ACTUALIDAD
INTERNACIONAL
Diciembre
de 2.003
12/12/03:
Nuevo ataque capitalista al empíreo Edén castrista
El demonio neoliberal, el virus
del capitalismo no respeta ni a los iconos más sagrados del
universo socialista. Sus tentáculos opresores invaden las
redes de intercambio económico hasta llegar a los últimos
reductos de pureza socio-económica, como es el caso de la
empresa semi-estatal de Cuba dedicada al fomento del turismo, la
corporación Cubanacan. Un régimen revolusionario como
el del Comandante Fidel Castro Ruz, inmune por definición
a las tentaciones de corrupción que tanto abundan entre los
súbditos del imperio capitalista, y que si por algo se distingue
es por su exquisito respeto por los derechos y libertades, no del
individuo (que esa es la típica estafa demoliberal), sino
del “pueblo”, ha visto mancillado su honor revolusionario
con un escandalazo de mil pares en el que se dan cita los más
abyectos delitos que una mente capitalista pueda imaginar: estafa,
corrupción, desfalco, robo, extorsión y así
hasta completar varios capítulos del código mercantil
cubano... caso de que existiera.
La experiencia demuestra que no
hay terceras vías entre capitalismo y revolusión.
Es más, fuera de la revolusión no hay alternativas
(que se lo pregunten a Raúl Rivero). La generosidad del Comandante,
que permitió ensayar un modelo mixto de gestión empresarial
en la figura de Cubanacan, ha tenido como única recompensa
la vergüenza de protagonizar un episodio de corrupción
al peor estilo criminal-capitalista. No bastaba con que Fidel, sabiamente,
hubiera estado advirtiendo al mundo de lo pernicioso del capitalismo
a lo largo de sus cuarenta y tantos años en el poder, no,
ha sido necesario experimentar en carne propia una afrenta de este
calado para que hasta los revolusionarios más aperturistas
admitan lo fatuo de sus anhelos y convengan en que la única
vía que permite un desarrollo socio-económico floreciente
y equitativo es el socialismo revolusionario de las democracias
populares estilo Cuba, Corea del Norte o Vietnam.
La revolusión ha de coger
de nuevo las riendas de Cubanacan para modificar el errado rumbo
nazi-capitalista de los últimos tiempos hasta conseguir que
funcione igual que el resto de negocios revolusionarios, como la
exportación de trabajadores al primer mundo en régimen
de esclavitud revolusionaria o el cobro revolusionario de 3.000
dólares por expedición de visa a los traidores que
huyen del paraiso caribeño, negocios todos boyantes donde
los haya, que demuestran hasta qué punto las teorías
socialistas sobre la creación de riqueza han triunfado en
el combate intelectual que libran contra el capitalismo durante
los últimos 100 años.
El gran hallazgo intelectual del
Coma-andante, ha sido en realidad la nacionalización de un
elemento tan volátil como la corrupción. Un adecuado
nivel de corrupción (digamos de un 99% de la actividad económica
global) debidamente gestionado por el estado cubano contribuirá
a la creación y al reparto equitativo de la riqueza generada
entre el pueblo revolusionario al tiempo que evitaría espectáculos
tan bochornosos como el ofrecido por los canallas enquistados en
Cubanacan, auténticos quintacolumnistas del imperio del mal.
Estamos seguros de que en los centros de reeducación revolusionaria
tendrán tiempo suficiente para reflexionar sobre su traición.
¡Robolusión o muerte! (valga la redundancia).
Pablo
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