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ACTUALIDAD DE ESPAÑA                         AÑO 2005

 

04/07/2005: Adiós al D. Manuel del siglo XX


La definitiva confirmación de la nueva victoria moral del PP supone la jubilación de Manuel Fraga Iribarne, más conocido como D. Manuel, y su previsible desaparición de la escena pública salvo si se recicla como Santiago Carrillo y acaba de tertuliano de "La Ventana" o si el Gobierno le nombra Alto Comisario contra el Machismo o algo semejante.

La hora es grave y llama a la reflexión. No porque sea un escándalo que nuestro sistema electoral permita pactar a quienes apenas representan al 55% del electorado y además quieren vender a la patria por una poltrona, cuando no destruirla. Que lo es, pero conocido. Sino porque con D. Manuel, el único político hispano que cuenta con un pasodoble coreado por generaciones (antes de que sus autores dieran el salto a la televisión inteligente y modernizaran el formato con David Bisbal), deja un hueco difícil de reemplazar.

Desde que uno tiene uso de razón este país ha tenido como referentes eviternos la magnificencia del Real Madrid y la existencia de una derecha tutelada, con más o menos claridad, con más o menos gracia, por D. Manuel. Las legislaturas de Aznar, con eso de que el hombre tiene una mala gestión de sus complejos que le hacen crecerse de manera un tanto ridícula, empezaron a demostrar que, freudianamente, era preciso matar y enterrar al padre del engendro. Pero él se resistía, allí en el noroeste, recio el ademán, trabajando (como siempre) con pasión y entrega descomunales. Ahora, al fin, llega el retiro para quien ya es un anciano y podría, en condiciones normales, sentirse hasta liberado.

Pero D. Manuel, por mucho que venga de otra época, por mucho que haya sido franquista, por mucho que represente otras ideas y otra forma de entender la vida, no puede dejar de resultar próximo. Porque forma parte del paisaje, sí. Pero también porque nadie puede negarle su generosa entrega a los demás y a las ideas en las que cree, su fuerza para luchar por ellas y la sincera vocación de servicio público que ha enhebrado su vida. Porque a D. Manuel lo que de verdad le gusta, gustaba y gustará es dedicarse a la política. Lo cual, lejos de lo que muchas veces se piensa, es algo digno de elogio cuando rectamente entendido.

ABP (València)

 
La Radio Definitiva