Crítica invertida de «Dietario Voluble»: La droga invertida (y V)

Cuando llegue el Apocalipsis aguante un poco. Que lo mismo pasa rápido. El Apocalipsis por el que van a tener que pasar los fumadores sirve para revitalizar esta costosa “Crítica invertida” que se está resistiendo más de lo debido. Eso gracias a que el propio tabaco ya es de por sí una especie de droga inversa. Apenas tiene efectos salvo calmar la propia adicción. Es una droga que va directa al grano, sin tonterías. Prescinde de relajar, de dar euforia o crear visiones. Para qué. Al grano. Tan invertida es que merece una nueva vuelta de tuerca de esta crítica. Esta entrega se realiza prescindiendo del libro criticado, un paso adelante que se realiza por primera vez reconociéndolo y a tumba abierta, aunque la mayoría de suplementos literarios lleve practicándola ya muchos años de forma solapada. De esta manera, colocando “Dietario voluble” de Vila-Matas en un lugar alejado, a la vista de todos, destacamos la obra de este magnífico escritor y vemos mejor el libro. Helo ahí en su esplendor. La crítica invertida ha ido de dentro hacia fuera, en lugar de al contrario. Llegamos ahora a la portada y a su bonito diseño.

Con respecto al tabaco ya saben que esta droga invertida no se podrá tomar más en lugares públicos cerrados. Los fumadores prevén cataclismos y queremos tranquilizarlos. La situación va a ser difícil. Pero de todo se sale. A partir de aquí desarrollamos brevemente algunos puntos que pueden servir como guía para pasar los primeros momentos:

1) Sobre la amistad y el amor de las personas humanas.- Muchos fumadores creen que echar el humo a la cara o cercanías del resto de las personas crea vínculos y lazos estrechos. Por eso se resisten a fumar en el exterior del bar, entre otros motivos. Piensan que las otras personas además contraen un compromiso de gratitud debido al olor que se les deja en el pelo y la ropa, además de por compartir el humo en sus pulmones. A lo largo de décadas la palabra “compartir” ha sido el leit motiv de los fumadores. “Compartir” o “regalar”. En cualquier caso generosidad en estado puro, desinteresada.

Esto es muy importante. Está demostrado científicamente que la inhalación de humo ajeno y el olor a humo no influyen en la amistad. El fumador debe comprender que esas personas que le aprecian lo harán también aunque no les eche el humo. El fumador debe superar este miedo. Sus amigos lo seguirán siendo.

Si a pesar de todo el miedo paraliza durante los primeros meses el fumador que salga al exterior del bar puede pegarse mucho a la pared para mantener todo lo posible esta cercanía. También recomendamos buscar bares de diseño con cristaleras grandes. Así el fumador al salir no perderá de vista a sus amigos. Ellos también pueden contribuir cogiendo la mesa pegada al cristal. Cuando el fumador salga se pueden poner las naricillas en el cristal, para estar los de dentro y fuera más cerca, o bien las manos, como se hace en las visitas a las cárceles en las películas.

2) Sobre el movimiento de la Tierra.- Esto es muy importante también. Hay que aclarar que cuando una persona sale al exterior del bar, el movimiento de rotación terrestre permanece fijo tanto para el bar como para el trozo de acera anexo, es decir, que ambos viajan junto al resto de lo que se puede ver en una bola terráquea. Lo mismo que cuando la giramos. Esa bola reproduce a escala un movimiento real. Y ese movimiento de rotación hace por decirlo de manera coloquial que el bar no se vaya.

Ese es otro de los miedos del fumador ante la ley. El miedo a que el bar cambie de lugar mientras está fuera fumando. Está demostrado científicamente, por decirlo de manera coloquial, que todo va junto. Además al entrar no hay cambio de velocidad en la rotación terrestre entre fuera y dentro, de forma que el fumador que fuma fuera no va a desequilibrarse con ese efecto de escalera mecánica, ya saben que cuando termina la escalera mecánica y se llega al firme o suelo parado uno se cae como para adelante con peligro de ahostie. Pues eso no ocurre, así que el fumador puede salir a fumar y, repetimos, lo de dentro sigue ahí y a la misma velocidad. Además es una velocidad del tipo que no se nota, la propia de la rotación, así que no pasa nada.

3) Sobre el propio movimiento y cómo desarrollarlo.- Poco a poco la costumbre hará que se habitúen. Pero el principio es lo peor. ¿Cómo salir de un bar para fumar? Muchos fumadores no están habituados a enfrentarse a una situación así. El miedo que vimos al principio a perder amistades se une a la incapacidad para moverse. No es que los músculos estén atrofiados. Es que ese miedo colapsa el cerebro y hace que el fumador no sepa como salir del bar para fumar fuera. También hemos visto que tienen un miedo añadido a la rotación terrestre. Qué hay que  hacer para salir de esta situación espantosa. Lo ponemos en cursiva para que se diferencie y el fumador pueda imprimírselo y llevarlo en una nota en el bolsillo. O copiar y pegarlo y tenerlo en el móvil para cuando llegue el caso.

