Cursillo
para dárselas de entendido en rock
Aprenda cómo
aparentar en todo sin saber de nada
1.
Introducción
Cuántas veces
en una reunión nos hemos sentido desplazados porque, pese
a gustarnos la música, la gente hablaba de estilos o grupos
sobre los que no tenemos ni idea. Pero la experiencia demuestra
que el 99.9% de las veces, ése que tanto habla y presume
no tiene ni puta idea de lo que se lleva entre manos. Simplemente,
ha leído este documento antes que vosotros...
Así que, si
quereís reíros de lo lindo con ese amigo vuestro que
tanto sabe de música, sólo tenéis que prestar
atención al presente artículo.
2.
Breve Historia
Básicamente,
todo se divide por décadas:
- 50s. Rock'n'roll.
- 60s. Psicodelia y Beatles.
- 70s. Hasta el 75, glam y rock
sinfonico. Después, punk y new wave.
- 80s. Tecno-pop.
- 90s. Ya no se hace música
como antes.
Al margen de ello,
el rock se ha caracterizado por su movimiento de péndulo:
un año mandan los U.S.A. y al siguiente la perfida Albión.
Analizando lo que ahora mismo suena por la radio, podemos saber
lo que se llevará el año que viene. Fácil.
Podría enrollarme
mucho más, dividir todos esos años en estilos, tendencias,
sub-estilos y modas, pero no vale la pena. Básicamente, en
esas cinco líneas está todo explicado. Puedes añadir
de tu cosecha las cosas más peregrinas: que el tecno viene
de los grupos alemanes de los setenta, que el reggae es un blues
ralentizado o que todo comenzó el día que James Dean
raptó a Marilyn mientras Elvis besaba en los morros a los
Beach Boys, quienes cedieron su repertorio a Ringo Starr por dos
pesetas y este contrató a tres mataos para que dieran la
cara e inventaron el heavy metal, que al cruzarse con los sintetizadores
dio forma al brit-pop. Todo vale y nadie te va a decir nada si lo
dices con cara seria.
En todo caso, deberemos
entrenarnos para poder hablar a favor o en contra de cualquier estilo
o moda. Es más fácil de lo que parece... Algunos ejemplos:
Hippies:
SI -> Con los hippies, la juventud tomó conciencia al
fin de su propia libertad
NO -> Los hippies
destrozaron la imagen de una juventud emporrada a la que nadie podría
tomarse en serio.
Punk:
SI -> Revolución contra los dinosaurios de los setenta,
do it yourself, etc.
NO -> Niñatos
que ni siquiera saben tocar manejados por caraduras tipo Malcom
McLaren.
Heavy:
SI -> Música anticomercial y de machotes, pero a la vez
de complicada ejecución.
NO -> Canciones
para adolescentes llenos de granos que sueñan con aventuras
épicas que jamás vivirán.
Sinfónico:
SI -> La única faceta del rock presentable, la música
clásica del futuro.
NO -> Papilla
edulcorada, pasto de la gente demasiado inculta como para poder
comprender la música clásica.
Y así con
cualquier estilo...
3.
Técnicas básicas: ¡Muy importante!
- Llevar siempre la contraria
- Inventárselas, cuanto más
gordas mejor.
- Dudar sistemáticamente
de la información facilitada por el contrincante.
- Mantener hasta límites
inconcebibles nuestras posturas.
- Divide y vencerás.
- Gritar mucho.
- Descalificar al contrario.
- Todo contertulio es un enemigo
potencial.
- Veni, vedi, vinci.
- Los gestos son muy importantes:
el mundo te está observando.
- Cuando escuches los razonamientos
del contrincante, bebe o fuma con avidez y esboza una media sonrisa
de incredulidad.
Y lo principal: hablar
sentando cátedra. Siempre.
En caso de encontrarnos
rodeados y la espalda contra la pared, podemos mostrarnos de acuerdo
(ojo, NUNCA, bajo ningún concepto, al 100%) con alguno de
los contrarios.
También es
importante lograr aliados puntuales en conversaciones que se compliquen...
Desde luego, pasaremos a atacarlos sin conmiseración en los
minutos siguientes, diciendo todo lo contrario a lo que habíamos
mantenido hasta entonces.
Como principio (¡sólo
como principio!), presumir de "auténtico" y pasar de lo comercial.
Blues, rock de los cincuenta, punk del 77... En todo caso, guardar
silencio por unos minutos hasta saber de que pie cojea nuestro adversario.
Una vez sepamos su grupo/estilo favorito, proclamar que lo nuestro
es todo lo contrario y pasar al ataque, comenzando por una frase
tipo "eso ni es música ni es na" o "no está mal, pero
es un rollo".
