para qué sirve la prensa convencional? Desde luego, ya no sirve para informar en el sentido tradicional del término, pero tampoco puede dedicarse simplemente a opinar. Su futuro estaría en el análisis más amplio y sosegado y en la microinformación, pero es dudoso que consigan público suficiene para prosperar (y, desde luego, no habrá suficiente público para mantener el “tren de vida” actual). Mientras tanto, su presente combina la opinión con una especie de pseudoanálisis modelo «contertulio» de los asuntos de actualidad cada vez menos elaborado (porque hay menos tiempo, menos dinero y menos lectores; el extremo, de nuevo, es el periodismo basura de Libertad Digital: gente que opina, como si fueran expertos, sobre temas de los que no tienen ni la más mínima idea).



26 comentarios en Público y El País (y II)
  1. Se supone que vas a hablar del Paí y de Público. Un ligero rapapolvo al Paí, mayor al Mundo, ni una palabra sobre Público (yo te lo ahorro: pagar un céntimo por semejante mierda ya sería delito) y al final te dedicas a Libertad Digital, que no sé qué pinta en este entierro.

    ¿Es una estratagema para que entre Pablo a replicar?

    Comentario escrito por bocanegra — 28 de septiembre de 2008 a las 9:10 pm

  2. Bueno, en realidad es respetar mínimamente en el título lo que es un artículo en dos partes. En la primera, publicada hace meses e indicada en la primera línea de este artículo mediante un enlace, hablaba de Público; en esta, hablo fundamentalmente de El País y sus problemas.

    Un cordial saludo

    Comentario escrito por Guillermo_Lopez — 28 de septiembre de 2008 a las 10:33 pm

  3. Poner al panfleto propagandístico para analfabetos funcionales «Público» a la altura de otras publicaciones, tiene cojones…..porque los demás tendrán su orientación o estarán sesgados o lo que quieras, pero respetan (creo) el cociente intelectual de sus lectores, pero es que lo del panfleto «Público» es un insulto a la inteligencia del lector, en el hipotético caso de que la tuviera, claro……

    Comentario escrito por pepito71 — 29 de septiembre de 2008 a las 11:47 am

  4. No sé, diría que cosas como La Razón tampoco están demasiado por encima de «Público». Por no hablar de las teorías conspiranoicas del 11-M a las que tanta cancha dieron en «El Mundo».
    El problema es el lector. Al final, cada uno solo lee lo que quiere leer, es decir, lo que viene de «su» secta. Los medios son cada vez más tendenciosos, al final del proceso, y si no varía su línea editorial, el ABC acabará siendo un modelo de periodismo imparcial. Un servidor (no hace falta negarlo) pertenece a la secta progretarra separatista, hace una década el ABC era el mayor exponente de todo lo que era odiosa para nosotros, eran célebres sus broncas con el Avui, hoy ya han sido superados por el Mundo, la Razón o LD.

    El mejor ejemplo del «nuevo periodismo» es LD. Otros medios de otras sectas lo emulan, pero éste es el pionero y el de más exito. Son adeptos a la idea fija, y pese a defender la libertad de expresión cuando el juez coarta a don Federico, si alguien intenta entrar en sus foros o blogs para defender alguna idea contraria a la suya, acaba baneado (eso si, tras recibir una buena dosis de insultos). Y supongo que otros medios de las sectas contrarias actúan de la misma forma.

    Comentario escrito por Lluis — 29 de septiembre de 2008 a las 6:07 pm

  5. Este verano deje un comentario para criticar sin insultos una serie que hicieron en el suplemento, llamada Me Cago en Mis Viejos, que daba hasta pena de su autor, y no le dieron el visto bueno. Por supuesto con cada episodio se publicaban docenas de comentarios favorables y muy sospechosos a un bodrio descomunal.

    Comentario escrito por Alfredo M-G — 29 de septiembre de 2008 a las 8:22 pm

  6. Hay que ver, poco han cambiado las cosas por aquí después de tanto tiempo. Todas las críticas son iguales vengan del lado que vengan. Yo, que he cambiado de bando, ahora lo veo claro. Guillermo, aprende catalán si es que aun no sabes y procura mantener tu estilo en ese idioma, algo sacarás.

    Saludos.

