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ANÁLISIS
DE NORUEGA Y YUGOSLAVIA, COMPAÑERAS DE GRUPO DE LA SELECCIÓN
Noruega
Los nórdicos
son unos fieles representantes de lo que debe producir toda buena escuela
escandinava que se precie: impuestos, civismo y mediocridad por doquier. En
el caso del fútbol, mediocridad, por supuesto. Desde que en el Mundial
de EE.UU. de 1994 demostraron que el fútbol italiano tenía mucho
de propaganda, y que cualquier selección llena de tanques rubios con
nula calidad puede producir un antifútbol más efectivo, nada
ha vuelto a ser lo mismo. Noruega es un equipo lamentable, cuya base futbolística
se fundamenta en el patapúm parriba, pero sin la gracia y el salero
que caracterizó a otros equipos de mayor empaque, como por ejemplo
el nuestro en la era clementista. El enfrentamiento entre esta selección
y nuestros chicos de Clemente tuvo un resultado espectacular: 0-0, claro,
con Molina derrochando calidad por los cuatro costados como interior izquierdo.
Imaginen el engendro que habrían podido crear en un partido de alta
competición, en lugar de uno amistoso.
Pero tristemente
Javier Clemente fue despachado por la incomprensión de una hinchada
que ha acabado por creerse aquello de que el fútbol español
siempre se ha caracterizado por su técnica, y no por pegar patadas,
al balón o a los contrarios indistintamente. Y ahora la nueva selección
de Camacho, con la increíble calidad de Valerón al frente, tiene
una ocasión única de ganar la Eurocopa, porque según
nos dicen los periodistas, esta Selección enamora. También enamoraba
en el 98, 96, 94, 90, 88, ... y desde que tenemos uso de razón, pero
eso no tiene la menor importancia. Estamos con Camacho, y confiamos en que
sea capaz de aplastar a los noruegos sin mayor problema (en realidad firmaríamos
un empate a cero, pero queremos parecernos, también en el optimismo,
a nuestros ídolos, los comentaristas deportivos).
Pero, no nos
engañemos, Noruega es un equipo patético. Sus mayores "estrellas"
están en la delantera (todos los demás son centrales), y son
un suplente del Manchester United, Soljskaer, y Tore André Flo, especie
de tanque, con cabeza pero sin cerebro, al que, en un alarde de voluntarismo,
los hinchas noruegos apodan "Flonaldo". Aterrorizados estamos: una selección
que se dedica a nutrir de defensas al peor fútbol defensivo del continente,
el inglés, no nos asusta.
No tengan miedo,
por lo menos el empate está asegurado: aún recordamos el Mundial
de EE.UU., en el que se produjo un cuádruple empate entre México,
Noruega, Italia y Eire y los nórdicos cayeron eliminados por el goal
average (un gol a favor y uno en contra en tres partidos; los demás
equipos tenían dos a favor y dos en contra). Ni siquiera España
es capaz de perder contra unos tipos tan malos.
Yugoslavia
Es decir, Serbia.
Porque todos los que no eran serbios han sido convenientemente depurados. Ya
sabemos que tendría más lógica empezar esta sección
con Noruega, o con Eslovenia, pero no nos engañemos: si todo va como
esperamos (empate con Noruega y victoria con Eslovenia), España se jugará
con Yugoslavia el pase a la siguiente ronda.
No es una perspectiva
agradable. Los yugoslavos, a diferencia de los croatas, son conocidos por
su ambición ganadora, por su carácter combativo, por ese deseo
de perseguir al enemigo allá donde esté para exterminarlo (pido
disculpas al Redactor II por el plagio). Esta característica de la
esencia yugoslava, que tan bien pudimos comprobar en la Guerra de Kosovo y
los antecedentes, se reproducirá, sin duda, en la Eurocopa. Milosevic
sabe que su única posibilidad de recuperar el cariño de los
serbios es ganar la Eurocopa (así, como suena), preferiblemente ante
Inglaterra o Alemania. Así que las familias de los seleccionados yugoslavos
seguirán con atención, desde su régimen de prisión
domiciliaria, los avatares de su Selección. Esperemos que ya se hayan
clasificado para cuando a España le toque jugar contra ellos, porque
si no lo pasaremos mal. Al fin y al cabo, Yugoslavia cuenta con un auténtico
elenco de estrellas, de las que destacamos:
- Mijatovic:
Es siempre un enemigo temible. Jugador desaprovechado parcialmente en el
Madrid, si hacemos caso a su exquisita técnica, es siempre un peligro
arriba. Sólo unos cuantos Rolex de oro pueden evitar que juegue con
todo su ardor.
- Milosevic:
No es el hijo del presidente (esto no es la selección libia), sino
el delantero del Zaragoza. En la Liga se ha mostrado bastante irregular,
pero como tenga el día puede ganar a cualquiera, como demostró
también en el equipo maño. Delantero contundente, va bien
de cabeza, regatea muy bien, aguanta el balón casi como Julio Salinas,
es certero en el remate... peligrosísimo.
- Jokanovic:
Ha completado una excelente campaña en el Deportivo. Muy buen organizador.
Reparte juego y patadas con igual maestría.
- Djukic: Revitalizado
en sus últimas temporadas en el Valencia (¿se han fijado que
todos los equipos triunfantes esta temporada en la Liga tienen un yugoslavo
en sus filas?), es un defensa solvente, uno de los mejores líberos
de Europa hasta hace poco, aún sigue siendo un gran jugador. Esperemos
que sea el encargado de tirar los penalties.
- Mihajlovic:
Al parecer, tira muy bien las faltas. Nosotros nunca le hemos visto marcar
un solo gol de importancia, pero pese a ello nos lo creemos. Al fin y al
cabo, es yugoslavo.
- Jugovic:
Fracasó en el Atlético. Por si esto no fuera bastante para
considerarlo un jugador inteligente y temible, fue uno de los artífices
de la gran Juventus de los años 90. El motor del equipo.
- Kovacevic:
Otro español, en este caso de la Real Sociedad, a la que dejó
huérfana de goles con su marcha. Como tantos extranjeros, no ha acabado
de triunfar en la liga italiana, pero no se engañen: no es un "De
la Peña" cualquiera.
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