En el improbable
caso de toparnos con un auténtico entendido (sería
más fácil hallar un unicornio), lo más seguro
es que lo sea sólo en determinada época, grupo o estilo.
Si el elemento está
versado en la música de los sesenta o setenta, atacar frontalmente
diciendo "macho, que desde 1982 ha salido algún disco decente".
O al revés, si el tío está muy puesto en las
tendencias actuales, manifestar que "es imposible comprender el
panorama actual desconociendo las raíces".
Si es fanático
de algún grupo, analizaremos el estilo en caso de que nos
suene de algo. Si el grupo favorito del contrincante vende millones
de discos, lo tacharemos de "comercial" y diremos que a nosotros
nos interesan propuestas más arriesgadas, mencionando tres
o cuatro grupos minoritarios o inventándonoslos directamente.
Si aboga por alguna banda semidesconocida, pasaremos a llamarlo
snob o listillo, manifestando que si son desconocidos es muy probable
que sean más malos que la carne de perro.
Esta ultima técnica
vale también para los estilos, aunque podremos aplicar otra
variante: si le gusta la música tranquila o new age nos lo
pone a huevo. Diremos que eso es música para anuncios de
yogures y nos quedaremos tan panchos. Si le gusta el jevi o el hardcore,
diremos que es música de nenazas, alabando a los grupos de
música electronica extrema tipo Whitehouse o los ruidistas
japoneses (memorizar esta última frase es muy importante).
Siempre deberemos usar lo de "pues yo más". En caso poco
probable de que resulte que le mole la música electronica
extrema, utilizaremos lo explicado anteriormente con los que presumen
de gustos poco comerciales.
Importante: aprender
de los presuntos expertos. Es decir, si vemos que un tío
sabe mucho sobre algún grupo en concreto (sobre todo de los
grandes: Queen, Dire Straits, Beatles...), fijarnos en que discos
alaba especialmente para mencionarlos como nuestros favoritos en
otras tertulias. Nos servirá para conseguir apoyos en futuras
batallas.
Lo más divertido
es abogar por un estilo que no le guste a la mayoría de los
presentes: es muy fácil despreciar el bakalao, lo que mola
es meterse con Depeche Mode o Queen en una convención de
fans. En el improbable caso de que estemos rodeados de gente civilizada
y la conversación carezca de interés, declararse fan
de Enrique Iglesias o Alejandro Sanz puede calentar los ánimos.
Comparar las magnas obras de estos últimos con las de esos
grupetes que no venden muchos discos. Si se nos acusa de que solo
nos gusta la música comercial, contra-atacaremos repitiendo
que es más difícil hacer una canción que le
guste a un millón de personas que grabar un disco que sólo
interesa a dos mil snobs que van de listos...
Difícilmente
los grupos sacan más de dos elepés que valgan la pena.
Garantizamos una posibilidad de acierto al 99% diciendo que CUALQUIER
grupo era mejor al principio... Existen algunas excepciones, tipo
Beatles o R.E.M. o U2, pero siempre es posible defender nuestra
postura.
Una variante de esa
técnica consiste en enterarse de los grupos en los que el
artífice principal ha abandonado el puesto. Ejemplos clásicos:
los Genesis sin Peter Gabriel son una mierda, los Pink Floyd sin
Syd Barrett no valen para nada, los Van Halen sin David Lee Roth
dan grima, etc...
Por otro lado, las
carreras en solitario de líderes de bandas suelen ser penosas
y tristísimas. Esto lo tomaremos siempre como dogma, claro
que si alguien ataca a Morrissey (por ejemplo) lo defenderemos a
capa y espada.
Variante de la variante:
el grupo secuela es por definición mucho peor que el original.
Por ejemplo: Porno For Pyros puede estar bien, pero son una mierda
al lado de Jane's Addiction; las Breeders molan, pero no resisten
comparación con los Pixies; Electrik Music serian un gran
grupo de no haber existido Kraftwerk...
También da
mucho juego el atacar a grupos consagrados: Smiths, Beatles, etc.
Por sistema, cualquier grupo que venda más de tres mil discos
es una mierda.
Por supuesto, ni
críticos ni revistas ni emisoras tienen idea de que están
hablando: están todos comprados y siguen los dictados de
la industria. Eso se aplica tambien a "lo mejor del año"
según la revista tal o las listas esas de "los cien mejores
elepés de la historia".
Y, esto es primordial,
para referirnos a ellos siempre utilizaremos la celeberrima definición
de Frank Zappa: "El crítico de rock es una persona que no
sabe escribir y que habla con personas que no saben hablar para
contárselo por escrito a personas que no saben leer". Ello
no impide de que podamos presumir del consumo de revistas extranjeras
como The Face, Vox, Best, etc... No, el NME y el MM son de garrulos.
