Ciudadano
Kane
EE.UU.,
1941
Esta
película ha sido considerada muy a menudo la mejor en la
historia del cine. A sus 25 años, Orson Wells, creador total,
se encarga de la dirección, actuación y escritura
del guión de esta película. Welles se había
convertido en poco tiempo en la niña bonita de Hollywood
gracias a su singular narración radiofónica de "La
Guerra de los Mundos", que consiguió hacer creer al
cultivado y escéptico público americano en una invasión
extraterrestre. Como consecuencia del pánico se produjeron
varios suicidios que en cualquier país que no fuera La Mayor
Democracia del Mundo Libre (bueno, podríamos quitar lo de
"libre" que suena como redundante) habría dado
con Orson en la trena como culpable indirecto de estas muertes.
Sin embargo, América es otra historia, y los productores
cinematográficos consideraron que Welles era espectáculo
puro y daría buenos ingresos en taquilla.
Lamentablemente
Orson, el muy cabrón, no sólo era un genio sino que
también se lo hacía, así que las cosas no salieron
como cabría esperar. En vez de contar una historia de amor
convencional, o una intriga en la que los malos eran sólo
los alemanes, el tío se da cuenta de su genialidad y me factura
una película intelectual en donde los aciertos desde un punto
de vista exigente (la crítica europea), como de costumbre,
acabarán siendo errores para el público. La película
es un fracaso de taquilla, es un fracaso relativo en los Oscar y
supone, en suma, la caída de un Welles recién entronizado.
Caída que durará el resto de su vida con algunos altibajos,
finalizando en su autoexilio en España y la participación
de Orson Welles en un anuncio navideño de Freixenet que aún
hoy provoca pesadillas a los que nos gustan sus películas.
¿Es
Ciudadano Kane la mejor película de la historia? Para aspirar
al título, Welles cuenta, fundamentalmente, con tres argumentos:
- Las
innovaciones en el plano técnico: en Ciudadano Kane podemos
encontrarnos con planos singularmente complicados, en ocasiones
radicalmente nuevos en la narrativa cinematográfica de Hollywood,
que otorgan una mayor riqueza a la historia y hablan a las claras
de la genialidad de Orson. Ni que decir tiene que el público
huía despavorido de esos planos secuencia, picados, etc.,
tan raros.
- La estructura narrativa, que combina material de un reportaje
periodístico con declaraciones de diversas personas (algunas
de ellas muertas) en relación a la vida y acciones de Kane,
supone también una nueva forma de contar historias que, combinada
con las abundantes novedades técnicas, provocaba dos efectos:
por un lado, una historia muy original, radicalmente nueva para
lo acostumbrado en Hollywood, que sacudía sin piedad las
mentes de los espectadores; por otro lado, la huida despavorida
de la mayor parte de los espectadores, aterrorizados ante la idea
de que en cualquier momento comenzaran a bajar marcianos en sus
platillos volantes y se los comieran a todos.
- Por último, el principal error de Welles: inspirarse en
la vida del magnate de la prensa sensacionalista William Randolph
Hearst como eje de la historia, un ataque directo a uno de los poderes
fácticos de los medios de comunicación yanquis que
usó todos los resortes a su alcance para garantizar la marginación
de Welles en el mundo del cine y obligarle a participar en películas
menores, alejado de los grandes estudios. Particularmente doloroso
le resultó a Hearst, vaya Usted a saber por qué, que
el principal misterio de la película, la última palabra
proferida por Kane antes de morir, "Rosebud" ("capullito
de rosa", más o menos), que en la película acaba
siendo un trineo de juventud de Kane, correspondiera al apelativo
familiar con que Hearst llamaba al clítoris de su amante,
de cuyo nombre ahora no me acuerdo (y por cierto, ¿cómo
se había enterado Orson Welles de algo así? Desde
luego, le echó un par de huevos, pero no sabemos en qué
sentido).
En
fin, ¿es la mejor película en la historia del cine?
Pues hombre, qué quieren que les diga, es una buena película,
pero todo es cuestión de gustos, es muy complicado hacer
frívolas clasificaciones con el arte, de hecho sólo
en literatura me atrevería a decir que "El Quijote"
es la mejor novela, pero claro, estamos hablando de un autor español
(pese a lo cual tengo demasiada dignidad para intentar colarles
alguna película española como número uno de
la clasificación). Yo diría que es la mejor película
de la historia del cine independiente, porque inaugura nuevas formas
narrativas, porque es reivindicada sobre todo en Europa, porque
desde luego su autor, Orson Welles, se convirtió en independiente
a raíz de aquello, y porque fue un fracaso de público.
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