Pieles con causa

Columpios, bancos, plantas, hormigas, perros, amos de perros, madres y chachas habitaban los parques y jardines de las ciudades junto a elementos peligrosos como pederastas, drogadictos, violadores y niños. El equilibrio ecológico no siempre era perfecto. En ocasiones, los gamberros se hacían con el control de la zona. Otras veces podían ser los infantes quienes con sus gritos y defecaciones subieran hasta la cúspide de la pirámide. De la misma forma que los chacales se mueven con relativa calma entre ñúes y leones, una especie del lugar iba de un sitio a otro buscando a sus pequeñas presas, y mientras tanto no molestaba a nadie: el exhibicionista español. Las características principales del exhibicionista español son la utilización de una gabardina que no se lleva y que delata su presencia a 200 metros junto a una picha. Esto es lo más importante, el exhibicionista español se aleja del concepto polla, aunque tampoco llega a la cotas de pito. Sin embargo, su miembro arrugado e imposible de animar no puede considerarse con categoría suficiente como para equipararlo al del macho ibérico. Y así la vida transcurría feliz entre la verdura, los desperdicios, las cacas de animales y las jeringuillas infectadas con VIH.

Acerquémonos al concepto causa benéfica: Dícese de la ayuda que trata de exterminar lentamente al que la recibe y que jamás la pidió ni la quiere. Escójase una del catálogo. En la sección Otros Continentes tenemos la clásica lucha contra las hambrunas y en pro de la negritud. En la sección Novedades hay un crustáceo en peligro de extinción y cuya valía en la cadena de la vida (tras la del retrete la segunda más importante) hace que si muere su último mohicano se desprendan 18 témpanos de hielo que chocarán contra las Islas Feroe, poniendo en peligro la fase previa de la Copa de Europa de naciones. En el apartado de Salud funcionan muy bien los hemipléjicos dañados por el bótox. Abrácese una de ellas, ésta misma. Desnúdese.

Cientos de cadáveres carbonizados lamentan la reciente tendencia de los bomberos a llegar tarde al edificio incendiado por estar posando para el último calendario. Incluso Rodríguez Zapatero ha decidido habilitar una unidad del ejército para las catástrofes con la intención de paliar la ineptitud de las locazas de la manguera. Los equipos de fútbol hacen lo mismo. Hasta las empresas. Si tiene una buena causa, quítese la ropa y plante sus mondongos en el mes de abril, o en el de agosto.

El fenómeno de la democratización del exhibicionismo sólo se puede achacar a la película Full Monty como desencadenante que abre la esclusa. El torrente posterior tampoco lo explica la solidaridad con los más desfavorecidos. Otros mecanismos de recaudación, desde las redes que establecen los Estados hasta las actividades de muchas ong’s o las mismas parroquias de barrio, e incluso la venta de cajas de mantecados para mandar dinero a algún sitio o las peticiones de muchos organismos en caso de emergencia concreta suelen ser más efectivas en calidad y cantidad.

¿A qué se debe este fenómeno que ha mandado al exhibicionista español al ostracismo jardinero? Aquel demente, repugnante sí, pero que encerraba grandes valores patrios como la terquedad y el entusiasmo, se ha visto reducido a un simple alimentador de palomas. Véanlo echando alpiste con la mano con la que debería estar sacudiendo su instrumento de trabajo.

Basta la llamada del conocido fotógrafo cuyo nombre no recuerdo que hace fotos de desnudos multitudinarios en las ciudades para que el estruendo producido por una alocada carrera de escrotos y labios mayores se oiga por las calles camino de la plaza donde se amontonarán a cero grados. Tras siglos de evolución de la vestimenta, la mejor ropa es la que se quita más deprisa.

Ni acercarse a una supuesta obra de arte ni la cooperación con los pobres o los que tienen un síndrome raro sirve para justificar esta manía de desvestirse. El mono desnudo quiere estar más desnudo que nunca y que además lo vea su vecindario y su suegra.

La exhibición pública del cuerpo supone una nueva incógnita en la comprensión de la sexualidad humana, al trastocar el concepto de intimidad. Es algo curioso que parece encerrar una vuelta a la naturaleza. Ante la falta de bosques y después de siglos de represión sexual, los occidentales encuentran en los calendarios y en los posados artísticos multitudinarios (o en las protestas con desnudo, como algunas de carácter ecologista) una laguna donde chapotear con los pechos y las pirindolas cimbreantes y ajenas a los censores. Entre tanto, al exhibicionista español no le queda otro remedio que transgredir mostrando un abrigo debajo de otro abrigo y de otro, como una matriuska salida.

Las causas pueden estar relacionadas con esa vuelta a la naturaleza o no, pero a lo que iba, las candidatas al calendario Bloc de Anillas para 2007 pueden mandar ya sus desnudos en formato jpg al correo del autor, en beneficio esta vez de las hormigas desplazadas del hábitat mediterráneo por otras especies más fuertes que vienen de allende los mares, y si no les gusta esa causa pues para la conservación del exhibicionista español mismamente y mayormente.

Comments

  1. Airos wrote:

    Me quito el sombrero.