    Comentario escrito por provisional — 29 de septiembre de 2008 a las 11:58 pm

  7. El caso de Libertad Digital me ha llevado a pensar que soy adivino.
    Cuando leo en cualquier otra página una noticia acerca del gobierno de Zapater, suelo acertar en qué posición aparecerá la noticia y qué titular llevará en LD.

    También se puede comprobar, haced la prueba si queréis, que la página web de 20 Minutos, atiende Arsenio, copia las noticias de otras web, incluso hasta de los suplementos dominicales. Con todo el descaro del mundo. Por no hablar de las chorradas que publica cuando no hay noticias importantes, o ya últimamente también cuando las hay.

    Así de previsible y triste se ha vuelto el periodismo español.

    Comentario escrito por kachenko — 30 de septiembre de 2008 a las 2:11 am

  8. Otra cosa curiosa de LD y su entorno (supongo que los demás actuarán de forma semejante).

    Evidentemente, no hay noticias de producción propia, se limitan a copiar lo que aparece en otros medios (COPE, El Mundo, La Razón, El País), añadiendo, eso si, sus propias opiniones. Eso último es imprescindible especialmente cuando se trata de El País, dado que de lo que se trata es de dejar patente la manipulación que ejerce dicho periódico.

    Luego, en la COPE, para reforzar su propia visión del mundo, se puede oír a FJL en su programa, al hacer la revista diaria de prensa «según titulares del Mundo y LD…», como si este último medio contase con elaboración propia de las noticias.

    Comentario escrito por Lluis — 30 de septiembre de 2008 a las 8:41 am

  9. Hace bastante tiempo que no gasto ni un duro en periódicos; no tengo ganas de tirar el dinero en panfletos que consideran que sus lectores son idiotas.

    Anécdota relativa a El Pais. Hace años, por el módico precio de 3 €, podías comprar junto al panfleto un libro. En el panfleto del día hacían una reseña de 1 página del libro que ese día vendían; en el día que vendian conjuntamente con el panfleto el libro «el advenimiento de la república» de Josep Pla realizaron una reseña que nada tenía que ver con el contenido del libro: Presentaron el libro como si se tratase de un conjunto de loas del autor hacia el nuevo régimen, cuando el libro realmente no deja de ser la visión escéptica de Pla acerca de los ciudadanos de un país que creen que por cambiarle el nombre al régimen se van a solucionar milagrosamente los problemas del momento.

    El Pais tiene muy claro que ninguno de los que compran el panfleto van a leer el libro, o al menos la mayoría de ellos, sino que lo van a utilizar de adorno en una estanteria, y por ello en la reseña puede escribir lo que le venga en gana. En definitiva considera que sus lectores son idiotas.

    Lo que ocurre con El Pais sucede también en la acera de enfrente, es decir FJL y satélites; FJL se autoproclama liberal, se apropia de esa etiqueta y reitera su evolución desde el comunismo al liberalismo gracias a que vió la luz por medio de Hayek o Von Misses. Suele recomendar la lectura de «Camino de Servidumbre», escrito por Hayek; lo hace a sabiendas de que casi ninguno de sus seguidores pasará de las primeras páginas. Al igual que lo que ocurre con El Pais el contenido del libro tiene muy poco que ver con lo FJL afirma que dice el libro.

    En definitiva FJL y El Pais, como ejemplos paradigmáticos de sus respectivos bloques, tienen la misma visión y consideración en relación a sus respectivos seguidores: son, al mismo tiempo, vacas a las que ordeñar y yonkis que vienen a por su dosis diaria de metadona.

    Los medios de comunicación son empresas destinadas a ganar dinero (como es normal); antes contrataban a profesionales por el prestigio que hubiesen acumulado a lo largo de sus carreras con independencia de la opinión que tuviesen acerca de cada tema concreto, siendo la venta de periódicos y la publicidad consecuencia del prestigio de los profesionales que integraban el medio de comunicación.

    Ahora los medios de comunicación se han modernizado, saben de la importancia del marketing, de tal modo que se han centrado en crear una marca y una imagen, dejando en un segundo plano el contenido de la información y de las opiniones, ya no interesan los profesionales, no interesan las noticias; lo único que interesa es darle al cliente lo que el cliente quiere (el cliente quiere oir que la izquierda es guay, entonces se incide una y otra vez en ello; el cliente quiere oir que la izquierda es ignorante y la derecha culta, educada e intelectualmente superior, no hay problema, se repite hasta la saciedad).

