Periodismo
Independiente
La
Conspiranson contra el Imperio del Monopolio - Verano 2001
14/09/2001:
El Desastre en los medios
El
salvaje atentado terrorista contra Estados Unidos ha sido, desde
un principio, un acontecimiento orquestado y vivido en los medios.
Buena parte de la sensación que todos tuvimos en algún
momento, dada nuestra resistencia a creer en la magnitud del desaste,
era la de estar presenciando un estreno de una nueva película
de catástrofes o vivir una versión remozada, y terrorífica,
de la Guerra de los Mundos orwelliana "versión terrorismo".
Lamentablemente, no era ninguna de las dos cosas, sino un acontecimiento
televisivo de primer orden, que a través de la televisión
fue visualizado, buena parte en directo, lo que sin duda contribuyó
a aumentar aún más la ya considerable repercusión
del atentado. Vivimos en una civilización visual, en la que
la TV, que le ganó la batalla mediática por goleada
a Internet (salvo en lo que respecta a esta página, por otro
lado lo más alejado a la televisión que Ustedes encontrarán
jamás en la red, con la excepción de alguna página
cubana como la que nosotros mismos alojamos), es nuestra imagen
del mundo. La imagen del horror es también una imagen televisiva,
y más allá del horror, en el plano mediático,
quisiéramos hacer un par de comentarios que nos parecen relevantes:
- La
televisión, en EE.UU., es más que el medio más
importante. Es casi una forma de vida. La excelente realización
que nos llevó a todos las imágenes del atentado y
sus consecuencias tuvo parte de la culpa de que todos creyéramos
ver una película. La realidad tal como nosotros creemos que
es, si está bien contada, acaba pareciéndose mucho
al cine, y en un mundo en que por fortuna no estamos acostumbrados
a que las noticias alcancen las cotas de catástrofes que
muestra el cine es lógico que nos quedemos perplejos al comprobar
que nuestras sospechas eran ciertas y la realidad, a veces, supera
la ficción o se asemeja a ésta. Perdonen por la empanada
mental.
- La CNN, como única cadena auténticamente global,
ha vuelto a apuntarse un tanto importante, como siempre que hay
una guerra o un conflicto de cierta importancia en el mundo. La
CNN son los ojos del mundo, y aunque desde luego este no es el momento
adecuado para hacerse este tipo de preguntas, cabe decir que la
procedencia homogénea de estos nuevos medios globales supone
un peligro solapado para el pluralismo, sin que estemos viendo fantasmas
autoritarios ni conspiraciones judeomasónicas, sino simplemente
constatar un hecho. En el mundo, la información es unidireccional
(haciendo ayer Opinión
Publicada para ver las reacciones del atentado las pasé
canutas para encontrar un medio árabe en un idioma occidental
que trajera algún tipo de opinión sobre el atentado;
los pocos que había habían sido actualizados, a lo
sumo, la semana anterior; eso sí, les prometo una próxima
visita a la agencia de noticias iraquí, de cada tres noticias
dos son actos o declaraciones de Sadam. Precioso).
En
otro orden de cosas, no podemos resistirnos a comentar brevemente
algunas de las meteduras de pata y barbaridades que se han podido
oír en los medios españoles en estos días:
- Ángels
Barceló anunciando en Tele 5 que estamos viendo "una
simulación por ordenador" del ataque a las Torres Gemelas
mientras nosotros, atónitos, asistíamos, por enésima
vez, al visionado de las imágenes del ataque real.
- María
Teresa Campos: La buena señora ha afirmado que este ha
sido "el acontecimiento más importante del siglo".
Aclaró que se refería al siglo pasado, lo cual ya
es en sí curioso, pues ¿cómo puede un hecho
del siglo XXI ser el más importante del siglo XX? Si se hubiera
quedado en "este es el acontecimiento más importante
de los nueve meses que llevamos de siglo XXI" habría
quedado bien, pero el caso es que los contertulios se le echaron
encima recordándole los bombardeos de Dresden, Hiroshima,
y otros hechos más catastróficos que el del pasado
martes. Respuesta inefable de la Campos: "Sí, pero esos
no pudimos verlos en directo por televisión". Impresionante.
