O Apagão (II). O Príncipe das Trevas

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Desde el otro lado del charco

Esta sección está a cargo de nuestro ínclito Corresponsal en las Indias

Donde dije digo, digo Diego. O Diogo. Si, aparte de para hacerlas pasar canutas a Telefónica y un par de bancos patrios, para algo ha servido la incompetencia de las autoridades brasileñas en el asunto de la planificación enegética y/o la total ausencia de la misma, ha sido para aumentar considerablemente el nivel de las conversaciones mundanas del país del porvenir. Ayudado, claro está, por el lamentable quehacer de la otrora gloriosa amarelinha, quien, recordemos, ha perdido en los últimos cinco meses con potencias balompédicas de la altura de Ecuador, Chile, Paraguay y, recientemente, Australia. Eso sí, con Japón empatamos. Si le añadimos que el famoso frente frío que viene de Argentina (todo mal en Brasil tiene su origen último en Argentina: la eliminación para el Mundial, la devaluación del Real, -un día no muy lejano más caro que el dólar y hoy, sniff, a 2,50 y sigue subiendo-, y, cómo no, el susodicho frente frío, cuando no los argentinos mismos, que, arrogantes con su paridad, invaden el país como turistas) está dejando a las mocinhas con jersey de cuello de cisne, sniff, sniff, entendemos que al personal le haya dado por pensar un poco, y sin que sirva de precedente.

Pensando, pensando, queda claro que, con la galopante crisis que ha conseguido montar, Fernando Henrique (no es aún el personaje de un culebrón sudaca, recordemos, es el aclamado presidente) no elegirá a su sucesor . Hasta el punto de que pasará a la historia como el "Príncipe de las Tinieblas". Hasta el ingenuo Lula -sempiterno perdedor de elecciones por el troskista Partido dos Trabalhadores, y van cuatro- se ha teñido las canas y piensa calmar a los inversores promocionando su campaña con un viaje por el extranjero...donde visitará Venezuela, Cuba, China y México. No, no se rían, si Aznar y Chirac fueron presidentes, algún día le tocara al "Calamar" (traducción literal de su mote. Su nombre es Da Silva, como el de la mitad de la gente aquí). Aunque con esas ayudas, aviados estaremos. Dice el dicho popular que Brasil no consigue ir hacia adelante porque...chocaría contra Africa en el intento. Con un PT que, al día de hoy, todavía no ha conseguido renunciar en sus estatutos a la lucha armada, o se contenta con figurar como vicepresidente en una candidatura algo menos hardcore, o perderá de nuevo con la inestimable ayuda de la Rede Globo del Sr Marinho, el Polanco de estos lares.

Resulta que lo del apagón iba en serio, y que, al consabido problema de falta de energía en horario de punta, de verdad se ha añadido el de falta absoluta de agua que haga girar las turbinas de los embalses, hoy al 15% de su capacidad. Y sigue bajando. La entrada a pleno régimen de las hidroeléctricas del acuoso norte del país -que, ya comentamos en su día, no subsana el problema de punta debido a la falta de capacidad en transmisión- ahora se calcula dejará en oscuras a la región productora a principios del 2002, pues se están vaciando sus embalses a un ritmo superior al de las precipitaciones esperadas.

Soluciones? Pues, agárrense, ninguna. O bueno, alguna que otra a cual peor. Por un lado, un programa urgente de construcción de usinas a gas. Que como mucho funcionará de aquí a tres años con energía a precio de oro (dependiente como es de la cotización del barril de petróleo y del dólar, ambos por las nubes hoy -me repito como el pesado cocido madrileño, ustedes disculpen-). En este caso, y para no perjudicar los interes de los grupos internacionales que adquirieron las compañías eléctricas de distribución, será la Transpetro (transportadora del gas de Bolivia perteneciente al grupo Petrobrás) quien arque con la diferencia entre el precio de venta contratado en moneda local y el de compra en jugosos dólares que los bolivianos están como locos por subir -ley de oferta y demanda obliga-. Noble comportamiento, dirán ustedes. Y un cojón de pato, digo yo; el gobierno recuperará con creces el dispendio al permitir que las distribuidoras apliquen la dolarización de la energía al consumidor final. Sí, el mismo que, como les dije, tiene la obligación de reducir su cuenta en 20% bajo pena de ser desconectado. Tres signos de exclamación. Y es que, en sucinto resumen, nos está tocando hacer de puta y pagar la cama. Por cierto, el estado de excepción decretado impide que el sufrido usuario final reclame frente al Tribunal de Defensa del Consumidor. Como para mear y no echar gota, si no es en un embalse. O como para invertir en eléctricas en plena crisis. De fijo que sale un negocio redondo, entienden ustedes algo?

Alguna otra solución? Sí, comprar Paraguay e incorporarlo como nueva zona franca al ya de por sí inmenso país. Estaré loco, pensarán. Pues no. O, más exactamente, aún no. En su día, el acuerdo entre dictadores que construyó la megapresa de Itaipú en la frontera común del Paraná consistió en permitir al 50-50 el reparto de la energía generada. De las 14 (me da igual el número, por cierto) turbinas, 7 pa' ti, 7 pa' mí. Hoy Paraguay entero mal usa una al 35%,mientras las siete brasileñas no consiguen atender ni 12% de su demanda. Se compra pues diariamente (y en dólares) la energía que sobra al país de "La garantía? La garantía soy yho". Como la red paraguaya tiene una frecuencia de 50 Hz y la brasileña 60 Hz, hay que transformar la energía paraguaya a corriente continua para transferirla por la frontera y alternarla a 60. Perdonen los tecnicismos, pero es que es una aberración energética, producto de sueños dictatoriales de grandeza que en su día respondieron más a necesidades de "loquítica" que a verdadera política Como hoy Paraguay agoniza, incapaz de vender su contrabando a una sociedad brasileña con cada vez menos poder adquisitivo, no resulta tan descabellado el plan de declararla "nación hermana" y eliminar fronteras. Veamos en qué acaba todo esto.

Dice la campaña oficial "Trabajemos todos junto para evitar el apagón". Y me digo yo: no será mejor cruzarnos de brazos, sin dar un palo al agua, para reducir el consumo de veras? Total, el PIB previsto se va al garete y la inflación que se avecina será de órdago.

Para LPD, su todavía corresponsal en las Indias. Hasta la próxima.

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