PROSPECTIVA:
De todas las provincias españolas beneficiadas por
la asignación directa de escaños, Soria es la
más beneficiada de todas. Porque Soria, señores,
es la provincia menos poblada de España, aventajada
integrante del frondoso "cinturón de secano"
que rodea la Comunidad de Madrid. En Soria, por no vivir,
no viven ni los candidatos de los partidos, cuneros de alta
estirpe que sólo pisan Soria un mitin cada cuatro años
más que nada para hacer acto de presencia, porque total,
desde 1986 las cosas están más que claras: 2
a 1 favorable al PP (antes de esas fechas la circunscripción
era más divertida; la UCD sacó el pleno en 1977
y consiguió la proeza de mantener un escaño
nada menos que en 1982, año en el que se produjo un
triple empate AP - PSOE - UCD).
A
pesar de las dudas razonables que puedan surgir en el soriano
medio (figura sociológica que no deja de ser quimérica,
pues pada encontrar al soriano medio primero sería
necesario encontrar un número suficiente de sorianos
para, a partir de ahí, ponderar la media) sobre la
utilidad de su voto, condenado a elegir entre dos opciones
sin que, en la práctica, haya alguna posibilidad de
cambiar nada, los sorianos pueden mirarse al espejo con orgullo
sintiéndose verdaderamente superiores al resto de los
españoles; y de hecho lo son, en proporción
de cinco a uno respecto a la Comunidad de Madrid, por ejemplo,
donde un escaño representa a 150.000 personas por 30.000
en Soria. Podríamos decir que cada soriano vota cinco
veces, aunque lo tenga que hacer obligatoriamente al mismo
partido. Por eso la provincia está cada vez más
despoblada; porque, ávidos de poder, los sorianos conscientes
de su importancia relativa como electorado rivalizan en provocar
en los demás sorianos el deseo imperioso de huir de
la provincia, de manera que los que se quedan tienen aún
más poder, hasta que, en un plazo más breve
de lo que muchos suponen, quede un solo soriano más
allá de los candidatos cuneros, cuyo voto valdrá
por sí solo al menos un escaño (e incluso tres,
si los candidatos cuneros se olvidan de ir a votar). Pero,
mientras el Soriano Único nos sumerja a todos en las
tinieblas, las cosas seguirán como están: PP
2, PSOE 1. |