Periodismo
Independiente
La
Conspiranson contra el Imperio del Monopolio - Invierno 2002
25/01/2002:
Polanko's
Si
hay una cosa clara en estos momentos en el panorama de la televisión
digital es que la famosa Guerra Digital no ha logrado hasta el momento
coronar a ninguno de sus participantes como vencedor. Hasta la fecha
todos pierden. Pierde Polanco, que ve como Canal Satélite
Digital lastra severamente sus cuentas (lo que puede significar,
no obstante el esfuerzo económico, más bien la sangría
que ello ha costado, que a lo mejor sí hay ganador en esta
guerra) y pierde Telefónica (esta última pierde tanto
que parece más claramente fatigada con este asunto que nunca).
Los
movimientos se suceden, una vez constatado que el famoso break
even de ninguno de los negocios digitales está, ni mucho
menos, cercano.El grupo Prisa acaba de emitir un comunicado de prensa
desmintiendo las informaciones difundidas en algunos medios de comunicación
sobre supuestas negociaciones para modificar la actual estructura
accionarial de Sogecable. Las informaciones en cuestión son
las aparecidas en "El Mundo", que informa (ahora
ya ni siquiera alerta de una posible fusión de ambas
plataformas digitales que pudiera dejar todo el negocio en manos
de Polanco, como síntoma de cuánto han cambiado las
cosas) de cómo la salida profesional a la crisis del sector
pasa por la concentración, y cómo para ello se está
barajando la salida de Prisa del accionariado de Canal Satélite,
que quedaría en manos de Vivendi-Universal, limitándose
Polanco a suministrar contenidos con Canal Plus como referente.
Por el momento PRISA desmiente rotundamente la existencia de esta
operación, asi como el que se tenga intención de escindir
CANAL SATELITE DIGITAL.
En
cualquier caso seguimos, muy interesados, atentos a estos movimientos.
15/01/2002:
El Imperio Contrataca
El
inicio de 2002 ha dado lugar a una muestra más del poder
del Reverso Tenebroso de la Fuerza. La larga mano de Polanco y de
Felipe tiene que estar detrás, debe estar detrás,
del escandaloso caso de abducción que hemos presenciado estos
días.
César
Alierta, hombre de confianza de Aznar colocado a la cabeza de Telefónica
para relevar al injustamente ajusticiado caudillo de la Nueva Economía
que fue Juan Villalonga, se
la ha metido doblada a Pedro Jeta Ramírez.
Como
todos sabrán, un hombre de bien como Aznar supo desde el
princpio que España merecía un gran grupo mediático
construido a golpe de talonario. Y allí se fue Telefónica
de compras: Antena 3 TV, Onda Cero, Vía Digital... La cosa
iba viento en popa, y a Pedro Jeta todo le parecía fantástico,
pues su periódico firmó sendos acuerdos con estas
empresas que, básicamente, permitían al Director más
Probo de la prensa española multiplicar su presencia y, suponemos,
sus ingresos.
Pero
hete aquí que algo ha ocurrido en el Paraíso Moncoal,
donde P.J.R. ya no es tan bien visto como antaño. Estas cosas
pasan, ¡qué se le va a hacer! César Alierta,
que parecía un buen tipo, no ha hecho buenas migas con la
constante interferencia de un tipo, el periodista-director el "El
Mundo", que patroneaba alegremente empresas por las que Telefónica
había pagado una pasta (y con las que pierde otro potosí
ejercicio tras ejercicio). En vista de cómo está el
panorama empresarial, Alierta debe haber llegado a la conclusión
de que no era excesivamente inteligente pagarle a P.J.R. toda una
batería de radios, televisiones y demás por la cara,
gratia et amore. Y se ha hartado. Hasta el punto de que ha
optado por modificar el organigrama de los medios de Telefónica.
En
primer lugar Admira (antigua Telefónica Media) ha comprado
el Canal Gran Vía a Vía Digital y ha vendido Onda
Cero a Antena 3-TV. Estas operaciones permiten aclarar algo el panorama
en la compañía, que es accionista de un conjunto radio-TV
(Antena 3) junto a otros socios y de Vía Digital con otros.
Pero, por otra parte, posee en su totalidad el canal de mejores
contenidos de la plataforma digital. A la lógica de la maniobra
se añaden dos ventajas: compartir las pérdidas de
Onda Cero con el resto de accionistas y preparar el terreno para
una fusión Vía-CSD (al quedarse con Gran Vía
Telefónica puede aspirar a una absorción de Vía
en la que la compañía telefónica quedara como
suministradora de contenidos).
Pero,
sobre todo, esta reordenaicón ha venido acompañada
de una drástica decisión: nuevos jefes en Admira y
en las empresas participadas. Lo que significa, poco más
o menos, que Alierta está harto de que Pedro Jeta pastelee
en sus teles y radios. Alierta debe haber pensado que si P.J.R.
quiere presencia mediática pues que se la pague.
A estas
pretensiones de Alierta P.J.R. ha respondido como todos sabemos:
- Ante
el rumor: "toque de atención"
- Ante
la confiamción de que Alierta iba en serio: "lanzamiento
de torpedo a la línea de flotación"
El
Mundo
promete deleitarnos con más muestras de periodismo de investigación.
Esperamos impacientes la explicación de cómo Alierta
es en realidad un agente, ¿saben quién? Pues claro,
del Imperio del Monopolio polanquista. Y muy peligroso, pues se
ha inflitrado en Moncloa.
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