Dos Segundos

Eleuterio Boniagua es un hombre hecho a sí mismo. Empezó trabajando de recadero en un supermercado y 30 años después seguía siendo recadero del mismo supermercado. Eso hasta hace seis meses, cuando se ha hecho con el control editorial del diario que está arrasando en el panorama de la prensa española y se ha convertido en número uno en cuanto a difusión. Se trata del semi-gratuito “Dos Segundos”. Su nombre hace referencia al tiempo que tarda el lector en cogerlo de la mano del repartidor, hojearlo, lanzarlo a la papelera más cercana o a la cara del transeúnte que viene de frente y dejar la voluntad en el sombrero que hay al lado del carrito donde se apilan los ejemplares. Eleuterio Boniagua se vanagloria además de ser el único director de diario en papel español con frenillo:

ELEUTERIO BONIAGUA: Sí, es algo de lo que me vanagloguio de siemprgre. Y me seguigué vanagloguiando de ello.

BLOC DE ANILLAS: ¿Cómo se le ocurrió la idea de poner en marcha “Dos Segundos”?

ELEUTERIO BONIAGUA: Había como un vacío en la pgrensa española. Los diaguios egan pagtidistas. La infogmación no existía. Todo ega de agencia o al dictado de pagtido que apoyasen. El cuagto podeg se había ido al cagajo. Yo me pegcaté de todo eso.

BLOC DE ANILLAS: Usted deja un trabajo de recadero en el que ya estaba muy asentado y podía tener cierta proyección para convertirse en editor y director de un diario:

ELEUTERIO BONIAGUA: Es un guiesgo que corrguí. Lo dejé todo, el azul del océano en los mapas, los días y sus noches. Hasta los telegrgamas viejos.

BLOC DE ANILLAS: Y así sale a la calle un diario que está revolucionando la prensa española. Es el primer diario que se caracteriza por tratarse de una hoja en blanco…

ELEUTERIO BONIAGUA: Y no una hoja cualquiega. Es un folio de esos del galgo, muy difíciles de encontrag. Mi hijo le pone la cabecega con el fotoshop.

BLOC DE ANILLAS: ¿Qué ofrece entonces “Dos Segundos” que no ofrecen los demás?

ELEUTERIO BONIAGUA: El blanco, quitando al galgo si los pones a la luz. La transpaguencia pog tanto, la infogmación más claga. La síntesis, un guesumen en un sólo vistazo de lo importante de vegdad que hay en las noticias actuales. Peguiodismo contempogáneo con el máximo guigog. El blanco suma todos los cologues, es la plugalidad auténtica que hacía falta. Ahí está todo y es el lectog el que le da sentido. El lectog participa por primega vez de manega constante, con cada númego, cada día de la semana, pogque también salimos sábados y domingos, el fin de semana con un suplemento en blanco en Din A3. Es un diaguio de múltiples pegspectivas que cada uno hace a su gusto.

BLOC DE ANILLAS: Rompe a su vez con la división tradicional en secciones, y hasta con la inclusión de contenidos, ¿no le dio miedo lanzarse a esta aventuga? Perdón, aventura.

ELEUTERIO BONIAGUA. Al prgincipio me dio miedo, pero en seguida se me quitó. No gompe de manega gadical con las secciones. Las incluye a todas en el blanco. Y eso vale paga los contenidos. Están, como expliqué, todos. Es el catalizadog que pone en magcha el pgroceso, la enzima que hace que el lectog vuelque la actualidad en el blanco confogme a su expeguiencia.

BLOC DE ANILLAS: Ante el éxito que ha tenido “Dos Segundos”, ¿habgrá novedades? Digo habrá…

ELEUTERIO BONIAGUA: Habgralas. Vamos a poneg en magcha agtículos vacíos en el canto de la hoja. Y también un semanaguio imaginaguio. Semi-grgatuito igual que el diaguio, a la voluntad. El repagtidog hagá el gesto de daglo y el público de tomaglo entgre sus manos para leeglo. Segá el primeg semanaguio vegdaderamente pegsonalizado, a la cagta. Cada lectog pone lo que quiegue en él.

BLOC DE ANILLAS: Pero no se podrá tirar a la papelera, uno de los grandes alicientes de “Dos Segundos”.

ELEUTERIO BONIAGUA: Pog supuesto que sí, a un papelega imaginaguia.

Fragmento de un libro de texto sobre la III Guerra Mundial

“… de la sorprendente huida del ejército italiano. La llamada Línea del Dengue que atravesaba Centroamérica fue tomada por el ejército Nike-U.S Postal, que incluía a Estados Unidos, Unión Europea y Rusia Carrefour. Consiguieron abrigar con mantitas a todos los niños de menos de nueve años que pesaban de 45 kilos para abajo, además de conseguir vacunarlos y que digirieran tres toneladas de bizcocho y otros alimentos no perecederos. Esta arremetida consiguió parar el avance del Meetic Ejército del Amor, que incluía a estas alturas de la contienda a China, Japón, Malasia, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Parque Temático Persa. Sin embargo, la excesiva sudoración producida por las mantitas hizo que los niños se deshidratasen y constipasen. Desprovistos de los medios necesarios por un error de logística, el Nike-U.S Postal tuvo que ceder ante las incursiones de Meetic Ejército del Amor, que consiguió distribuir bebidas isotónicas, Tuselín y Couldina entre la población infantil. Igualados los dos ejércitos se gestaba el maratón solidario con acertijos y carreras de sacos que iba a decantar el poder de la zona hacia un lado.

La situación en el frente de Sudán era muy distinta. La solidez del ejército Google Cruz Roja Intermón, compuesto en ese momento por voluntarios de todo el mundo, continuaba basándose en una rápida y efectiva distribución de vendas, prótesis, vacunas, médicos, curas y prostitutas. Su dominio era casi incontestable. Sin embargo, el Ejército del Progreso y la Democracia, fundado por el filósofo español Fernando Savater y en el que estaban inscritas miles de personas también de todo el mundo mediante un cuestionario puesto en internet, conseguía en agosto de 2011 devastar a Google Cruz Roja Intermón en lo que se creía un territorio inexpugnable. El subcomandante Savater puso en marcha una estrategia envolvente basada en un plan educativo. Mientras casi todas las batallas sustentaban su desarrollo en acciones que tuvieran efecto a corto plazo, el Ejército del Progreso y la Democracia decidió apostar por un plan integral (que incluía acciones de género y de asistencia a los ancianos, muchas de ellas transversales) que pusiera en valor la zona. De hecho se conoce como Batalla de la Puesta en Valor. Pronto el lugar estuvo lleno de maestros e intelectuales que no daban un pez sino que enseñaban a pescar.

Mientras, en el frente de La India, la alianza entre Google Cruz Roja Intermón y Meetic Ejército del Amor se había traducido en un bombardeo incesante de botiquines mediante la utilización de aviones que empleaban combustible ecológico. El dominio de Nike U.S. Postal se resentía. Buscaban una alianza con el Ejército del Progreso y la Democracia que no fue posible debido a las tensiones en su seno a causa de un debate ético que fue haciéndose más y más virulento. El mismo Nike U.S. Postal mostraba luchas intestinas que lo debilitaban entre los partidarios de las tiritas y los del esparadrapo acolchado. Todo esto fue aprovechado por la guerrilla Calvin Klein para romper la conocida como Línea de la Lepra gracias a un constante martilleo de abrazadores, besafrentes, soldados con monociclo y reparte-globos que conseguían ganarse la simpatía de la población hasta el punto de conseguir instaurar en algunas localidades diversos talleres de autoestima, malabares y cocina multicultural.

