Breve historia de los matojos rodantes
1.- Esta es una desgarradora historia sobre un matojo rodante que no rueda ni conoce el lejano oeste.
2.- Los matojos rodantes se llaman estepicursores. Son disemínulos de diversas especies, es decir,elementos que se desgajan de la planta para diseminar la semilla. Según se puede leer en la wikipedia se les llaman también «rodamundos, sorrasca, calamino, boja, salicón, salicor, salicornio, salicornia, barrilla, corredora del desierto, bola del oeste, apretaculos, capitana, malvecino y alicornio en España; cardo ruso, pastito, planta rodadora y bolita del desierto en Argentina; bruja, chamizo, cachanilla, maromera, salsola y rodadora en México y en el sur de los Estados Unidos».
3.- «Velocirraptores contra estepicursores». La caída del meteorito que acaba con los dinosaurios provoca un periodo de guerra entre ambas especies. Los estepicursores, a causa de la radiación, han tomado conciencia de sí mismos y declaran la guerra a los velocirraptores, una de las pocas especies de dinosaurios que, gracias a su pequeño tamaño, permanecen en la Tierra, pues pueden alimentarse de pequeñas especies también supervivientes. El motivo es que los velocirraptores suelen pisar sin querer a los estepicursores mientras cazan. La guerra es fundamentalmente psicológica a causa de la poca capacidad de generar daño de los matojos rodantes. Sin embargo ruedan alrededor de los velocirraptores, agobiándoles como moscas al animal del pantano o mosquitos a Humphrey Bogart y Katharine Hepburn en «La reina de África». Cada velocirraptor tiene adosados un mínimo de ocho o nueve estepicursores nada más salir de la madriguera. Si va a algún sitio, allá van los estepicursores. Si vuelve de algún sitio, se trae a los incansables estepicursores consigo. Esto causa a veces angustia en los animales, pero tampoco excesiva. Ni siquiera llega a desazón. Al final se extinguen por otros motivos. Debido a la imposibilidad de hacer prácticamente nada, los estepicursores pierden la conciencia de sí mismos poco después por falta de uso y, esencialmente, por molicie y procrastinación voluntarias y culpables.
3.1.- Cuado el velocirraptor despertó, el estepicursor seguía allí.
4.- En algunas zonas pobres y secas de Méjico, las animadoras utilizan, en lugar de pompones, estepicursores adheridos a un palo.
5.- En una dimensión alternativa los humanos recuerdan con asombro y cariño la primera vez que vieron un matojo rodante, como sucede en esta Tierra con el mar. «¿Recuerdas la primera vez que viste un estepicursor de niño?». «Sí. Tenía yo cuatro o cinco años y un matojo rodante pasó delante de nosotros, iba de la mano de mi madre, el matojo, no yo, o sea no, yo, no el matojo…». Otros dicen «no conozco aún a los estepicursores, me gustaría ver uno antes de morir». Vivían a lo mejor en zonas húmedas y viajaron poco por casualidades o hechos consumados.
6.- Algunas culturas antiquísimas adoraban a los estepicursores como deidades benefactoras y a la vez terribles. Se veían abocados a seguir a aquellos matojos rodantes que escogían como protectores propios de la tribu tras una serie de ceremonias. Fue el comienzo del nomadismo. En un mismo día podían andar kilómetros detrás del matojo rodante. Si el estepicursor quedaba obstaculizado, por un árbol o una roca por ejemplo, se permitía ponerlo en marcha situándolo de nuevo en el camino -con una distancia previamente establecida en una serie de tablas de la ley- y dándole un soplido a continuación. Sólo el sacerdote tenía potestad para soplar y ayudar al matojo a rodar de nuevo. Si era necesario podía soplar muy fuerte o incluso ayudarse de rudimentarios soplillos, conocidos ya entonces como soplillos. La antigua cultura estepicursórica cuenta actualmente con escasas fuentes para su estudio. Instamos desde aquí a la Junta de Andalucía a su recuperación.
7.- Pasaste por mi vida como un estepicursor.
8.- Los evangelios apócrifos señalan que los Reyes Magos siguieron a un estepicursor y no a una estrella. De ahí que se extraviasen por ir mirando al suelo.
9.- Existe una especie de estepicursor decorativo a modo de enredadera (Atriplex lonicera caprifolia). Su aspecto es el de una bola similar a la madreselva. Al colocarlo, por ejemplo en el muro del jardín, rueda a ras de tapia por toda su superficie a una velocidad notoria, impulsado por la leve brisa y corrientes térmicas apenas perceptibles que se generan a partir del suelo y que se incrementan en los días de verano al regarlo para refrescar el lugar. Un solo matojo sirve para decorar todo un patio mediano con sus filigranas, de ahí que cada vez sea más utilizado, pues resulta más barato que las madreselvas o las hiedras.
10.- En algunas zonas pobres y secas de Méjico, los niños -que no conocen la nieve- hacen muñecos con estepicursores y les colocan botones como ojos, una zanahoria como nariz y un sombrerito. También se lanzan matojos rodantes unos a otros a modos de bolas, de ahí que un enorme porcentaje de los adultos de esas regiones tengan cicatrices en la cara y lesiones oculares.