Y el Rolling Stone, ni te cuento.
Y lo más importante:
ser capaces de hablar mal hasta de nuestro grupo/artista favorito...
Ya, es jodido, pero si lo conseguimos podemos estar seguros de haber
conseguido quedar como enterados... Igualmente, debemos entrenarnos
para hablar bien de grupos o estilos que nos repateen... Un buen
ejercicio sería ponernos frente al espejo mientras defendemos
a Enya sin vomitar o alabamos a grito pelado a AC/DC.
Cuenta siempre con
el factor geográfico. Hablar de un grupo de tu ciudad es
peligroso, porque fácilmente puede estar entre tus interlocutores
el primo de la novia del bajista, o el hermano del técnico
de sonido. También cabe considerar que es relativamente fácil
que alguno de los presentes los haya oído alguna vez. Por
tanto, no tengas miedo y surca los mares. Habla de Seattle como
si fuera tu barrio, invéntate parentescos familiares entre
las bandas de allí. Habla de los locales donde tocaban The
Doors como del bar de la esquina, y describe a la perfección
la Caverna de Liverpool. Invéntate sin pudor las más
peregrinas teorías sobre la escena holandesa, noruega, danesa
o australiana; presentando a cualquier grupo de ahí que te
suene como "los nuevos Beatles".
Variante ultra: entérate
de qué grupos son más importantes en lugares como
Sri Lanka, Burkina Fasso, Surinam o Tierra de Fuego, y clama por
la ceguera de la industria que nos priva de los miles y miles de
talentos musicales allí escondidos.
En caso de emergencia,
referirnos a las letras de las canciones. La mayoría de las
veces nadie sabe de que hablan esos melenudos, así que si
alguien se mete con la música del grupo que estamos defendiendo
y tenemos ganas de acabar rápido, le llamaremos inculto o
insensible; proclamando que lo más importante de ese grupo
es la poesia de sus letras. Inventarnoslas sobre la marcha.
4.
El estilo también cuenta.
La forma cuenta más
que el fondo.
Por ejemplo, facilita
mucho las cosas el utilizar nombres de entendidos, como si fueran
colegas de toda la vida y hubiéramos comido en el mismo plato.
Es decir, llamar a los músicos por su nombre de pila: David
(Gilmour), Brian (May), Mark (Knopfler),... si alguien pone caras
extrañas, humillarlo sin piedad: "Joder, ¿que John va a ser?...
Pues Lennon, coño!... Parece mentira..." Muy importante:
utilizar el apellido de Janis (Joplin), Jim (Morrison), Jimi (Hendrix)
o Brian (Jones) se considera de muy mal gusto. Mola enterarse de
los apodos: no digas Bob Dylan, di Zimmerman o "el judio de Minessota";
no digas Van Morrison, di "el león de Belfast"; no digas
Bruce Springsteen, di "el Boss"; no digas Prince, di "el enano de
Minneapolis"... Asimismo es preferible referirse a Declan McMannus
(Elvis Costello), David Jones (David Bowie), Paul Hewson (Bono el
de U2) o James Jewel Osterburg (Iggy Pop).
Esto se aplica también
a los grupos, por ejemplo: jamás digas Beatles, di Fab Four;
no digas Rolling Stones, di Stones (nota: si se te ocurre decir
"los Rolling" tirarás por tierra toda tu reputación);
no digas King Crimson, di Crimso; no digas Iron Maiden, di los Maiden;
no digas los Wedding Present, di los Weddoes y así sucesivamente.
Utilizar preferiblemente las siglas: Emerson, Lake and Palmer serán
siempre ELP; Premiata Forneria Marconi, PFM; Rage Against The Machine,
RATM; Def Con Dos, DCD; etc. Excepción a la regla: O.M.D.
Siempre deberemos referirnos a ellos como Orchestral Manoeuvres
In The Dark.
Asimismo, usar siempre
abreviaturas, a ser posible pronunciandolas en inglés: el
New Musical Express (acordaos de decir siempre que es una mierda)
pasa a ser NME (en-em-i); AOR en lugar de Adult Oriented Rock; MOR
en vez de Middle Of The Road...
Utilizar palabras
en inglés aunque no sepamos lo que significan: hype, dub,
clinic, mass-media, fade-in, bootleg, out-take, payola, gig, mainstream,
crossover, etc.
Inciso importante
sobre el inglés. En realidad no importa para nada la pronunciación,
con tal de que sea rápida y parezca profesional (si alguien
te pregunta, di que aprendiste inglés con una surafricana).