3. La perspectiva de género.

Casi todos los ejércitos estaban compuestos al cincuenta por ciento por hombres y mujeres y tenían políticas de salvaguarda para los derechos de homosexuales, transexuales y asexuales. No obstante, el los puestos de mando sí se observaba una tendencia clara a ser ocupados por hombres. Meetic Ejército del Amor fue el primero que tuvo cuotas para oficiales, algo que fue imitado por…”

Una oportunidad para la reconciliación nacional

El hombre vasco vasco es un hombre de la Tierra, un hombre recio. De una corriente telúrica surgió el primer vasco; mucho antes que cualquier otro hombre, antes que Dios. Habría que esperar varios siglos para que surgiera el primer español. La leyenda dice que Dios, que nació a imagen y semejanza de los vascos vascos, estaba contrariado por ver que su eternidad –que era falsa como hemos visto o al menos matizable- se encontraba siempre en entredicho al venir al universo después que los vascos. Entonces Dios dijo sus célebres palabras: “No es bueno que el vasco esté solo”. Después no hizo nada porque sabía como se las gastaban los vascos, algo que queda resumido en sus otras célebres palabras: “Estos vascos están majaretas”. Pero los vascos vascos, y también las vascas vascas, aunque no hacemos distinción por tratarse de la única especie en la que machos y hembras son iguales, oyeron al Todopoderoso. Oyeron lo primero, lo de la soledad, porque si llegan a oír lo segundo se lía. El más vasco de los vascos, continúa la leyenda, llevó su mano abajo con un rápido ademán y arrancóse los cojones mirando al cielo. Exclamó: “Los vascos tenemos tantos huevos que no necesitamos a nadie. Tenemos tantos huevos que ni nos hacen falta los huevos, ahí van” y dejólos en el barro. De la mezcla de barro y cojones de vasco brotó el primer español. Más tarde se fundaría España, la primera nación del universo y la que será la última cuando los ángeles toquen sus trompetas y el cielo se desplome sobre nuestras cabezas.

De ahí que vascos vascos y españoles mantengan desde entonces una relación de amor-odio. Los vascos de verdad mantienen pura su sangre pero saben que lo que consideran seres impuros son a su vez sangre de su sangre, en concreto sangre de sus testículos. Los españoles –más bellos, gráciles e inteligentes, condiciones necesarias para engrandecer la Unidad de Destino en lo Universal- se duelen del desprecio de los que en realidad son sus padres. Por eso desasosiega tanto el nacionalismo vasco, más todavía que el catalán, que al fin y al cabo está perpetrado por hermanos, y a los hermanos se les puede machacar, traicionar y destruir, pero no a los padres. A los padres hay que respetarlos, aunque sean vascos.

La noticia de la retirada de Jon Lapazaran, que se dedica al deporte tradicional de la siega, ha producido una honda conmoción en los vascos vascos. El “segalari” no ve esperanza para esta actividad que practicaban sus ancestros. No tiene porque ser así. Esta noticia en apariencia intrascendente resulta vital para el acercamiento entre padres vascos (vascos) e hijos españoles. Antes que cualquier otra cosa, y basta comprobarlo en las conversaciones ordinarias o en las relaciones internacionales, el deporte es lo que une. 

Los vascos porque son muy suyos, al ser la especie primigenia, pero pueden darle un barniz moderno a sus deportes tradicionales, tanto éste como los de cortar troncos y levantar piedras, por ejemplo convirtiéndolos en disciplinas de gimnasio, y tendrían bastante éxito en el resto de España, o bien en España, si es usted aberchale, lector. Una vez consolidados se diversificarían perfectamente:

Stoning.- Me levanta usted piedras de plástico ligeras al ritmo de la musiquilla y siguiendo una coreografía.

Wooding.- Me hace usted movimientos de corte de tronco en un step, pero sin hacha, sólo simulándolos.

Pumping grass.- Clase semejante al spinning pero en la máquina aeróbica de siega.

Tai Duguna Folklore Taldea.- La danza vasca de las pataditas se ralentiza para convertirse en un ejercicio de relajación, elasticidad y control de la respiración.

Zaku lasterketing.- Trote habitual por la calle pero con un saco ligero cargado a la espalda.

Ingude altxaketing finlandesing.- En lugar de levantar yunques se reposa en uno gigante y caliente, donde se suda o se reciben masajes.

Zipota.- El antiguo arte marcial de origen vasco no podía llamarse de otra forma. Hay que recuperarlo para la defensa personal.

Esta oportunidad de reconciliación, que coincide además con una gran incertidumbre política, no se ha de dejar pasar. Quizá partiendo de cuestiones tan populares se logre por fin que la raza antecesora, vascos vascos, y la raza elegida, españoles, puedan por fin entrelazar sus manos, como padres e hijos, unir sus espíritus y colaborar en la tarea de lanzar a los portugueses al mar, masacrar a los moros y hacerles la vida imposible a ingleses y franceses.

Breve historia del Hombre

Forlan de Brizor, hijo de Thanor, hijo de Svessik, apodado Brichor, natural de Lodintia, del valle de Osmudsson, conocedor del Mikblor y del Bulsset, dueño de la espada Cimpirna, iba cabalgado a lomos de Ossud, hijo de Ossuder y Lutta, cuando se topó con un caballero, cerca de la laguna Frugër.

– ¿Quién sois vos, caballero? , dijo Forlan de Brizor, hijo de Thanor, hijo de Svessik, apodado Brichor, natural de Lodintia, del valle de Osmudsson, conocedor del Mikblor y del Bulsset, dueño de la espada Cimpirna, a lomos del fiel Ossud, hijo de Ossuder y Lutta.

– Soy Agmon de Estragman, hijo de Pönturq, hijo de Müll. Me apodan Thormër. Soy natural de Bollssiam, del valle de Niockorm. Soy conocedor del Lulger y del Lissbuacksonn, dueño de la espada Friül, y monto a mi fiel Ruc, hijo de Rucssonn y Mirliana. ¿Quién sois vos?

– Soy Forlan de Brizor, hijo de Thanor, hijo de Svessik, apodado Brichor, natural de Lodintia, del valle de Osmudsson, conocedor del Mikblor y del Bulsset, dueño de la espada Cimpirna, a lomos del fiel Ossud, hijo de Ossuder y Lutta. Y llevo mi escudo Tisstror.

– Salve y paz, amigo. Aquí tiene la amistad de Agmon de Estragman, hijo de Pönturq, hijo de Müll, apodado Thormër, natural de Bollssiam, del valle de Niockorm, conocedor del Lulger y del Lissbuacksonn, dueño de la espada Friül. Monto a mi fiel Ruc, hijo de Rucssonn y Mirliana. Porto mi escudo Sialmaqler y mi daga Choleomonnsat.

– Acepto su amistad y le ofrezco la mía, la de Forlan de Brizor, hijo de Thanor, hijo de Svessik, apodado Brichor, natural de Lodintia, del valle de Osmudsson, conocedor del Mikblor y del Bulsset, dueño de la espada Cimpirna. Monto a mi fiel Ossud, hijo de Ossuder y Lutta. Y llevo mi escudo Tisstror, además de mi daga Böller y mi cachiporra Shum.

– Nada más alto que la alianza entre dos caballeros, amigo mío, tenga mi bendición, la de Agmon de Estragman, hijo de Pönturq, hijo de Müll, apodado Thormër, natural de Bollssiam, del valle de Niockorm, conocedor del Lulger y del Lissbuacksonn, dueño de la espada Friül. Monto a mi fiel Ruc, hijo de Rucssonn y Mirliana. Porto mi escudo Sialmaqler y mi daga Choleomonnsat, junto a mi cachiporra Xöll, asida a mi coraza Evum.

– Nada más alto, en efecto, caballerete, sin ánimo de ofender, pues ya hay cierta familiaridad, de parte de Forlan de Brizor, hijo de Thanor, hijo de Svessik, apodado Brichor, natural de Lodintia, del valle de Osmudsson, conocedor del Mikblor y del Bulsset, dueño de la espada Cimpirna. Monto a mi fiel Ossud, hijo de Ossuder y Lutta. Y llevo mi escudo Tisstror, además de mi daga Böller y mi cachiporra Shum asida a mi coraza Higgmuktol, de la que pende la aljaba Pmlnir, que alimenta con 40 flechas de punta de crictor a mi arco Urlolquia.

– No me ofende, su presencia me es grata, hombrecillo, y se lo digo con la mano en el corazón, en el corazón de Agmon de Estragman, hijo de Pönturq, hijo de Müll, apodado Thormër, natural de Bollssiam, del valle de Niockorm, conocedor del Lulger y del Lissbuacksonn, dueño de la espada Friül. Monto a mi fiel Ruc, hijo de Rucssonn y Mirliana. Porto mi escudo Sialmaqler y mi daga Choleomonnsat, junto a mi cachiporra Xöll, asida a mi coraza Evum, de la que pende la aljaba Ummai, que alimenta con 40 flechas de punta de almer a mi arco Trammac. Te saludo nuevamente, amigo, alzando mi hacha Tnschilt.

