LOS
KANDIDATOS
EUSKADI
TA ASKATASUNA (EH)
Karakterístikas:
Euskal
Herritarrok tiene al mismo kandidato de anteriores legislaturas,
lo cual nos habla de un liderazgo sólido y apoyado en pilares
consistentes (el tiro en la nuca). Desde tiempos inmemoriales, EH,
o HB, como Ustedes quieran, no ha presentado un kandidato a lehendakari,
posiblemente porque éste era siempre el mismo y no había
ninguna necesidad de explicitarlo. Así que, aunque en teoría
sea Otegui quien hable en nombre de EH, todos sabemos que se trata
de un hombre de paja, como han demostrado fehacientemente los hechos,
al servicio de su amo.
Como
Kandidato, ETA presenta bastantes problemas, fundamentalmente porque
se trata de una organización ilegal, y aunque eso no reviste
demasiada importancia para un lugar como el País Vasco, donde
la ley no se cumple nunca, en principio sería poco probable
que pudiera llegar a la investidura. Esto es lógico pues,
a fin y al cabo, la organización siempre se ha movido entre
las sombras.
Desde
la muerte de Franco y, sobre todo, desde la disolución de
los polimilis en 1983, ETA ha seguido una línea de actuación
uniforme, cuyo eje exclusivo es el asesinato de todo aquel que piensa
distinto de ellos o, más directamente, piensa. Los asesinos
de ETA hacen política a tiros, razón por la cual es
dudoso que algún día lleguen a Ajuria Enea en calidad
de lehendakari o de cualquier otro cargo político. A fin
de cuentas, para hacer política dentro de las instituciones
ya están los nacionalistas moderados, mientras ETA se dedica
a matar a todo españolista que se precie (es decir políticos,
periodistas, militares, obreros o cocineros fascistas que osan trabajar
en el Ejército).
ETA
se presenta a estas elecciones para continuar un poco más
con la tragicomedia que el nacionalismo democrático viene
representando con los terroristas en los últimos años,
en un proceso político cuyo fin teórico es la soberanía
y cuyos resultados prácticos son el asesinato, la polarización
política y el desprestigio de las instituciones; es decir,
que la estrategia de ETA va viento en popa gracias, fundamentalmente,
al paripé que están haciendo los nacionalistas, empeñados
en mantener una (¿imposible?) posición intermedia
entre asesinos y víctimas ("inmovilistas", claro).
La
organización terrorista y su partido apéndice son,
en apariencia, un bloque monolítico sin disensión
de ningún tipo, entre otras cosas porque cuando en ETA alguien
no está de acuerdo no se le expulsa, o mejor dicho, sí,
pero definitivamente, como ocurrió con algunos líderes
etarras que en algún momento tuvieron veleidades moderadas;
rápidamente ETA se las quitó a tiros, conjuntamente
con la vida de los heterodoxos. En ese sentido, ETA funciona como
una secta, equiparación que resulta aún más
plausible si contamos con que uno de sus principales apoyos, y cantera
inagotable de terroristas, es la Iglesia. Resulta paradójico,
en este contexto, que ETA tenga una ideología que supuestamente
bebe del marxismo duro, y que la organización se nutra actualmente
de jóvenes "antisistema" (y sobre todo "anti
cajeros automáticos") de núcleos rurales, que
sin embargo nos sorprenderá encontrar los Domingos, después
de la jornada de Kale Borroka, asistiendo puntualmente a misa.
Ké
hará si gana:
Si
ETA gana las elecciones y se convierte en lehendakari, en primer
lugar habrá un problema de protocolo: ¿cómo
puede ser el lehendakari 20 o 30 personas a la vez? ¿Y cómo
es posible que además todas estas personas vayan encapuchadas,
ocultando su identidad? ¿No sería un poco problemático
representar al País Vasco en los foros internacionales a
tiros?