    Los «profesionales» de los medios de comunicación, que a día de hoy pululan por los distintos medios de comunicación: algunos se han retirado asqueados; otros que han alcanzado un cierto reconocimiento venden su opinión por un buen sablazo (por otro lado es lícito), y la mayoría no tienen opinión sino que únicamente buscan conseguir un sueldo mensual, por lo que redactan según les dictan.

    El ejemplo paradigmático de todo esto el engendro que está siendo creado por globomedia: la sexta y público únicamente son un producto comercial: contratan como director de periódico a un sujeto que escribía un blog en internet con lo que intentan conseguir la etiqueta de producto moderno, inconformista, alternativo a lo ya establecido y atraer a los adictos al mencionado blog. Público no es inconformista ni alternativo (no olvidar que el grupo se crea y crece gracias al Gobierno de España y al inigualable poderío econóomico que estás detrás de ese grupo) pero sus lectores creen que ellos realmente son lo más avanzado y elevado, intelectualmente hablando, que existe ahora.

    Los informativos de la sexta están conformados por mujeres jóvenes físicamente muy agraciadas, beligerantes y agresivas en sus opiniones( perdón, en las opiniones que leen en el prompter). Cualquier otra cadena que utilizase mujeres florero para leer los informativos hubiese sido tachada de hacer un uso sexista de la mujer, pero la sexta no gracias a que intenta crear como imagen de marca la idea de joven, moderna y alternativa.

    En definitiva, los propietarios de los medios de comunicación saben que a día de hoy la sociedad no demanda contenido sino que demanda una etiqueta con la que identificarse, y por ello los medios de comunicación españoles son una mierda dirigida a los adictos de las respectivas sectas.

    Comentario escrito por menipo — 02 de octubre de 2008 a las 1:55 pm

  10. Totalmente de acuerdo menipo. Las jamelgas que salen en La SEXta están todas muy muy buenas.

    Comentario escrito por kachenko — 02 de octubre de 2008 a las 6:56 pm

  11. Excelente aportación, menipo. A mí lo que me parece más fascinante de todo esto es que, incluso con las abrumadoras pruebas que hay en favor de la especie de que los medios no se toman en serio a sus lectores, les venden películas escandalosas precisamente por lo mal considerados que los tienen, etc., sin embargo, en apariencia al menos, los lectores ni parpadeen!

    Un cordial saludo

    Comentario escrito por Guillermo López — 03 de octubre de 2008 a las 8:26 am

  12. Guillermo,

    Lo que pasa es que los medios que toman por tontos a sus lectores son siempre los demás. Ningún lector de El País o LD se cree que le toman a él por tonto. No creo que a estas alturas los grandes medios puedan engañar a nadie respecto a su línea editorial, y la gente compra lo que sabe que va a contener lo que quiere leer. Nadie que quiera leer alabanzas de Ibarretxe se meterá en LD.

    Y pese a su manipulación, la prensa escrita tiene sus ventajas. Esas páginas van muy bien para poner encima del suelo cuando lo has fregado y quieres cruzar la habitación, los resultados de la quiniela o la lotería no acostumbran a estar demasiado manipulados, el crucigrama y el sudoku entretienen un rato, cuando falla la previsión meteorológica no es por culpa de la línea editorial y, pase lo que pase, el contenido general del periódico es una buena tapadera para ocultar lo que realmente le interesa a uno: los anuncios de contactos.

    Comentario escrito por Lluis — 05 de octubre de 2008 a las 6:45 pm

  13. Alfredo, veo que no era el único q me llevaba las manos a la cabeza.

    Te juro q pensé escribir a Cebri y presentar mis credenciales como columnista que si esa era la nota de corte, lo podía hacer 100 veces mejor (y menos soez) pese a q mi mayor logro en la redacción es usar el corrector del word.

    PAÍS!

