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Esto es Jolibud

Primer semestre 2001

 

20/5/01 Palmarés del festival de Cannes

En esta ocasión no ha habido grandes sorpresas y la favorita, La habitación del hijo (la chambre du fils) del italiano Nanni Moretti se ha llevado el galardón más codiciado: la palma de oro. Premio esperado, puesto que desde su pase para la prensa hace tan sólo unos pocos días, el filme se convirtió en el más claro candidato a ganar. La película parece estar en la línea de los últimos filmes de Moretti (Abril y Caro Diario) en los cuales se basa en la realidad para construir una trama altamente autobiográfica. Sin embargo en esta cinta parece haberse decantado por la ficción, ya que la película es un drama sobre las repercusiones de la muerte de un hijo en una familia convencional. La chambre du fils ha recibido también el FIPRESCI, premio que concede la crítica internacional.

Además de la película de Moretti, la gran triunfadora ha sido La pianiste del austríaco Michael Haneke, director muy interesante que es poco conocido por el gran público. El filme se ha llevado el segundo premio más importante, el gran premio del jurado y además, los dos actores principales (Benoît Magimel e Isabelle Huppert) se han llevado los correspondientes premios a la mejor interpretación masculina y femenina. La veterana actriz francesa era la favorita, pero el joven actor ha desbancado de los pronósticos a veteranos como Michel Piccoli o Jack Nicholson.

El premio a la dirección (el tercero en importancia) ha sido concedido ex aequo a The man who wasn't there de los hermanos Coen y Mulholland Drive de David Lynch, quien parece volver a su estilo característico tras su hermoso paréntesis de Una historia verdadera. Ninguno de estos filmes contaban del favor de la crítica, pero quizá hayan sido recompensados por su renombre y su asiduidad al festival.

El premio al mejor guión ha sido concedido a No man's land del bosnio Danis Tanovic, ópera prima que denuncia la pasividad occidental ante el reciente conflicto de los Balcanes, que ha recibido un premio menor para quien había cosechado excelentes críticas.

Pocas sorpresas, triunfa el buen cine europeo frente a la invasión asiática que ha quedado inédita y vence un buen director que además es un tipo que cae muy bien. ¿y para cuándo una película española?

 

Mayo de 2001: Más sobre el festival de Cannes

Pues sí amigos. Gracias a Dios ya estamos inmersos de nuevo en el Festival de Cannes. Este año va muy, pero que muy fuerte. Nada menos que 8 películas 8 de procedencia oriental. En concreto se trata de 4 películas japonesas, 2 taiwanesas, 1 de Honk Kong y el inevitable peñazo del iraní Kiarostami. Como veis puro caviar beluga.

Por supuesto todas estas películas, siguiendo la reciente tradición del cine del extremo oriente, son por lo general una charlotada cinematográfica que hace babear de placer a los críticos presentes en el certamen y que en los casos extremos en los que se llegan a proyectar en salas comerciales no las ve ni Dios. Afortunadamente el público tiene mejor gusto que nuestros exégetas cinematográficos. De hecho creo que los pobres enviados especiales al festival tiemblan nada más pensar que se van a tragar 8 ladrillos del nueve sin rechistar, y eso sin contar la penosa labor de glosar hagiográficamente los ocho engendros. Y que recen para que no les echen una de realismo como "La Isla", también oriental y proyectada en el último festival de Sitges, en la que el público asistió entre arcadas al bonito espectáculo de ver como el protagonista se sacaba los higadillos enganchados en un anzuelo. Viva el cine de qualité.

Lo del cine iraní es ya el no va más. Hay que tener huevos para tragarse dos horas de película en la que no pasa nada de nada, en la que los personajes apenas se dirigen la palabra y en la que vemos una y otra vez los mismos paisajes de la meseta kurda, y luego no poder decir que la película es una completa imbecilidad, so pena de tener que escuchar las acostumbradas y estultas disquisiciones sobre el nuevo lenguaje, la fuerza de las imágenes, el novedoso concepto de la estructura narrativa etc. etc. del habitual "entendido" de turno.

Este año tenemos presencia española (¡yuhuuuu!). Después de que el año pasado los malvados gabachos nos dejaran sin representación, este año parece que han rectificado su error y nos han invitado. Se trata de una película de un director muy poco conocido (por supuesto) y que a simple vista parece un ladrillazo de calibre muy similar a las exquisiteces orientales con las que va a competir. Deseamos toda la suerte del mundo a nuestro desconocido director y que la crítica se ensañe con él. Es la mejor manera de que cuando su película se proyecte en las salas vaya la gente a verla.

