Louis Van Gaal |
||||||||||
ANÁLISIS ENTRENADORES |
||||||||||
Continuamos con la nómina de
entrenadores holandeses con alguien que constituye el reverso de Guus Hiddink.
En todos los aspectos, Van Gaal podría ser considerado como una especie de "lado
oscuro" de Hiddink; en todos los aspectos menos uno, sus escasos conocimientos
futbolísticos. |
||||||||||
Cuando llegó a España, Van Gaal
sorprendió a todos con sus métodos científicos para seguir el rendimiento
de los jugadores. En vez de ir al banquillo con una tagarnina, como cualquier
entrenador español, el tío se presentaba armado de un ordenador y, sobre todo,
una libreta en la que apuntaba sin cesar cosas, suponemos que relativas al
desarrollo del partido. La libreta de Louis Van Gaal adquirió proporciones
míticas; ¿qué escribiría el nuevo técnico del Barça en esos papeles?. La verdad, hasta ahí todo bien,
el hombre venía avalado por una impecable trayectoria en el Ajax de Amsterdam
y sus métodos científicos lo rodeaban de una aureola de seriedad y
rigor, tan necesarios en nuestro fútbol. El problema estribaba en lo que realmente
escribía Van Gaal en su libretita. A la vista de los resultados de tales cálculos,
intuimos que se limitaba a escribir números de teléfono, sí, sí, teléfonos,
concretamente de jugadores holandeses, destinados a sustituir a lo que quedaba
de la era Cruyff y, de esa manera tan peculiar, "fer barça". En dos años, Van Gaal convirtió
el Barcelona, un club siempre caracterizado por su unión con una enorme masa
social en Cataluña, un símbolo político, en la sucursal de la selección de
Holanda. Y a la vista de cómo Holanda acaba haciendo el ridículo en todas
y cada una de las competiciones en las que participa, los resultados eran
de esperar. No tendría por qué haber sido mejor con españoles (al fin y al
cabo, en hacer el ridículo la selección española es insuperable), pero sin
duda se habría ganado el aprecio de los aficionados, o al menos de algún aficionado,
porque Van Gaal también destaca por su peculiar personalidad, especializada
en hacerse acreedor a la antipatía de todos. Independiente de las hermosas
frases destinadas a los periodistas (vean, por ejemplo, "Tú eres muy malo",
"Tú siempre negatifo, nunca positifo"), a sus jugadores o a la afición,
con la intención de provocar (o quizás no, pero en cualquier caso con una
intención combativa), Van Gaal era negatifo para la afición incluso cuando
intentaba caer simpático; sin duda todos ustedes recuerdan los aullidos que
pegó el tío ("¡Barrrsa!", "¡Barrrsa!") desde el balcón
de la Generalitat al ganar su primera liga. No sé qué les pasaría a ustedes
por la cabeza, pero yo tuve miedo, y eso que sólo lo vi por televisión, que
siempre suaviza los extremismos en todos los sentidos. Por último, en el plano deportivo
los resultados acabaron siendo mediocres. Van Gaal, que consiguió la Liga
en sus dos primeras temporadas, acabó estrellándose, a las primeras de cambio,
en la Liga de Campeones, mientras el "eterno rival" ganaba dos veces
la competición. El fracaso en la Liga de Campeones, unido a la manera mediocre
en que ganó las dos Ligas en España, prácticamente por incomparecencia de
los demás rivales (en especial del Real Madrid), pero, sobre todo, la sensación
de que su proclamado tacticismo redundaba en perjuicio del juego del Barça,
acabó por hacer su presencia no sólo innecesaria, sino insostenible. Ahora, empero, Van Gaal podrá volver a ser positifo; como seleccionador holandés, podrá intentar lo que siempre había deseado en el Barça: ganar el Mundial (el equivalente a la Liga de Campeones) con jugadores de la cantera (holandesa, por supuesto). Naturalmente, sus posibilidades son nulas. |
||||||||||