Selecciones
de lectores
PROPUESTA
DE ISRAEL MÁRMOL
Para mí la selección
ideal sería:
Casillas:
El tiempo y el sabio me han dado la razón, no había
mayor culpable que este lamentable cantamañanas. Aunque hay
quien puede argüir que este sabe distinguir los balones de
los frascos de colonia JB a la hora de despejar.
Puyol:
Un lateral derecho que juega de central y se le convoca para lateral
izquierdo. Con este mareo es normal que no supiera dónde
estaba jugando y, como todos, fracasara.
Raúl
Bravo. ¿Tengo que explicarlo? ¿De verdad? ¿De
verdad?
Marchena:
Con esta cara solo puede estar en la feria de Jerez subido a un
caballo o de monosabio de Curro Romero, pero no sé por qué
hay quien se empeña en ponerle de central (y no tengo nada
en contra de los sevillanos, fale?)
Helguera:
La elegancia que le falta a esta panda de desarrapados. Lástima
que con tal de no estropearse el peinado, deje la penosa tarea de
correr y fajarse (qué bien queda, eh?) en las proletarias
manos de sus mucho mas desfavorecidos compañeros de línea.
Si quisiéramos un icono metrosexual en España, no
hay mejor candidato. Claro que no lo queremos, fieles a nuestras
tradiciones, y Helguera se niega a desplazar un palillo entre las
comisuras de sus bellos labios, no vaya a corrérsele el perfilador.
Etxeberría:
Solo la lamentable sumisión de ZP a los separatismos antinacionales
justifica la presencia de este tipo en la alineación. Hombre,
correr, corre, pero es que hay que ponerle una pancarta en la bocana
de Gol que dice “Para Etxebe”, como a Forrest Gump.
Se supone que tiene un centro prodigioso, pero aún se espera
que lo lance, y ya cumplido su objetivo, se retire en la cumbre.
Albelda:
¿¿¿Un tipo capaz de provocarse una “torsión
testicular”, él solito y sin la presencia de Michel
en la cancha, si bien estaba en la cabina de comentaristas???, ya
es merecedor de su presencia en este selecto grupo.
Baraja:
Un bicho raro entre tanta mediocridad. Pero bien contagiado de la
misma, se camufla y no se distingue ninguna de sus virtudes.
Vicente:
Otra singularidad, que incluso intenta hacer algo interesante. Nuestra
esperanza es su juventud, y, por tanto, la esperanza de que se contagie
de la indolencia de sus compañeros. Forzado incluso por ellos,
para que no les deje mal, el muy traidor.
Valerón:
Uno de esos que hace mear colonia a los comentaristas cultos y que
saca de quicio a cualquier aficionado por su falta de sangre. Muy
buena gente, pero deberíamos dejar su premio a los Reyes
Magos y no sufragarle los viajes de placer (por que a jugar no va)
a las competiciones internacionales.
Raúl:
Poco hay que decir que no se haya dicho ya. Solo que la obligatoria
cuota del Madrid podría cubrirse con utilleros, masajistas
y fisios, pero no mortificarnos con algo como esto.
Como
entrenador, no podemos elegir otro que Iñaki Saez, para,
tras los sobacos de Camacho, dar una nueva muestra de la elegancia
y el diseño español, envidiado en todo el mundo, que
se refleja en sus gorras y chandales de cuando cantaba Martirio.
Que no tenga ni puta idea de fútbol es solo un pequeño
detalle, que no debe empañar su intachable trayectoria.
|