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ACTUALIDAD DE ESPAÑA                         AÑO 2004

 

19/04/2004: Análisis del Consejo de Ministros del Gobierno del Diálogo

Desde que ZP ha llegado al poder esto es un lujo. En LPD antes escribíamos lo que nos daba la gana y lo publicábamos tal cual, pero ahora, investidos del nuevo talante, cualquier artículo, es más, cualquier acto de nuestras vidas, es sometido a debate, exponemos, desde la cívica discrepancia, nuestras posturas, nos solazamos en la búsqueda del consenso, y al final publicamos los artículos tal cual eran al principio. Pero aquí lo importante ahora ya no son los artículos, sino el buen rollito, sin acritud, sin crispación, marcando en todo lo que hacemos, incluso en el análisis de este Gobierno aspirante desde ya a la beatificación por parte de su Santidad, nuestra ansia infinita de paz, la búsqueda del bien y el mejoramiento social, en este caso, de nuestros humildes Ministros:

María Teresa Fernández de la Vega
Vicepresidenta Primera y Ministra de Presidencia

Mari Tere nació en Valencia hace 55 años. Es soltera (eso es evidente), feminista y tremendamente concienciada con los problemas sociales. Su prestigio de jurista ha sido notorio desde su ingreso en la carrera judicial, gracias al famoso cuarto turno que el PSOE instauró tras su primera victoria electoral en 1982. María Teresa, pues, jamás ha ganado unas oposiciones para juez. Pero no porque no fuera capaz de ello, evidentemente, sino porque sus tareas políticas y su sempiterna preocupación por los “temas sociales”, seguramente no le dejaron apenas tiempo para hincar codos.


Si la memoria no nos falla (observen qué bello tributo al “periodismo de investigación”), Tere jamás ha puesto una sentencia. En lugar de eso, su contribución a la justicia universal en general y a la española en particular se ha producido desde el Consejo General del Poder Judicial, del que fue elegida vocal en 1990, o más recientemente (fue nombrada en 1994 Secretaria de Estado de Justicia), desde las zahúrdas del famoso y divertidísimo Ministerio de Justicia e Interior, dirigido por D. Juan Alberto Belloch (el cochero del Conde Drácula), en la apasionante época en la que el prófugo Roldán se entregaba a un misterioso Capitán Khan en la exótica republica de Laos, se instruían los sumarios de los GAL, salían a la luz las escuchas ilegales del CESID o los no menos festivos escándalos de corrupción adornaban las páginas de la canallesca un día sí y otro también.

Siendo valenciana, en 1996, con la primera victoria del Partido Popular, salió diputada por Jaén (con dos cojones), suponemos que por su experiencia en el trato con los diferentes tipos de bandidaje finisecular que, en cierta medida, rendían merecido homenaje a los redistribuidores de riqueza que en otro tiempo poblaban la serranía de aquella provincia y adyacentes.

Nuestra Tere será, de hecho ya es, la primera mujer en la Historia de España que ocupa el puesto de Vicepresidenta del Gobierno de la nación, algo que ya nadie podrá arrebatarle. Vaya para ella, pues, nuestra más sincera enhorabuena.

Pedro Solbes
Vicepresidente segundo y Ministro de Economía.

D. Pedro, como todos Ustedes recordarán, fue el último Ministro de Economía del felipismo. Su sempiterno aire profesoral (que nosotros traducimos por una pachorra más grande que la funda de un piano) le permitió defender en 1995, en plena descomposición de los últimos restos del felipiense, unos Presupuestos Generales que, de sobra era conocido por todo el mundo, jamás iban a llegar a ejecutarse. A pesar de eso, es justo reconocer que Solbes se empeñó desde su puesto de Ministro de Economía tardofelipista en poner alguna racionalidad en las disparatadas cuentas públicas españolas. De hecho, en El País aseguran que fue D. Pedro quien sentó las bases para el despegue económico de la era Aznar. Claro que en ese mismo diario, de la mano de Estefanía (no Marcial Lafuente, no, el otro) se referían al IBEX 35 como “el selectivo IBEX 35”, sin que ningún experto de la casa se diera cuenta de la redundancia en varios años. Solbes patentó también por aquella época un sistema infalible para cuadrar las cuentas de la seguridad social: Acojonar a todos los contribuyentes de más de 35 años con la advertencia de que jamás llegarían a cobrar las pensiones públicas por las que, tan generosa como obligatoriamente, cotizaban un mes tras otro, de forma que todos fueran corriendo a hacerse un plan de pensiones privado que aliviara la tragedia del fondo de la Seguridad Social.

