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Barcelona

ANÁLISIS EQUIPOS TEMPORADA 2000 - 2001

 

OBJETIVO: Tras los desastres de la era Van Gaal muchos aficionados culés consideran que el objetivo más importante de esta temporada es irse deshaciendo de algunos holandeses (Hesp, Bogarde, Ronald de Boer, e incluso algunos como Frank de Boer o Zenden por mucho que de vez en cuando jueguen bien con la selección holandesa). A nuestro juicio estos aficionados son excesivamente optimistas: el verdadero objetivo que debiera perseguir esta temporada es que vuelva Lorenzo Sanz a la presidencia del Madrid o, para compensar, que Joan Gaspart decida inopinadamente retirarse.

TRAYECTORIA: La trayectoria del F.C. Barcelona a lo largo de la década de los 90 no puede calificarse sino de excelente. Ningún equipo español supera al catalán, en estos años, en campeonatos nacionales (Ligas y Copas). Esta superioridad se ha manifestado incluso en momentos en que Van Gaal era el entrenador del equipo, con lo que responde a causas muy profundas pero sencillas en realidad: la sobresaliente capacidad autodestructiva del Real Madrid. Sin embargo, y a pesar de tantas facilidades, en lo que se refiere a Ligas de Campeones, el equipo de la capital ha logrado 2 y el Barça sólo 1 en estos años. Nadie, ni nosotros, somos capaces de explicar por qué.

FIGURAS: Lo Pelat. A pesar del ridículo apodo que luce, Iván de la Peña es un jugador de campanillas. El cántabro, a pesar de su juventud, dispone ya de una dilatada experiencia internacional, pues clubes de prestigio como Lazio u Olimpique de Marsella han disfruta de sus servicios (y justo después de su paso por el club han comenzado a recuperar en prestigio perdido). Surgido de la famosa “Quinta del Mini” cruyffista, De La Peña saltó al primer equipo y  a partir de ese momento se cortó la imparable y triunfal trayectoria del F.C. Barcelona. El jugador, además, se quejaba de que no jugaba (a pesar de que lo hacía con cierta frecuencia y, como han demostrado los hechos, mucha más de la aconsejable), con lo que contribuyó a dar pábulo a la ejecución de Cruyff. Con el siguiente entrenador, Robson, el chaval jugó todavía menos (el Barça no ganó la Liga pues algo sí apareció, pero al menos ganó la Copa) y Van Gaal directamente lo mandó al Lazio. En ese momento se hunde el club romano y el Barça empieza a encadenar Ligas, justo cuando el Lazio cae en barrena. Una cesión al Olimpique de Marsella (que pretendía estrenar con garantías su debut en la Liga de Campeones) deja al equipo francés al borde del descenso de categoría, pero convierte al Lazio en campeón de la Liga Italiana. Dicho lo cual, que Iván de la Peña no ha demostrado nada todavía es bastante claro (aunque puede discutirse), pero no cabe duda de que es el jugador más gafe del campeonato.

NUESTRO CONSEJO: Que se ahorren la pasta de Figo e inviertan en jugadores jóvones, tipo Figo, que de aquí unos años puedan largarse al Madrid por astronómicas cifras. Si con asuntillos menores como el de Schuster, Milla o Laudrup la deuda del Madrid engordó y con lo de Figo el club blanco está al borde de la quiebra, ¿imaginan lo que podría suponer para las arcas del máximo rival del F.C. Barcelona una política de estas características? Sería, directamente demoledora. A ello ayuda la extravagante tendencia de todo madridista a suspirar por la estrellita culé del momento, en lo que fue una tradición iniciada por Di Stéfano. Con el máximo rival en quiebra el Barcelona lo tendría todo mucho más fácil siempre y cuando no contratara entrenadores holandeses que pusieran en bandeja las ligas a equipos gallegos.

COMENTARIO: El F.C. Barcelona afronta la temporada con renovadas ansias, una vez realizada la limpieza de holandeses de la temporada de otoño. Al parecer, y en contra de la publicidad que se suele hacer a los catalanes de “cosmopolitas”, el hecho de que en el equipo jugara algún que otro holandés les ulceraba infinitamente. De manera que suponemos que, si los resultados no mejoran, bastará con realizar una nueva y definitiva limpieza (“ya es primavera en el Nou Camp”, podría ser su slogan) para lograr de nuevo la ansiada paz social. Para sustituir a los holandeses el club se ha hecho con los servicios de jugadores con fama de técnicos pero con tendencia a las lesiones como Overmars o Alfonso, sin duda con la esperanza de que su rendimiento llegue a ser tan espectacular como el Litmanen. Los refuerzos del equipo no es que sean pues muy espectaculares, al margen de los centrocampistas Petit (Champion du monde en busca de una jubilación dorada), Gerard (internacional absoluto de manera mágica desde que se ha enfundado la camiseta blaugrana) y De La Peña (estrella indiscutible). Todo ello dirigido por Llorenç Serra Ferrer, al que auguramos notables dificultades para contener a su presidente, el inefable Joan Gaspart.

EL COMENTARIO DE NUESTRO TECNICO: Esteeee, F.C. Barcelona es un nombre que resuena como música celestial en todos los buenos paladeadores del fútbol. Desde la época mágica del Dream Team¸que redescubrió el arte de este noble deporte en un continente envilecido por el resultadismo como es el europeo, nada ha sido igual. La magia de la escuadra capitaneada por Johan Cruyff aunó mística, lucha, arte y resultados, en una combinación que todos los que venimos del Cono Sur consideramos que sólo el Boca de Diego ha podido emular. Porque gracias al equipo del Barcelona de los primeros años del decenio el fútbol adquirió un status entre quienes amamos el arte que antes le era negado por muchos, aferrándose a la vana lógica del tanteo. Por eso, y desde aquí, mi reverencia al único equipo al que he visto jugar un partido con un portero que no lo parecía (Busquets), un solo defensa y todo lo demás mediocampistas de toque y delanteros. Aunque el resultado no fue el que la lógica hubiera dictado (el fútbol es caprichoso y el Barça recibió en ese partido contra el Racing 5 goles), la belleza de semejante disposición táctica nos cautivó para siempre.