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sobre las Noticias - Invierno 2001
11/03/2001:
Gran Hermano 2001 a la vuelta de la esquina:
Dentro
de una semana todos seremos un poco más felices. Porque exactamente
dentro de siete días "Gran Hermano 2001" volverá
a nuestras pantallas. Por si Ustedes pensaban que no habían
tenido suficiente experimiento sociológico, si estaban deseando
indagar en los más recónditos deseos del ser humano,
descubrir los impulsos que nos mueven a tomar decisiones en situaciones
límite (en la Casa del Gran Hermano, sin comerse una rosca,
ante 10 millones de espectadores y, además, nominado), si
aún no se había dado Usted cuenta de que los impulsos
que nos mueven son, por este orden, el sexo y el dinero, ... Ahora,
con GH 2001, tienen una oportunidad de oro.
En
el Especial que abriremos próximamente (comprenderán
que un acontecimiento del calibre de "Gran Hermano 2001"
no podía pasarnos desapercibido, por no hablar de que gracias
a él ganaremos visitas) daremos cumplida cuenta de su ansia
de saber más cosas sobre el programa, sus características,
sus personajes, las abundantes dosis de telebasura "sociológica"
que nos inocularán, ... Por el momento, les informamos de
que el programa durará 100 días, diez más que
el año pasado, y serán doce personas las que convivirán
en la Casa del Gran Hermano. Imaginamos que este año impedirán
que se hagan pactos para que decida el público quién
se marcha, con el lícito fin de incentivar los enfrentamientos
dentro del "hogar". Y un detalle entrañable: según
Tele 5, los participantes se caracterizan por "su acusada personalidad,
sus ganas de aventura y, sobre todo, su coeficiente intelectual,
superior a la media española". ¿Serán
intelectuales orgánicos los concursantes de este año?
¿Se nutrirá Gran Hermano 2001 de la flor y nata de
la cultura española? ¿Asistiremos a apasionantes debates
sobre la ontología del ser en la Casa del Gran Hermano? No
teman: Tele 5 nos aclara que los participantes de este año
son más listos de lo normal, "al igual que los de la
edición anterior" (!)
Y mientras
tanto, de alguna telebasura nos tenemos que alimentar. El Viernes
este cronista tuvo la ocasión de zapear por el panorama televisivo
hispánico y, al filo de la medianoche, he aquí lo
que encontró:
- En
Antena 3 comenzaba un programa llamado "Mujer 10" que
consistía, a grandes líneas, en que a las concursantes
se les sometía a todo tipo de vejaciones (consentidas, claro),
del estilo de, para demostrar que eran verdaderamente "mujeres
10", darle de comer a un bebé (de forma metafórica),
seducir a sus novios, pasar todo tipo de pruebas y, en general,
hacer el ridículo ante millones de personas. Todo ello aderezado
con gritos, bromas de mal gusto y Bertín Osborne presentando.
Antena 3 celebra, con retraso y de forma un tanto peculiar, el Día
de la Mujer Trabajadora.
- En Canal 9 nueva edición de "Debat Obert", presentado
por Cristina Tárrega. Por si esto no fuera suficiente, el
debate consistía, más o menos, en destacar que las
mujeres son todas unas zorras porque se casan por dinero con sus
pobres maridos y a veces ellos, claro, les pegan. Más Día
de la Mujer Trabajadora, en esta ocasión la mujer estaba
representada, además de por la Tárrega, por el más
espectacular elenco de marujas de peluquería que nunca se
había visto en televisión, únicas en gritar,
insultar y decir barbaridades "castizas". ¿A qué
espera Telemadrid para comprar los derechos y rellenar así
el hueco de Tómbola?
- Por último, en Televisión Española, nuevamente
comprometida con la calidad, pude ver unos minutos del programa
Todo en Familia, presentado, naturalmente, por Ramón García.
Lo que vi me convenció de que también en la Televisión
Pública saben cómo denigrar a los que en ella aparecen.
Un señor ataviado con lo que pretendía ser un uniforme
del Ejército colonial francés en África tocaba
una trompeta con singular falta de pericia, sin ser capaz de articular
dos notas seguidas. Antes de descubrir a qué obedecía
tal destarifo, lamentándolo mucho, apagué el televisor.
En
fin, ya ven que no sólo de Gran Hermano vive el televidente.