La TV se ha convertido en el único factor interpretante de
la realidad. Siguiendo esta lógica, lo de ayer fue importante
no en sí mismo sino por los excelentes planos del choque,
en directo, que nos ofreció la TV americana.
- A las doce de la noche corrió el rumor de que EE.UU. estaba
bombardeando Kabul, concretamente el aeropuerto. Este cronista manifiesta
su absoluta ignorancia de cómo es posible bombardear Kabul,
pues no sabría decantarse por las mezquitas o las chabolas
de una ciudad destruida en repetidas ocasiones. Un listo en Onda
Cero de cuyo nombre no consigo acordarme, viendo las imágenes,
sentenció: "Es un ataque con misiles crucero, lanzados
desde la US Navy. (Lo sé porque) hay pocas explosiones, demasiado
pocas para un ataque con aviones". Naturalmente, luego se supo
que en realidad se trataba de un ataque sorpresa de los rebeldes
contra los talibanes, aprovechando la confusión del atentado,
a lo sumo armados con mosquetones, kalashnikov y morteros, difícilmente
confundibles con misiles Tomahawk.
- Por último, en la tertulia de La Ventana de ayer, el inefable
Boris
Izaguirre puso, una vez más, el dedo en la llaga: "Todos
nos preocupamos mucho por la desaparición del World Trade
Center, pero no vi la misma preocupación cuando los talibanes
destrozaron los budas. Esto denota un repugnante eurocentrismo".
Dejando aparte la indudable importancia artística para todo
el mundo mundial de esos magníficos budas de cuya existencia
ninguno de Ustedes, salvo los licenciados en Arte Afgano, tenía
ni la menor idea hasta que los vieron por la tele, está el
pequeño detalle, olvidado por Boris, de que junto a las Torres
Gemelas también se segaron las vidas de un número
de personas terrible, aún por determinar, y que los talibanes
no destruyeron los budas con 747 llenos de pasajeros. Por supuesto,
todos los contertulios le dieron inmediatamente la razón
a Boris.
12/07/2001:
El Grupo Correo ve la luz
El
pasado domingo, el suplemento El Semanal, propiedad del Grupo Correo,
distribuido junto a numerosas cabeceras de prensa regional, ya sean
propiedad de este grupo o simplemente asociadas, tuvo el buen tino
de hablar de esta Página en el contexto de un reportaje sobre las
páginas de humor en Internet. Y, naturalmente, poniéndonos bien
(¿Qué mejor manera hay de hablar de nosotros que comentar cosas
sobre nuestra sección más importante, Gran Hermano? Pues hacerlo
junto con referencias a la sección de Deportes, pero nadie es perfecto).
Se
da la circunstancia de que el Grupo Correo es el único conglomerado
mediático español, si la memoria no me falla, que hasta el momento
no hemos criticado implícita o explícitamente en La Página Definitiva.
Siguiendo una sencilla regla de tres, esto quiere decir que hoy
por hoy el grupo de medios de comunicación con más predisposición
a comprarnos debería ser justamente el Grupo Correo. Pero no piensen
que por ello La Página Definitiva va a perder su acendrada independencia.
No nos casamos con nadie, y nunca lo haremos. Están listos estos
del Grupo Correo si se creen que venderemos nuestra ética periodística,
nuestro compromiso deontológico, por un puñado de dólares.
Por
eso, queremos decir, en voz bien alta y potente, que en verdad el
Grupo Correo es el mejor grupo periodístico en cuyos contenidos
jamás se hayan posado ojos humanos. Es increíble la calidad que
tienen todas y cada una de sus publicaciones participadas, desde
El Correo Español hasta Las Provincias. Es sintomático que Tele
5 se haya convertido en la "más mejor" televisión del país desde
el preciso instante en que el Grupo Correo tomó firmemente las riendas.
No en vano es en Tele 5 donde se emite el experimento sociológico,
¿sabeh? En resumen, desde la objetividad que nos caracteriza sólo
podemos decir que el Grupo Correo es tan maravilloso que casi, casi,
se parece a nosotros. Y ya puestos, ¿por qué sus jerifaltes no extraen
las consecuencias lógicas de esta evidente similitud?
En
resumen: Hotel y domicilio. Aceptamos VISA.
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