Si está sentado con su adicción en un lugar donde hay no fumadores pruebe a ordenar a su cerebro en primer lugar que mande impulsos eléctricos a los cuádriceps. Ese músculo permite que se levante de la silla. A partir de ahí la acción pasa a los glúteos, que le mantienen erguido. Con una combinación de impulsos eléctricos a los lumbares y abdominales oblicuos, en comandita con otros que van a los hombros y brazos, gire y eche la silla para atrás. Aquí empieza la parte más interesante. De nuevo el cuádriceps, junto a otros músculos como el bíceps femoral, antagónico del anterior, y los aductores, abductores, sóleo y gemelos, posibilitan al conjuntarse un desplazamiento acompasado del cuerpo conocido comúnmente como caminar o andar. Gracias a ese movimiento, donde el cuerpo va progresivamente ocupando el espacio vacío que le antecede, puede con ese ejercicio de las extremidades inferiores avanzar hacia adelante. Es la maravilla del ser humano. Impulsos eléctricos a los brazos y los pequeños músculos de la muñeca le ayudarán a abrir la puerta. Voilâ: está en el exterior.

4) Sobre la extenuación física.- Al principio costará, lo sabemos, y está claro que las ciudades se llenarán de fumadores desplomados en la puerta de los locales, luego arrastrados hacia dentro por sus amigos y colocados de nuevo en la silla, pero poco a poco el cuerpo se fortalece y lo que parecía imposible se consigue ya de forma natural. No obstante, estar de pie durante dos minutos y medio en el exterior de un bar no es fácil si no hay hábito. Así que al principio recomendamos que los fumadores tomen otras drogas euforizantes o esteroides para soportar este castigo físico.

Con esta guía sobre una droga invertida damos también por concluida y fumada la crítica invertida a “Dietario voluble”, que ha sido la crítica más lenta realizada hasta la fecha y que además se salta su propósito de tener siete entregas. En este punto innovamos una vez más, la quita entrega y última, vuelta del revés, sirve como sexta y séptima y resume una lección: nunca pongas numeritos al escribir un texto que luego tienes que escribir los siguientes. Primero hazlos y luego divídelos, aparentando obra. Al contrario se invierten las tornas en el caso de las críticas invertidas, volviéndose el texto contra el que pretende escribir pero no escribe. Vamos, todo al revés.

Comments

  1. o.tort wrote:

    saicarg

    V-M

  2. David Mason wrote:

    «Las autoridades sanitarias advierten que fumar puede matar»
    Bien. Pero entonces el estado no debería recaudar dinero con algo que mata. Que se prohíba y punto. Porque el humo de los coches también provoca enfermedades que seguro las otorgan al tabaco en las estadísticas.
    “Las desautoridades librepensadoras advierten que el estado puede alienar”

  3. David Mason wrote:

    Aquí no comenta nadie, ¿Qué pasa?…

    Me siento solo, que alguien ponga algo….

    venga….

  4. Il Venturetto wrote:

    Pensábamos que este día no iba a llegar nunca, y sin embargo aquí está: el más grande ha vuelto.

    Gracias don Alfredo.

  5. Karraspito for President wrote:

    A veces tengo la sensación de ser el único que fuma al que le parece (muy) bien esta ley. ¿Soy mucho más tolerante que la media? ¿El hecho de no estar enganchado me hace ver la realidad con más claridad? ¿Tras experimentar en mi propia persona las bondades de llegar a casa sin olor a mierda en el pelo y la ropa y de tragar sólo la mierda que yo decido y no también la de todos los demás ocupantes del bar, he comprobado que el mundo no se acaba, tras 3 años viviendo en Inglaterra? ¿Vengo de Marte pero mis padre adoptivos terrícolas nunca me lo confesaron?
    Excelente artículo, Alfredo.

  6. galaico67 wrote:

    «el estado no debería recaudar dinero con algo que mata.»

    Trabajar mata, solo hay que ver lo lucidos y sanos que están los ricos que no dan palo al agua, se cuidan y no se meten cosas raras por orificios naturales /o artificiales. ¿ No a impuestos sobre las rentas del trabajo?
    Creo que deberían añadir otra leyenda a las cajetillas. «Las autoridades sanitarias advierten que la falta de nicotina puede transtornar la razón»

  7. Karraspito wrote:

    Tiene más razón que un santo, Galaico. Llevan años jodiendo a otro colectivo (mayoritario encima, tócate los cojones Mariloli) y ahora (sólo ahora) hablan de libertad, derechos, justicia y demás mierda. A tomar por culo con el humo a la puta calle ya, hombre ya!!

    ¿Por qué cojones ya no me cabe «Karraspito for President» en el campo «Name»?

  8. David Mason wrote:

    No hay ricos que no den un palo al agua, porque son enfermos del dinero y nunca tienen bastante. Salvo los ricos subvencionados, como el Campechano. Porque pase lo que pase, a su “empresa” nunca le faltará liquidez.