Desperdigadas por todas nuestras televisiones podemos encontrar
muy a menudo auténticas joyas de la telebasura. Sólo
es cuestión de no desesperar. Ya sabemos que da mucho miedo
encender el televisor y encontrarnos, así de golpe, con un
programa cultural, un documental de calidad o una película
"que te hace pensar". Pero no desesperen, el pluralismo
garantiza que con cambiar dos o tres veces de cadena encontraremos
lo que estamos buscando.
01/03/2001:
El fin de Tómbola:
El
director de Telemadrid, Manuel Giménez Alemán, ha
hecho gala, por una vez, de las intenciones que manifestó
al llegar al puesto y se ha cargado Tómbola de la programación.
Entonamos una homilía por el fin de uno de los pocos programas
que nos hicieron seguir creyendo en el medio. Si Ustedes no viven
en la Comunidad Valenciana o en la Comunidad de Madrid (conviene
recordar que, pese a lo que uno pudiera deducir de los comentarios
de la prensa nacional, Tómbola sólo podía ser
visto -y, por tanto, era visto- por el 25% de la población)
es posible que no hayan tenido el privilegio de seguir Tómbola
con la asiduidad que es aconsejable. En verdad les aseguro que después
de Gran Hermano Tómbola era uno de los mejores programas
de televisión que este cronista ha podido ver jamás.
Imaginen
un programa de unas cuatro horas de duración consistente
en que van famosos, y amigos y conocidos de los famosos, y un grupo
de periodistas impresentables (es decir, de periodistas) se dedican
a insultarles. Los famosos, que tampoco son mancos (a fin de cuentas,
si son famosos es por algo) contestan, y así in crescendo
durante horas y horas. ¿Alguien puede imaginar algo mejor?
¡Tómbola es el Paraíso en la TV!
Naturalmente,
los que tenemos el privilegio de vivir en Valencia seguiremos disfrutando
de Tómbola semanalmente, revisando nuestros vídeos
de Grandes Éxitos. Ya sé que es duro y que creen que
se lo digo para darles envidia, pero no se apuren: de telebasura
está el mundo lleno, sin ir más lejos están
los informativos, y además sólo quedan dos meses para
que comience "Gran Hermano 2001".
11/02/2001:
Lina Morgan: El Retorno II
Hace más o menos un año (25/02/2000)
les informábamos en esta misma sección de la inminente
vuelta de Lina Morgan a nuestras pantallas. Pues bien, Lina, fue,
vio, y a la audiencia no convenció, fracasando en horario
de máxima audiencia en TVE. La pregunta es: ¿qué
nos está pasando?¿Cómo es posible que el público
español le diera la espalda de forma tan desconsiderada a
una de nuestras artistas más exquisitas y sutiles?
Aquellos
eran tiempos en que el público, obnubilado por la telebasura
de Gran Hermano, no supo discriminar y dedicar un tiempo de su atención
a educarse, a formarse, a mejorarse como seres humanos, en suma,
siguiendo las andanzas de una "persona humana" del calibre
de Lina Morgan; ahora Lina lo vuelve a intentar, estamos seguros
de que facturará un programa, como es habitual en ella, de
gran calidad: y esa será su tumba.
Porque
los tiempos cambian, la audiencia envejece, y aunque Lina Morgan
es eterna, o al menos eso parece (¿cómo es posible
que, después de tantos años, siga por ahí inundando
la televisión de su inimitable sentido del humor?); además,
aunque Lina algún día (es ley de vida) deje de existir,
siempre estará en nuestros corazones. Lamentablemente, los
corazones de la audiencia no cuentan en el share, y conforme pasan
los años (ley de vida también) los seguidores de Lina
Morgan van abandonándonos. La sociedad del bienestar permite
alargar la vida de la gente mucho más allá de lo imaginable,
pero todo tiene un límite. Los programas de Lina Morgan,
y la audiencia de Lina Morgan, e incluso la propia Lina Morgan,
también. Los programadores de TVE, siempre comprometidos
con la televisión de calidad, fieles al servicio público
que son, siguen ofreciéndonos cosas como Hostal Royal Manzanares
en plan programa educativo. Al principio (aunque no solíamos
ver Hostal Royal Manzanares) pensábamos que Lina Morgan era
un auténtico bodrio, pero ahora que el grueso de la sociedad
ha pasado a hacer lo mismo que nosotros (no ver sus programas) estamos
tentados de pensar que, vistos los continuados fracasos de audiencia,
Lina Morgan es auténtica "Televisión Educativa".
