Real
Madrid
ANÁLISIS
EQUIPOS TEMPORADA 2000 - 2001
OBJETIVO: El
Real Madrid afronta la temporada 2000-2001 con dos grandes retos:
deshacerse de Míchel Salgado, logrando así que nadie con parentesco
con la familia de Sanz cobre de la entidad, por una parte, y por
otra tratar de rentabilizar la imagen de Figo en Internet para recuperar
alguno de los 20.000 millones de la operación. Ante la terrible
dificultad de estas tareas (cualquiera con nociones básicas sobre
el negocio de Internet sabe que sería un milagro que el Madrid sacara
dinero con la Nueva Economía)
el resto de objetivos pasan a un segundo plano: Liga, Copa del Rey,
Champions League, Mundialito de Clubes y Trofeo Santiago Bernabeú
son objetivos secundarios.
TRAYECTORIA: El Real Madrid de los últimos años ha logrado una brillante
trayectoria. De ser un eterno segundón (mitad de la década de los
90) que se conformaba con la UEFA para salvar la temporada ha pasado
a poder ser considerado el “equipo revelación” de final de siglo.
Sorprendiendo a los grandes ha ganado dos ligas en los últimos 5
años (sí, sí, una más que el Depor) y ha aprovechado que la Champions
League puede jugarla ya hasta el Hertha de Berlín para ganar dos
Copas de Europa.
FIGURAS: Míchel Salgado. Este bravo lateral derecho ha logrado triunfar:
gana una pasta, juega en la selección y se ha casado con la hija
de un millonario. Il due, como le llama la prensa madridista
(es decir, la prensa española), debe demostrar este año que ante
la adversidad se crece, y luchará por seguir tapando (es un decir)
la banda derecha del equipo del Bernabeú a pesar dela canallada
sufrida por su suegro. Una vez logre esto nadie podrá seguir poniendo
en duda que Míchel Salgado está donde está por méritos propios y
no, en contra de lo que sostienen algunos maledicentes, debido a
la ascendencia de su mujer sobre la entidad blanca,
NUESTRO CONSEJO: El Real Madrid no necesita muchos consejos pues haciendo
el ridículo desde hace años y exhibiendo unas maneras de gestión
empresarial que difícilmente podría empeorar algún gurú de la Nueva
Economía (no sabemos si el Madrid pirde dinero convencido de que
el futuro es hacerlo, pero lo que está fuera de toda duda es que
pierde dinero a espuertas) la masa social está satisfecha y el club
ha ganado dos Copas de Europa. Que mientras tanto el club haya protagonizado
escándalos de diversa índole y haya demostrado una inigualable capacidad
para hacer el ridículo es poco importante ante logros como “la Séptima”
y “la Octava”. En esta tesitura no nos atrevemos a aconsejar nada,
pues en una entidad como el Madrid es más que probable que en el
momento en que un ápice de racionalidad entrara por la puerta del
club todo su prestigio (casi 100 años dando el cante) se iría por
la ventana.
COMENTARIO: El Real Madrid, ante todo, es un club señor (caballero del
honor y esas cosas). Sin el Real Madrid el campeonato nacional de
Liga sería muy distinto y, probablemente, mucho peor. En primer
lugar casi todos los equipos contarían desde principio de temporada
con ciertas garantías arbitrales (no nos imaginamos a los trencillas
españoles señalando penas máximas a porrillo a favor del Rayo Vallecano,
por ejemplo), lo que degeneraría en una mayor igualdad y, por ende,
competencia, lo que a buen seguro arruinaría la sana deportividad
de nuestro fútbol, en el que todos contemplamos con satisfacción
y “caballerosidad” como el caballero del honor se lleva los puntos.
Para lograrlo se recurre a métodos que han dado la vuelta al mundo.
Es el caso del único penalti al que la FIFA ha reconocido en todo
el mundo la Denominación de Origen. Un penalti D.O. Bernabeú reúne
estas características:
a) partido igualado entre
el R. Madrid y otro equipo que se juega, claro está, en el Bernabeú.
b) Jugador del Madrid que
recibe un balón en el área en posición complicada
c) Jugador contrario (o jugadores)
en las cercanías, que tienen la indelicadeza de tratar de impedir
el gol
d) El representante del equipo
del honor, deprimido, resbala o fruto de una repentina debilidad
cae en el área
e) El árbitro, por supuesto,
señala raudo y veloz la pena máxima ante la evidencia del foul
Como todos los grandes inventos este tipo de penalti ha cosechado un espectacular
éxito y las imitaciones en otros terrenos de juego se han multiplicado.
Abundan de este modo también los penaltis en los que pasa exactamente
lo aquí descrito pero en campo ajeno, auténticas imitaciones del
penalti de referencia. El beneficiado suele ser también el Madrid,
motivo por el cual no ha elevado queja a la FIFA por la adulteración
que ello supone de la referida Denominación de Origen.
EL COMENTARIO DE NUESTRO TECNICO: Esteeee, la escuadra blanca parte con
una notable ventaja en la competencia española, como es bien sabido,
debido a que el equipo visitante, al rendir tributo a D. Santiago
Bernabeú en la cancha que porta su nombre, sufre el conocido efecto
del “miedo escénico”. Este temor reverencial a la historia del club
madrileño se manifiesta en el extremo cuidado que manifiestan ciertos
jugadores rivales, que les atenaza y les impide rendir, al estar
eminentemente preocupados por evitar las viriles acciones de los
defensas blancos, que defienden como a cualquier compatriota mío
le agradaría poder hacerlo,
sueño que la presencia de árbitros no permite cumplimentar. Sin
embargo el Bernabeú proporciona a jugadores de la talla de Fernando
Hierro o Fernando Redondo la posibilidad de hacer uso de todas las
vertientes del juego. Se convierte así el fútbol en un juego más
completo y libre, en el que la capacidad de expresión balompédica
no queda circunscrita, de un modo pacato, a patear el balón, y puede
ampliarse a patear tibias de rivales, e incluso sus occipitales
si ello se tercia y los artistas lo consideran oportuno. Esta libertad,
básica para el desarrollo de la personalidad artística, no puede
sino considerarse una imperiosa necesidad cuando en el pasto concurren
talentos como el de Hierro. Este jugador, ejemplo de pundonor y
aguerrimiento, sólo ha podido demostrar todo lo que lleva dentro
en el Real Madrid. Un club de fútbol que habilita esta oportunidad
a un genio de su talla merece que todos los que amamos el fútbol
le honremos debidamente.
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