    Comentario escrito por Muad´Dib — 06 de octubre de 2008 a las 12:49 am

  14. Sobre la reflexión del futuro de la prensa:

    Los periódicos que menos acusan el impacto de internet son precisamente los que tienen un público que «literalmente se está muriendo» porque mientras no se mueren siguen comprando la prensa en papel ya que no conocen internet, ni quieren conocerlo ni en caso de conocerlo les gusta leer en el ordenador. Y si además resulta que esos diarios son conservadores tienen aun muchas más posibilidades ya que prensa escrita progresista, solidaria, igualitaria, feminista, nacionalista asimetrica etc, etc hay mucha, de hecho es absoluta mayoría y resulta que su público, sobre todo el más joven, va camino de informarse exclusivamente por internet.

    En la prensa ocurre algo parecido a la música, ha cambiado el paradigma y hay que replantearse el negocio ya que la información hoy en día sobra por todos lados y la opinión rebosa por radios, televisiones, blogs y ciberespacios variados. Tal vez tener credibilidad, ese concepto olvidado hace tiempo, pueda suponer un valor añadido en el futuro frente a la tendencia actual de escribir en trincheras ideológicas.

    Comentario escrito por cayetano — 06 de octubre de 2008 a las 1:12 am

  15. Este es un tema que cnsidero realmente interesante. feicito a guillermo por el analisis que realiza si bien considero que ha sido un tanto reducido en lo relativo al apoyo del gobierno zp a globomedia, si bien conozco algo el asunto, te animo guuillermo a que nos desveles todo el conglomerado que existe, pues supongo que como profesor de la uiversidad lo conoces bastante bien, y creo que seria de gran interes. por otro lado felicitar a menepo por su analisis.

    Comentario escrito por lalo — 07 de octubre de 2008 a las 4:48 pm

  16. he releido tu primer articulo sobre publico, y supongo guillermo, que has cambiado tu opinion. entiendo que ahora coincides en entender que publico es sensacionalista, que el hecho de poyar al gobierno no supone un ejercicio de pluralismo sino un modo de hacer caja y trepar, y qque la labor de su director, escolar, a epssar del afecto que le profesaszs, ha sido un ejemplo perfecto del mal periodismo y de la ipractica de la idiotizacion del lector. especialmente recuerdo su idea de desnudar una estudiante a medida que pasabn los dias de campana electoral, eso si, la ilustrada muchacha nos ilustraba con sus analisis. Quizas pueda resultarnos una idea original para un blogger, para un directodr de un periodico de tirada nacional es simplemente repugnante, y ahonda en esa busqueda de la idiotizacion.

    Comentario escrito por lalo — 07 de octubre de 2008 a las 4:59 pm

  17. A todo esto, PRISA ha perdido desde enero un 70% del valor en bolsa, que se dice pronto. A ver si con un poco de suerte en un par de meses me lo puedo comprar por el doble de lo que costó la división europea de Lehman Brothers: 4 euros.

    Comentario escrito por popota — 08 de octubre de 2008 a las 9:21 pm

  18. Te me has adelantado, Popota. Si tuviera dinero para invertir ahora, desde luego, compraría un buen paquete de acciones

    Un cordial saludo

    Comentario escrito por Guillermo López — 08 de octubre de 2008 a las 11:19 pm

  19. Guillermo, estoy con Bocanegra, no entiendo esta entrada.

    Vale q tenga dos partes pero q el titulo sea: «Público y El País (y II)» y q en el ultimo parrafo amenaces con «Así pues, y como conclusión» (sic) y no aparezca uno de los dos titulados ¿?

    Publico a dia de hoy es un proyecto fracasado pq nadie esta dispuesto a pagar por algo q ofrece la calidad de un gratuito como 20 minutos.

    Y El Pais sigue siendo un señor periodico a pesar de los caidos en accion.

    Luego hablas de la lucha de dos transatlanticos mediaticos, a dia de hoy sabemos la deuda coorporativa del grupo Prisa, es lo q tiene estar en bolsa. ¿De Mediapro? Tendremos paciencia, de q te sirve un chiringito si no lo metes en bolsa para hacer «cash». Pero hay problema, estos planificaron con un horizonte despejado en una España en la «Champion Ligue» economica JUAS JUAS Sabes q pienso, dentro de 10 años el grupo Prisa seguira ahi (con sus libros de texto, su Pais…) y Mediapro sera un recuerdo como el grupo audiovisual de la telefonica de Villalonga.

    Cuando te leo a demas de disfrutar, la mayor parte :-), me digo «todos los caminos llevan a Roma». Empieces como empieces siempre terminas dando golpes a los mismos, q obsesion, oye.

