PROSPECTIVA:
La provincia de Alicante ha vivido una auténtica transmutación
sociológica en los años de la democracia: de
ser uno de los centros de poder rojo en los años 70,
se ha convertido en uno de los más fiables graneros
electorales del PP, que ostenta una cómoda mayoría
absoluta. Los motivos son variopintos, pero se resumen en
dos: por un lado, en los años 70 Alicante era una provincia
donde la industria aún tenía cierto peso, donde
el turismo estaba eclosionando y donde el terreno comenzaba
a aprovecharse para desarrollar uno de los más brillantes,
prístinos y civilizados emporios turísticos
de la Historia de la Humanidad, para lo cual fue preciso aprovisionarse
de gran cantidad de mano de obra provista de ya entonces anacrónicas
ideas de corte izquierdoso. Pero poco a poco los obreros se
convirtieron en constructores, los constructores en promotores,
y la gran afluencia de extranjeros, con sus modos de vida
peculiares, sus tradiciones curiosas y sus enclaves privilegiados
en los que sólo se habla alemán o inglés
convirtieron a Alicante en un abanderado de la Modernidad
por la vía hispánica del Ladrillo.
El
segundo factor, asociado al primero, tiene que ver con la
presencia efectiva del PP en términos de poder político:
no es sólo que el PP gobierne con mayoría absoluta
en la Comunidad Valencia (y lo haga, además, desde
una perspectiva de diversificación de los sectores
económicos en los que se fundamenta el progreso alicantino,
resumido en el "pá qué cambiar" cuyo
principal exponente es Terra Mítica, ciertamente mítico
proyecto que nos retrotrae a la era de los faraones egipcios
y su afán por los grandes proyectos totalmente inútiles),
sino que, además, el lugar de procedencia de los líderes
más significados del PP Denominación de Origen
Comunidad Valenciana es justamente Alicante: de Alicante proviene
Eduardo Zaplana y en Alicante se presenta el Ministro de Defensa
"Todo a 1 €" Federico Trillo, ambos murcianos
y residentes en Madrid.
Sin
embargo, a pesar de estos dos factores, incluso a pesar de
la presencia de Leire Pajín en las listas electorales
del PSOE, el pronóstico que presentamos aquí
observa un descenso, por pequeño que sea, del PP, debido
fundamentalmente a los excepcionales resultados que cosechó
este partido en 2000, en los que puede decirse que virtualmente
arrasó a la izquierda. La desaparición práctica
del "clan de Alicante" de la política valenciana
puede ser lo suficientemente importante en términos
de desmovilización del electorado del PP, preocupado
ante la presencia de un maligno valenciano como Camps al frente
de la Generalitat, como para quitarle un escaño, que
podría ir a engrosar los votos del PSOE o incluso,
aunque más improbable, de IU. Por tanto, el pronóstico
es PP 6, PSOE 4/5, IU 0/1
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