Eyes
Wide Shut
Por
fin entendemos la pasión de los cinéfilos por Kubrick
Eyes
Wide Shut es una película de un genio como Kubrick. El status
de genio permite hacer casi cualquier cosa (por ejemplo un rollo
de película sobre un clarinetista), y así uno puede
permitirse rodar una película S y que todo el mundo vaya
a verla y le haga pensar. Las películas en las
que por obligación hay que pensar tienen cada vez más
problemas para atraer al público, con lo que sólo
un visionario como Kubrick podía encontrar el sistema para
contentar a todo el mundo:
- a
sí mismo: logrando unos enormes beneficios (que el pobre
no ha podido disfrutar en toda su magnitud)
- a
un par de actorcillos ansiosos de obtener reconocimiento profesional
- a
los críticos, que tenían una ocasión de oro
para pontificar sobre el genio de Kubrick y el mensaje
del film
- al
público intelectual, que tras leer a los críticos,
opinaban lo mismo que ellos e iban al cine para darse cobertura
- a
la prensa, que durante un mes nos martirizó con la
secuencia
- a
los europeos, que pudimos repetir una y mil veces eso de la censura
de los puritanos ultraconservadores yanquis
- a
la productora, por motivos obvios
- al
público en general, que pudo ver sexo, aunque algo light,
sin quedar estigmatizado por ir a la sala x o al videoclub
- a
la Iglesia, por la moralina de la película
Kubrick
incluso ha logrado contentarnos a nosotros, que creemos que películas
como Eyes Wide Shut realzan de manera notable las calidades fílmicas
que poseen el resto de filmes comentados en esta sección.
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