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ACTUALIDAD DE ESPAÑA FEBRERO DE 2002 |
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26/02/2002: Juanito de España y olé Hay que ver cómo se ponen los del COI por una pizquita de darbepoyetina de nada, como si eso hubiera tenido algo que ver en la obtención de las 3 medallas olímpicas por nuestro españolísimo Juanito Muehlegg. Seguramente en la cafetería de la residencia de los deportistas dejaron el bote de la "darbe" junto al azúcar y el pobre muchacho se confundió. Pueden ser tantas las causas de ese inocente error que el hecho de basar la acusación en un hecho tan insustancial hace que la decisión resulte más injusta todavía. Ahora pretenderán hacernos creer que si no hubiera sido por esa ayuda química el español no hubiera llegado jamás a ganar tres medallas de oro en unos juegos olímpicos, pulverizando de paso todos los records de su país. Por otra parte, resulta desolador comprobar cómo los medios de comunicación españoles se han ensañado con el pobre Juanito, acusándolo de tramposo y de desprestigiar nuestro deporte, que como todo el mundo sabe jamás ha sido sospechoso de usar ayudas farmacológicas para aumentar el rendimiento de sus deportistas. Bueno, sí, recordamos a Perico Delgado en aquel famoso Tour de France, ¡pero es que el probenecid no estaba en la lista de sustancias prohibidas por la UCI, aunque sí lo estuviera en la del COI!. Sí, vale, de acuerdo, también tenemos el caso más reciente de Guardiola, pero ¿hay alguien que tenga los santos huevos de negar que en este caso también el deportista español es tan sólo una víctima del sistema?. Este episodio no es más que un nuevo capítulo de la leyenda negra que la envidia internacional progapa a los cuatro vientos, incapaz de que sus deportistas nos ganen en el laborat... perdón, en la competición. Y eso duele. Tanto que no dudan en recurrir a los argumentos más absurdos para castigarnos donde más nos afecta: en nuestra hidalguía y acrisolada honradez. Desde LPD enviamos un abrazo fraternal a nuestro querido Juanito que sirva de desagravio ante esta avalancha de reproches injustificados, y le hacemos saber que con darbepoyetina o sin ella siempre le admiraremos. Por cierto, a ver si alguien le dice al chiquillo que ya hay productos más modernos mucho más difíciles de detectar en los análisis, coño, que tenemos que estar en todo.
22/02/2002: Chaves se lía la manta populista a la cabeza Lo mejor que tiene Zapatero es que cuando el personal más o menos inteligente y racional de este país puede empezar a ponerse nervioso con sus tristes actuaciones recientes en materia de educación universitaria y reválida, reaparece la vieja guardia socialista y, por comparación, el actual secretario general del PSOE vuelve a los altares. La última ocurrencia absurda de un barón socialista es la protagonizada por esa lumbrera de la naturaleza que la Comunidad Autónoma andaluza tiene por Presidente. Manuel Chaves, en un ejercicio de populismo e idiocia sabiamente dosificados, acaba de presentar en nombre de Andalucía una demanda contra las compañías tabaqueras para que éstas le satisfagan los gastos sanitarios generados por ellas. La iniciativa es alucinante. Porque uno puede llegar a entender (difícilmente) que un ciudadano, a pesar de haber fumado toda la vida porque le daba la real gana y sabiendo perfectamente que no se trataba de un hábito sano, se contagie de la moda yanqui y demande a una tabaquera. Es un poco patético plantear una exigencia de indemnización con base en alegaciones como "me engañaron para que fumara" o "las tabaqueras ocultan que fumar mata y yo no lo sabía". Pero, aunque la cosa difícilmente se sostiene y supone la asunción del propio infantilismo e inanidad intelectual, la cosa puede tener un pase. Ahora bien, que sea el propio Estado (o una Comunidad Autónoma que, no podemos olvidar, es parte del Estado) el que demande a las compañías que fabrican y comercializan labores de tabaco "porque es malo para la salud" y "genera un gasto inasumible" mueve a la carcajada. Caso de que el Estado entienda que algo es tan malo como para querellarse con quien lo fabrica y vende, ¿no debería en primer lugar prohibir ambas actividades? Y caso de que la razón sea la necesidad de financiar unos concretos gastos, pues que lo graven a impuestos a lo bruto y ya está. Presenta un absurdo lógico mayor la actuación de Chaves, pues va contra sus propios actos. En realidad, en cualquier demanda contra una tabaquera, éstas deberían alegar un litisconsorcio pasivo necesario con el Estado en su defensa. Pues el principal responsable de que se fabrique y comercialice el producto es, también, el propio Estado. 