LOS
KANDIDATOS
JAIME
MAYOR OREJA (PP)
Karakterístikas:
Jaime
Mayor es la apuesta del PP para reconquistar las levantiscas Provincias
Vascongadas para España. Mayor era muy feliz en su papel
de ministro del Interior, pero José María Aznar le
hizo saber en círculos íntimos (y, por tanto, hablando
en catalán) que era su Kandidato para expulsar a los nacionalistas
de Jauría Enea. Esto, de no ser lehendakari, constituye la
muerte política de Mayor Oreja, un ministro que se barajaba
entre los presidenciables una vez Aznar I abandone (momentáneamente)
la Moncloa. Pero para Aznar no hay nada más importante en
este momento que reconquistar el País Vasco, lo que constituiría,
indudablemente, una victoria de enorme valor para la derecha española,
que aunque ya no puede asociarse al franquismo salvo en los más
rancios ambientes de progresismo - nacionalismo de opereta sí
que tiene aún algunos ribetes de España Eterna. El
pacto con el PSOE es el síntoma más claro de que,
para el PP, España antes "roja que rota", incluso
"antes felipista que rota", o en todo caso "España
siempre madrileña".
Esa
asociación PP - franquismo alcanza la cúspide en la
figura del kandidato del PP, a quien se le culpa de todos los males
posibles, y se le achaca un deseo de destrucción del nacionalismo
vasco que sería totalmente ilegítimo. Que el deseo
existe, desde luego, que esto sea ilegítimo es otro cantar.
De cualquier manera, lo que es evidente es que Mayor no es el mejor
kandidato posible para el PP, ni mucho menos. Su capacidad dialéctica,
más allá de genéricas alusiones a la "firmeza",
es escasa. Por otro lado, Mayor habla mucho de firmeza pero su gestión
como ministro del Interior ha sido manifiestamente mejorable (no
por no "dialogar", sino por no aprovechar convenientemente
todos los recursos -legales- del Estado para acabar con ETA). Finalmente,
el discurso nacionalista ha calado en buena parte de sus votantes,
que valoran a Mayor menos que a cualquier otro kandidato, incluyendo,
por supuesto, a Otegui - ETA, lo que hace más difícil
aún que pueda llegar a ser lehendakari. Nos encontramos ante
un kandidato cuya imagen en España es mucho mejor que la
realidad, y en el País Vasco mucho peor.
Ké
hará si gana:
Con
estos mimbres, la gestión de Mayor Oreja como lehendakari
puede ser como sigue:
- Instituciones:
el lehendakari pasará a ser denominado "lendacari"
o, directamente, "Gobernador Civil". El palacio de Jauría
Enea continuará siendo la sede del Gobierno, pero en el mismo
sólo ondeará una enorme, gigantesca bandera española.
- Seguridad: Leña al mono. Se acabará con la ambigüedad
de la Ertzaintza y, de paso, se acabará con la Ertzaintza,
que a partir de ese momento pasará a llamarse Policía
Local. Ningún periodista de Madrid tuvo nunca claro cómo
leches se escribía "erzaintza", y ahora lo tendrán
más fácil.
- Educación: Esta competencia estará en manos de los
perdedores del PSE, que continuarán extendiendo el euskera
en lugar de enseñar las cosas en cristiano, coño,
que para eso el español es un idioma de integración.
Las ikastolas relacionadas con el entorno de ETA perderán
la subvención. Las otras, también, claro. Por lo demás,
la política cultural será la previsible: mucha Norma
Duval, mucho Luis Racionero haciendo intertextualidad y mucho Ramoncín
presentando concursos en vasco - cheli.
Por
lo demás, no importa tanto lo que Mayor Oreja hará
si gana, sino más bien lo que no hará: no convertirá
el supuesto amor a la patria en la base única de las políticas
gubernamentales, no primará a todo lo que suene "más
vasco" en las instituciones, no se avendrá a ningún
tipo de componendas con ETA. El País Vasco pasará
a ser una tierra de promisión, como durante el franquismo,
plagada de sucios y repulsivos inmigrantes españolistas que
osarán no estar comprometidos con la consabida Konstrucción.
Pero lo más divertido si gana Mayor Oreja es qué ocurrirá
con el PNV, cómo se amoldarán a una situación
en la que, por primera vez en 20 años, no tendrían
el poder.
Por
cierto, yo escribía siempre "Ajuria Enea", pero
el corrector ortográfico del Word siempre me lo cambiaba
a "Jauría Enea". Me ha gustado el inopinado juego
lingüístico, y por eso lo he dejado tal cual.
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