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sobre las Noticias - Otoño 2000
14/12/2000:
Gran Hermano vuelve a vigilarte
La
productora Zeppelín comienza a afanarse buscando a los futuros
héroes de la sociedad española en el inminente "Gran
Hermano 2001"; los nuevos concursantes de "2001: Una odisea
en la Casa del Gran Hermano" lucharán durante meses
por el suculento premio de vaya Usted a saber cuántos millones,
como lo hacían los simios de la afamada película de
Stanley Kubrick ante un monolito que, hoy lo sabemos, no podía
ser otra cosa que la televisión.
Aunque será difícil superar los niveles de auténtica
españolidad a que nos sometieron María José,
Jorge, Iñigo, Ania, Iván,... en la edición
2000, confiamos ciegamente en la capacidad de los estrategas de
la productora para encontrar a auténticos monstruos (televisivos
y de los otros) que satisfagan la sed de televisión de calidad
de la siempre entendida audiencia, que, como ha demostrado con el
fiasco de El Gran Autobús, ya no se conforma con telebasura
de cualquier clase.
La vuelta de Gran Hermano constituye, indudablemente, una buena
noticia, no sólo para Ustedes, que ya comenzaban a cansarse
de tanto fútbol, sino también para nosotros, que no
sabíamos ya que hacer para ignorar lo más posible
nuestro malhadado especial sobre el Gran
Autobús de Antena 3 (aunque nos consuela saber que, en
cierta medida, no somos sólo nosotros los que no prestamos
atención alguna al bodrio, sino que compartimos el desinterés
con 40 millones de españoles); por no hablar de que gracias
a Gran Hermano podremos volver a nuestros viejos tiempos de promocionar
en el foro que sin duda Terra habilitará al efecto, para
que miles y miles de nuevos Ustedes puedan conocernos (para su desgracia).
18/11/2000:
Un buitre sobrevuela el País Vasco:
Y,
sorprendentemente, no se trata del buitre (perdón, águila)
del NODO, pese a las entrañables fechas en las que nos encontramos.
El carroñero que se emperró en visitar EuskalHerria
no es otro que el Príncipe Felipe, a la busca de intelectuales
dadivosos que le hagan una donación similar a la que los
mallorquines hicieron con su papá para poder construirse
su principesco Palacio.
La
verdad, lo normal en estas situaciones sería hablar de lo
malos que son los del PNV por criticar al Príncipe (Algunos
buitres han venido a nuestro país desde su zarzal,
sutil metáfora), pero por lo inhabitual del hecho (recuerden,
aquí hay libertad de expresión, pero es evidente que
a nadie le interesa indagar en los negocios de Su, por lo demás,
austera Majestad y acólitos) la verdad es que casi no ha
gustado el asunto, hacía tiempo que nadie decía nada
sobre la Familia Real nada malo, claro, que ahora no celebramos
el 25 aniversario de la muerte de Franco, sino el de la llegada
de la Monarquía-, los últimos han acabado en la nevera
política para muchos años, y aunque no nos hace sentirnos
especialmente orgullosos el hecho de que ETB sea el único
medio en acompañarnos en nuestra crítica a la Monarquía
(con mucho menos estilo que nosotros, claro), pues algo es algo,
oye.
07/11/2000:
La campaña USA en los medios
Los
EE.UU. son, como Ustedes saben, la mayor democracia del mundo, lo
cual quiere decir que absolutamente todos los procesos democráticos
dependen de los medios, particularmente la TV, para sobrevivir.
A lo largo de toda la campaña, ambos candidatos se han caracterizado
por utilizar de forma impía los anuncios en televisión
para acercarse al público y, sobre todo, para atacar al oponente,
labor esta última en la que Bush comenzó fuerte (recuerden
los burocrátas de Washington del Partido Demócrata,
asimilados hábilmente con Rats) pero en los últimos
días ha sido ampliamente superado por Al Gore, ese fidedigno
representante de la Alta política que no ha dudado
un momento en recurrir a los más sucios trucos para intentar
desesperadamente reducir la distancia que le separa del Hombre
común (el hombre medio en EE.UU. debería freír
a unas 200 personas en la silla eléctrica cada cuatro años;
tomen nota).
