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OBJETIVO:
Claramente, la UEFA. Un equipo que sigue una trayectoria sólida y solvente
en la Liga española durante más de dos años seguidos es una especie en extinción.
Si a ello unimos que el Espanyol es el vigente campeón de la Copa del Rey
(aunque fuera frente al Atlético de Madrid), cualquier resultado final que
no implicase la clasificación europea constituiría, si no un fracaso, sí una
pequeña decepción.
TRAYECTORIA:
Como indico más arriba, el Espanyol es un equipo caracterizado por la regularidad.
Tras dos temporadas bajo la égida de nuestro seleccionador se acostumbró a
alcanzar la octava plaza, y si bien estuvo a punto de descender inmediatamente
después gracias al ayudante de nuestro seleccionador, las últimas temporadas
han demostrado que los actuales regidores de los destinos del club barcelonés
han sabido asimilar las sabias enseñanzas, de corte típicamente ofensivo,
de José Antonio Camacho. Merced a ello, el año pasado el Espanyol se hizo
acreedor al mérito de ganar la Copa del Rey, que si bien es una competición
totalmente ninguneada en los últimos años, no por ello deja de ser un gran
éxito para un modesto.
FIGURAS:
Indiscutiblemente, la figura del Espanyol es José Manuel Lara, el dueño de
la Editorial Planeta y responsible del abastecimiento de las exiguas bibliotecas
(compuestas únicamente por premios Planeta) de miles y miles de familias españolas.
Con su saber estar, su educación y sus elegantes modales, José Manuel Lara
ha sabido sentar un precedente en la proliferación de auténticos mecenas,
que si bien nunca fueron presidentes del club de sus amores (como Antonio
Asensio, por ejemplo), ostentaban el poder real. La línea seguida por el Espanyol
en los últimos años demuestra que, a la hora de la verdad, Lara es un hombre
de gusto, que reserva lo hortera y chabacano para lo menos importante, esto
es, los libros.
NUESTRO
CONSEJO: Al Espanyol le aconsejamos, de manera taxativa, que sepa ver las
oportunidades de negocio y le compre al Ayuntamiento el estadio de Montjuic,
para después revendérselo a algún millonario norteamericano cuatro veces más
caro. Mientras el susodicho millonario trasplante el estadio a su rancho de
Texas, el Espanyol podría construir un nuevo estadio (por tercera vez en tres
años) en el centro urbano de, por ejemplo, Santa Coloma de Gramanet, vivero
de miles y miles de potenciales aficionados españolistas (en todos los sentidos),
dada su histórica postergación para formar parte de "más que un club".
COMENTARIO:
El equipo titular del Espanyol se basa en la columna vertebral Pocchetino
– Galca – Tamudo. Por si esto no fuera suficiente garantía de éxito, cuenta
con jugadores solventes como Nando (demostración palpable de lo que es capaz
de hacer el Madrid –y Madrid- con un jugador) y elementos de bastante calidad
como Arteaga. Con estos poderes, el Espanyol no debería tener demasiados problemas
para arrancar decenas de empates a cero, que garantizarían tanto el amor de
su afición como una clasificación cómoda a lo largo del año.
EL
COMENTARIO DE NUESTRO TECNICO: Esteeee, el Espanyol es un equipo que siempre
ha tenido que vivir a la sombra de un grande. Por este motivo, la estética
de su juego, incapaz de librarse de sus taras psicológicas, nunca se desarrolló
como hubiera sido deseable. El problema de este equipo es, fundamentalmente,
identitario; la existencia relativa de un rival, unida a su continuo desapego,
provocan en los jugadores del Espanyol una querencia por el enemigo asimilable
a un auténtico síndrome de Estocolmo. Resulta triste que el potencial de equipos
como este no pueda desarrollarse completamente por el imperialismo de quienes
nunca representarán el fútbol de verdad, siempre relacionado con la calle,
y no con los fríos despachos donde se desvirtúa la esencia del juego. |