Después de sus hazañas españolas en materia presupuestaria, D. Pedro se fue a hacer las Europas. Su paso por el comisariado de Bruselas se distinguió por sus continuas advertencias a los países de la UE que no hacían sus deberes. En Irlanda aún escuece su famoso rapapolvos por crecer a un ritmo anual más del doble que la media europea, y en Francia y Alemania aún se descojonan con sus severas amenazas de sanción por incumplir los acuerdos en materia de déficit público. D. Pedro fue, esto es claro, un gran Comisario.

De nuevo en casa, gracias a D. Pedro podemos asegurar dos cosas: La economía seguirá yendo como Dios quiera, pero los debates presupuestarios españoles volverán a ser el espectáculo más aburrido de la televisión mundial, con permiso de Eduardo Punset.

José Antonio Alonso
Ministro de Interior

Hasta hace poco más de un mes, si algo había claro acerca de la composición de un hipotético gobierno Zapatero era que Bono sería el Ministro de Interior. Mientras tanto, José Antonio Alonso se postulaba, en todo caso, como Ministro de Justicia y ya era mucho. Sin embargo, los trágicos acontecimientos del 11-M han convertido el sillón de Interior en algo sólo un punto menos peligroso que la silla eléctrica texana. Obviamente, D. José Bono, que de tonto no tienen un pelo, no está dispuesto a quemarse en un sitio tan poco agradecido en momentos críticos como los que vivimos, que además podría truncar para siempre su esplendoroso futuro en la política nacional, así que, ladino como él sólo, hizo la maleta apresuradamente para pedirse “prime” la cartera de Defensa. Un buen puesto, oiga. Tras el previsible regreso de las tropas españolas desplegadas en Irak, y dado que en realidad nuestro ejército es una castaña, la tarea ministerial al frente de nuestra defensa se nos antoja un peso ciertamente liviano, lo que dejará mucho tiempo a D. José para “hacer política”, que es lo que en realidad le gusta al tío.


Pero estábamos con D. José Antonio Alonso. El Ministro Alonso es un magistrado progresista, con todo lo que eso lleva consigo, lo que nos permite aventurar que sus aportaciones en materia de leyes de extranjería, o de seguridad ciudadana van a ser de lo más imaginativas. Dicen de él que es un trabajador incansable, y aunque dialogante hasta decir basta (sin esa divisa nadie puede sentarse a la mesa de Zetapé), tiene una mala hostia del carajo, si se nos permite la expresión. Según el diario La Razón, en el Consejo General del Poder Judicial no tenía secretaria sino secretario. ¿?.

D. José Bono
Ministro de Defensa

¡Qué podríamos añadir sobre el Sr. Bono que no se haya dicho ya!; o que sí se haya dicho (Les Luthiers). D. José acaba de cruzar el Tajo, no para poner orden en las filas socialistas como algunas voces le exigían en los peores tiempos de Zapatero al frente del PSOE, sino para defender a la patria desde el puesto de Ministro de Defensa. Su patriotismo y su campechanía habituales calarán hondo en unas fuerzas armadas necesitadas de que alguien les levante el ánimo después de padecer al Minis-Trillo durante cuatro años. Esas dos mismas virtudes puede que, al mismo tiempo, levanten algún sarpullido en la delicadísima epidermis política de los nacionalismos periféricos. Pero no se apuren. D. José lleva en el poder político desde hace 21 años y sabe de sobra cómo tratar a las distintas ganaderías de nuestra piel de toro. Además, ferviente católico, apostólico y romano, con toda seguridad contará con la protección de Sanjosemaría Bendito, quien no permitirá el fracaso de uno de sus hijos más fieles.

Miguel Angel Moratinos
Ministro de Asuntos Exteriores

Miguel Angel Moratinos, madrileño, es diputado por Córdoba como no podía ser de otra forma. Zetapé necesitaba un hombre de acrisolada experiencia y de toda confianza para liderar el nuevo orden mundial que en su día anunció su lugarteniente Caldera, decantándose finalmente por Moratinos para esa tarea en una decisión que se nos antoja de lo más acertada.

