El
Palmar de Troya
AVENTAJADOS
EMISARIOS DEL SEÑOR
Los
más mayores de entre Ustedes posiblemente recuerden a esta entrañable
secta católica. En la difícil época del tardofranquismo, cuando
incluso el régimen estaba contaminado por el ateísmo, Dios se fijó
en un curandero ciego español, llamado Clemente, y le nombró, unilateralmente,
Sumo Pontífice. La curia romana, también corrupta por el comunismo,
no aceptó la validez del nuevo milagro, e intentó marginar al nuevo
papa, sin duda porque era español, que ya saben cómo los extranjeros
nos odiaban durante el régimen de Franco, los muy envidiosos.
Clemente
estaba ciego de cuerpo, pero no de mente y alma, y rápidamente supo
ver hacia quiénes tenía que dirigir sus prédicas: naturalmente,
no a esa clase de tropa totalmente dominada por Acción Católica
o Comisiones Obreras (venía a ser lo mismo), ni entre los librepensadores
universitarios. No, amigos, Clemente se dio cuenta de que lo que
movía el mundo era el dinero, y que para asentar su mensaje tenía
que acaparar primero el máximo posible. Por tanto, ofreció a unos
cuantos empresarios españoles, obviamente reaccionarios, el privilegio
de nombrarlos obispos o cardenales, al igual que haría años atrás
la Iglesia Católica con nuestro Caudillo Franco. Un obispo vietnamita
mediante (como podrán ver, Clemente no era racista), varios empresarios
expulsados del Opus Dei por demasiado conservadores se vieron convertidos
en obispos del Palmar de Troya.
Inexplicablemente,
el pueblo español, sin duda influido ya por las funestas ideas del
régimen democrático, no acogió a Clemente y su mensaje de salvación
como se merecían, así que nuestro último Pontífice tuvo que ponerse
a la defensiva (haciendo honor a Su nombre) y su secta acabó en
la indigencia práctica, olvidada por todos.
Por
todos menos por nosotros, que desde esta página, como ven, queremos
recuperar, en la medida de lo posible, el gigantesco torrente de
ideas y creatividad que supuso el régimen de Franco en el único
plano que importa: el divino (no podía ser de otra manera). Para
que comprueben por sí mismos hasta qué punto con el Palmar de Troya
enterramos lo mejor del pensamiento hispánico, transcribimos un
comunicado emitido por el "Papa" Clemente a la apertura
de las primeras Cortes españolas de 1977. Para preservar en la medida
de lo posible toda la riqueza del mensaje papal, hemos incluido
todas las faltas, sintácticas y ortográficas, que el mensaje primitivo
incluía (recuerden que el pobrecito Clemente era ciego y estaba
rodeado de monjitas y buenos sacerdotes ultracatólicos, así que
tiene excusa).
"ARCHIDIÓCESIS DEL PALMAR
DE TROYA. SEDE PRIMADA. ORDEN DE LOS CARMELITAS DE LA SANTA FAZ:
queremos
decir, con valentía y con voz alta y potente, que la masonería es
una invención satánica para intentar destruir la Iglesia. Nos, queremos
recordar a todos los fieles, los innumerables mártires producidos
por la terrible persecución marxista, comunista, socialista, etc.etc.
Nos, otra vez nos vemos obligado a hablar de la Católica España;
pues, esta Nación, sufrió terriblemente las horrendas persecuciones
de los comunistas durante la diabólica 2ª República Española. Un
día no lejano, elevaremos a los altares a los innumerables mártires
de España, que fueron vilmente asesinados por los comunistas (por
lo visto, Juan Pablo II se le adelantó -en lo de beatificar, no
en lo otro). El amor y la protección de la Santísima Virgen María,
nos dió un Santo Caudillo, Francisco Franco, Jefe Supremo de la
Santa Cruzada Española contra el comunismo. Nos, en honor a la verdad,
hemos de decir que, los 40 años del carismático gobierno de Franco,
ha sido la paz más bella y santa que España ha vivido. Amadísimos
hijos, Nos, os anunciamos proféticamente, para que esteis preparados:
España nuevamente caerá por un tiempo, y vivirá sujeta bajo la tiranía
comunista (aquí acertó de pleno).
Pues,
los mismos asesinos, crueles criminales, energúmenos, que martirizaron
a tantos católicos durante aquella República, han vuelto y tienen
sus escaños en las Cortes Españolas. La sangre de tantos mártires
reclama santa venganza contra esos malditos comunistas. Amadísimos
hijos, rogad a a Virgen del Pilar que recuerde la promesa que hizo
al Apóstol Santiago. Pues, en nombre de esa promesa, pedimos angustiadamente
que la Fe en España permanezca hasta la consumación de los siglos.
Amadísimos hijos, tened valentía y preparad otra santa cruzada;
mienras Dios de fuerzas a Nos, no os faltará nuestro aliento y nuestra
Bendición apostólica.
Nos,
como Vicario de Cristo en la Tierra, como Sumo Pontífice, con valentía,
por el presente Documento lanzamos la excomunión contra el Gobierno
de España. O estamos con Cristo o estamos contra Cristo. Amadísimos
hijos, si ha llegado la hora de nuestro martirio, rogad por Nos;
pues, somos de carne y hueso, con el correspondiente miedo al martirio;
mas, la fuerza de Dios, la protección de la Virgen María, San José,
Santa Teresa de Jesús, el Apóstol Santiago y vuestras oraciones,
harán posible que, Nos, seamos valiente y fuerte.
Nos,
como Doctor Universal de la Iglesia, asistido por el Espíritu Santo,
y con pleno conocimiento de causa, encabezamos esta lista con la
egregia figura de Francisco Franco, elevándole a la gloria de los
altares. Y continuamos esta hermosa lista con José Antonio Primo
de Rivera, asesinado por los comunistas el 20-XI-1936, en la cárcel
de Alicante. Y seguimos esta lista con el gran Almirante Luis Carrero
Blanco. Nos, unimos a esos tres insignes Santos, los varios cientos
de miles de mártires de la Santa Cruzada Española contra el comunismo,
independientemente que, en su día, se haga por separado a algunos
sobresalientes mártires".
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