En
Europa, como ya es costumbre, la opinión pública (es
decir, los periodistas) reacciona escandalizada ante los usos mediáticos
de las campañas americanas. Absurdo, pienso yo. ¿Acaso
no es un suculento pastel publicitario el que se reparten las televisiones
americanas, un bocado que las nuestras nunca rechazarían?
¿Acaso se le ocurre a alguien un medio más democrático
de llegar a la audiencia que programar propaganda política
en los intermedios del Tómbola?
El
mecanismo de la publicidad política en EE.UU. es muy sencillo:
como todos los candidatos son bastante burros, el que tiene más
dinero para invertirlo en propaganda televisiva gana; hay excepciones,
naturalmente, como el Gobernador de Minnesota, Jesse Ventura (pero
claro, él es luchador de Wrestling, ese nuevo circo romano
de opereta que tanto gusta al público americano), pero por
lo general la mediocridad impera. Y en el desierto de la política
americana, hay que confesar que Bush ha ganado la campaña
por varios cuerpos de ventaja (no sabemos si los cuerpos de los
condenados con la pena capital u otros cuerpos, pero varios, al
fin y al cabo); en las campañas de imagen lo que cuenta es
la credibilidad, y para tener credibilidad da igual saber cosas
de las que el público no tiene ni idea; al final todo se
reduce a ¿Le compraría Usted a este hombre un
coche usado?, y los americanos le comprarían muchos
más coches a Bush, primero por sus relaciones con las grandes
petroleras, con el ahorro de gasolina que supondría, segundo
por el talante burócrata de Gore (imaginen qué pesadez,
rellenar un formulario detrás de otro para comprar un coche
de nada), y en tercer lugar porque el Gobernador de Texas tiene
poderosos argumentos para persuadir a los reticentes a comprarle
un vehículo (la silla eléctrica de nuevo).
Puede
que Ustedes piensen que el espéctaculo de las elecciones
americanas es lamentable, todo lo contrario a lo que deberían
ser unas elecciones democráticas al uso. Pues relativamente,
porque al menos los medios americanos de referencia
(la prensa y los talk shows) tienen la honradez intelectual
de recomendar el voto por uno u otro candidato, sin que ello destruya
totalmente la objetividad en el plano de la información.
Es decir, justo lo contrario que aquí, donde nuestros medios
independientes dicen las barbaridades que les parece
continuamente, mezclando opinión e información mientras
pretenden preservar su aureola de independencia.
03/11/2000:
Éxitazo de audiencia de Ana Rosa Quintana
La
reina de las tarde de Antena 3, Ana Rosa Quintana, se está
llevando de calle a la audiencia en los últimos días.
Hasta miembros de la elite intelectual del país como son
redactores de esta página están empezando a convertirse
en fieles de su programa. El revuelo organizado en torno a su éxito
literario (que ella gentilmente, como ahora explica, trató
desde el primer momento de compartir con su colaborador
como Ana Rosa lo llama) no sólo ha servido para agotar los
stocks del producto en las librerías sino que está
permitiendo a Antena 3 un liderazgo espectacular en la franja de
tarde.
Dada
esta situación recomendamos a los responsables de Antena
3 que pongan a los chicos del Bus y a Jesús Vázquez
a escribir libros, preferentemente con títulos con gancho
como Hamlet o Don Quijote de la Mancha,
para ver si así la audiencia remonta (que lo dudamos, pero
bueno). En cualquier caso esta medida puede ser peligrosa, pues
mucho nos tememos que a lo mejor no estamos ante las consecuencias
del conocido dicho de que lo importante es que hablen de uno aunque
sea bien. Es posible que el programa de Ana Rosa fuera hasta
ahora injustamente despreciado por su público potencial,
que identificaban a la periodista con una escritora intelectual.
Aclarado que Ana Rosa no es ni lo uno ni lo otro la verdadera comunión
marujil público-presentadora está logrando un envidiable
éxito.
28/10/2000:
Llega El Gran Marciano
Efectivamente,
por si todavía no estaban saturados de porquería de
todo tipo (autobuses,
islas
desiertas, Ana
Rosa Quintana ...) los gentiles promotores culturales de este
país van a tener la delicadeza de darnos todavía más.
