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Ya, ya lo sé,
ya tienen una alineación mía y me van a llamar avaricioso, pero
hay que tener en cuenta que el equipo que ya les había enviado no es
una selección nacional, como piden, sino una selección particular
de un club particular como es el Atlético de Madrid. Además,
repasando mi archivo me he encontrado con extraordinarios talentos que no
se pueden desaprovechar para una selección con la furia y el coraje
de la nuestra. Me ha quedado un poco floja, con tan sólo jugadores
del MEMYUC, pero representa fielmente los valores, espíritu y tradición
de nuestra santa patria.
Por supuesto,
el seleccionador sería mi ilustre tocayo don Luis Aragonés,
quien actualmente dirige con mano firme los destinos de mi querido Atlético
de Madrid, que con sus espectaculares segundas vueltas está a falta
de bien poco para asegurarse matemáticamente la permanencia en Primera
División. Su revolucionario modelo táctico del islote (4-2-3-1,
dos pivotes estorbándose el uno al otro, tres mediapuntas sin posición
ni cometido claros y un delantero solito y aburrido peleándose contra
la muralla rival) es ya pieza de cabecera en todas las escuelas de entrenadores.
El puesto de
portero, y por tanto el número 1, se lo damos a BIURRUN, portero que
si no recuerdo mal fue de equipos del renombre y nivel del Español
(de cuando todavía la ñ no se había desintegrado en ny)
y del Burgos, aunque su mero nombre basta para hacerse merecedor del puesto.
Además, es el único portero que he visto capaz de que le hagan
un caño estando arrodillado. Pero bueno, en caso de que su localización
sea difícil, siempre se puede recurrir a GARMENDIA, aquel carnicero
pluriempleado del Eibar que tanta cámara chupó cuando se retiró
a los 40 añitos.
La banda derecha
no podía ser para otro. Y es que después de tantos y tantos
años trabajándose duramente el puesto, nadie merece más
ese dorsal 2 que COTA, fino y veloz lateral, eterno emblema rayista que se
perdió todos los partidos internacionales de su club (sí, incrédulos
lectores, hasta el Rayo ha estado en la UEFA; recuerden, recuerden, hagan
memoria, que es sano) por una inoportuna lesión contra el campeón
de la liga andorrana.
Hay que reconocer
y se reconoce, por una vez y sin que sirva de precedente, que don Iñaki
Sáez ha tenido un gran acierto al frente de la selección nacional.
Y ese no es otro que darle el número 3, y con él la banda izquierda
de su retaguardia, a ese pedazo de jugador que es RAÚL BRAVO. ¿Que
ni Paco Lobatón sabe quién es y se ha tenido que ir cedido a
las Inglaterras para poder jugar algún minuto (y al parecer tampoco
lo consigue)? Eso son detalles sin relevancia. Lo importante es que es de
la cantera del MEMYUC. ¿Qué más quieren?
Uno de los dos
centrales, el número 4, es un prestigioso integrante de aquel "Queso
Mecánico" que desde Albacete con amor maravilló a España
a principios de la década de los '90: ni más ni menos que COCO,
que no sé si será bueno o malo, pero al menos asusta al delantero
rival. El otro central, por supuesto, tiene que ser el paradigma del fair
play: Pablito ALFARO. Capitán del Sevilla e indiscutible "5"
de la selección, nadie como él para aportar la chispa de elegancia
que todo equipo necesita.
No podía
faltar en cualquier intento de selección el jugador que más
hizo sufrir a los fabricantes de peines: el majestuoso Tato ABADÍA.
Esa gracia en el correr, ese arte en el vestir, ese tronío en el patear
el balón... cualquiera diría que es sevillano de pura cepa,
aunque donde exhibió sus dotes balompédicas fue en escuadras
norteñas. Para él el eterno reconocimiento y gratitud por los
servicios prestados para la causa (los de "Lo que el ojo no ve"
se forraron con él), el número 6 y uno de los dos pivotes.
A nuestro número
7, inexplicablemente, todavía no le han concedido ni el Balón
de Oro ni ningún otro galardón que se le asemeje. Y es bien
extraño, porque ROBERTO Borrachoso, digo Fresnedoso, el rey de la banda
derecha, reúne méritos más que sobrados para eso y para
mucho más. Pregúntenle a cualquier seguidor del Atlético
de Madrid y verán. Su talento innato no necesita más comentario.
Debido a las
peculiaridades de este equipo, el número 8 va a parar al otro pivote,
que no es otro que JAIME, aquel rubio que salió de la cantera del MEMYUC
(para que no se diga que no respetamos lo más puro, la esencia, de
las tradiciones ancestrales españolas, cualquier tuercebotas de blanco
puede ser internacional) y que terminó de explotar en el Rácing
y sobre todo en La Coruña. ¿Quién no recuerda aquellas
declaraciones, vilmente robadas por una cámara de Canal Plus, donde
se quejaba de lo poco que jugaba en el equipo de Irureta, lo que le valió
su inmediata extradición a Tenerife?
Nuestro delantero
centro, número 9, es Ángel CUÉLLAR, pionero en las batallas
dialécticas con el ínclito Lopera. Abandonó al Beticismo
entre polémicas declaraciones para probar suerte en todo un Barcelona,
de donde tras años de intenso calentamiento de banquillo o de grada
junto a compañeros de la talla de Sánchez Jara o Escaich se
vio obligado a volver a tierras sevillanas. Posteriormente ha deambulado por
equipos de diverso pelaje y nivel (léase Nàstic de Tarragona)
ofreciendo con cuentagotas muestras de su inagotable calidad.
A falta de nada
mejor, habrá que reconvertir un delantero centro a la antigua usanza
para que, con el 10 a la espalda, ocupe el puesto de media punta. Ese delantero
no es otro que CLAUDIO Barragán, el único integrante absolutamente
prescindible del SuperDépor de los primeros (y últimos) tiempos
de don Arsenio Iglesias. Tras deambular por Salamanca y alrededores, actualmente
se desconoce su paradero.
Sólo hay
un hombre para la banda izquierda. Sólo un jugador capaz de vestir
el número 11 en un equipo como éste. Sólo un jugador
es capaz de hacer once mil bicicletas y treinta mil túneles a los defensas
rivales en menos de diez segundos para acabar en el mismo sitio de donde venía.
Y ese jugador, que desarrolló su carrera entre Vallecas y el Pizjuán
y que según las últimas noticias anda actualmente por la Tercera
División palentina, no es ni más ni menos que el gran ONÉSIMO.
Igual que con
el del Atleti (made in tal y tal), con este equipo reto a quien sea. No me
hacen falta ni suplentes. ¿Alguien se atreve?
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