Para
solucionar este problema no nos cabe ninguna duda de que ETA obligaría
a sustituir la txapela por la caputxa como elemento de la vestimenta
nacional, mostrándose en esto tan expeditiva como en todas
sus medidas de gobierno. La primera de ellas sería cambiar
el censo, en el que a partir de entonces los ciudadanos baskos de
pura cepa sólo serían los que votan a ETA y están
de acuerdo con ella en todo, es decir, todos los habitantes del
País Vasco, porque los otros serían exterminados o
expulsados de la región sin contemplaciones. Sólo
expurgando a los "michelines" (único aspecto del
programa del PNV que seguiría ETA) podría edificarse
una EuskalHerria como el Dios de algunos vascos manda.
A partir
de ahí, la evolución de la política vasca sería
muy previsible: con ETA al mando, y una vez expulsados de todos
los organismos internacionales, entre ellos la Unión Europea,
los terroristas en calidad de lehendakari se dedicarían a
repartir la riqueza entre el pueblo, siguiendo el modelo marxista
- leninista, con poderosa influencia de Stalin, que está
en la base de ETA. Sin embargo, habida cuenta de que la economía
vasca estaría por entonces en las últimas, con todos
los empresarios huidos y con sanciones de débiles y antivascos
países extranjeros ahogando la economía, apenas habría
riquezas que repartir, lo cual tampoco es demasiado importante para
ETA, por otro lado, porque el componente nacionalista de la misma
lo que busca fundamentalmente es la vuelta de los vascos al caserío
y la comunidad rural, abandonando paulatinamente las decadentes
e impuras ciudades fundadas por los invasores castellanos, que serían
demolidas y los restos de los edificios aprovechados para divertidas
competiciones de levantamiento de piedra.
Así
que, una vez nombrado Xabier Arzalluz obispo de Bilbao y Pepe Rei
director de ETB, y tras los cinco años de reciclaje imprescindibles
para que los ciudadanos vascos, entre ellos los terroristas, aprendiesen
euskera, ETA ya se podría lanzar a hacer política
exterior. Puesto que, como ya hemos dicho, el País Vasco
estaría aislado, pocas iniciativas en este terreno son previsibles,
salvo, a lo sumo, tratados bilaterales con Cuba, Corea del Norte
y el Vaticano. Sin embargo, el carácter revolucionario de
ETA, así como otras características inherentes a la
acción terrorista (acción - represión - acción,
es decir, queremos dar hostias y pegar tiros, pero necesitamos algún
enemigo para hacerlo), obligaría al lehendakari colectivo
(que, evidentemente, jamás se presentaría a la reelección,
pues permanecería en el cargo todo lo que fuera preciso con
la aquiescencia de la población) a buscar alguna reivindicación;
posiblemente ETA cogiera alguna guía de teléfonos
de La Rioja y comenzara a argumentar sus derechos históricos
sobre la región, habida cuenta de la abundancia de apellidos
vascos. De tal manera, la costumbre del tiro en la nuca se extendería
de nuevo sobre el territorio español, algo que se justificaría
en el hecho de que los españoles "son españolistas"
(curiosa acusación, por cierto).
Sin
embargo, afortunadamente es muy poco probable que ETA gane las elecciones,
pues es previsible que su partido títere, EH, pierda votos
en estas elecciones respecto a los anteriores comicios, habida cuenta
de que muchos antiguos votantes, atraidos con el camelo del "proceso
de paz", posiblemente se retrotraigan de volver a apoyar a
la organización armada. Sí que es posible, sin embargo,
una alianza de ETA con el PNV, pues al fin y al cabo, como se ha
visto, ambas formaciones han mantenido pactos en el pasado, y los
siguen manteniendo, por más que llegar a acuerdos con el
PNV debe ser complicado: ¿Son independentistas? ¿Son
soberanistas? ¿Les importa algo la política o a estas
alturas sólo mantenerse en el sillón?
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