Tras haber quedado meridianamente claro que Gran
Hermano es difícilmente imitable con éxito, pues
se trata de telebasura en estado puro, la idea que ha surgido es,
en vez de copiarlo, clonarlo en otro soporte. El éxito del
programa de Tele5 es merecido, no nos cabe duda de ningún
tipo. Y la clave de su éxito reside en los concursantes:
una panda de patéticos
perdedores absolutamente genuinos, no como los imitadores de
medio pelo que les han surgido ahora, que tratan desesperadamente
de parecer lamentables pero que carecen de esa autenticidad tan
necesaria en la televisión.
De
manera que el siempre atrevido cine español ha visto una
oportunidad difícilmente igualable si de lo que se trata
es de empeorar todavía más su calidad media y se ha
lanzado a fichar a las verdaderas estrellas de Gran Hermano: sus
inefables concursantes. La película, titulada El Gran Marciano,
triunfará indudablemente en taquilla como sólo los
bodrios oportunistas pueden hacerlo (películas de chiquito
de la Calzada, bodrios como Muertos de Risa) y la profunda
estulticia de nuestra sociedad fomenta.
Los
chicos que se conocieron en la Casa de Soto del Real, dirigidos
por una de esas jóvenes promesas del cine español
que basta que dirija una película malísima y extraordinariamente
aburrida para fracasar en taquilla y autodeclararse artista
es Antonio Hernández (el que hizo Lisboa y que
ya se ha quitado la careta) simulan estar en una nave espacial varada
en Marte y, sorprendentemente, son filmados durante su vida
cotidiana sin que ellos se percaten. Tan original argumento
seguro que atraerá a las masas a las salas de cine, porque
la hábil promoción que se está realizando del
film resalta los diálogos que podremos escuchar y que, como
no podía ser de otra manera, son verdaderas joyas: "sabes
que en el mundo pasan cosas raras, así que piensas que bueno,
que te ha tocado" (Mónica, mujer de experiencia, suelta
una de sus grandes verdades de la vida); "hubo momentos en
los que nos lo tomamos incluso de forma trágica" (Nacho
siempre pone el toque de sensatez y es capaz de emplear palabras
esdrújulas, para que luego critiquen el sistema español
de enseñanza); "el único problema era pensar
si, al igual que en la tele, sólo íbamos a quedar
uno" (Jorge no parece afectado por la ruptura de sus sincera
relación don Mari Jose y promete enseñarnos lo que
se hace en Kosovo para ligar); "hombre, claro, yo espero hacer
mucho cine durante mucho tiempo" (Ania manifiesta su deseo
de competir con lo más granado de la profesión: los
actores españoles); "pasamos mucho acojone con el tema
militar porque, claro, eso podía ser una amenaza para la
humanidad" (Israel, como siempre, tan esotérico).
01/10/2000:
Antena 3: ¿Adónde vas triste de ti?
Parece
ser que el sino del vehículo fantástico de Antena
3, El
Bus no es otro que el de patinar, tanto en las carreteras
españolas como en las audiencias, las que han caído
en picado desde el día de su estreno cuando se despertó
cierta expectación, desde entonces la caída en las
audiencias ha sido progresiva hasta tal punto que Endemol ha llegado
a la conclusión de que hay que meter sexo como sea para levantar
los ánimos de la audiencia española. Pero, ¿Cómo
demonios pretenden que los espectadores (que en ocasiones son más
inteligentes de lo que creemos) se interesen por esta caterva de
imitadores de los papanatas de Gran Hermano, (quienes con todas
las pegas que podamos encontrar, por lo menos fueron los primeros
y no tuvieron la opción de copiar a otros). Sin embargo,
los concursantes de El Bus saben dónde están y no
desaprovechan la ocasión para lucir sus modelitos, posar,
hacerse los simpáticos, los víctimas, etc. Si poco
había de auténtico en Gran Hermano, en este programa
lo que hay es un cachondeo impresionante y unos concursantes que
parecen haber sido sacados del más desgarbado de los after
hours ibicencos . ¿Se han dado cuenta de la pinta que tienen
por ejemplo los tíos? Tanto el moreno, más amanerado
que un abanico, como el rubio imposible con un corte a lo Guti,
parecen dos seres totalmente asexuados, que a buen seguro dudarán
a quien arrimarse en la cama multiorgía. Por cierto, ignoraba
yo que lo más in entre los topeguay es, vestirse con mono
naranja butano; pero claro, para eso está la tele para que
los que no añadimos ropa en nuestro armario más una
vez al año, tomemos buena nota del buen gusto que tenemos
pasando olímpicamente de toda suerte de tendencias bajoqueras:
¿se imaginan que un futuro todos vistamos de butanito? Pues
todos deberemos agradecérselo a nuestro mari castaña
preferido, el único hombre capaz de estar más tiempo
frente al espejo que sus propias compañeras de viaje.
