Supervivientes
Aquellos
chalados de la Isla del Caribe
La
reunión
Ya
están todos juntitos en la Isla Bonita. Tras avatares de
diversa índole (percances físicos incluidos) los dos
mermados grupos han llegado al punto en que han debido unirse. Los
malos rollos están a flor de piel y los roces aparecen por
doquier. Realmente este programa, si no fuera porque el directo
parece ejercer un gran atractivo en la audiencia española,
tiene elementos bastante atractivos.
Las
vendettas
Excelente
imagen la que están dando los concursantes del Equipo Norte
quienes, no contentos de perder casi todas las pruebas van y largan
al único miembro de su equipo medio capaz. En estos momentos
el equipo es un grupito de niñas pavas y pagadas de sí
mismas que revolotean en torno a un diseñador de motos, Xavi,
envidioso y patético. Como a él le fastidia profundamente
que alguien a su alrededor haga gala de un mínimo de inteligencia,
ya que ello pone en evidencia su propia estupidez, se ha cargado
a Eduard a base de una confabulación infantiloide. Menos
mal que el tal Eduard les hizo ya la cabaña en su día,
porque si no no sabemos dónde dormirían. Ya ven la
democracia a lo que habría conducido a las civilizaciones
primitivas, a expulsar a los elementos más brillantes. Gracias
Supervivientes empezamos a entender algo más a Platón
y su república.
Las
eliminaciones
Las
pruebas de Survivor son uno más de los elementos que indudablemente
contribuyen a aburrir a la audiencia. Porque, sinceramente, llevarse
a los concursantes a miles de kilómetros de distancia para
después hacerles unas pruebas que se parecen sospechosamente
a las del 1,2, 3 versión gymkhana, pues qué quieren
que les diga.
En
fin, por medio de estas pruebas se determina qué equipo debe
seleccionar a uno de sus miembros para largarlos. Hasta el momento,
como es lógico, las eliminadas son mujeres. Se trata de una
política lógica, pues todas ellas están demostrando
ser bastante inútiles y más bien un estorbo que una
ayuda para sobrevivir. Como ni cazan ni pescan ni ayudan
ni cocinan mucho (no hay gran cosa que cocinar) sólo pueden
aspirar a aportar algo ofreciendo sexo a los machos que las sustentan.
Sólo las que estén dispuestas a escenificar con toda
su crudeza cuál es el papel de la mujer en una sociedad no
del todo civilizada pueden aspirar a durar. Y así está
ocurriendo. De hecho ya se prevé algún conflicto en
los grupos a cuenta de mujeres incapaces que se pasan el día
haciendo arrumacos a hombres en celo y predisponiéndolos
contra otros hombres más activos e inteligentes. Esta tendencia
puede generar interesantes conflictos, y así Eduard empieza
a enfrentarse a una fronda mujeril, suponemos que en justo castigo
a haber sacado en más de una ocasión las castañas
del fuego a su grupo.
Los
inicios
El
primer día de Supervivientes: Operación Robinsón
no defraudó. A diferencia de Gran Hermano se intuye que aquí
puede haber malos rollos de verdad. ¿Por qué, en caso
contrario, el equipo que perdió la primera prueba no expulsó
a la simpática y monjil concursante inglesa cuya
vejez les penalizó gravemente durante la prueba y que, además,
cometió irregularidades que provocaron su pérdida
definitiva? Dudamos mucho que la elección de Maria Elena
para ser desterrada obedezca a que se haya establecido ya una regla
no escrita en este tipo de concursos que obligue a que la primera
eliminada sea una eximia representante del gracejo andaluz.
Lo que a buen seguro es una explicación más razonable
es pensar que la muchacha era todavía más insoportable
de lo mucho que ya nos pareció a los televidentes y que ese
tipo de cosas (véase el caso de Ania) se pueden llegar a
aguantar en una casa con todas las comodidades pero no en medio
de la selva, donde se requiere que todos arrimen el hombro.
Por
otro lado los dos grupos parecen tener ya dos cabezas visibles.
El grupo norte es capitaneado por Eduard, que parece inteligente
y prevemos por ello que les irá bien. Mientras tanto en el
grupo sur ha tomado el mando un oscuro trabajador de una empresa
de electrodomésticos, que habla muchísimo de todo
sin tener idea de casi nada y, en consecuencia, le auguramos un
áspero futuro hasta que no se deshagan de ese liderazgo.
Por otra parte la vida de este segundo grupo se está viendo
notablemente dificultada por lluvias y temporales, que les obligaron
a andar 4 kilómetros extras cargados con sus pertenencias,
lo que les provocó la lógica hambruna (y así
se han quedado sin comida rápidamente).
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