 

Mayo de 2001: comienza el festival de Cannes

Ayer comenzó el festival más americano de todos cuantos se celebran en Europa, y no tanto por la programación de las películas, que en los últimos años está siendo dominada claramente por las producciones orientales, como por el glamour y la parafernalia que lo suele rodear.

Cannes suele ser el festival que más estrellas yanquis invita para que desfilen elegantemente por la conocida alfombra roja de La Croissette. Sin embargo este año parece ser que no han aflojado la suficiente pasta, ya que las principales estrellas se han echado para atrás: Jodie Foster, que ha renunciado ha presidir el jurado para rodar una película, siendo sustituida por Liv Ullmann (importante realizadora y conocida intérprete de algunas películas de Bergman); y otro tanto ha hecho el inmenso actor (en todos los sentidos) Marlon Brando, quien ha considerado que la pasta que le pagaban no era suficiente por hacer el paripé un rato y ha preferido quedarse en su islita paradisíaca alegando que estaba malito.

Entre los que sí estarán, Coppola presentado un montaje nuevo de Apocalipse now, película que ya ganó en el festival en 1979. A los que le parecía larga está peli, que sepan que la nueva versión del director dura casi una hora más, con lo que la peli se acerca a las tres horas y media. Quizá así los espectadores estén más cerca del verdadero infierno de Vietnam.

También estará presente Martin Scorsese, quien presentará un documental, Il mio vaiggio in Italia, que como su propio nombre indica es un homenaje a varios directores italianos que le han influenciado en su carrera como cineasta, como Rossellini o Fellini.
El festival mantiene la tónica de los últimos años: mucho cine oriental (con un especial aumento del japonés, que hace unos años no se prodigaba tanto), bastante cine francés (como siempre Jacob barre para casa, independientemente de que las películas se lo merezcan o no), poco cine europeo y… milagro, una película española. Entre los directores seleccionados, se nota una cierta predilección por algunos que siempre que tienen película nueva son seleccionados para la sección oficial. No fallan, pues, los hermanos Coen, el veteranísimo Manoel de Oliveira, el japonés Imamura, Nani Moretti, David Lynch o Abbas Kiarostami. Vaya, que todos repiten de las últimas ediciones y algunos ya conocen lo que es ganar la palma de oro.

Me gustaría destacar la presencia de uno de los directores más perturbadores del cine actual, se trata del austriaco Michael Haneke, excelente director que tiene una especial obsesión por la representación de la violencia. Estos días se estrena su antepenúltima película Código desconocido, y aquí presenta ya la última: La pianista. Ver las películas de Haneke, en ocasiones, trasciende la simple experiencia fílmica, dejando al espectador en un estado de semi-shock.

También destacable es que, por primera vez en la historia, una película de animación ha sido escogida para la sección oficial. Se trata de Shrek, película hecha por ordenador, procedente de la factoría de Spielberg.

Y por supuesto no podemos olvidar la presencia española. El personalísimo director catalán Marc Recha está también, contra todo pronóstico, en la sección de oro del festival. La película es Pau i el seu germà y parece adscribirse dentro del cine íntimo y minimalista de este director que paradójicamente huye de este tipo de manifestaciones multitudinarias. No creo que tenga muchas opciones de cara al palmarés, pero en su caso estar allí ya es todo un premio.

Por cierto, llama la atención la presencia, también en la sección oficial, de Jean Luc Godard: el representante por excelencia de la nouvelle vague, que desde hace mucho tiempo no cuenta con el fervor ni de público ni de crítica, ya que su cine ha ido evolucionando por caminos que posiblemente sólo él llegue a comprender (o posiblemente ni él). No sabemos si aquí Jacob le ha querido echar un cable o es que Godard ha hecho una película que se pueda ver (después de tantos años…).

Como conclusión, no se puede decir que Cannes haya apostado este año por la juventud: la mayoría de los directores rondan los sesenta y setenta, claro que, como en todo, la veteranía es un grado y al fin y al cabo lo importante es la calidad de las películas y algunos de estos directores llevan unas cuantas obras maestras a sus espaldas.