A este
paso, no me extrañaría que le ocurriera a El Bus lo
que le ha pasado a La central del descarriadín Jesús
Vázquez (quien en A3 no levanta cabeza) y que el programa
caiga a las primeras del cambio. Y es que la audiencia es soberana
y la telebasura acaba por cansar hasta al más sufrido de
los espectadores.
30/09/2000:
Rutilante inicio de la temporada de otoño en Antena 3
Además
de las discretas prestaciones de su flamante autobús Antena
3 pretendía reforzar su programación con un espacio
pensado para contrarrestar el poderío de las Crónicas
Marcianas de Javier Sardá. Para ello, en la línea
de la cadena, optaron por copiar el formato rival y rebajar, si
eso es posible, todavía más la calidad de la emisión.
Además recurrieron a un presentador que es acompañado
por el éxito con una determinación sólo comparable
a la rapidez con la que él logra escabullirse del mismo:
Jesús Vázquez. Está visto que este chico toca
todo lo que convierte con sus músculos de gimnasio en un
cadáver televisivo y el programa La Central desaparece
ya, tras escasas dos semanas, de las ondas. Confiamos en que Vázquez
pueda encontrar acomodo en algún programa más apropiado
para sus capacidades, preferentemente en una cadena temática
dedicada a los gimnasios y las saunas.
28/09/00:
Gallardón sigue desmarcándose
Del Gobierno, naturalmente. Nos enteramos de que Alberto Ruiz Gallardón,
"esperanza blanca" de los sectores más centristas
del PP (y curiosamente, muy cercano a la Santa
Obra), ha decidido privatizar Telemadrid mediante el procedimiento
de la subasta.
En
primer lugar, no entendemos el motivo de la privatización
de Telemadrid. ¿Acaso no es un instrumento esencial de la
Comunidad (histórica) de Madrid para normalizar su lengua
propia? ¿Acaso en Telemadrid no tienen cabida las peculiares
manifestaciones culturales madrileñas ahogadas por el Estado
centralista opresor? Se empieza privatizando Telemadrid y se acaba
por no conceder la licencia de las futuras televisiones asturiana
y aragonesa, que sin duda constituirán el medio más
importante con vistas a fomentar el uso de lenguas tan importantes
como el Bable y la Fabla, respectivamente.
Por
otro lado, el oportunismo de Gallardón y su capacidad para
echar leña al fuego no tienen desperdicio. Convocando una
subasta (pendiente de ser aprobada por el Gobierno) se asegura no
ser salpicado por el espinoso asunto de las licencias UMTS,
con el agravante añadido de que la base para fomentar la
subasta es "el excelente resultado al que han llegado los gobiernos
europeos que han seguido este procedimiento". ¿Pero
lo importante no era asegurar una considerable inversión
de las empresas, razón por la cual se convocaba el concurso?.
Por
último, teniendo en cuenta el déficit de Telemadrid,
cifrado en 29.000 millones de pesetas, añadido a que, restando
la subvención del Gobierno autonómico, la cadena pierde
unos 7.000 millones más al año, no nos cabe ninguna
duda del interés que reúne esta licencia en los ámbitos
relacionados con la Nueva Economía. Una oportunidad así
de perder dinero no será desperdiciada, a buen seguro, por
los grandes emporios económicos. Además, pueden empezar
a perderlo desde el principio, porque si en condiciones normales
una subasta del PP sería una competición cerrada entre
Telefónica, El Mundo, el ABC y la cadena COPE, la polanquización
obvia de Ruiz Gallardón nos hace pensar que el Imperio del
Monopolio intentará sentar sus reales en Telemadrid, lo cual
asegura ofertas aún más desmesuradas en la subasta.
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