Y la
mejor manera de demostrarlo es, justamente, dejarles aquí
un par de pinceladas de lo que puede ser la nueva serie de nuestra
universal artista, titulada "Academia de baile Gloria":
- Mestizaje
y tolerancia (citamos de El País): "Por su academia
circulan personajes de todo tipo, aunque la serie riza el rizo del
guiño a los homosexuales con dos personajes gay: un profesor
de baile español ("homosexual de sensibilidad a flor
de piel') y La Obús, un alumno travestido que trabaja de
descargador mientras ahorra para la operación de cambio de
sexo". El segundo personaje, ¿qué sensibilidad
tiene? Sin comentarios.
- Televisión innovadora (volvemos a citar de El País):
"Lina Morgan vuelve a Televisión Española para
hacer lo de siempre: 'Voy a hacer lo mismo, sólo que con
un guión muy divertido'". En sus anteriores apariciones
por TVE, ¿cómo consideraba Lina el guión? Nuevamente
sin comentarios.
28/01/2001:
Por favor, programen algo:
La
añoranza por programas de calidad en nuestras antenas como
el ya mítico Gran Hermano 2000 está comenzando a convertirse
en un auténtico "fenómeno fans". Desde el
momento en que la muerte de Pedro Carrasco se convierte en la principal
noticia del fin de semana (lo de los funcionarios, asesinatos de
ETA, Pinochet, vacas locas, etc. Son nimiedades, por lo visto),
se impone una nueva dosis de televisión basura para inyectárnosla
en vena antes de que el mono haga estragos y comencemos a revisar
ansiosos nuestros vídeos del Tómbola. ¿Qué
es eso de dejar en la estacada a millones de televidentes a los
que los malvados y elitistas directivos de la televisión
no hacen más que programarles concursos culturales, como
audacia? ¿Qué fue de la esencia de Gran Hermano? ¿Qué
estamos haciendo? ¿Queremos convertir nuestra televisión
en una especie de biblioteca en imágenes?
El
día menos pensado aparecerá el director general del
Ente Público leyendo un libro en directo. Cosas peores se
han visto. Mientras tanto, la televisión, un servicio que,
no lo olvidemos, es "de todos" (sí, sí,
de todos, también de la vecina chafardera de abajo, del homínido
futbolero de la esquina, etc.), comienza a aburrirnos, pero esta
vez de verdad; ni siquiera es necesario simular indignación
por la telebasura mientras consumimos telebasura, ahora la indignación
es real, justamente porque no consumimos suficiente telebasura.
¿Qué
es lo que quieren, que nos conformemos con repasar una y otra vez
nuestros vídeos de Gran Hermano, los mejores momentos de
Tómbola y cosas así? Basta de conformismo; en televisión,
aunque muchos no lo crean, es preciso innovar, pero "innovar"
no quiere decir intentar extraerle a la televisión su supuesto
potencial educativo con programas "de esos" en plan elitista,
con señores que debaten sobre temas mu complejos sin levantar
la voz ni nada. En televisión, innovar quiere decir hacer
telebasura, pero no cualquier telebasura. En los últimos
meses sólo hemos tenido lo de Tamara, el Bus y algunas perlas
de Tómbola, y comenzamos a cansarnos. No todo en la vida
del televidente es Cine de Barrio. No basta con decorar el plató
con mal gusto, contratar a un presentador estulto e invitar a los
más impresentables para que se aticen (física y verbalmente)
entre ellos, es necesario hacerlo, además, con gracia. En
conclusión: ¡que empiece Gran Hermano 2001 ya, por
piedad!.
11/01/2001:
Apuros digitales
Mientras
las acciones de Sogecable
bajan y bajan en Bolsa la televisión digital parece encontrar
cada vez más dificultades para entrar en beneficios. Esta
noticia, que hace unos meses, por imperativo de la revolucionaria
concepción de las finanzas de algunos gurús de la
Nueva
Economía, habría sido excelente, preocupa en la
actualidad, y mucho, a los empresarios del ramo. Ni Polanco ve con
buenos ojos que sus negocios parabólicos le afeen los balances
ni Telefónica acaba de sentirse especialmente afortunada
por tener que gestionar el muerto político que empezó
siendo Vía Digital.