 

Mayo de 2001: Cine esquirol

La inminente huelga de guionistas en los Estados Unidos está permitiendo comprobar un fenómeno harto curioso. Como todos sabemos el cine europeo es comprometido socialmente, un producto de calidad, preocupado por los derechos de los más débiles (evidentemente, entre loe más débiles no se incluye a los espectadores, entes ajenos a las preocupaciones de la industria europea) ... mientras el cine norteamericano es reflejo de una sociedad donde impera el capitalismo salvaje, la búsqueda del lucro y la despreocupación social y artística.

Asumido este planteamiento es extraordinariamente contradictorio que, a la hora de la verdad, la producción cinematográfica en Europa se componga de una camarilla de clanes subsidiados donde el que se mueve es eliminado de por vida de los favores de la subvención. Mientras tanto en Hollywood hay inclluso sindicatos que llegan a paralizar la producción con huelgas. Algo inconcebible en el "obrerista" cine europeo.

Lo más delicioso de esta historia es comprobar cómo los cineastas y productores "independientes" a la hora de cobrar las subvenciones pero de facto vendidos descaradamente (e integrados en ellas) a las grandes productoras americanas, están con indisimulado jolgorio expectantes ante la perspectiva de convertirse en los esquiroles de qualité de la industria del cine. Guinistas, directores y productores europeos se relamen ante la posibilidad de lograr una mínim tasa de penetración en el mercado americano ayudados por la huelga de sus colegas americanos y por la necesidad de la industria de seguir programando filmes en las salas, aunque sean bodrios europeos que nunca, de otra forma, habrían sido capaces de hacerse un hueco.

Marzo de 2001: Los Oscar: nada nuevo bajo el sol

La Academia de los Oscar ha hecho gala (nunca mejor dicho) del conservadurismo que le caracteriza y ha optado por otorgar los premios de la manera más convencional: ganó la favorita Gladiator pero no arrasó como se podría haber esperado de sus 12 nominaciones, muy al contrario, el filme de Ridley Scott no las tuvo todas consigo hasta el mismo momento del nombramiento; no en vano se presentaba en la recta final con tres premios menores (efectos especiales, vestuario y sonido) y sólo el galardón al mejor actor a Crowe (menos mal que los académicos no volvieron a votar al empalagoso Hanks) daba un poco de relumbrón a una de las películas ganadoras que se ha impuesto con menos autoridad en los últimos años (ni guión, ni dirección, ni actores de reparto). Y es que este año las apuestas estaban bastante igualadas, menos Erin Brockovich y Chocolat que se han ido casi de vacío, las demás tenían bastantes opciones, como poco para llevarse algunos premios importantes, y así ha sido: cuatro Tigre y Dragón (fotografía, música, dirección artística y película de habla no inglesa), y otros tantos Traffic, que algunos esperaban que le diera el zarpazo al rimbombante Gladiator; aunque no ha sido así, sí se ha llevado premios importantes como son dirección, montaje, guión adaptado y actor de reparto. De hecho, por los premios otorgados habría sido más lógico que ganara Traffic que no la de romanos, pero Hollywood es así y cuando a una productora le toca ganar un año, le toca.

En lo que respecta al orgullo patrio, nuestro actor macho por excelencia tuvo que doblegarse ante el chulesco neozelandés Rusell Crowe, un buen actor, todo sea dicho, si bien esta no es ni de lejos su mejor interpretación. Además, últimamente se está haciendo más famoso por su afición a romper matrimonios que no por su trabajo. Bardem era perfectamente consciente de que no tenía casi opciones (los corredores de apuestas pagaban 1/10 por él, mientras Hanks estaba 1/3), pero por fortuna para él y para su salud mental, el oscar no era una cosa de vida o muerte (no como para algún que otro director galardonado en la edición anterior y que se llevó una chuleta con todo el santoral a quien dedicar el premio).

El oscar a la mejor película de habla no inglesa era otra de las categorías casi cantadas, suele pasar cuando una película está en esta categoría junto a la de mejor película (ya pasó con La vida es bella), quizá el enorme éxito (de crítica y público) del filme de Ang Lee haya eclipsado en exceso dos películas brillantes como la mexicana Amores Perros y la francesa Para todos los gustos.

En el apartado musical dos injusticias relativas: la música de Tigre y Dragón era excelente, pero ¿hasta cuándo va esperar la Academia para darle un merecidísimo oscar al genial compositor italiano Ennio Morricone (que en esta ocasión estaba nominado por Malena)? Otra injusticia todavía mayor es el olvido absoluto que ha sufrido la excelente Dancer in the Dark, tan sólo nominada a mejor canción y derrotada por un Bob Dylan en horas bajas.


