Actualidad cinefílica
Cine Club
Séptimo Arte
POLÍTICA
BOLSA
MASS MEDIA
DEPORTES
CINE
HISTORIA
TEOLOGIA
LITERATURA
CULTURA POPULAR
LA RED
MUSICA
CIENCIA
LIBROS
SEXO

 

Martín (Hache)

 

Esta película tuvo cierto éxito en su día, especialmente entre aquellos que siguen pensando que el cine es un arte elitista reservado para unos pocos. Naturalmente, el motivo fundamental de que la crítica acogiera con gusto la película es que los personajes se pasan la vida esnifando cocaína y picoteando de otros estupefacientes.

El hilo argumental de la película no existe, en realidad; no hay película, hay una sucesión continua de conversaciones pretendidamente intelectuales, el núcleo de las cuales parece ser la antes aludida afición a las drogas y el machismo más reaccionario, motivo (también) de la satisfacción de la crítica. Los personajes hablan y hablan, hablan tanto que incluso consiguen darle sonoridad a la única letra muda del español. La excepción a la regla es Juan Diego Botto, que, tras su exitosa entrada en el cine español con "Historias del Kronen", sigue demostrando que lo suyo es estar calladito mientras otros hablan.

Pasemos al título; sin duda, es totalmente patético, ni siquiera lamentable. Utilizando el recurso retórico de los paréntesis, al menos, el espectador ya recibe un aviso de lo que le espera, una colección de circunloquios y retoricismo vacuo sin sentido alguno. El espectador también se pregunta, de cuando en cuando, de qué viven estos personajes, aparte de del cuento, para pagarse las toneladas de cocaína que esnifan. Pero claro, pertenecen al mundo del teatro, y ya se sabe que una subvención puede estirarse bastante.

El título tiene por objeto poner de relieve el menoscabo que para Martín (Juan Diego Botto) supone que todos le llamen Hache, es decir, una letra muda, que no existe. Muy profundo, ¿verdad? Sin tanto bombo, sin utilizarlo como tema central, una de las mejores películas de los últimos años, Indiana Jones y la última cruzada, ya había utilizado similar recurso de forma mucho más eficaz: el padre de Indiana insiste en llamar Junior a nuestro héroe, pese a sus protestas. Al menos, "Junior" tiene un sentido en el conjunto de la película, mientras "Hache" no lo tiene, porque la película en su totalidad es un sinsentido de diálogos interminables.