LA
ACCIÓN HUMANITARIA CONJUNTA, AL DÍA
Días
R - S: Acabó la película, comienza el documental "Palestina II"
Avance
de las tropas de liberación: ¡Bagdad es nuestra!
Los miles de paramilitares que iban a convertir Bagdad en un Infierno
para el invasor desaparecieron por ensalmo durante la noche, sin
que se sepa nada de ellos ni de sus jefes. En estas condiciones,
las valientes tropas de la Coalición de la Libertad conquistaron
la capital sin mayores problemas, entre el indescriptible entusiasmo
de la población que salió a la calle por decenas,
cientos (no más, tampoco es cuestión de exagerar)
de ciudadanos del Pueblo Iraquí ansiosos por saludar a los
liberadores y pedirles alguna subsecretaría en la inminente
Administración Libre que les van a montar. La escena más
tierna se produjo, sin duda, al lado de uno de los principales objetivos
militares de la Coalición: el Hotel Palestine, sede de la
prensa internacional. Allí, todos a una, unos 20 iraquíes
Libres, soldados de la Coalición de la Libertad y más
de 80 periodistas, los que han quedado vivos del asalto al hotel,
porfiaban por derribar una estatua del Tirano y colocarle la nueva
bandera del Iraq Libre: la estadounidense, naturalmente. Bueno,
los periodistas más que colaborar se limitaban a observar
la escena, preocupados sin duda porque apareciera un francotirador
invisible entre ellos y los soldados se pusieran a disparar de nuevo
a todo violento con cámara de televisión que se les
pusiera por delante. La Liberación ha acabado con unas imágenes
catalogadas por su máximo ideólogo, el Secretario
de Defensa Donald Rumsfeld, como "preciosas, igualitas a las
de la caída del Muro de Berlín". Estas imágenes
no lograrán empañar la característica fundamental
de lo que ha sido, y probablemente será, la actitud de EE.UU.
y sus acólitos, entre ellos nuestro Presidente, Joe Mary
Ánsar, en todo el proceso: la ignominia.
Armas
de destrucción masiva: "Las tiene". Dígase
con la mirada extraviada y una expresión auténticamente
enloquecida de fervor teologal. No se sabe nada de las terribles
armas con que el Dictador iba a destruir el Mundo de forma inminente
(al igual que no se sabe mucho del temible Cuatro Ejército
del Mundo, Horda de la Oscuridad en que iba a sumirnos a todos de
no ser por la valiente intervención de los Aliados), pero
pese a ello los principales impulsores de la acción armada
siguen predicando, con la fe del converso, la Palabra: "Las
tiene". Sin aportar una sola prueba, sin explicar indicios
razonables, sin descender a explicaciones convincentes para nosotros,
pobres mortales. "Las tiene". Porque lo digo yo. Como
en la Edad Media.
Las
sucias argucias del Tirano: Sadam huye como una rata. O está
muerto, o está montando un chiringuito de destrucción
masiva con el mulá Omar, Bin Laden y otros éxitos
rutilantes de la política antiterrorista de EE.UU. en algún
lugar del mundo. Algunos indican que puede haber huido a las montañas
cercanas a su ciudad natal, Tikrit, otros que está muerto,
otros que escondido en Bagdad, otros que fuera del país
Lo único seguro es que, hasta la fecha, Sadam engrosa la
lista de éxitos de la Coalición en su lista de objetivos
oficiales (encontrar y destruir las armas de destrucción
masiva, acabar con el Tirano, instaurar la democracia en Iraq -próximamente
en sus pantallas-, y todo ello minimizando las víctimas civiles).
"Estamos
trabajando en ello". El contingente humanitario llega en el
momento justo. Las tropas de Ánsar ya están en
Um Qsar dispuestas a participar de la espontánea felicidad
de los iraquíes en el proceso de reconstrucción (y
más les vale, que si no les damos acreditación de
prensa y los fusilamos). Por lo visto, en los planes de la Coalición
entra dividir el país en cuatro zonas, y que cada una de
ellas sea administrada por un país distinto. Es sin duda
un éxito personal de Joe Mary Ánsar emular, si finalmente
esto es así y España se queda una de las cuatro zonas
(aunque sea la E - 3000, uséase, "desierto sin petróleo,
sin habitantes, sin nada"), al general De Gaulle en participar
del reparto de la victoria sin luchar en ella, y contribuirá,
también sin duda, a aportar pruebas de su participación
efectiva en la guerra de cara a una futura condena en el TPI. España,
con Ánsar, entrará por fin en la primera división,
con sus propios criminales de guerra, y dejará de ser un
país simpático.
El
frente interior: Prensa terrorista. Aunque es muy pronto para
establecer juicios de valor consistentes en cómo puede comportarse
la opinión pública a partir de ahora, uno de sus portavoces
fundamentales, la prensa, ha decidido engrosar el ejército
de los violentos terroristas que se oponen a la política
de firmeza de Joe Mary Ánsar. Soliviantada por la muerte
de dos periodistas, pero sobre todo por las condiciones de una de
estas muertes, un asesinato con todas las letras por parte de la
Coalición Humanitaria del cámara de Tele 5 José
Couso, los periodistas han realizado una serie de acciones de protesta
contra el propio Ánsar. ¿Tiene Ánsar la culpa
de que mataran al cámara de Tele 5? No. ¿Es normal
que la reacción de un gobierno al asesinato de uno de sus
conciudadanos sea "La culpa es de Sadam por utilizar a la prensa
como escudos humanos"? Tampoco. Pero el cúmulo de despropósitos
del Gobierno parece no tener fin. Los reporteros gráficos
y cámaras de televisión se han negado a grabar a Ánsar,
los periodistas a hacerle preguntas e incluso hablarle, y todos
ellos le han dado la espalda para mostrarle fotografías del
cámara asesinado. Todos los grupos parlamentarios, incluido
el PP, han aplaudido esta acción
Salvo Ánsar,
duro, imperturbable, impasible el ademán. Si su objetivo
era pasar a la historia, podemos decir que Ánsar lo ha conseguido.
Si su obsesión era superar al malvado Felipe González
Márquez, también lo ha conseguido. A día de
hoy, y con muy pocas perspectivas de redención, Ánsar
es un personaje amortizado, sin duda el peor presidente del gobierno
que ha sufrido este país desde la dimisión de Carlos
Arias Navarro, y sin duda el que mayor rechazo popular ha suscitado.
Los motivos por los que el Presidente del Gobierno ha dilapidado
en unos meses todo su crédito político (que, a pesar
de sus defectos, muy visibles ya en el pasado, lo tenía,
y bastante) siguen siendo un misterio. Pero tampoco importan demasiado.
Nada justifica no hacer ni el más mínimo caso, ni
el más mínimo gesto de comprensión, ni el más
mínimo viraje en su política ante las insistentes
voces de alarma de la ciudadanía.
Guillermo
López (Valencia)
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