    Saludos

    Comentario escrito por paco — 09 de octubre de 2008 a las 12:34 pm

  20. Gracias por la crítica, Paco. Entiendo, como le explicaba a Bocanegra, que el título es una especie de mini-coña con el artículo que publiqué hace un año, y que tenía un pretencioso (I) en el título, como diciendo «enseguida vendrá el II», el II ha llegado… un año después. Ya sé que no hablo de Pûblico y El País, fundamentalmente hablo de Prisa y sus problemas, aunque en parte de ellos la culpa de es Público / Mediapro.

    Discrepo contigo en el desarrollo futuro de Mediapro, aunque me parece bueno el símil con Villalonga, lo cierto es que Villalonga acabó enfrentándose con el Gobierno (y por eso, no por otro motivo, acabó desapareciendo del mapa).

    También creo que la estrategia de Villalonga, pagando millonadas por cosas como Endemol (la productora de GH) y gastándose más aún en Terra, era mucho menos atinada que la de Roures con Público y La Sexta. A mí, la verdad, contestando también a lalo, Público no me parece ningún engendro, al menos hasta la fecha, y esto no lo digo «porque Escolar me cae bien y no quiero criticarle».

    Yo creo que las cosas han cambiado bastante y que para conectar con el sector de potenciales lectores más joven has de hacer un enfoque más explícitamente ideologizado, menos formalista. Es lo que hay, y ni siquiera creo que sea peor que lo que había antes.

    Eso sí, también creo, como tú, que dentro de diez años Prisa seguirá campando a sus anchas (no sabes lo que me jode no tener dinero en el banco -o debajo de una baldosa- para invertirlo en acciones de Prisa).

    Por último: sí, es innegable, Libertad Digital es una obsesión. Es casi todo lo que yo creo que no debería ser un medio de comunicación, y como soy muy maniático con estas cosas, acabo desembocando donde siempre. Prometo reprimirme, o al menos trataré de hacerlo!

    Un cordial saludo

    Comentario escrito por Guillermo_Lopez — 09 de octubre de 2008 a las 1:03 pm

  21. No te reprimas Guillermo, pq eso no deja de ser una firma de estilo propio. Ademas por el camino a Roma vas dejando miguitas de pan interesantes. Yo personalmente acudo a LD y me gusta leer a Carlos Semprún, GEES … y las criticas de imparcialidad y otras son justificadas. Pero tu lo sabes mejor q yo, asi son las cosas en todos los lados y debes ser optimista con el genero internauta y su sentido critico, desarrollado por la necesidad de moverse por un lugar como internet donde hay de todo. No es como el publico televisivo donde hay quienes se ocupan de filtrar aquello puedo herirlos.

    Desde el punto de vista periodistico aqui normalmente escucho atentamente. Lo de Mediapro lo decia desde el punto de vista economico sin tener conocimiento, si lo tuviera estaria encantado de compartirlo jejeje, pero eso se monta con pasta, mucha pasta, q no sabemos de donde ha salido (de credito)… y por la fecha q nacio la criatura es posible q sea con el modelo: crea, ponlo en valor y finalmente colocalo. Todo echandole imaginacion. ¿Como le van a poder dar en un par de años el dineral de los contratos a los club de futbol?

    Luego mi principal critica a Publico es la falta de profundidad, no se explicarlo bien pero es mas o menos: el sabado tomo El Pais del lunes o martes pasado y puedo entretenerme un buen rato pq los editoriales y algunas de las firmas suelen tratar asuntos de fondo. Pero cuando pillo Publico no. Y en eso tu primer articulo, hace un año, era revelador pq apuntabas ya razones q explicaban esto.

    Saludos

    Comentario escrito por paco — 09 de octubre de 2008 a las 3:22 pm

  22. A mi, sin embargo, me parece que El País te da a menudo diez artículos de opinión sobre el mismo tema con diez matices ligeramente distintos que yo no quiero conocer, porque en su elaboración hay un par de párrafos repetidos, y no compro un periódico para entretenerme, lo compro para informarme con mayor profundidad pero en un tiempo adecuado. El País tiene firmas y contenidos de gran calidad, mezclados con otros que no lo son tanto, pero que están pintados del mismo color, de tal manera que uno tiene que estar atento para distinguir.