Por lo demás se cumplieron los pronósticos: Julia Roberts tenía el oscar ya ganado con su sensiblero personaje hecho a la medida, Steven Soderbergh ha conseguido otro hito, el de conseguir ganarse a sí mismo con el oscar a la mejor dirección en Traffic. En actores de reparto también era seguro el oscar de Benicio del Toro por esta misma película y un tanto más sorprendente el de Marcia Gay Harden por Pollock. El guión original ha sido para Cameron Crowe y su Casi famosos, dejando así a la altura del betún a Gladiator.

En resumen, una de las ceremonias más disputadas de los últimos años, a pesar de que esta competitividad no haya servido para trastocar los pronósticos. Lo clásico se impone en esta ceremonia y sólo excepcionalmente gana alguna película que se salga un poco de lo canónico (como fue el caso del año pasado). También es destacable que una película pequeña como Tigre y Dragón haya alcanzado tanta notoriedad desde lo que se llama la periferia cinematográfica. Cuatro oscar es una recompensa más que satisfactoria para una película hablada en chino y en la que los personajes vuelan mientras combaten con las más espectaculares posturas. Quizá algún día el Tigre le dé un zarpazo a la industria norteamericana, en esta ocasión se ha quedado cerca.

 

Febrero de 2001: Nominaciones a los Oscar

Un año más nos encontramos a las puertas de los Oscar, los premios más grandilocuentes, sobrevalorados y pomposos del universo cinematográfico. Este año con una agradable sorpresa para el cine español: por primera vez en la historia un actor patrio ha recibido una nominación por su interpretación. La nominación ha sido todo un premio en sí misma, pues hay que reconocer que estaba realmente cara. Sin duda, el haber sido finalista en los Globos de Oro y el haber ganado una buena serie de premios (empezando por la Copa Volpi a la mejor interpretación en Venecia) y otros tantos repartidos por la geografía norteamericana, han ayudado lo suyo. Las opciones que tiene son más bien escasas, tiene que competir (no se engañen, esto de los premios es pura competición, una auténtica carrera de caballos como bien decía George C. Scott cuando renunció a su oscar por Patton) con cuatro actores consolidados como son el insufrible y sobrevaloradísimo Tom Hanks, el rompematrimonios Russell Crowe (más conocido por sus ligues que por sus interpretaciones), y otros dos actores bastante más estimables: Geoffrey Rush y Ed Harris. El bueno de Bardem, que observa todo lo que le está pasando con gran incredulidad y escepticismo, verá cómo por tercera vez en menos de diez años el plomo de Hanks se lleva la estatuilla por hacer un papel hecho a su medida, y más concretamente "para ganar el oscar". Además eso de adelgazar veinte kilos y dejarse barba siempre queda muy aparente. Claro que yo me pregunto ¿Qué coño tendrá eso que ver con la interpretación?

En el apartado de actrices, Julia Roberts (que también ganó el globo de oro) parece la favorita por una película también hecha a su medida y que, contra todo pronóstico, también es finalista como mejor película del año. Tan mal ha estado la cosa que han tenido que repescar este éxito comercial estrenado hace muchos meses. Lo que ha dado lugar a una situación insólita en la era moderna de estos premios: un mismo director, Steven Soderbergh, compite contra sí mismo con dos películas distintas: Erin Brockovich y Traffic; además, para más inri, por ambas está nominado como mejor director. ¿Qué suele ocurrir en estos casos? Que el premio se lo lleve otro como Ang Lee quien está deslumbrando en Estados Unidos con su Crouching Tiger, Hidden Dragoon, las críticas de la película han sido excelentes y la taquilla otro tanto (ya lleva más de 11.000 millones de pesetas recaudados y se ha convertido en la película extranjera más taquillera de la historia).

Para los que no conozcan a Ang Lee, es un excelente director taiwanés que ya recibió sendas nominaciones a mejor película extranjera por El banquete de boda y Comer, beber, amar, dando luego el salto al cine norteamericano con Sentido y sensibilidad y la excelente La tormenta de hielo. Con esta película ha vuelto a su país, pero ha fusionado lo mejor de los dos tipos de cine, consiguiendo así una película genuina y muy atractiva. Nunca una película nominada como mejor película de lengua no inglesa había recibido tantas nominaciones (diez en total, incluida mejor película) y es una de las grandes candidatas a dar el zarpazo al hiper comercial Gladiator de Ridley Scott que con sus 12 nominaciones hace las veces de favorita. Si Crouching Tiger ganara los oscar a la mejor película extranjera y mejor película batiría todos los récords, además de sentar un gran precedente (¡los yanquis torcerían la cabeza ante un filme de fuera!).