18/02/2002: El pañuelito Tenía que pasar y ha acabado pasando. La caterva de inmigrantes morunos que nos están poniendo el país perdido de mano de obra barata y a la Seguridad Social en una sorprendente situación de superávit ha empezado a generar los inevitables problemas derivados de su falta de adaptación a los principios esenciales de la convivencia en democracia y en un ámbito de libertades. El pañuelito de marras, en un entorno social en el que tantas niñas católicas asisten a clase embozadas en prendas similares (aunque por motivos diferentes) y tantos niños lo hacen con gorritas (incluso alguna de ellas puesta correctamente), levanta una sorprendente indignación en muchos. Pareciera razonable, sin embargo, resituar el debate en sus términos de cultura occidental. España ha de garantizar a todos los niños que habiten en su territorio una educación pública y de calidad que no sea neutra ideológica y culturalmente, sino que eduque en la convivencia y la democracia, y en unos determinados valores que vertebran esas ideas. Lo que significa que se deben imponer, a veces, ciertos límites. Un límite, como es obvio, es la restricción a conductas de proselitimos religioso, pues la escuela pública debiera ser un entorno limpio de interferencias en la construcción de mentes libres de influencias sectarias y fundamentalistas. Otro límite se encuentra situado en la propia proscripción de comportamientos discriminadores. Y un tercero debiera estar constituido por la educación en unas normas mínimas de urbanidad y respeto. ¿Es el pañuelito de marras una exhibición de religiosidad que perturba el orden público en una escuela pública? ¿Constituye una discriminación odiosa que deba ser erradicada? ¿Supone una falta de educación a los decentes y compañeros por suponer un excesivo ocultamiento del rostro? Hasta escuchar al padre de la alumna, un servidor no tenía muy claro que fuera conveniente la prohibición de un pañuelito que no era en exceso ocultador del rostro de la alumna (y admisible en la medida en que la degeneración del civismo en la que vivimos admite gorritas de los Lakers o pañuelos palestinos en el alumnado no musulmán), que no parecía impuesto a la muchacha y que no alteraba el orden público en la escuela. Ahora bien, tras escuchar al padre, explicando que su hija debía ser educada alejada de la indecencia y que ya se encargaría él de que sólo se casara con un "buen musulmán" uno ha reconocido su error. Está clarísimo que la escuela pública debe cumplir con una función de socialización y educación aprovechando su carácter de entorno alejado de las locuras propias de los progenitores de los niños. 06/02/2002: La Reválida del Castillo La Ministra de Educación, Pilar del Castillo, la ha vuelto a liar. Recién apagados los ecos de la polémica en torno a la Ley de Universidades (apagados y bien apagados desde que los docentes han sido comprados con promociones a granel y generosísimos aumentos de sueldo que han callado incluso a Peces Barba), aparece su proyecto de reforma de las enseñanzas medias y tenemos otra vez montado el cacao. No se entiende, de todas formas, que aquellos que hace apenas unos meses (en concreto el PSOE) criticaban (y con razón) la desaparición de la Selectividad por entender que eso suponía privar al Estado de un instrumento de control sobre el nivel real de los alumnos y que además agravaba las diferencias entre estudiantes de centros públicos y privados al desaparecer la única prueba del sistema que los medía por un mismo rasero monten en cólera porque la misma reaparezca con otro nombre y pequeños cambios de matiz. No se entiende, tampoco, que el acuerdo nacional que existe sobre el fracaso de la LOGSE se base en la generalizadísima extensión de ciertos lugares comunes como el de "en la LOGSE no se puede repetir curso" radicalmente falsos (no se puede repetir en ciertos cursos, tal y como también ocurría, aunque con algo más de flexibilidad, en la vieja Ley General de Educación de 1970). No se entiende, en definitiva, dónde está el problema de que a los alumnos se les controle con una prueba única, general e igual para todos en tres o cuatro momentos de su vida académica. Porque parece que si esto se hace con rigor no puede sino ser una buena medida que permitirá ayudar a corregir algunas desigualdades. En cualquier caso, y como Pilar del Castillo a este paso va a acabar convirtiéndose en un icono de racionalidad en este país (y a tanto no queremos llegar), queremos señalar que sus medidades parecen de nuevo tan bienintencionadas como desafortunadas. Porque el problema no reside en que los problemas señalados por la Ministra no existan. Que existen. Ni en que las soluciones de principìo que propone no sean adecuadas. Que lo son. El drama de este país es que ni siquiera en estos casos se puede hacer mucho porque luego, a la hora de la verdad, ni hay verdadera voluntad para adaptar la legislación a las soluciones (por falta de coraje político y por la reacción de los sectores más conservadores de la sociedad), ni el margen de actuación político es en realidad grande ni, sobre todo, pueden cambiarse hábitos sociales arraigadísimos de la noche a la mañana por modificar una ley. 05/02/2002: La Nueva Arcadia Superados viejos y retrógrados convencionalismos, el centro derecha español ha conseguido eliminar el fantasma de Franco para asimilar nuestro país a la Europa democrática, una vez expurgado el nuevo franquismo felipista. Vivimos una era de prosperidad que sólo puede compararse con los más rutilantes momentos de la historia española. Veámoslo: - Nuestro líder
máximo es un señor bajito y con bigote, en apariencia mediocre
pero muy trabajador y con indudables dotes de mando. La Lucecita de la Moncloa,
la Lucecita que todo lo ve y que nos ilumina a todos con su esfuerzo, es la
única referencia política que tiene importancia en la España
de hoy día. |
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Debate sobre los Nacionalismos |
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