Los
problemas del sector provienen, en primer lugar, de la falta de
abonados. Aunque la famosa "guerra digital" permitió
en su día a Canal Satélite Digital (CSD) y a Vía
Digital (VD) ganar notoriedad y en consecuencia abonados (en esa
época, eufóricos, hablaban de cómo España
era el país de más rápida penetración
de la televisión digital por satélite) las cosas,
surtida la población pudiente y los entusiastas acérrimos
de uno u otro grupo, parece haberse estancado. En estos momentos
CSD supera por los pelos el millón de abonados, mientras
que VD tiene unos 650.000. La alternativa digital hertziana, Quiero
TV, se conforma con 100.000.
Estas
cifras, sobre todo en el caso de Canal Satélite, no tendrían
por qué situar a la empresa muy lejos de la rentabilidad,
pero la feroz batalla por las películas de Hollywood y por
los partidos de fútbol ha convertido a los engendros digitales
españoles en los más caros del planeta. Un mercado
de 40 millones de espectadores potenciales paga a las majors de
Hollywood como en el Reino Unido, Francia o Alemania. Y la "Liga
de las Estrellas" ha logrado que las televisiones les pagen
miles de millones por poder retransmitir una infinidad de partidos
la mayor parte de los cuales, con demasiada frecuencia, no cubren
siquiera los costes de retransmisión.
El
resultado de esta locura es que la estrategia empresarial de las
empresas empieza a variar. La televisión por satélite,
negocio dudoso en un país que tuviera una red de cable desarrollada,
obliga a Telefónica a no potenciar el cable, pues supondría
una competencia añadida (desde dentro) a su plataforma. A
pesar del temor de los operadores que disfrutan de concesiones de
cables a que Telefónica copara el mercado la propia estrategia
televisiva del coloso les está permitiendo un insospechado
respiro. Y si Telefónica opta por cerrarse posibilidades
de negocio y por perder la iniciativa en un sector clave, CSD ha
apostado, directamente, por una brutal disminución de la
calidad.
Estos
problemas, como estamos en España, se están agravando
en los últimos días con el espectáculo cada
vez más verbenero de la piratería, que está
povocando destrozos devastadores en las cifras del pago por visión,
sobre todo en Canal Satélite. La proliferación de
estos artilugios permite a un abonado al paquete básico ver
absolutamente todo sin pagar más que una cuota mensual irrisoria.
En un reconocimiento de su incapacidad para luchar contra el fraude
CSD ha optado por subir el precio de la cuota básica hasta
cotas estratosféricas, tratando así de desincentivar
estas prácticas. Vía Digital, al parecer, puede seguir
este camino.
04/01/2000:
La Televisión del Milenio Pasado:
Hace
muchos, muchos años, tantos que ya son Milenio, había
en nuestros hogares algo que se llamaba Televisión que había
llegado constituirse en un obligado referente de los tiempos de
ocio de la mayoría de la gente. El aparatito en cuestión
consistía en una pantalla en la que aparecían imágenes
acompañadas de sonido con el objetivo principal de que la
gente que las veía se adocenase y mantuviese un papel pasivo
en el sofá. Para ello, los productos que se pasaban por esa
pantalla cumplían todos con una máxima que con el
tiempo se ha revelado sabia: "Cuanto peor, mejor". Es
comprensible que a Ustedes, ciudadanos del siglo XXI, les parezca
sorprendente que existan cosas así, acostumbrados como están
a vivir inmersos en un mundo globalizado, donde las nuevas tecnologías
están posibilitando la llegada inminente del mestizaje y
la tolerancia y bla bla bla, pero así eran las cosas: hace
cuatro o cinco días, las televisiones españolas, tanto
públicas como privadas, dieron su (esperamos) canto del cisne
ante la inminencia del Tercer Milenio, obsequiándonos con
un espectáculo de luz y de color sin igual que podría
resumirse en una frase: "Ustedes, el público, no nos
merecen el más mínimo respeto, y por eso les ofrecemos
basura de la buena". Menos mal que algunos tuvimos la suerte
de huir allí donde no había televisión y nos
evitamos verlo, que si no no respondo de mi salud mental.
Y Ustedes se preguntarán: si este sujeto no vio los programas
de Fin de Año, ¿por qué se dedica a pontificar
sobre su contenido? En primer lugar, esta es la función primordial
de esta Página (vean si no nuestra foto del Sumo Pontífice);
en segundo lugar, tampoco hay que creerse muy listo para decir que
los programas de Fin de Año son una porquería; por
último, diré lo que los líderes políticos
mundiales me han enseñado a poner como excusa en las situaciones
difíciles: "De la inmundicia de los programas de Fin
de Año me he enterado por la Prensa".
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