Moratinos es uno de los grandes amigos de Arafat. Si repasan ustedes las fotos del líder del terrorismo palestino de los últimos años verán que aparece en la mayoría de ellas apoyado en el brazo de un tipo con poco pelo y bastante cabezón. Ese es Moratinos. Pues bien, D. Miguel Angel ofrece el perfil exigible a un Ministro de Asuntos Exteriores digno de Zetapé: Para él la guerra de Irak fue inmoral, ilegal, ilegítima y todas las íes que ustedes quieran poner, y además todo el problema del terrorismo islámico tiene su origen en el conflicto palestino-israelí. Es decir, que si no hubiera judíos en el mundo las Torres Gemelas seguirían en su sitio y Ben Laden, en lugar de un fervoroso musulmán, sería un botarate con chilaba más, ocupado en dilapidar los millones de petrodólares de su papá en caprichos occidentales, como debe ser. Estamos de acuerdo, por supuesto; Y hasta tal punto es así que no permitiremos a nadie haga la broma (de claro origen hebraico) de llamar a nuestro flamante canciller Moro-Tinos.

Juan Fernando López Aguilar
Ministro de Justicia

D. Juan Fernando es, con diferencia, el Ministro más guapo de todo el gobierno Zetapé, a pesar de lo cual el bribón está soltero. Juanfer, por otra parte, atesora la misma condición que su compañero de partido Jerónimo Saavedra: ambos son canarios. De hecho, entre 1993 y 1996 López Aguilar fue director de gabinete del entonces Ministro Saavedra... y lo dejamos aquí.
Si alguien ofrece un perfil megadialogante y con supertolerancia a raudales ese es nuestro Juan Fernando. Como representante del PSOE en la oposición para temas de justicia, fue el incansable interlocutor del PP en temas trascendentales como la famosa Ley de Partidos. Con su nombramiento, Zetapé cumple de paso la solemne promesa que en la pasada campaña electoral formuló ante los socialistas canarios: nombrar a un canario Ministro de su Gobierno. Para que luego digan.

Jesús Caldera
Ministro de Trabajo, Asuntos Sociales e Inmigración

Con D. Jesús Caldera no existe el problema de buscar el hueco ministerial más apropiado a sus facultades: donde quiera que le pongan hará un estropicio. Las aportaciones intelectuales de D. Jesús a la alta política consisten, por no extendernos demasiado, en falsificar informes oficiales a base de brochazos de typex para exhibirlos en sede parlamentaria con el manchurrón incluido, o su famoso axioma sobre las bondades del diálogo incansable y la tolerancia sin tasa que él mismo resumió en una sola frase: la vamos a liar. Con estas credenciales, nuestras esperanzas de una legislatura divertida se centran sobre todo en su figura. En materia laboral, el felipismo, de la mano del hoy presidente del PSOE Sr. Chaves, dejó el listón altísimo (casi 4.000.000 de parados). ¿Podrá Caldera superar esa marca ciertamente estratosférica? Es pronto para saberlo aún, pero lo que ya podemos adelantarles es que materia prima para intentarlo, desde luego que la hay.

Elena Salgado
Ministra de Sanidad y Consumo

El Ministerio de Sanidad, después del incomprensible paréntesis de Ana Pastor (médico de profesión), vuelve a tener al frente a una persona caracterizada por no tener ni puñetera idea de nada que tenga que ver con la salud pública. Dña. Elena Salgado es economista, y antes de ser nombrada Ministra de Sanidad fue directora de la Fundación Teatro Lírico, encargada del Teatro Real y del Teatro de la Zarzuela. Con esos antecedentes Dña. Elena estaba claramente predestinada a la cartera de Sanidad. En principio la tarea más importante encomendada por Zetapé es bastante sencilla: convertir el aborto en barra libre. Pero con la mala suerte que tenemos, esperen ustedes a la próxima crisis alimentaria. O mucho nos equivocamos o la Ministra Salgado cubrirá brillantemente el hueco que dejó en nuestro corazoncito la inolvidable ministra Villalobos.