– Alzo yo también a modo de saludo a mi hacha Börr en la diestra, mientras blando en la siniestra, carita de edelweiss, mi mazo de 21 puntas Svall, y con este escupitajo me considero ya su hermano, palabra de su nuevo hermano Forlan de Brizor, hijo de Thanor, hijo de Svessik, apodado Brichor, natural de Lodintia, del valle de Osmudsson, conocedor del Mikblor y del Bulsset, dueño de la espada Cimpirna. Monto a mi fiel Ossud, hijo de Ossuder y Lutta.  Llevo mi escudo Tisstror, además de mi daga Böller y mi cachiporra Shum asida a mi coraza Higgmuktol, de la que pende la aljaba Pmlnir, que alimenta con 40 flechas de punta de crictor a mi arco Urlolquia. Y las ya mencionadas hacha y mazo, hermano mío.

– Se acerca para poder cerrar este círculo de hermanamiento con otro escupitajo Agmon de Estragman, hijo de Pönturq, hijo de Müll, apodado Thormër, natural de Bollssiam, del valle de Niockorm, conocedor del Lulger y del Lissbuacksonn, dueño de la espada Friül. Monto a mi fiel Ruc, hijo de Rucssonn y Mirliana. Porto mi escudo Sialmaqler y mi daga Choleomonnsat, junto a mi cachiporra Xöll, asida a mi coraza Evum, de la que pende la aljaba Ummai, que alimenta con 40 flechas de punta de almer a mi arco Trammac. La hoja de mi hacha Tnschilt refleja la luz en mi diestra, mi mazo Thrudm simboliza la fuerza de mi siniestra, y tras el gargajo que ahí va, uno nuestras almas al Gran Todo, si me lo permite, con este amigable golpe en el testuz de su montura. Helo.

– Hermano mío, se me saltan mis lágrimas tras incorporarme y cerrar los ojos de mi caballo, el fiel Ossud, hijo de Ossuder y Lutta. Permítame que le corresponda para redondear esta ceremonia filial con una recia caricia a las crines de su montura realizada con amor por mi hacha Börr, que blando junto a mi mazo Svall. He ahí la justa respuesta de Forlan de Brizor, hijo de Thanor, hijo de Svessik, apodado Brichor, natural de Lodintia, del valle de Osmudsson, conocedor del Mikblor y del Bulsset, dueño de la espada Cimpirna. Llevo mi escudo Tisstror, además de mi daga Böller y mi cachiporra Shum asida a mi coraza Higgmuktol, de la que pende la aljaba Pmlnir, que alimenta con 40 flechas de punta de crictor a mi arco Urlolquia.

– He sentido su calor fraternal a través del cuerpo de mi caballo, el fiel Ruc, hijo de Rucssonn y Mirliana, que me ha caído encima como una tempestad de amor enviada por usted, amigo y hermano. Agmon de Estragman, hijo de Pönturq, hijo de Müll, apodado Thormër, natural de Bollssiam, del valle de Niockorm, conocedor del Lulger y del Lissbuacksonn, dueño de la espada Friül, que porta su escudo Sialmaqler y la daga Choleomonnsat, junto a la cachiporra Xöll, asida a la coraza Evum, de la que pende la aljaba Ummai, que alimenta con 40 flechas de punta de almer del arco Trammac, se dispone, acérquese con su olor a porqueriza, y lo digo con el respeto debido, a la hoja de mi hacha Tnschilt y al tacto de mi mazo Thrudm, para seguir este protocolo familiar con verdaderos lazos de sangre.

– Egagrópila de búho, con cariño lo digo: Forlan de Brizor, hijo de Thanor, hijo de Svessik, apodado Brichor, natural de Lodintia, del valle de Osmudsson, conocedor del Mikblor y del Bulsset, dueño de la espada Cimpirna, que lleva su escudo Tisstror, además de la daga Böller y la cachiporra Shum asida a la coraza Higgmuktol, de la que pende la aljaba Pmlnir, que alimenta con 40 flechas de punta de crictor a mi arco Urlolquia, le espera con los brazos abiertos blandiendo su hacha Börr y su mazo Svall. Y, todo hay que decirlo, con la churra fuera, churra a la que por cierto llamo Cractïann.

– Ya veo amigo y hermano. Acérquese a mi verita vera. Quiero que salude, cómo no, a la mía churra Scramtann, y a mis escandinavos cojones Olufsen & Olufsen. Agmon de Estragman, hijo de Pönturq, hijo de Müll, apodado Thormër, natural de Bollssiam, del valle de Niockorm, conocedor del Lulger y del Lissbuacksonn, dueño de la espada Friül, que porta su escudo Sialmaqler y la daga Choleomonnsat, junto a la cachiporra Xöll, asida a la coraza Evum, de la que pende la aljaba Ummai, que alimenta con 40 flechas de punta de almer del arco Trammac, quiere desearle buena fortuna con el hacha Tnschilt y el mazo Thrudm.

En ese momento se oyeron unas voces cercanas:

– ¡Caballeros! ¡Caballeros! Dejen sus cuitas para más tarde, se lo ruego. Soy Asspret de Logtul, hijo de Buk, hijo de Amma, del valle de Sbönn. Hemos sido asaltados. Nuestras monturas yacen heridas o muertas. Nos han robado parte de nuestras pertenencias. Pero hemos logrado repeler el ataque como buenamente hemos podido. He dejado allí, detrás de los árboles, a mi hijo y mi sobrino. Nos acompañan sus jóvenes y bellas esposas, sus doncellas y mis jóvenes y núbiles sobrinas con sus criadas. Les pagaremos bien por su ayuda.

Forlan de Brizor, hijo de Thanor, hijo de Svessik, apodado Brichor, natural de Lodintia, del valle de Osmudsson, conocedor del Mikblor y del Bulsset, dueño de la espada Cimpirna, del escudo Tisstror, de la daga Böller, de la cachiporra Shum, de la coraza Higgmuktol, de la aljaba Pmlnir que alimenta con 40 flechas de punta de crictor al arco Urlolquia, del hacha Börr y del mazo Svall miró a Agmon de Estragman, hijo de Pönturq, hijo de Müll, apodado Thormër, natural de Bollssiam, del valle de Niockorm, conocedor del Lulger y del Lissbuacksonn, dueño de la espada Friül, del escudo Sialmaqler, de la daga Choleomonnsat, de la cachiporra Xöll, de la coraza Evum, de la aljaba Ummai que alimenta con 40 flechas de punta de almer al arco Trammac, del hacha Tnschilt y del mazo Thrudm. Mantuvieron unos segundos esa mirada y gritaron al mismo tiempo:

– ¡A por ellos!

El Conciliador

Los creía muertos en la era de internet, pero parece que están vivitos y coleando. Los juegos de mesa tipo Trivial, Risk, o los abstractos al estilo del ajedrez o reversi no sólo gozan de buena salud, sino que cuentan con descendencia. Los nuevos juegos de mesa, o eurojuegos, hacen furor en diversos países de Europa, ese continente que empieza justo encima de los Pirineos.

En Alemania sobre todo se editan al año más de 300 juegos nuevos de todo tipo, basados en el tablero, los dados, las fichas y, en ocasiones, algún que otro elemento o la participación de los movimientos corporales de los jugadores. Al contrario que los juegos de antaño, donde nadie conocía a su autor, aquí sí se resalta el nombre del creador hasta el punto de que surgen estrellas en este campo, que cuentan luego a veces con la adaptación de su idea a la novela, al videojuego o al cine. Estos profesionales están cotizadísimos e incluso compiten en unos premios anuales al estilo de los Óscars.

Es la hora de desempolvar El Conciliador, un juego de mesa para dos u ocho jugadores de entre 0 y 99 años. Su mecánica, aparentemente sencilla, esconde sin embargo numerosas enseñanzas éticas acerca de la necesidad del diálogo y el acercamiento entre civilizaciones. Otros juegos divierten. El Conciliador enseña y entretiene, forma mediante esa diversión.

Cada participante parte de su casilla de salida. Hay tantas como jugadores. En el centro, donde desembocan todas, hay una casilla más grande, la casilla de la Paz. Los jugadores lanzan el dado por turnos. Estos turnos han de ser previamente consensuados sin que intervenga la suerte, sólo mediante el trato amigable, cediendo siempre la posición si hay ancianitas o minusválidos. También se cede la posición a mujeres, homosexuales, enanos o gentes nacidas allende nuestras fronteras.

