Eibar

ANÁLISIS EQUIPOS TEMPORADA 2001 - 2002

OBJETIVO: Pegar patadas y embarrar el campo. Ipurua es la principal seña de identidad de un equipo que, si se encuentra césped seco, pierde todo interés por el juego.

TRAYECTORIA: El Eibar sigue en Segunda, aunque nadie puede poner la mano en el fuego porque la situación se prolongue excesivamente. Problemas de todo tipo, incluyendo la falta de calidad de los jugadores, han sido sin embargo, hasta la fecha, superados con éxito.

FIGURAS: A nuestro entender la figura más eminente del Eibar es su entrenador Ziarreta. En una entidad en la que se sigue esa tradición vasquista en la selección de jugadores llama poderosamente la atención de que también el técnico presente el correspondiente pedegree. Deducimos de este dato que el hombre debe tener verdadero talento (algo que nunca hubiéramos imaginado) pues si la Directiva renuncia así a permitirse la única frivolidad en materia de contratación de extranjeros permitida en estos casos debe ser que el tipo lo merece.

NUESTRO CONSEJO: Que se planteen seriamente la posibilidad de reconvertir al club en una entidad dedicada a algo más viril y propio de hombretones como ellos que el fútbol. Se nos ocurren actividades más adecuadas desde esta perspectiva y que podrían adecuarse mejor al escenario habitual de los partidos de este equipo, como el rugby o el ajedrez. Sin embargo, por enraizados en esas tierras, nuestra elección se dirige hacia las traineras. Total, sólo hace falta un poquito más de agua en el campo.

COMENTARIO: El Eibar es un equipo sobrio, rocoso y simpático para todos los amantes del fútbol cuyo equipo no milita en Segunda División. Todos los demás, por el contrario, tienen sudores fríos y pesadillas sólo de pensar que, tarde o temprano, sus jugadores deberán desplazarse hasta allí para disputar un partido de fútbol “de los de antes”.

EL COMENTARIO DE NUESTRO TÉCNICO: Esteee, fútbol es fútbol y queda claro que, en Eibar, uno puede saborear el aroma del balompié más querido y amateur de todo el fútbol europeo. Matches de añejo sabor, que se visualizan casi en blanco y negro, donde la épica y la lucha se dan la mano para retrotraernos a nuestra infancia, cuando todo era posible y la visión de un encuentro suponía un espectáculo especial. Y espectaculares siguen siendo los partidos del Eibar, por su despliegue de emociones, músculo y sudor que dejan exhausto incluso a los espectadores.