    Puestos a conseguir mis objetivos de información, Público no me parece el engendro del que habla todo el mundo y es mucho más fácil de leer (y no me refiero a su prosa, me refiero a la organización de sus contenidos).

    Y quizás sobre decir esto, o me retrate como un imbécil integral (saldrá el que diga que es lo más entretenido, o lo más acertado), pero me encanta comprar un periódico y que no lleve horóscopo. Puestos a insultar mi inteligencia, me parece que quitar el «Los Leo serán gilipollas esta semana, al igual que los Virgo y los Géminis y los otros diez, digo nueve signos del zodiaco» tiene, al menos, un poquito de clase.

    Además, está la cuestión generacional. Para mi, El País es mi padre preguntándome si «me he leído el artículo de Sabater, que está muy bien»; mientras que Público es el periódico que tiene en la dirección y en la redacción de asuntos internacionales a dos tíos cuyos blogs llevo leyendo años.

    Y yo sigo oyendo chapapote para Escolar, que será un mal periodista y un capullo y un nena y … pero tiene una flor en el culo que ya la quisiera cualquiera. Hasta google le reconoce, será por los insultos.

    En resumen, me parece que aquí todo el mundo está muy por encima de todo, y que criticar a la izquierda mediática (e incluso llegar a decir que ¡son la mayoría de los medios!) es super molón. Lo de siempre, vamos, aunque con menos risas, porque nos hacemos mayores y empieza a escocer.

    Un saludo,

    PD: El análisis de la caída de El País sí que está bien, y yo también pienso que estarán ahí hasta el final de los tiempos. Pero también creo que MediaPro durará más de lo que el 100% de los entendidos dijeron que duraría.

    Comentario escrito por Alemania — 09 de octubre de 2008 a las 6:17 pm

  23. Es Savater, imbécil.

    (el resto de faltas de ortografía las dejo como están)

    Comentario escrito por Alemania — 09 de octubre de 2008 a las 6:22 pm

  24. Alemania, nada q objetar excepto:

    – No me habia fijado en lo de los horoscopos, tambien carece de anuncios relax de la seccion de clasificados.

    – Escolar no tiene la misma parcela de mando ahora q cuando empezo su andadura el periodico. Y yo no soy de los q identifico Escolar y Publico, aunque soy consciente de q hay gente q lo hace.

    – Una maldad personal: ¿ Publico y MediaPro izquierda mediatica ? Como esta el mundo, cualquier dia me atropella en un paso de cebra un mendigo conduciendo un Porche Cayenne ;-P

    – Lo del «catakroc» de Mediapro no lo digo como experto, libreme dios ( no quiero q me pegen como al CEO de Lemann Brothers al salir del gimnasio) si no como hombre de campo q dice «como se le esta poniendo el ojo a la burra».

    Saludos

    Comentario escrito por paco — 10 de octubre de 2008 a las 9:54 am

  25. Lo de los horóscopos tiene más mérito, para mi, porque:
    -Como digo, está lleno de gente a la que le hacen gracia.
    -Está lleno de gente a la que no les parece que sean un insulto.
    -Nadie les va a dar ningún premio por ello.

    Respecto al primer comentario de Paco, comento una cosa. El que diga que Público tiene la misma calidad que un gratuito tipo 20 Minutos… es que no ha hecho más de dos horas de trenes al día durante un año. Pasé de pillarlos con ganas a rechazarlos aunque no tuviera ni libro ni música ni ganas de mirar al de delante.

    Comentario escrito por Alemania — 11 de octubre de 2008 a las 4:50 pm

  26. Buenas,

    En tren no, cierto es, pero si en metro y autobus, y a las 8 ponerse a leer el periodico con la falta de espacio me resulta tan violento como zamparme un whopper en un campo de refugiados de Dafur.

    Y respecto a mi opinion de q la calidad es parecida a 20minutos es pq valoro la profundidad con la q se tratan las noticias, punto de vista muy personal. Entiendo q Publico busca un enfoque mas cercano a un publico mucho mas joven pero a mi no me convence. Tu, por ejemplo, valoras la organizacion y el acceso a los contenidos, entre otras cosas mas. Son maneras de encarar las cosas.

    Saludos
    paco

    veo q Guillermo a dejao un pildora, pildorita

    Comentario escrito por paco — 12 de octubre de 2008 a las 9:45 am

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