Una vez establecidos los turnos se lanza el dado. Todas las caras del dado tienen un uno, de forma que el primero que lanza llega a la casilla de la Paz. El orden de los turnos no supone más preferencia que la cortesía, por lo que el primero que lanza tiene que esperar el concurso de los siguientes jugadores. Cada lance acaba indefectiblemente en la casilla de la Paz, donde concluye el juego con todas las fichas compartiendo ese lugar, como símbolo de que otro mundo es posible.

En la posición de la flor de loto y ataviado con unos calzoncillos Abanderado, con el móvil encendido prendido en la gomilla y mientras trato de alcanzar la armonía universal, espero mi fichaje por parte de Mattel. 

El tenebroso ojo de google

Desde hace meses, cada vez que subo a la azotea, me paso todo el rato saludando hacia arriba con una sonrisa nerviosa por si acaso en ese momento está el satélite de google capturando su imagen para los mapas. En los días de mal humor, lo reconozco, hago la peseta. Después me avergüenzo porque imagino que hacen flash en ese momento y al final me ve mi madre en calzoncillos al buscar el vecindario y acercar el objetivo justo encima de casa. Este maldito carácter. Temo a google y cómo está influyendo y cambiando mi vida.

For months, whenever I raise the roof, I have been spending all the short while saluting upwards with a nervous smile just in case then it is the satellite of google capturing its image for the maps. In the days of the bad humor, I recognize it, I make the peseta. Later I am shamed because I imagine that they make flash then and in the end the vecindario sees my mother me in underpants when looking for and approach the right objective upon house. This damn character. I fear to google and how it is influencing and changing my life.

Por meses, siempre que levante la azotea, he estado pasando todo el cortocircuito mientras que saluda hacia arriba con una sonrisa nerviosa apenas en caso de que entonces es el satélite del google que captura su imagen para los mapas. En los días del mal humor, lo reconozco, yo hago la Peseta. Estoy más adelante shamed porque me imagino que hacen el flash entonces y en el extremo el vecindario ve a mi madre yo en calzoncillos al buscar y acerca al objetivo derecho sobre casa. Este carácter maldito. Temo al google y cómo es que influencia y que cambia mi vida.

Per months, whenever it raises the roof, I have been passing all the short circuit whereas it salutes upwards with a nervous smile hardly in case that then it is the satellite of google that captures its image for the maps. In the days of badly humor, I recognize it, I make the Peseta. I am more ahead shamed because I imagine that they make the flash then and in the end the vecindario sees my mother I in underpants when looking for and approaches the right objective on house. This damn character. I fear to google and how it is that it influences and that changes my life.

Par mois, toutes les fois qu’il soulève le toit, j’avais passé tout court-circuit tandis qu’il salue vers le haut avec un sourire nerveux à peine au cas où c’alors il serait le satellite du google qui capture son image pour les cartes. En jours mal d’humeur, je l’identifie, je fais la peseta. Je suis shamed plus en avant parce que j’imagine qu’ils font le flash puis et à la fin le vecindario voit ma mère I dans le slip en recherchant et approche le bon objectif sur la maison. Ce fichu caractère. Je crains au google et comment c’est qu’il influence et que des changements ma vie.

Pro Monat, immer, wenn er das Dach aufrichtet, war ich jeden Kurzschluß übergegangen, während er nach oben mit einem nervösen Lächeln kaum begrüßt, falls es dann er der Satellit des google wäre, das sein Bild für die Karten gefangennimmt. In Tagen schlecht Laune, identifiziere ich es, mache ich die Peseta. Ich bin shamed vorwärts, weil ich mir vorstelle, daß sie die Kurznachrichten machen dann, und zum Schluß sieht das vecindario meine Mutter I im Slip, indem es und Konzept das gute Ziel auf dem Haus verfolgt. Dieser im Eimer Charakter. Ich befürchte am google, und wie es ist, daß er beeinflußt und nur änderungen mein Leben.

Per month, always, if he puts the roof up, I had changed over each short-circuit, while he hardly welcomes upward with a nervous smile, if it were then he the satellite google, which takes its picture prisoner for the maps. In days badly, I identify it to mood, make I the peseta. I am shamed forward, because I imagine the fact that they make the short messages then and in the end sees vecindario my nut/mother I in the slip, as it and concept pursue the good goal on the house. This in the bucket a character. I fear to google, and how it is that he affects and only changes my life.

Por mes, siempre, si él pone la azotea para arriba, había cambiado sobre cada cortocircuito, mientras que él da la bienvenida apenas hacia arriba con una sonrisa nerviosa, si era entonces él el google basado en los satélites, que toma a su preso del cuadro para los mapas. En días gravemente, lo identifico al humor, hago I la Peseta. Soy shamed adelante, porque imagino el hecho de que hacen los mensajes cortos entonces y en el extremo ve vecindario mi tuerca/madre I en el resbalón, pues él y el concepto persiguen la buena meta en la casa. Esto en el cubo un carácter. Temo al google, y cómo es que él afecta y cambia solamente mi vida.

Per month, always, if it puts the roof for above, it had changed on each short circuit, whereas it just gives the welcome upwards with a nervous smile, if it were then google based on the satellites, that take to their prisoner of the picture for the maps. In days seriously, I identify it to humor, I make I the Peseta. I am shamed ahead, because I imagine the fact that they make the messages short then and in the end my nut sees vecindario/mother I in the slide, because he and the concept persecute the good goal in the house. This in the bucket a character. I fear to google, and how it is that it affects and it changes only my life.

Par mois, toujours, s’il met le toit pour en haut, il avait changé sur chaque court-circuit, tandis qu’il donne juste la bienvenue vers le haut avec un sourire nerveux, si c’étaient alors google basé sur les satellites, qui prennent à leur prisonnier de l’image pour les cartes. En jours sérieusement, je l’identifie pour câliner, je fais à I la peseta. Je suis shamed en avant, parce que j’imagine le fait qu’ils rendent les messages courts puis et à la fin mon écrou voit le vecindario/mère I dans la glissière, parce que lui et le concept persécutent le bon but dans la maison. Ceci dans le seau un caractère. Je crains au google, et comment c’est qu’il affecte et il change seulement ma vie.

Pro Monat immer, wenn er das Dach für in oberem Teil stellt, er gewechselt auf jedem Kurzschluß, während er soeben das Willkommen nach oben mit einem nervösen Lächeln gibt, wenn es dann auf den Satelliten basiertes google wären, die von ihrem Gefangen es des Bildes für die Karten stehlen. In Tagen ernsthaft identifiziere ich es für câliner, ich mache an I die Peseta. Ich bin shamed vorwärts, weil ich mir die Tatsache vorstelle, daß sie die Mitteilungen kurz machen dann, und zum Schluß sieht meine Mutter das vecindario/Mutter I in der Gleitschiene, weil und das Konzept ihm das gute Ziel im Haus verfolgen. Dies im Eimer ein Charakter. Ich befürchte am google, und wie es ist, daß er betrifft und er ändert nur mein Leben.

Per month always, if it places the roof for in top, it changed on each short-circuit, while it just gives the welcome upward with a nervous smile, if then on the satellite based google were, which steals it from their imprisoned the picture for the maps. In days seriously I identify it for more câliner, I make at I the peseta. I am shamed forward, because I imagine the fact the fact that they make the reports short then and in the end sees my nut/mother vecindario/to nut/mother I in the sliding rail, because and the concept it pursues the good goal in the house. This in the bucket a character. I fear to google, and how it is that he concerns and he changes only my life.

Por mes siempre, si coloca la azotea para en la tapa, cambió en cada cortocircuito, mientras que apenas da la recepción hacia arriba con una sonrisa nerviosa, si entonces en el google basado basado en los satélites estaban, que la roba de su encarcelado el cuadro para los mapas. En días que lo identifico seriamente para más câliner, yo hacen en I la Peseta. Soy shamed adelante, porque imagino el hecho el hecho de que hacen los informes cortos entonces y en el extremo ve a mi tuerca/a la tuerca de la madre vecindario/to/a madre I en el carril que resbala, porque y el concepto él persigue la buena meta en la casa. Esto en el cubo un carácter. Temo al google, y cómo es que él trata y él cambia solamente mi vida.