Magdalena Alvarez
Ministra de infraestructuras

La cuota andaluza, básica en cualquier experimento sociológico que se precie, se nos antoja igual de importante en uno de los órganos más representativos de la nación además de Gran Hermano: El Consejo de Ministros. Dña. Maleni los tiene bien puestos. No tanto como la Vice Tere, pero casi. Su brillante gestión en la Junta de Andalucía (las cifras macroeconómicas de las provincias sureñas siguen a la cola del mundo civilizado, pero allí la gente es feliz), le ha servido de trampolín para aspirar a metas más importantes, como en este caso el gobierno de la nación. Desde su nueva responsabilidad al frente de las infraestructuras españolas, Andalucía puede dar por fin el salto a la modernidad, y tras su estela el resto de España. O mucho nos equivocamos (vean, vean, más “periodismo de investigación”), o Maleni cuantificó en su día la “deuda histórica” del opresor gobierno central con Andalucía en algo así como 100 millones de euros. Magnífica ocasión para cancelar deudas pasadas y de paso seguir haciendo amigos por el sur, que además son los más simpáticos.

Carmen Calvo
Ministra de Cultura y Comunicación.

La cuota andaluza en el Consejo de Ministros engrosa sus filas con esta nueva ministra, procedente del sur como Maleni. Dña. Carmen es superpartidaria de establecer la excepcionalidad cultural de las manifestaciones artísticas españolas, sobre todo las que tienen que ver con el cine. En principio, parece que el Ministerio de la Sra. Calvo obligará a los dueños de los cines a programar una cuota determinada de cine europeo, que como todo el mundo sabe tiene la desgracia de incluir al español, y como todo el mundo sabe también no va a los cines a verlo ni su puta madre. Dña. Carmen está dispuesta, por lo que parece, a poner en su sitio a la avasalladora industria hollywoodiense. Sin embargo, siendo Consejera de la Junta de Andalucía ofreció por sus ovarios la Mezquita de Córdoba al director Ridley Scott para que rodara allí una de esas odiosas pelis yanquis, lo que nos hace sospechar en ella los síntomas del conocido “síndrome Almodóvar”, que consiste en criticar severamente a la industria norteamericana y babear al mismo tiempo de placer ante la posibilidad de ganar su favor. Sus relaciones con el gobierno central han sido absolutamente desastrosas, y uno de sus proyectos más apasionantes es hacer de 2005 “el año del Quijote” sin que a la mayoría de españoles nos entren ganas irrefrenables de pedir el pasaporte lituano, como ocurrió en otras efemérides celebradas bajo la égida felipista.

María Jesús Sansegundo
Ministra de Educación y Ciencia

La Ministra Sansegundo proviene de la Universidad pública española. Esto no es malo ni bueno. Es directamente para salir corriendo. Desde sus responsabilidades anteriores en el mundo universitario participó en la elaboración de prestigiosos informes como el “Universidad 2000”, el “Informe Bricall” y “la Universidad Española en Cifras”. El mundo académico internacional aún no se ha repuesto del impacto intelectual de estos tres mazazos analíticos, prácticamente consecutivos. En su nuevo puesto al frente de la educación y la ciencia españolas, Dña. María Jesús asistirá desde una posición privilegiada a los últimos estertores de la penosa educación pública española, víctima de la LOGSE y los patéticos intentos de reforma posteriores. Esto quizá le suponga un pequeño borrón en su impecable currículum, pero a cambio le permitirá redactar un informe primoroso que a buen seguro será la envidia de todos los catedráticos con un mínimo de “preocupación social”.

José Montilla
Ministro de Industria, Comercio y Turismo

La cuota catalana, aunque el tipo sea andaluz por los cuatro costados. La carrera política de D. José transcurre en tierras de Catalonia, donde ya desde su temprana juventud se significó como un aguerrido luchador antifranquista. Montilla proviene del PSUC, como Piqué, pero al contrario que éste, su derrote hacia la derecha no fue tan severo, aterrizando en el PSC tras una corta travesía. José Montilla es un hombre honrado. De hecho, la Audiencia de Barcelona así lo ha declarado recientemente al juzgar ciertos asuntillos de presunta estafa y prevaricación por una operación urbanística bajo su mandato como alcalde de Cornellá. Todavía en la política catalana, fue el encargado de templar gaitas en la crisis del “tripartit” cuando los servicios secretos informaron al director del ABC de la costumbre del eventual Conseller en Cap de la Generalitat de ir a tomarse el vermú a las acreditadas cervecerías de Perpiñán en compañías poco recomendables. Sus retos más inmediatos son hacer cumplir el Protocolo de Kioto (lo que nos llevará con toda seguridad a una situación energética similar a la de Burkina Fasso), acaudillar la sempiterna liberalización del mercado energético y, por encima de todo, servir de puente para que el gobierno no ponga pegas a la reforma del Estatut, que para eso, y no otra cosa, le ha mandado Maragall a hacer política a Madrit.