Aprende cuanto antes a pronunciar la "S líquida": tienes
que ser el primero de todos en pronunciar "Stouns" y no "Estouns".
Y sobre todo, NUNCA "Estones". También es queda bien pronunciarlo
como no lo pronuncia nadie: Bob Dailan, Eric Cleipton, King Craimson,
China Craisis...
Declara clásicas
aquellas expresiones que hayas escuchado sólo una vez. Ejemplo:
según tú, todo buen seguidor de Public Enemy debe
saber lo que significa PENO. (Public Enemy Number One).
Es también
recomendable adecuar nuestra oratoria al auditorio: frases como
"el jevi mola un mazo" o "la música de Enya me hace levitar",
"los ritmos andinos me sulibeyan", "Enrique Iglesias es guay", "los
corridos mexicanos son chévere" o "los pitufos maquineros
son chupi" serían ejemplos preclaros...
Importante: no reconocer
jamás que compramos los discos en El Corte Inglés,
FNAC o Crisol. Siempre los compraremos en el extranjero, por correo
o mediante algún conocido. En todo caso, comprarlos donde
no los compre nadie; presumiendo de ser amigo intimo del que lleve
la tienda en cuestión.
Como detalle, cuando
acudamos a un concierto saludaremos a todo aquel que se nos ocurra:
no hace falta darle un abrazo ni pararse a hablar, basta con levantar
la mano y sonreir. No hay ni que decir que no hace falta que lo
conozcamos de verdad. También pasaremos lista de los ausentes
"Huy, no he visto a fulanito (fulanito será un periodista
o locutor), que raro..." Si por casualidad aparece al día
siguiente su crítica en el periodio, diremos "fijo que ha
enviado algún 'negro' a cubrir la actuación". Cosas
así, vamos.
Normalmente, echaremos
pestes de los cabezas de cartel y alabaremos a los teloneros. Criticar
sistematicamente la sonorización de los locales. Cagarnos
en el d.j. que pone música de ambiente mientras esperamos
a que comience el concierto. Etc.
Por supuesto, nos
negaremos a acudir a conciertos en estadios y similares, "eso tiene
más de circo que de concierto". Y de los macrofestivales
veraniegos vamos a elaborar otro documento, pero por ahora nos conformaremos
con decir que debían estar prohibidos por el Tribunal De
Los Derechos Humanos De Ginebra o como se diga (tampoco tiene mucha
importancia).
Asimismo, echaremos
pestes de toda clase de recopilaciones ("tergiversan la trayectoria
del artista") o remixes. De las box-sets, ni te cuento: eso es para
recien llegados que cuando salieron los discos originales estaban
comprándose mariconadas. También luce mucho el abogar
por el vinilo y tachar de timo (está demostrado que con los
años se pudren) los cds, cosa de niñatos. Ah, y todos
los unplugged, sin excepción, son una mierda. También
todas las reuniones o comebacks (salvo, quizá, la de la Velvet
de 1993).
5.
Técnicas Avanzadas
Estas técnicas
requieren algo de esfuerzo, pero memorizando las siguientes líneas
conseguirás ser la estrella de la reunión...
Todo consiste en
buscar alguna anécdota curiosa y sacar el tema como quien
no quiere la cosa.
Por ejemplo: "Bob (Dylan) jamás fue el mismo después
de su accidente de moto", "En el doble blanco es donde comienza
a apreciarse que los Beatles habian dejado de ser un grupo", "Mick
(Jagger) aún siente remordimientos por la muerte de Brian
(Jones)", "¿Sabeís porque David (Bowie) tiene un ojo de cada
color?", "Aún no sabemos como la terapia de electroshocks
afectó la obra de Lou (Reed)", "Los Beatles sin George Martin
no son nada", "Hay que ver lo que ha hecho la heroína con
los Depeche", "La culpa de todo la tiene Courtney (Love)"... Está
técnica da sus frutos siempre que haya algún fan hard-core
de cualquiera de los artistas citados; si hay dos ya es la leche:
cada uno tiene su teoria particular, que por supuesto es la correcta.
Otro recurso potente,
aunque exige cierta disciplina e intuición, consiste en apostar
sobre valores "seguros": son esos nombres intocables a los que nadie
osa atacar, ya que de hacerlo puede llegar a peligrar nuestra integridad
física. Algunos de ellos serían Velvet Underground,
Can, Bob Dylan, Van Morrison, Neil Young, Joy Division, Sonic Youth...