El alien de la poesía

La entrega del Premio Cervantes a José Antonio Gamoneda deja un sinfín de noticias y declaraciones, una de las pocas oportunidades que un poeta tiene para llegar a bastantes personas debido a lo minoritario del género. Se pueden repasar algunas de las entrevistas donde aparecen las impresiones de este autor. El ovetense ha dejado todo un lapidario esparcido por los medios de comunicación, desde la afirmación de que la poesía es un arte de la memoria pasando por el mantenimiento de que no es literatura sino emanación de la vida hasta las sentencias del tipo “no sé lo que sé hasta que no me lo dicen mis palabras ya escritas”, “yo tendía a encontrar mi voluntad y mi destino en una hondura terrestre”, “Creo que no es malo sentir la consunción de este extraño accidente temporal que se produce entre la existencia y la inexistencia”, “(…)La interpretación, pienso yo, debe ser otra: en una percepción explicable, en una subjetivación que no va a ser existencialmente real, yo me siento vivir en un ser que, eso sí, va, espero, a sobrepasar a la muerte (…)”.

En caso de ser interlocutor del poeta, la posición idónea para asimilar tales sentencias requiere unos requisitos mínimos. Por ejemplo un mirada fija, con los ojos vidriosos y un poquito cerrados, el leve asentimiento, la mano con el pulgar sosteniendo la barbilla, la expresión uhum apenas susurrada con tono grave cada ocho segundos. Esa profundidad en las aseveraciones obliga siempre al receptor a mostrar una actitud defensiva, con una defensa basada en la calma, como el que afloja la tensión en los glúteos para recibir una inyección del practicante. La rigidez produciría dolor. Y así fluye la corriente metafísica entre ambos, que si no no hay manera de darle salida.

Platón expulsó a los poetas de su república ideal, y Platón era un hombre con la cabeza en su sitio, y griego. A partir de ahí podemos reflexionar sobre un curioso fenómeno, el de las actividades que entontecen al que las practica. Y hablo de actividades que entontecen sin que la propia actividad tenga que ser tonta. En este aspecto quizá el ejemplo más conocido sea la tauromaquia, simplemente porque los toreros sí que tienen bastante acceso a los medios al ser parejas habituales de alguna modelo o cantante. En sus explicaciones nos solemos encontrar con el toro, el toro. El toro por doquier. Venga toro. La supuesta extracción social de algunos de los toreros no explica ese vacío mental. Los toros, incluso aunque se detesten, suponen un riesgo y la posibilidad de tener una vida extraña y apasionante. Pues no hay mas que balbuceos y el toro, el toro, el toro. Este es el caso más conocido de actividad que entontece sin ser tonta, como, entre otras, algunos tipos de coleccionismo o prácticas sexuales como el intercambio de parejas, que obligan al que las realiza a soltar un cúmulo de idioteces reiterativas para exponer una serie de datos sobre lo que hace.

Se trata de curiosas  actividades envolventes que rodean a la persona que las lleva a cabo, la engullen, adoptan su forma y, a partir de ahí, no es la persona la que habla, sino una especie de espíritu global de esa actividad, su portavoz, el alienígena. Es como si The Blob, la masa viscosa y terrorífica de la película, pudiera adoptar la forma de su comida. Uno no puede decir:

– ¿Por qué escribe poesía y qué es para usted la poesía?

– Pues mira, de joven empecé a hacer versos porque ligabas más con cierto tipo de chicas. A partir de ahí me divertía la cosa y además me reunía con otros poetas para ponernos ciegos. El caso es que con el entusiasmo hice mi primer libro de poemas, y como me pedían artículos y todo esto me permitía el contacto con gente interesante pues seguí. Además motiva eso de ponerse a jugar con las palabras y tal… Y la poesía pues no sé, supongo que es la novela de los vagos.

Eso es imposible, lo mínimo que el poseído puede decir es:

– Ya de joven devoraba ocasos. Había un impulso, el impulso del lirio, de las rosas mustias, el grito de un pájaro que cae herido sobre el tejado, que me hacía sentarme a escribir. Escribía tanto como lloraba. Mis propias lágrimas se transformaban en palabras. Más ocasos aquí. Y si me permite una aurora. Estaba asfixiado por una atmósfera donde en lugar de amanecer había una línea temporal plana e infinita, carente de amor. La poesía, que venía de las hojas, del olor a pan recién hecho, me salvó. La poesía es mixtura yuxtapuesta de realidades insoslayables. Es abeja en la flor, pero también desgarro del alma. Bálsamo y veneno. Sea.

Cierto es que esto pasa con otros artistas, pero suele tratarse de parte de un discurso necesario para mantener el mercadeo tal y como está el patio, o de los argumentos de un verdadero loco o un imbécil. Y normalmente exponen sus ideas no en boca de la pintura o de la literatura con mayúsculas, sino de lo que la pintura o la literatura suponen para ellos, aunque desvaríen como el que más. En el caso de los poetas lo dicen en serio, levitan, pontifican y en lugar de hablar como individuos parecen diluirse en la poesía como algo superior a ellos, que los transporta. La poesía, actividad encomiable, genera a unos sujetos que asumen esta especie de portavocía demencial:

“La poesía nace de la poesía”, Emerson.

“La historia ha probado la capacidad demoledora de la poesía y a ella me acojo sin más ni más”, Neruda.

“La poesía hace el relámpago y el poeta se queda con el trueno atónito en las manos, su sonoro poema deslumbrado. Creer lo que no vimos dicen que es la fe. Crear lo que no veremos, esto es la poesía”, Gerando Diego.

“La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos”, Tagore.

“La poesía tiene que ser humana, si no es humana no es poesía”, Aleixandre.

“No ha habido nunca un gran poeta que no fuera al propio tiempo un profundo filósofo”, Coleridge.

Y así podríamos seguir. Alguien decía que las luchas que se dan entre poetas adscritos a diferentes corrientes son tan agresivas porque creen disputarse la gloria. Afortunadamente estas luchas y estas glorias permanecen en un territorio acotado. Es quizá una misión de la sociedad democrática hacer que no se democratice el pensamiento poético, que un hombre un voto jamás llegue a ser por la vía de lo políticamente correcto un hombre un poeta. La igualdad mal entendida puede hacer estallar la civilización occidental, facilitando que nos coman los moros:

“El bricolaje es el destello de la luz en una alcayata. Esa luz que uno atrapa, y que a su vez se refleja en el martillo. Un doble luz cegadora”, Fernández.

“Un buen trabajo no es poner un tornillo. Es ser tornillo”, Pérez.

“No soy yo quien decide alicatar. Es el muro el que llama al azulejo”, Gómez.

“Lijar es desprender al ser del cuerpo, dejando sólo su alma a la intemperie, ya libre”, López.

“Taladrar es una cópula entre el berbiquí y la pared de la que el cuadro colgado resulta vástago”, González.

“Baco se hace presencia a través del aroma del pegamento blanco, reglas y escuadras se transforman en bacantes”, García.

Por estas razones, y retomando a Platón, también hay que expulsar a los poetas de la democracia, mantenerlos en su reserva, como el lince ibérico, con sus subvenciones, como ahora sucede con los poetas de la experiencia.

Antes de despedirnos, como dicen en los programas, dejamos dos citas que se alejan de esa posesión alienígena. Una es de Borges, otra de Wilde. Borges realiza unas espléndidos prólogos a sus libros de poemas. Tengo la sensación de que era alguien bastante inocente pero con la maldad del niño, alguien que pasó su vida entre libros bastante alejado del “exterior”. Esto se nota cuando habla de poesía, donde mezcla erudición y cierta ingenuidad. El siguiente fragmento pertenece al prólogo de “El Otro, El Mismo”:

“Pater escribió que todas las artes propenden a la condición de la música, acaso porque en ella el fondo es la forma, ya que no podemos referir una melodía como podemos referir las líneas generales de un cuento. La poesía, admitido ese dictamen, sería un arte híbrido: la sujeción de un sistema abstracto de símbolos, el lenguaje, a fines musicales. Los diccionarios tienen la culpa de ese concepto erróneo. Suele olvidarse que son repertorios artificiosos, muy posteriores a las lenguas que ordenan. La raíz del lenguaje es irracional y de carácter mágico. El danés, que articulaba el nombre de Thor o el sajón que articulaba el nombre de Thunor no sabía si esas palabras significaban el dios del trueno o el estrépito que sucede al relámpago. La poesía quiere volver a esa antigua magia. Sin prefijadas leyes, obre de un modo vacilante y osado, como si caminara en la oscuridad. Ajedrez misterioso la poesía, cuyo tablero y cuyas piezas cambian como en un sueño y sobre el cual me inclinaré después de haber muerto”.