Elena Espinosa
Ministra de Agricultura y Pesca

Dña Elena es economista y su única experiencia política ha sido dirigir la Autoridad Portuaria de Vigo, lo que indica que de Agricultura o Pesca no tiene ni puñetera idea, ahora de puertos debe saber un huevo. En todo caso, sus conocimientos del agro español se van a poner de manifiesto bien pronto, pues esta misma semana ha de batallar con el gordo comisario Franz Fischler, para defender las ayudas al aceite de oliva, el algodón y el tabaco. Sus primeras declaraciones tras su designación fueron “espero seguir siendo la que he sido hasta este momento y que el cargo no me cambie”. Ya estamos más tranquilos. ¿Ustedes no?.

Cristina Narbona
Ministra de Medio Ambiente

La Ministra más querida en tierras murcianas y almerienses, fue en su tiempo el brazo derecho de Josep Borrell, con lo que eso marca. La tarea principal de la Sra. Narbona al frente del ministerio se puede resumir en seis palabras: a tomar por culo el PHN. Dña. Cristina, a pesar de ello, deberá cumplir la promesa de Zapatero de traer agua a los sedientos campos de golf levantinos, naturalmente tras el imprescindible consenso. Sin embargo, durante los cuatro años de oposición, el PSOE no fue capaz de poner de acuerdo ni siquiera a sus propias delegaciones territoriales sobre la forma de llevar agua a las zonas de España más necesitadas, lo que como precedente no está nada mal. En los ratos libres que el nonato PHN le permita, Narbona (cada vez que escribo su apellido el hijoputa del word lo autocorrige por “Carbona”; no sé si eso significará algo) deberá echar una mano a su colega Montilla para hacernos cumplir el rollo ese del Protocolo de Kioto, con lo que conociendo el ímpetu político de Dñá. Cristina igual dentro de cuatro años volvemos al neolítico, con la iluminación por antorchas y la tracción animal. El Kioto ese estará orgulloso de nosotros.

Jordi Sevilla
Ministro de Administraciones Públicas

Jordi Sevilla le prometió a Zapatero que en un par de tardes le explicaba las diferencias entre la progresividad y la regresividad fiscales. Alguien se le adelantó, y hoy D. Jordi es uno de los principales damnificados del gobierno Zetapé. Sus enfrentamientos con Miguel Sebastián, tras el aterrizaje del ex director de estudios del BBVA a la camarilla de Zapatero, fueron antológicos, lo que indica que D. Jordi es limitadamente tolerante y escasamente propenso al diálogo. Pues hala, fuera de Economía, que era lo que a Sevilla realmente le hacía ilu. Y es una pena porque Jordi Sevilla, a pesar de ser un hombre de Solbes, es bastante rojo. Con él en economía, la incautación de riqueza para su posterior redistribución por parte de los que realmente saben de esto hubiera alcanzado límites antológicos, y nosotros, con muy poca riqueza que incautarnos, nos hubiéramos divertido un huevo. No podrá ser y no te lo perdonaremos fácilmente, Zapatero.

María Antonia Trujillo
Ministra de Vivienda

Por primera vez en la Historia el Gobierno de España contará con una ministra extremeña. Ele. La Sra. Trujillo (coño, si es que hasta el apellido, oiga) es una experta en vivienda. No hemos visto la suya por dentro, pero cuando Ibarra nombra a alguien para un puesto clave como la Consejería de Presidencia de la Junta de Extremadura (ahí queda eso) es porque esa persona sabe lo que hay que saber. La Ministra Trujillo ha sido la responsable del Plan de Vivienda y Suelo de Extremadura, para la construcción de entre 25.000 y 30.000 viviendas, que ha dado a la luz conceptos jurídicos tan imaginativos como “familia de especial protección”, “familia joven” o “promotor colaborador”, que, estamos seguros, marcarán una época en la política de vivienda europea. Dña. María Antonia es también la responsable del apartado del programa electoral del PSOE en lo que se refiere a esta área (qué mujer, qué mujer), y bajo su batuta se pretende aumentar el número de viviendas de alquiler, la reducción del precio de la vivienda o de la especulación del suelo. Naturalmente a base de mayores controles administrativos y más burocracia, que para eso somos sociatas y hemos ganado las elecciones. Se siente.

Pablo

 
La Radio Definitiva