Claro que por algo
aparece en el apartado de "técnicas avanzadas". Al margen
de que esos nombres son sacrosantos aunque no en todos los ambientes,
la cosa funciona como la bolsa. Es decir, los valores cambian constantemente
de cotización: hace unos años, todos, absolutamente
todos los grupos, mencionaban a la Velvet Underground como influencia
básica. Y aunque hoy ha sido superado en el particular Dow
Jones rockero por Sonic Youth, sigue manteniendo un apreciable nivel
de cotización.
Pero lo interesante es apostar por nuevos valores: quienes en su
momento, cuando iban tirados, compraron bonos de los Pixies o Dinosaur
Jr. hoy gozan de un respetable aire de entendido. Otros se decantaron
por Mock Turtles o Raw Herbs y perdieron todo su crédito.
El problema es que todo es tan voluble, que es muy complejo el acertar:
hoy todo el mundo puede enloquecer con los Nomads o Richie Valens
para que dentro de dos meses se imponga otra cosa. De todas formas,
podemos comenzar con un pequeño truco: si leemos que cierto
músico/valor seguro ha colaborado o apadrinado a algún
grupillo que despunta, volcaremos todas nuestras fichas a esa casilla.
Ejemplo práctico: Pearl Jam. Nadie les hacía mucho
caso, eran la Cenicienta del grunge. Bien, basta con que Neil Young
grabe un disco con ellos para que todos los entendidos abran los
ojos y comiencen a recibir buenas críticas.
También es
interesante y nos hace quedar bien el aprendernos de dónde
sacan los nombres los grupos. Es una tontería, pero de verdad
que funciona... Por ejemplo: Alice Cooper (una bruja quemada en
el siglo XVII), Jethro Tull (un ingeniero agricola del XVIII), Rolling
Stones (de la canción Muddy Waters), Iron Maiden (instrumento
de tortura de la Edad Media), Pink Floyd (los nombres de pila de
dos bluesmen), U2 (avión espía americano), AC/DC (corriente
alterna / corriente continua, pero también una forma de demoninar
a los bisexuales)...
Asimismo, resulta
de interés profundizar en la obra de algunos artistas "malditos":
Nick Drake, Phil Ochs, Peter Hammill, Townes Van Zandt, Elliott
Murphy... No hace falta comprarse sus discos, con dejar caer sus
nombres en una reunión es suficiente. Si el interfecto ha
muerto joven, existen muchas probabilidades de que su obra se mitifique
sin excesivos problemas: claro que también mola y da mucho
juego el criticarlos...
En el improbable
caso de que alguien contraataque (todo el mundo tiene pánico
a quedar como analfabeto: ya verás como la mayoría
asiente en silencio o dice "ah! claro...") diciendo que a esa gente
no la conoce nadie, los consagraremos a todos como mártires
del negocio, proclamando que son influencia reconocida por ese grupo
que tanto le gusta a él, diciendo que su grandeza todavía
no ha sido asimiliada por el gran público. A continuación
daremos cifras astronómicas en que supuestamente están
valorados sus discos: "El único disco de Pete Dello se ha
llegado a pagar por... XXXX pesetas".
Otra técnica
avanzada, sólo para los muy experimentados, consistiría
en la defensa a ultranza de la música infantil, de música
para la tercera edad, de orquestas de pachanga, bandas de música,
clarines y trompetas militares... en general todo lo que nadie cree
que está discutiendo cuando habla de música. Ecléctico
que es uno.
También es
interesante la teoría del "tercer disco". Es dogma de fe
que "el segundo elepé" de cualquier grupo es siempre una
mierda (hay excepciones, pero tan pocas que no vale la pena mencionarlas).
El primero es siempre fruto de la casualidad, el segundo se graba
deprisa y corriendo aprovechando el rebufo del primero y nunca aporta
nada. Donde un grupo demuestra lo que vale es en su tercer álbum.
A partir de ahí, improvisar.
Nunca está
de más el aprovechar los viajes para hacerse una foto frente
a la tumba de Jim Morrison, la placa de la calle de Abbey Road,
la entrada de los estudios Sun, etc. Hay lugares que no tienen mucho
que ver con el rock, pero suelen quedar bien, como el pueblo donde
se grabó Twin Peaks o Tijuana o Las Vegas... No sé
exactamente por qué, pero funciona.
6.
Recapitulación.
Todo este rollo se
puede resumir en dos palabras: llevar siempre la contraria.
La mejor defensa
es un buen ataque.
Hay que morir matando.
Mirar por encima
del hombro a los demás y observarlos con desprecio, como
diciendo "no tienes ni puta idea, macho, no sabes la que matas".
Si las cosas se ponen
feas, siempre podemos decir "iba de coña" y salir por patas...
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