Y por último –no podía faltar si de citas se trata- Óscar Wilde, cínico y lúcido, aunque curiosamente siempre buscando la ingenuidad que le arrebataron. Eso sí, éste tenía calados a los poetas como nadie:

“Un gran poeta, un verdadero gran poeta, es la menos poética de las criaturas. Pero los poetas menores son deliciosos. Mientras peores son sus versos, más pintorescos son ellos. El mero hecho de haber publicado un libro de sonetos de segunda mano hace a un hombre completamente irresistible. Viven la poesía que no saben escribir. Los otros escriben la poesía que no se atreven a realizar.”
 

Piolín

“La imaginación es libre, el hombre no”. Esta frase del director de cine Luis Buñuel tiene un doble mérito. En primer lugar es una de las pocas frases que no han dicho Oscar Wilde, Groucho Marx o Woody Allen, que dominan entre los tres el 90% del negocio de las sentencias lapidarias e ingeniosas. En segundo lugar es verdad, sobre todo si tenemos en cuenta la esencia del ser humano, que identifica a Dios con el Uno y a aquello en lo que está normalmente pensando con lo Único, paralelismo que ofrece una interesante reflexión que no sé muy bien en qué consiste pero ahí la dejo.

Uno (no ese Uno, sino usted o yo) se siente atraído por cuestiones que van y vienen en la imaginación, que, recuerden, es libre. En algo con prestigio dentro de lo Único, como la utilización de alimentos para que haya más morbo. Ahí sigue horadando nuestro cerebro Bo Derek llena de miel, Emmanuelle Seigner llena de leche de la vaca o la vecina de en frente llena de caramelo. Fresas por aquí, nata por allá. Esta imaginación libre trata de pasar la frontera de forma abrupta, como el habitante de la RDA que fabrica un globo casero para pasarse al otro lado de Alemania dejando atrás el sueño comunista. Y termina, claro, acribillado por los centinelas o pinchando en los alambres de espino. Porque uno ve la llama de la velita, calcula que la temperatura con fuego tan leve ha de ser la idónea y el momento el adecuado, se levanta mirando libidinosamente a su pareja e introduce el miembro en la fondue de chocolate. El resultado da para un guión de un episodio doble de House donde se pronunciará un total de 23 veces la palabra chamusquina. O bien uno hace lo mismo en una fondue de queso, después de haber aprendido la lección. Porque el hombre es el único animal que no cae dos veces en el mismo tipo de fondue. Espera un rato después de que se apague la llama. Y del acecho al asalto. Sin embargo el glorioso instrumento queda esta vez encallado como un barco a la deriva por el proceso de solidificación del emmental querido Watson. El ariete se retira con grandes dificultades. El producto, como sucede al coger una porción de pizza, se adhiere, creando una serie de hilos elásticos que hacen la vez de tentáculos. Uno llora. Porque a uno no sé que le pasa, debe de ser un trauma, falta de cariño o una variedad del complejo de Edipo, pero es ver una fondue y bajarse la bragueta.

Sucede lo mismo en otros campos de lo Único. Esperamos un festival de lencería donde desfilen ligueros, medias, corsés. Bajamos los pantalones o subimos la falda y ahí está… Piolín. ¿Cómo ha hecho Piolín para colarse en esos lugares? ¿Es el modelo de amigo afeminado que luego tiene un demonio en la entrepierna? ¿No debería estar ahí el salvaje Diablo de Tasmania, el simpático golfo Pato Lucas o el ambiguo Bugs Bunny? De nuevo la imaginación libre se topa con la realidad y una corriente de solidaridad con el gato Silvestre inunda los claroscuros de la habitación.

Pero lo más preocupante no está en el eterno dilema entre realidad y deseo, sino en cómo se materializa en el regionalismo español. Cito de la noticia enlazada:

«Por comunidades autónomas, las andaluzas son las que más dibujos animados llevan en su ropa interior (51,6%); las catalanas son las que más tejidos de rayas, lunares y motivos geométricos compran (67,3%); las madrileñas, las que más frases lucen (38,5%); y las gallegas y las catalanas (60% y 60,2%, respectivamente), las que adquieren más bragas con transparencias y lacitos.

Andalucía es la comunidad donde más se regala ropa interior, especialmente en Nochevieja, y casi siempre proceden de amigas; a las catalanas son sus madres quienes se las obsequian (73% de los casos) y en Galicia son sus abuelas y sus tías, mientras que en el País Vasco son sus parejas.»

Los dibujos animados y que se regale sobre todo en Nochevieja demuestran que Andalucía está muy unida a los tópicos, a la tradición, a la fiesta, al arsa y al olé. A las catalanas les regala la madre, para no gastar un euro, y a su vez optan por las rayas, lunares y motivos geométricos. Le dan de lado a los dibujos, mucho más fáciles de desgastar por los lavados. Una vez más la proverbial tacañería. Las madrileñas lucen frases, apropiándose de la lengua de una forma, cómo no, centralista. En Galicia regalan las abuelas y las tías. Mantienen los lazos familiares propios de los pueblos de la zona. También gallegas y catalanas usan transparencias. Quieren desprenderse de la españolidad de otros adornos. Y a las vascas les regalan sus parejas, porque los de Bilbado son los únicos con cojones como piedras para entrar solos en las tiendas de lencería.

He ahí un país dividido ya desde antes de la cuna, desde el prólogo al prefacio a la cuna, y sin embargo unido en torno al americano Piolín. Esto es el braguero de la globalización, otra reflexión profunda a tener muy en cuenta que aquí dejo. No digo más, que mejor lo dice el poeta Francisco Vighi. Supo ver este asunto ya en 1920:

REGIONALISMO

Para que te exaltes, castellano,
hombre seco, hombre de tierra.
Para que me odies, catalán,
más fenicio que de Grecia;
y tú, manchego retardado,
cazurro de alma plebeya;
isleño cursi y rastacuero,
balear ladrón, hijo de chueta;
leonés rencoroso y zafio;
montañes vano, hombre de cera;
y tú, aragonés que llamas
a la bestialidad franqueza;
para que me mates, levantino,
simulador de arte y de belleza;
vasco hipocrita y ambicioso,
insultame con tu pobre lengua;
asturiano traidor y falso;
gallego llorón, y sin vertebras;
murciano sucio, feo y torpe;
extremeño de las cavernas;
madrileño que de Real orden
eres tonto por dentro y por fuera.
Yo os desprecio, os maldigo y os odio,
gentes cobardes de mi tierra.
Y para ti, andaluz idiota,
¡culebra!, ¡culebra!, ¡culebra!

 

La muerte del género epistolar

Los escritores consagrados han de pagar un peaje por su talento del que se libran las personas comunes. Mientras viven, la mayoría, salvo quizá unos cuantos muy apegados a los asuntos públicos y sobre todo a los que se desarrollan de noche, permanecen al margen de los cotilleos de verduleras. Si acaso pueden ser víctimas de los mentideros literarios, algo parecido hasta cierto punto pero con derecho de admisión. En ese ambiente cerrado, los posibles chismes, las infamias, los comentarios sobre adulterios, viajan en limusina. Un simbólico portero dice quién entra y quién no en este club exclusivo. Casi todas las habladurías aparecen con zapatillas de deporte y quedan fuera. El tendero del barrio verá aireado su asunto con la mujer del frutero y le costará el matrimonio. El escritor consagrado verá convertido en relato difuso el motivo por el que puso un ojo a la funerala a otro escritor consagrado, quizá un asunto de faldas, quizá la mujer de quien fuese hasta entonces su mejor amigo… jamás se sabrá del todo, los datos se superponen y la vulgaridad termina sublimada, que esta gente lo sublima todo.

Luego se produce el deceso del escritor, que es más literario que la muerte. Se invierten las tornas y se genera una especie de proceso de inversión de valores que en otros lares se conoce como venganza social. El común de los mortales, tras su fallecimiento, desaparece. El escritor empieza a vivir su vida corriente entonces, y sin control ninguno. Y todo por escribir cartas.

La diferencia entre la correspondencia de una persona normal y un escritor consagrado es que la publicación de las cartas del hombre corriente constituye un delito si se producen en vida o no interesan más que a sus nietos ociosos un domingo por la tarde si se leen después, al encontrarlas en una vieja caja, mientras que la publicación de las cartas del escritor se convierten en un tomo geltex-color de la sección de biografías del Círculo de Lectores.

