PROSPECTIVA:
La Rioja es una de las provincias "calientes" de
estas elecciones. En 2000 el PP consiguió unos resultados
espectaculares, y logró superar por fin la igualdad
endémica a la que ambos partidos parecían condenados,
asestándole al PSOE un aplastante tres a uno que por
momentos profundizó en las concomitancias entre el
enfrentamiento PP - PSOE con un eventual Real Madrid - Selección
Española.
No
es en absoluto imposible que el PP repita estos resultados,
dado que parece una provincia "nacida para votar al PP".
La Rioja es una provincia muy pagada de sí misma, plagada
de honrados comerciantes y pequeños propietarios que
facturan un pastón pero luego se lo gastan todo en
comer y beber sin recato alguno, un espacio donde "nunca
pasa nada" salvo el placentero devenir de las cosas ubicado,
para más inri, justo al lado de Euskal Herria. Fíjense
si hay poco que contar de esta región que no me ha
quedado más remedio que repetir el chiste que ya hice
en las Autonómicas.
Una provincia así no puede sino estar de acuerdo con
la idea nuclear del discurso político de Mariano Rajoy,
candidato del PP, según la cual la política
es algo muy aburrido y complejo, así que para qué
van a andar ustedes perdiendo tiempo con ella (o "yo
paso de política, y por eso voto al PP").
Sin
embargo, nuestro natural optimismo (y optimismo es, desde
todos los puntos de vista, desear que el PP no revalide la
mayoría absoluta) nos lleva a suponer que el PP sufrirá
el suficiente desgaste electoral (que en La Rioja se dará
más por gente que con la comida dominical y la subsiguiente
tertulia no ha tenido tiempo para ir a votar que por otra
cosa) como para volver al eterno empate a dos: PP 2, PSOE
2. |