Liga de las Estrellas
Noticias
Fauna futbolística
Especiales
POLÍTICA
BOLSA
MASS MEDIA
DEPORTES
CINE
HISTORIA
TEOLOGIA
LITERATURA
CULTURA POPULAR
LA RED
MUSICA
CIENCIA
LIBROS
SEXO

 

Real Betis

ANÁLISIS EQUIPOS TEMPORADA 2002 - 2003

 

OBJETIVO: Cien de cada cien béticos encuestados prefieren que el Sevilla descienda a Segunda División a que el Betis gane la liga. Esos mismos cien estarían encantados de que el Betis descendiera a Segunda de nuevo, si ello conllevara la desaparición del Sevilla, lo que evita por innecesario insistir en este apartado. Además de eso, si alcanza la Champiñons, mejor, claro.


TRAYECTORIA: Desde que D. Manuel Ruiz de Lopera se cruzó en la trayectoria del Real Betis, el tronío y el arte consustanciales a este equipo se vieron acentuados hasta límites insospechados. El Betis lo mismo bajaba a Segunda División que firmaba un juego divino con Víctor Fernández o fichaba a Javier Clemente para mostrarnos el lado oscuro propio de toda divinidad. Lo único que la afición corroboraba año tras año es que el sueño de la Champiñons era, nuevamente, un imposible.

FIGURAS: Martín Palermo. Ya avanzada la pretemporada, el Betis se enfrentaba a un serio problema: tenía un "tridente", el formado por Denilson, Capi y Joaquín, que generaba más calidad, más arte y más bicicletas injustificadas que ningún otro equipo del mundo (salvo el Madrid, claro. Pero el Madrid, ya saben Ustedes, no es de este mundo); sin embargo, le faltaba un delantero, un rematador nato, un goleador. Huelga decir que con Palermo este problema no se ha solucionado. Sin embargo, es la figura de este equipo, pues está Loco.


NUESTRO CONSEJO: Ruiz de Lopera ha sido un presidente de club de fútbol como mandan los cánones, con su histrionismo, su Cristo del Gran Poder, sus negocios turbios, sus prospecciones inmobiliarias que hacen de él un fiel garante de la alianza inquebrantable entre el Balón y el Ladrillo que caracteriza a nuestra Liga. Sin embargo, D. Manuel siempre ha tenido una terrible frustración, vivir perennemente a la sombra del presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil. Incapaz de alcanzar la grandeza de Gil, Lopera nunca ha tenido la presencia en el papel couché que merece por la trayectoria. Este año, con la desaparición definitiva de Gil (huy, perdonen, me ha entrado la risa), es tu momento, D. Manuel: Contrata a 60 jugadores en Diciembre, despide a un entrenador tras otro, suéltale una yoyah a alguien si es posible (aspectos todos en los que Gil ya marcó el camino a seguir) y alcanzarás la Gloria.


COMENTARIO: El Betis tiene una plantilla caracterizada, por encima de cualquier otra consideración, por su excelente factura técnica. También tiene un entrenador, Víctor Fernández, cuyo principal objetivo en todos los equipos que ha pisado es garantizar el buen juego. Lamentablemente, el año pasado la cosa no funcionó, pero este año no tiene porqué pasar lo mismo. O tal vez sí. Tal vez el Betis sea el clásico equipo de señoritos que hacen caños y regates imaginativos, plagado de medias puntas, pero sin un delantero resolutivo que le permita alcanzar algún objetivo realmente interesante. Palermo, desde luego, no parece la solución a sus problemas.


EL COMENTARIO DE NUESTRO TECNICO: Esteeee, el Betis simboliza los grandes valores de la cultura andaluza: El arte, el duende y el desparpajo inherentes a las entidades que hunden sus raíces en lo más produndo de la tradición Andalusí. De hecho podríamos decir que el Betis es al fútbol lo que Curro Romero a los toros: La quintaesencia del arte unida en ocasiones a una decepcionante falta de efectividad. Sin embargo esa es la grandeza que sitúan a uno y otro en el Olimpo de los elegidos. Su idiosincrasia trasciende los aspectos mundanos de una actividad prosaica, para convertirse por derecho propio en protagonistas de episodios donde la taumaturgia invade terrenos nunca antes explorados. No tenemos ni puñetera idea de lo que hemos dicho, salvo que si Curro Romero es hincha del Betis, por algo será.


Guillermo López (Valencia)

ANÁLISIS DEL REAL BETIS TEMPORADA 2002 - 2003