Aquellos textos que tenían el escudo de la protección de la intimidad quedan de pronto al descubierto y el cadáver del escritor desnudo y tan expuesto que tiene que tapar sus partes pudendas agusanadas con las falanges que aún no se han desprendido. La mayoría de las veces este asunto se produce debido al desarrollo y crecimiento de dos tumores que padecen los escritores fallecidos: su descendencia y los estudiosos de su obra. El exceso de ambición y falta de escrúpulos en un caso y la insana erudición en otro desembocan en el mismo sitio, que, y esta vez de forma poco literaria, se puede resumir como: a tomar por culo la bicicleta. La única forma que el escritor consagrado tendría para evitar esto consistiría en lavar el cerebro de sus hijos para que una vez el padre en el cementerio eliminaran a los estudiosos y se suicidaran posteriormente. Pero algo así sólo puede tener sentido en un cuento de ese mismo escritor.

Y así descubrimos que el escritor consagrado A. despreciaba al escritor consagrado B. en público pero le pedía consejos en privado, y también a su esposa después de una noche de amor. O que el escritor consagrado C., gran defensor de las libertades individuales, tuvo coqueteos de juventud con una determinada dictadura., o que el escritor D., excelso poeta, enviaba a sus amantes versos pornográficos que producen sonrojo en comparación con la calidad habitual de sus sonetos. El escritor E. tenía sarpullidos e impotencia, y el escritor F. cometía faltas de ortografía y hacía extraños pedidos de lencería femenina y maquillaje.

Estas cartas, que estuvieron en un baúl, resucitan junto al muerto como obra póstuma, la más viva de todas por correosa e incontrolable por el que la hizo. Acompañan al resto de la obra póstuma: recortes, papelitos, poemas tachados, anotaciones incompletas, prosas fallidas y todo aquello que el escritor no quiso tirar por despiste, por cariño o por considerarlo útil en un futuro tras multitud de retoques y trabajo. Hijos y estudiosos sí que le dan utilidad y llega el primer volumen de la correspondencia y las obras póstumas.

Actualmente se habla mucho de la “democratización” que permite internet en relación al arte. Los blogs y páginas de todo tipo dan a conocer a personas con talento que hubiesen quedado fuera de los modos de distribución y publicación tradicionales. Los escritores que se ajustan a esos modos de distribución y publicación o incluso sus hermanos pequeños y frustrados, los articulistas de periódicos, observan con recelo este proceso sin darse cuenta de que circula en las dos direcciones. Internet también les beneficia. Genera competencia pero a la vez tiene efectos positivos. Uno de ellos es que acaba con la correspondencia tradicional. Los escritores consagrados pueden respirar tranquilos. Sus hijos, eso sí, tendrán un motivo menos para pelearse por la herencia y los estudiosos de su obra tendrán que estudiar su obra.

El correo electrónico es el responsable de la progresiva muerte del correo ordinario, que queda para los bancos, publicidad, envío de paquetes, multas, citaciones del juzgado, algunas postales turísticas y cartas-bomba de terroristas. El resto se desarrolla por internet y de acuerdo a sus particularidades, la mayoría centradas en la velocidad de la respuesta y la capacidad de difusión a numerosas direcciones, además de la posibilidad de enviar archivos adjuntos de muchas clases. Esto afecta al modo de expresión, pues el medio es el mensaje, y transforma el estilo de la correspondencia tradicional, superada por la rapidez y el ritmo que imprime la red. Las cartas escritas con calma tienen todavía un hueco, pero suelen sucumbir al posterior intercambio de mensajes al que dan lugar. De esta forma se pierde el género epistolar, un drama para algunos nostálgicos y para los hijos y estudiosos de la obra de los escritores consagrados, pero no para ellos. A continuación, reproducimos el intercambio de correos electrónicos de dos escritores consagrados al que hemos tenido acceso. Los llamaremos, para preservar sus identidades, Catafú y Tenazas.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Querido Tenazas:

     Ruiseñores en el ramaje. Cuánta luz. Y sin embargo mi alma está angustiada. O quizá sea esplín. ¡Cuántas veces, amigo mío, me he preguntado por la razón de este sentimiento! Ora una sensación dolorosa, ora un alivio no exento de tristeza, algo raro, vive Dios. Envíole un documento de word adjunto donde le explico todo esto como merece tras la lectura de su novela corta, que creo me ha conmovido como pocos escritos y por causas múltiples en esta ocasión.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Querido Catafú:

     Creo reconocer en su sentimiento angustioso, amigo mío, los efectos de la saudade, acaso remozados con una mijita de esplín, cierto es. Hablamos, en suma, de desazón. Me he apresurado con entusiasmo, como una joven novia que espera a su novio en el andén de una antigua estación, a abrir el archivo adjunto con sus impresiones, a las que considero una guía, un sitio donde asirse en la tormenta que sigue a la tempestad de la creación, pues, a diferencia del refranero, no hay calma que la preceda. Mas no está, amigo mío. Ruégole envíelo de nuevo.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Querido Tenazas:

     Sé perfectamente de qué tipo de tormenta habla. La he sentido en no pocas ocasiones. La diferencia entre ahogarse en ella como un náufrago o salir triunfante como un lobo de mar suele ser ínfima. Mas vale la pena adentrarse en el proceloso piélago. He comprobado que el archivo adjunto estaba en su sitio. Vuelvo a enviarlo por si ha habido algún problema en la inmensidad de esta red que nos comunica. Alzo la mano para saludarle desde otra isla de la existencia.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Querido Catafú:

     La red cuyo nombre utilizamos para designar una miríada de hilos que se unen, también puede utilizarse en esta ocasión, y a tenor de nuestros anteriores comentarios, como red de pescar, en la que sin duda ha vuelto a caer el mensaje adjunto, que acaso se encuentre en estos momentos izado en quién sabe qué tipo de barco y junto a qué clase de sardinas eléctricas.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Querido Tenazas:

     Celebro con una carcajada su ocurrencia de las sardinas eléctricas. Es usted una cabeza privilegiada, aunque no, permítame decírselo, para los asuntos informáticos. He aquí el mensaje adjunto, en su sitio, esperando ser abierto. Lo envío otra vez con la esperanza de que no se convierta en una botella lanzada al mar con un mensaje dentro que acaba siempre destrozada contra las rocas por la fuerza del oleaje.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Querido Catafú:

     Témome que no hay rocas, sólo un mar de incertidumbre. Presiono el símbolo de clip de los de asir papeles donde un ángel de la anunciación avísame de la llegada de su misiva, mas no sale nada al acariciar sus rasgos. Quizá, como sucede en las tormentas en alta mar, su poderosa embarcación esté demasiado agitada por el oleaje. Ruégole ancle esa embarcación, amigo mío.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Querido Tenazas:

     Mi embarcación se encuentra en un puerto calmo, amigo mío, al resguardo de los elementos. Veo mi misiva adjunta. Hela. Envíola. Hacia allá va de nuevo, mas acaso deba revisar los pasos a seguir una vez llegue a su buzón.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Querido Catafú:

     Nada. El vacío. Qué inquietud. Presiono el símbolo de clip y nada aparece. Ansío su misiva como la hoja verde el rocío de la mañana, mas su habilidad con la pluma, si me lo permite, no se extiende al manejo del ordenador.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Querido Tenazas:

      He enviado mi misiva más veces que cuentos debía contar Sherezade. Revise, amigo mío, los ya mandados para ver si en alguna etapa de sus, vamos a llamarlas, aventuras informáticas, ha olvidado darle a algún sitio al que tenía que darle.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Querido Catafú:

     Sigo el camino marcado por claras señales, el sendero correcto, y no llego al lugar que señala el mapa. Mas llevo brújula. Cuénteme, amigo mío, lo que me decía en la misiva, y de esta manera atajamos ambos en esta vía en la que hemos de tratar no extraviarnos.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Estimado Tenazas:

     No hay extravío por mi parte. Prefiero lea mi meditada exposición. Para lo cual mando de nuevo mi misiva en un archivo de word adjunto.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Estimado Catafú:

