Una nueva era comenzó en la Red el 14 de febrero de 2000. Superadas antiguas y retrógadas convenciones del pasado, el futuro que se intuye ante nosotros es esperanzador. Durante los primeros años en que la información circuló libremente, sin tasa y sin control, una nueva cultura había comenzado a intuirse. Pero al cabo de poco tiempo empezaba a dar síntomas de agotamiento. Pocos lo vieron entonces, pero así era. El libertarismo cibernético, con el paso de los años, no podía sino acabar muerto de éxito. La cantidad de información a partir de un determinado punto era tal que no podía sino devenir ineficaz: el mismo exceso hace que no sea fácil digerirla, filtrarla cuando no, sencillamente, encontrarla. Porque, además, tampoco existían ni existen todavía filtros fiables que permitan discriminar entre la abundante basura y las contadas joyas. Ha de tenerse en cuenta que muy pronto el exceso de información demostró ser, en gran parte, de contenidos vacíos o meramente reproductores de otros. Años después todo el mundo coincide en señalar estos problemas, pero en 2000 muy pocos eran conscientes de ellos. Y menos aún de cómo solucionarlos de manera óptima. Hasta que esos ominosos días pronto se convirtieron en un amargo recuerdo para quienes descubrieron La Página Definitiva. El proyecto que presentamos revolució y sigue liderando Internet desde su creación, en los estertores del siglo XX. Desde su alumbramiento, nada ha sido igual en la Red.

El espíritu que anida en los creadores de esta página es condensar todas las referencias a la información y opinión relevante en un espacio limitado. Su mismo éxito y eficacia hace y hará que los espíritus mediocres, habituados a una dieta hipercalórica, sientan que les faltan ruido, infoxicación y comentarios de baratillo. A todo es preciso acostumbrarse. Nosostros podemos asegurarles que lo que no está en La Página Definitiva no está en el mundo, más allá de que desde la caverna pueda darse una imortancia desmedida a ese enorme espectro de sombras que conforma el consumo mediático habitual. Lo avala la solvencia intelectual de las personas embarcadas en este proyecto. Así que se lo garantizamos de nuevo: si no está en esta web, si no encuentra una referencia a eso que Usted considera tan esencial en nuestras páginas, no se inquiete, simplemente lo que ocurre es que no es importante. Lejos de ser molesta, nuestra omisión le ahorra tiempo y preocupaciones. Agradézcanosla. Somos nosotros los que sufrimos por Usted. Hasta el punto de que dentro de poco tiempo podremos llegar a afirmar algo más: si no está en esta web es que, simplemente, no existe. Imaginen, en ese caso, hasta qué punto llega nuestro sacrificio como consecuencia de la enorme responsabilidad que supone ser el único escaparate solvente al mundo.

Las ventajas de este nuevo enfoque son, como es obvio, múltiples. La experiencia de millones de internautas desde 2000 las avala:

– Se acabó el navegar en busca de información, proceso desesperante, costoso y habitualmente nada fructífero; ahora en sólo media horita se obtiene todo. Quien dice media horita, por cierto, dice hora y media, dado que en La Página Definitiva, a diferencia de lo que ocurre en Internet y en contra de los que suele ser habitual en esa galaxia paralela que es el Internet hispano, los artículos pueden tener una extensión superior a tres párrafos. Sirva esta advertencia como aviso de exención de responsabilidad por las consecuencias que puedan derivarse de un hipotético atracón.

– Centralización de los contenidos relevantes, con lo que el resto de la Red pasa a ser prescindible y desaparecen innecesarias conexiones, antieconómicas y que hacen menos fluido el tráfico en la Red (tráfico que se canalizará más rápidamente a esta web). Si Ustedes han notado en los últimos años, sospechosamente a partir de 2000, que sus conexiones son más rápidas, ahora entenderán el motivo. ¡Descarguen como jabatos gracias a LPD!

– Igualdad: todo el mundo tiene acceso a la misma información, con lo que nadie parte con ventaja por tener un procesador más rápido o más tiempo que perder. Por no hablar de las diferencias sociales, educativas, económicas o ideológicas. A partir del momento en que esta web se ha convertido en la única fuente de información, diversión y cultura, todas ellas, simplemente, desaparecen. Desde el 14 de julio de 1789 no ha habido otra fecha tan importante para la nivelación de las desigualdades como el 14 de febrero de 2000.

– Respeto al Medio Ambiente. Esta página ha superado las más rigurosas ecoauditorías a las que la legislación alemana no nos obligaba. Ahí queda eso, pero no satisfechos con cumplir un compromiso de mínimos, vamos más allá en la lucha contra la contaminación. Otro de nuestros indudables logros en este sentido consiste en una vuelta de tuerca adicional: esta revolución ciberespacial que iniciamos en 2000 decidió prescindir, en lo que ya en esa época suponía una novedad mundial en la Red, de gráficos, dibujos, animaciones, flash, películas y logotipos que no sean estricta y absolutamente  necesarios. Si esta política era entonces increíblemente transgresora, imagínense ahora, donde cualquier página que se carga en nuestro navegador por descuido empieza a bombardearnos con todo tipo de efectos vacuos. Las innumerables ventajas de esta revolucionaria política, que ahorra tiempo al cargar páginas, realiza un espectacular maridaje de galaxias antes separadas y fomenta el ejercicio de ciertas zonas neuronales hasta ahora intactas en mucha gente (¡estrene su capacidad intelectiva!; razone, que para eso se necesita la letra impresa, y además no hace daño ni tributa a Hacienda), son pocas si se comparan con un factor clave: nos ahorra un huevo de trabajo. Por eso podemos asegurarles que cada vez que encuentren material multimedia, que serán pocas, habrá un motivo de peso. De otra forma no nos habríamos impuesto la tortura de suministrarlo.

– Por último, y quizá esta aclaración sobra por ser de todo evidente, esta página web está planteada para satisfacer sólo a los paladares más exquisitos. Si la inteligencia en armónica comunión con un buen bagaje cultural no es lo suyo, sentimos decirle que esta no es su web. Aunque, la verdad, tampoco es que seamos unos deslumbrantes genios por haber detectado esta incompatibilidad ni es preciso que le iluminemos al respecto: si es el caso, probablemente, Ud. mismo se haya dado cuenta ya (y haya pensado que somos %$&/·$”·$&/@@@). En ese caso siga como hasta ahora y no sufra, siempre le quedarán foros de opinión en Internet donde desfogarse a gusto.