11.- El Museo de los Estepicursores, en Pyonyang, muestra 4.936 matojos rodantes procedentes de todos los rincones del planeta. El excéntrico dictador Kuyng Shin (1938-1999) decidió que como estos vegetales estaban expuestos en vitrinas, y por tanto parados, fuese el edificio el que se moviese, dando la impresión de rodar. De ahí su insólita estructura circular y el movimiento basado en las leyes del péndulo. Debido al hermetismo del régimen apenas un puñado de occidentales, en su mayoría altos mandatarios o periodistas, han tenido la oportunidad de visitar este recinto del que además no existen fotos, pues están prohibidas, tan sólo las imágenes mil veces emitidas de satélites militares de diversos países, en las que se puede ver al gigantesco edificio con una forma que recuerda a la del estepicursor haciendo un recorrido prefijado de ida y vuelta, alrededor de 350 metros, ya que que 350 es justo un número sagrado en Corea del Norte (350 fueron los guerreros que defendieron Sariwon en la primera «Batalla de Sariwon» de 1277). Este museo está considerado una de las maravillas del mundo. En su interior, mediante ingenios hidraúlicos, las estancias se mueven al compás sin que los visitantes se percaten del trayecto. La leyenda, o habría que decir rumores mezclados con filtraciones, hablan de miles de esclavos muertos en su construcción, entre 1989 y 1994.
7.1.- Volviste a mi vida como un estepicursor.
12.- Entre los artistas que se dedican a hacer esculturas con estepicursores existen varias corrientes fundamentales. Primero está la que apuesta por el nombre «estepicurtores». También la que aboga por «estepicultores». Por último, una corriente de mediación que habla de «estepicurltores». Estas disputas filológicas no influyen en unas obras por lo general bastante similares y, reconozcámoslo, vanas y repetitivas salvo algún caso aislado.
12.1.- Aunque poco conocido, en la ciudad de Corpus Christi, Texas, hay un Monumento al Estepicursor. Se trata de una pequeña escultura junto al Ayuntamiento en bronce, que muestra a una de estas plantas en el proceso de iniciar un rodaje impulsada por el Dios Eolo esculpido en piedra.
13.- Fueron las batallas de trincheras de la Primera Guerra Mundial las que alumbraron la utilización de estepicursores-espía. Pequeñas grabadoras se ocultaban en el interior de la planta, que giraba movida mediante imanes. De esta manera los ejércitos lograban información del otro bando. Fueron los precursores de los actuales estepicursores-dron usados fundamentalmente por Estados Unidos e Israel en Oriente Medio.
14.- Multitud de imágenes de la iglesia ortodoxa copta muestran a Cristo no coronado por espinas, sino con un matojo rodante en la cabeza. Representa menos un sufrimiento físico que una humillación.
15.- Una curiosidad. Gracias al estudio de meteorología de los científicos Mary Saint Pierre y Yoshio Fujiwara pudimos conocer los que le sucedía a algunos elementos succionados por los tornados, en concreto por uno que arrasó miles de hectáreas en Garland, Arkansas, en 2011. Saint Pierre y Fujiwara colocaron cámaras y diversos tipos de sensores en varios objetos susceptibles de ser arrastrados hacia el vórtice del remolino, en concreto un coche, un poste de teléfono y tejas de un tejado. También le pusieron sensores a una vaca llamada Evelyn y a un matojo rodante no bautizado. Todos ellos perdieron los sensores y cámaras en algún momento de la tormenta, salvo el estepicursor, cuyo rastro se pudo seguir. Deshecho al revolear violentamente en el primer segmento, su estudio ofreció varias conclusiones importantes a Saint Pierre y Fujiwara, a saber:
a) Los estepicursores no tienen ninguna resistencia a determinados fenómenos atmosféricos.
b) En un futuro hay que colocar los sensores en otro sitio.
c) Los sensores de la marca taiwanesa Kyong no ofrecen buen resultado. Hay que sustituirlos por los japoneses Wumomo, bastante más caros.
16.- En algunas zonas pobres y secas de Méjico se realizan carreras de estepicursores que gozan de gran seguimiento. Además se apuestan sumas importantes de dinero. Cada matojo se sitúa en el punto de salida. Las calles pueden tener longitudes que van de los 150 metros a los dos kilómetros, según la capacidad del poblado en concreto. Todo se deja alazar del viento, por lo que cada competición queda a expensas del aire. Algunas carreras han llegado a durar varios meses al no correr ni una ligera brisa. Entre tanto la gente sigue con su vida pero estando muy pendiente del resultado.
17.- En 1978, un perro de aguas llamado Gumi, residente en el condado de Benton, Misuri, persiguió a un estepicursor durante varios días, llegando en menos de un mes a Montana. En 1985 se estrenó la película «Gumi y Guma», donde se narra su historia. Guma fue el nombre jocoso que un periodista de la Gaceta de Benton le puso al matojo rodante, dando la idea de que sería el amor de Gumi.
18.- Junto a Serpentario u Ofiuco, la constelación del Estepicursor es la 14ª que se sitúa en la eclíptica. Al igual que Serpentario, se considera perteneciente al Zodíaco pero no al horóscopo tradicional. Es una de las constelaciones listadas por Ptolomeo y la que tiene de este grupo el mayor número de enanas naranjas. Toma su nombre del dios griego Esthephicursor, condenado al vagar por Naxos después de seducir a Ariadna, que había sido abandonada por Teseo, que prefirió a Hipólita. Ariadna, con miedo a ser de nuevo abandonada, convirtió el hilo que usó con Teseo en el laberinto en una especie de ovillo, que comenzó a rodar movido por el viento. Entonces le indicó a Esthephicursor que lo siguiese. Si al cabo de un largo camino seguía enamorado de ella debía volver con el ovillo. Esthephicursor, sin embargo, se quedó con un grupo de náyades apenas dos kilómetros después de empezar.
19.- En algunas zonas pobres y secas de Méjico resulta común la expresión «tienes los ojos como rodadoras» cuando alguien muestra la mirada perdida a causa de la excesiva ingesta de alcohol.
20.- Ese estepicursor que viene de Bonanza.