AUTONÓMICAS
2003 EN LA RIOJA
La
gula como filosofía vital
Características
socio - históricas
La
Rioja es una región, como cualquier otra región española,
que cuenta con una gloriosa y voluminosa historia. Cruce de caminos
y tradiciones, La Rioja ha bebido desde sus orígenes de la
conjunción de las mejores culturas de la Hispanidad, se ha
nutrido del mestizaje social e intelectual de las españas
para configurar una acusada personalidad propia reflejada básicamente
en lo único que, a los ojos del resto del mundo, hacen: beber
y comer, suculentos manjares regados con delicioso vino, banquetes
pantagruélicos sin fin cuyo principal objetivo no es, como
pudiera parecer al observador poco avezado, de carácter lúdico,
sino una revolucionaria iniciativa empresarial que asegure el desarrollo
sostenido de la región: la mitad de los habitantes de La
Rioja trabajan en productos de primera necesidad (uvas para crear
vino, hortalizas y pastos para alimentar humanos y/o vacas, y las
vacas en sí) destinados en un primer momento a alimentar
a la otra mitad, que se dedica a generar distintos servicios para
agricultores, ganaderos y bodegueros (o sea, agricultores fashion),
es decir, desarrollar líneas telefónicas que permitan
reservar mesa en el restaurante, construir carreteras que aseguren
la llegada de alimentos frescos y el transporte a los lugares más
recónditos de la provincia de los mejores vinos, y medios
de comunicación que anuncien las últimas novedades
en el sector de la hostelería.
Tan
viejo como el mundo y, sin embargo, tan eficaz. Y no crean que La
Rioja vive en una economía de subsistencia, como en el Neolítico,
no. La eficacia productiva del sector alimentación - hostelería
es suficiente para fabricar no sólo comida y bebida para
los insaciables habitantes de la región, sino incluso para
destinar a la exportación, particularmente de sus vinos,
de fama mundial, lo que a su vez genera suficientes ingresos para
pagar autopistas y urbanizaciones que faciliten el transporte de
mercancías y el disfrute de las mismas para los lugareños.
Esta nueva Arcadia, sita en un paraje natural incomparable (rodeada
de regiones de tanto tronío como Aragón, Castilla
y León y, en particular, Euskal Herria), se sostiene por
motivos que van más allá de nuestro entendimiento,
o mejor dicho, que no pertenecen a dicho entendimiento, pues ni
nosotros ni nadie hemos manifestado jamás el más mínimo
interés por lo que pueda ocurrir en esta región, al
menos desde que el Logroñés descendió de categoría.
Y sin
embargo, La Rioja es una de las cinco regiones más ricas
de España, y muy probablemente en la que mejor se vive. Es
un caso paradigmático de que no siempre es necesario quejarse,
tener aspiraciones independentistas o hacer todo lo posible para
preservar una lengua de indudable valor académico - sentimental
para, a cambio, pagar menos impuestos y sacar más infraestructuras.
Por tanto, ¡viva la Rioja! ¡Viva el vino! ¡Vivan
el general Espartero y los gigantescos genitales de su caballo,
sólo comparables a los de Ánsar! Y ya está,
no me quedan más vivas que ofrecer. ¿Conseguiremos
retener con esta desinteresada loa, tras el chapapote generalizado
del análisis electoral de "los pueblos y regiones de
España", al menos, a los lectores provenientes de La
Rioja, si es que tenemos alguno que nos consulte entre el almuerzo
y la comida?.
Alta
política riojana
Sin
poner en duda en ningún momento las hondas razones históricas,
políticas y culturales que justificaron en su momento desgajar
La Rioja de Castilla y conferirle el estatuto de comunidad autónoma,
lo cierto es que hay sospechas razonables de que la existencia de
esta autonomía, además de para llegar a un número,
el de diecisiete CC.AA., de gran valor simbólico, se debió
al afán de los españolazos por aislar Euskal Herría,
rodeándola de comunidades uniprovinciales que, al ver satisfechas
sus atávicas demandas de autonomía que les diferenciara
algo del resto de los españoles y les diera instituciones
propias, elecciones propias, gobierno propio, etc., no se vieran
tentadas algún día de unirse a la propia Euskal Herria,
su clima, sus tradiciones, su idioma, sus autobuses quemados, su
impuesto de sociedades,
La
estrategia, sin duda, salió bien, y además permitió
un notable desarrollo de estas comunidades uniprovinciales, beneficiadas
por las afanosas compras de segundas y primeras residencias efectuadas
por ciudadanos de Euskal Herría que huían, y siguen
huyendo, del ámbito vasco de decisión, sustituyendo
una boina por otra exactamente igual, pero españolaza.
Desde
entonces La Rioja ha vivido en un edén en el que absolutamente
nadie les hacía caso y a todos les resultaban simpáticos,
mientras ellos iban a lo suyo, procurando pasar todo lo desapercibidos
que fuera posible. Esto se ha notado también en el plano
político, donde nadie se ha molestado nunca en saber nada
de anteriores elecciones autonómicas, como uno puede constatar
dolorosamente previa búsqueda en Internet. Sólo hemos
sacado en limpio, en el que será primer análisis de
la política riojana efectuado por un medio extranjero, que
La Rioja es una región tradicionalmente muy disputada por
los dos grandes partidos españoles, que hasta ahora arrojan
un balance de 3 - 2 favorable al PSOE en número de victorias,
si bien éstas corresponden a las tres primeras legislaturas
autonómicas (en una de las cuales, la 1987 -91, gobernó
AP en virtud de su pacto con el CDS), ostentando el PP la mayoría,
y el gobierno, desde 1995 hasta ahora.
Junto
a ambos partidos existe una exótica opción, el Partido
Riojano, que sin embargo puede cumplir un papel clave en estas elecciones,
donde la mayoría absoluta del PP (justita en el 95 -17 frente
a 16 de la oposición-, más holgada en el 99 -18 frente
a 15) puede desaparecer a poco que los electores voten pensando
en la brillante política del presidente del Gobierno español,
Joe Mary Ánsar, en lugar de ceñirse a la acción
de gobierno, que suponemos más presentable, del candidato
local, que, en un inaudito ejercicio de revelación de información
privilegiada, les comentamos que se llama Pedro Sanz. IU, en principio,
no pinta nada en esta región de burguesitos (salvo en 1995,
la época del sorpasso), así que las opciones se antojan
reducidas: el chuletón del PP o -menos probable- la paletilla
del PSOE, con la incógnita de saber si será necesario
el concurso del PR o no. Lo sabremos en cuatro días (y lo
olvidaremos poco después hasta dentro de cuatro años).
Guillermo
López (Valencia)
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