     Si no supiera de su carácter sobrio le tacharía de bromista. Nuevamente sucede lo mismo. Se lo achacaré a los hados. Ruégole me hable sobre el contenido de la misiva o utilice el ratón del ordenador para copiarlo y pegarlo en una carta, eludiendo el adjuntar mensajes. Si no sabe hacerlo indíquemelo, por favor.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Me sorprende gratamente que esté al tanto de los asuntos del manejo del ratón, algo que celebro haya llegado a su conocimiento aunque de manera algo tardía. En cuanto a la misiva, estoy seguro de que la tiene al menos por partida quíntuple en su buzón, de forma que una vez tenga destreza con el ratón quizá pueda consultar el manual para conocer el modo en que se abren los archivos adjuntos.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Compruebo que ha estado aprendiendo a tener soltura con el ordenador, y lo celebro. También me tranquiliza, puesto que su periodo de sequía creativa se debe a la formación en algo que puede ayudarle a escribir y editar sus libros. Por ellos le admiro y ruégole me exponga, aunque sea de manera resumida, el contenido de esa misiva.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

El contenido de esa misiva rebosa la memoria de su ordenador en estos momentos. Celebro se preocupe por mi periodo de documentación entre libro y libro, algo fundamental para que los textos tengan una base sólida y no haya graves errores, por ejemplo sobre fechas y sucesos, algunos de los cuales, y con el puro afán del lector apasionado, le señalo en la susodicha misiva acerca de su novela corta.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Ese fantasma llamado misiva ahuyenta a los visitantes del tenebroso castillo y se ha convertido en una leyenda, como la Santa Compaña, porque nadie la ha visto y quien la ha visto pierde el sentido y se une al siniestro desfile. Le encuentro unido a un desfile de bits que le supera. Ruégole me hable sobre el contenido evitando las secciones menores, como la referida a unos supuestos errores sobre fechas y sucesos que achaco a su falta de especialización en el tema tratado, aunque celebro su buena voluntad, amigo mío.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Ciertamente esas partes de la misiva, lejos de ser menores, constituían pasajes de importancia en mi texto crítico, por lo que espero sea capaz de abrir el documento esta misma semana y así poder apreciar en toda su extensión lo que no es sino el punto de vista de su fervoroso lector.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

También soy fervoroso lector de su obra. Mi osadía no llega a señalar supuestos errores. Siempre los consideré parte importante de su estilo brioso, acelerado, y poco dado a adornos. Mas celebro que aprenda como lector de los supuestos errores de mi novela corta, señalándolos y haciéndolos parte de su carrera como escritor. Y ahora si es tan amable envíe de nuevo la misiva o copie y pegue, porque le doy al clip y nada sale.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Nada sale ni nada saldrá. Resulta curioso, y también, cómo no, constructivo, que considere brioso un ritmo idóneo, quizá habituado a su estilo tranquilo, profuso en detalles y ligeramente plúmbeo. Todo ello lo señalo con extensión en mi misiva acerca de su cuento largo.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Cuento largo o novela corta, tanto da. El tamaño no importa. O eso dicen. ¿Qué opina usted sobre el tamaño? Envíeme la misiva si es tan amable.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

¿A qué tamaño se refiere? ¿Al de la cuenta corriente? Puedo mandarle un cheque previamente escaneado, no sé si sabrá abrirlo. Tengo entendido que su última y admirable novela, como lector fervoroso de su obra lo digo, no tuvo el éxito esperado.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

No, me refería a una pequeñez, a una nimiedad sin importancia, a una miniatura, a un liliputiense entre dos gnomos.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Quizá, por falta de lecturas, confunda al liliputiense con un gigante de Brobdingnag, puesto que algunas personas cercanas a usted, amigo mío, lejos de manifestar quejas celebran esta nueva manera de “leer” a Gulliver, y he de decirle que con gran alborozo.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Personas cercanas a usted, amigo mío, hablan constantemente de cuestiones relacionadas con el laboratorio, por aquello de la necesidad de microscopio. Personas, por cierto, que no dudan en ser invitadas por mi exigua cuenta corriente antes de celebrar la vida, esta vez sí con verdadero, que no fingido, y fingido durante años, alborozo.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

En fin. Para terminar con esta absurda discusión, que no lleva a nada entre grandes hombres de las letras, lo que haré, querido amigo, es imprimir el contenido de la misiva y dárselo a su esposa, que dormita en la cama de esta habitación, para que se lo lleve y pueda leerlo.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

No. Como su entorno parece versado en informática, y al parecer servidor un torpe, lo que haré será decirle a su esposa, que está a punto de llegar, que abra el archivo adjunto que supuestamente me ha enviado. Asunto solucionado, querido amigo.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

No. Lo mejor va a ser, querido amigo, que lea directamente el texto del interior del ordenador, una vez se lo incruste en el puto cráneo, que es lo que voy a hacer en cuanto apague esto. Salude a su hija de mi parte, que no la veo desde que celebramos su 16 cumpleaños. Sólo sopló un vela, y bien grande.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Me alegra que se lleve tan bien con mi familia, pedazo de mierda seca. También yo me llevo maravillosamente con la suya, como le he indicado. ¿Recuerda la novela terminada que se le borró antes de hacer una copia de seguridad? Fue al poner el trasero de su mujer sobre el teclado del ordenador encendido en un momento de pasión. Mis embestidas, oh casualidad, hicieron las veces de control+Supr. Hijo de puta.

De: Catafú

Para: tenazas@mail.com

Parto para su ciudad en el primer vuelo, querido amigo, para reventarle los sesos, diarrea humana, cabrón. En breve tendrá la oportunidad de contarme todo esto mirándome a los ojos, pero en sentido figurado, porque le voy a dejar las cuencas vacías con la punta de mi polla, que vamos a ver los dos si es enana. Usted, de hecho, será lo último que vea. Terminado esto apago y parto de inmediato para partirle la cara, valga la redundancia, babosa comemierdas.

De: Tenazas

Para: catafu@mail.com

Tendré que ponerme lentes de aumento, elfo de mierda, puto enano cabrón, marica encubierto, y después es posible que muera, pero de risa. Y no coja el vuelo, que estoy en su ciudad, he quedado allí con su mujer.

P.D.- He estado mirando y el clip señalaba que venía el documento adjunto, pero donde había que darle era en otra indicación al final del mensaje. Mis disculpas.

Este intercambio supone la muestra de cómo si el vídeo mató a la estrella de la radio, el e-mail eliminará en breve a las cartas como parte de la obra de un literato de prestigio, casi siempre el capítulo más aburrido con diferencia de su producción. Ganamos todos, escritores y lectores. Por una vez pierde el mal, los buitres carroñeros, al menos mientras no se les ocurra vender los correos electrónicos a una revista del corazón.

Breve historia de la poesía

– Recibió en su ebúrnea mejilla un ósculo del aura…

 

-¡¿Qué?!

 

-Que la brisa tocaba sus mejillas blancas.

 

-¡Ahh!

 

-…sintióse volátil, nadando en un argénteo ponto…

 

-¡¿Cómo?!

 

-Que se sintió ligera, como si estuviera en el mar, de pronto.

 

-Bueeeeno…

 

-…tereniabín palpebral creaba arroyuelos sin cauce…

 

-¿Y eso es grave?

 

-Lloraba, sin más.

 

-Ya, ya. Haberlo dicho antes.

 

-…y una erótica sagita ígnea hirióla en lo más hondo…

 

-¿Le sucede algo en la boca?

 

-¡No sea vulgar! El amor la volvió loca.

…Un ejambre de hidras nació en el averno de su vientre…

 

-¿Le queda mucho a la poesía?

 

-¡¿No se emociona?! ¡La pasión la consumía!

…y una jauría de anhelos manó del río Quimera…

 

-¿Sabía nadar ella?

 

-¡Se ilusionaba, diablos, se ilusionaba!

(Aunque en cierto modo se ahogaba).

…Suave espectro esfumado, de calígine…

 

-Así que los espectros se alegran fumando esa calígine…

 

-Contendré mi cólera ante tanta ignorancia, ¿dónde estaba?

…Suave espectro esfumado, de calígine del ensueño…

 

-¿Sueño? En mis carnes lo estoy sufriendo.

 

-¡Qué insensible y mamarracho! Le perdono.

(Siendo usted del populacho…).

…tomó corpórea forma y amó por siempre a su dueña…

Fin.

 

-Vaya, el final feliz si que lo entendí.

 

-A buenas horas, asesino de letras.

¿Qué le ha parecido el poema en cuestión?

 

-¿El poema? Bueno…me ha gustado más la explicación.