La
Democracia en América
ALEXIS DE TOCQUEVILLE
La
Democracia en América es una de esas obras cumbres que, cumpliendo
con su destino, es extraordinariamente poco leída. Sin embargo,
y aunque es cierto que esto no suele ser frecuente, es una pena
que así sea. La lucidez de Tocqueville y sus atinados comentarios
sobre la aparición de un nuevo modelo político, la democracia, y
sus consecuencias sociales, no debieran perderse de vista, por mucho
que hayan pasado más de 150 años desde que fueron realizados.
La obra
es el resultado de las observaciones realizadas por el autor francés
tras un largo viaje realizado a los Estados Unidos. Por lo que cualquier
lector puede comprobar esta expedición fue extraordinariamente fructífera.
Mucho más, en cualquier caso, que las que realizan en la actualidad
nuestros conocidos a esas mismas tierras, pues no suelen volver
más que con interminables ristras de fotografías o, peor, diapositivas,
en las que podemos deleitarnos con parques temáticos, restaurantes
temáticos, hoteles temáticos e incluso poblados temáticos. Probablemente
por las limitaciones propias de la época y la personalidad de Tocqueville,
que a buen seguro, como buen francés, despreciaba toda manifestación
desprovista de una pátina de racionalidad legitimadora suficiente.
El caso
es que Tocqueville demuestra no sólo una gran capacidad de observación
referida a fenómenos sin duda nuevos, como eran los producidos por
el comienzo de la aplicación de la democracia, sino también una
sorprendente visión de futuro. Todas y cada una de las cuestiones
expuestas por el francés están todavía de extraordinaria actualidad,
y sus impresiones sobre las consecuencias de la generalización del
sufragio y su empleo como método de gobierno se han demostrado impresionantemente
certeras. Precisamente por este motivo las reflexiones vertidas
en La democracia en América en torno a asuntos como la tiranía
de la mayoría siguen siendo en la actualidad, sencillamente, imprescindibles.
La conocida
obra que glosamos fue objeto de gran éxito desde su misma publicación
y mereció una interesante réplica a cargo de John Stuart Mill ("Sobre
la democracia en América"), que nos traslada a una época extravagante,
en la que la gente leía libros, escribía y reflexionaba hasta el
punto de llegar a entablar largas y enriquecedoras discusiones por
esta vía.
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