La Academia está evolucionando y refinando el gusto, como lo demuestra que Garci ya no ha colado su You are the one, con título inglés y todo para más peloteo. De todas maneras, en esta categoría el premio está casi otorgado a la película de Ang Lee, como ocurriera el año pasado con Pedrito o el anterior con La vida es bella. Entre las nominadas hay notables películas, como Para todos los gustos o Amores perros, una película mejicana de dos horas y media de duración y que ha recibido una gran acogida en cuantos festivales ha pasado.

Entre las nominadas a mejor película queda por nombrar Chocolate, una película americana con un claro sabor europeo: Juliette Binoche y Johnny Depp, dirigidos por el sueco Lasse Hästrom en una historia que ocurre en Francia. La británica Billy Elliot se ha quedado a las puertas de la nominación a la mejor película, quizá por el afán acaparador de Soderbergh, y se debe conformar con la nominación a su director: Stephen Daldry.

En resumen, una ceremonia bastante abierta que pasará a la historia por el doblete de Soderbergh y por el gran éxito en nominaciones de una película de habla no inglesa. Veremos si el tigre se come al gladiador.

 

Febrero de 2001: Premios Goya

Huelga decir las enormes y abismales diferencias que existen entre los Oscar y sus hermanos pequeños en versión hispana. No vamos a citar las obvias, por eso mismo, porque lo son. En cualquier caso es evidente que los españoles, por mucho que copiemos, no tenemos ni pajolera idea de cómo hacer grandes espectáculos al estilo hollywoodiense y las ceremonias de este tipo de celebraciones siempre quedan en una cosa de lo más tediosa, sosa y mediocre (Otro tema sería preguntarse: ¿a alguien le sigue gustando la ceremonia de los Oscar? Porque yo sinceramente la veo un tostón inacabable en la que los yanquis se ríen de un/a yanqui presuntamente gracioso/a.)

Y lo cierto es que esto de entregar premios es una cosa como muy americana, los europeos no estamos acostumbrados a estas alharacas y lo de organizar grandes ceremonias se nos escapa de las manos (sin ir más lejos el número de películas finalistas por categoría ha pasado sucesivamente de cinco a tres, a otra vez cinco, y en la actualidad un número tan redondo como el cuatro).

Sin embargo, posiblemente por esta poca tradición premiadora, los Goya todavía no han caído en la terrible institucionalización de los célebres premios americanos y en estos pequeños premios aún es posible el factor sorpresa e incluso el que una película pequeña -olvidada por la mayoría de los medios que en ningún momento apostaron por ella- haya ganado el goya a la mejor película del año (amén de otros tres goyas importantes). Con toda probabilidad se ha elegido la mejor película de las tres (por supuesto la de Garci no la he visto, pero ni falta que hace…) y se ha premiado una vez más, como ya ocurriera con Amenábar o el año pasado con Zambrano, a una ópera prima. Quizá alguno deba tomar nota y empezar a pensar que quizá el recambio ya se está produciendo y que algunas vacas sagradas que hace muchos años que ya no tienen nada que decir lo mejor que podrían hacer es dejar paso a gente joven que mueva un poco el panorama nacional.

El caso de Achero Mañas es un claro ejemplo, un poco conocido actor que está teniendo mucha más suerte como director (con uno de sus cortos ya ganó el goya hace unos años) que como intérprete. Ojalá que tenga la misma suerte que tuvo Amenábar en su día con la semidesconocida entonces Tesis. Tampoco está de más que una ceremonia como esta haya hecho justicia y haya puesto a cada uno en su sitio. Garci es un hombre que puede ser enviado a los oscar, pues conecta muy bien con la sensiblería de los abueletes que ven las películas de habla extranjera en Hollywood; sin embargo, los académicos (con muy buen criterio) se niegan, por segunda vez en tres años, a darle el goya a la mejor película. Posiblemente la diferencia entre unos premios "humildes" como estos y los todopoderosos oscar es que aquí, por lo menos, cada uno puede votar en conciencia (siempre que Garci no pase una papeleta con su sugerencia, claro) y se pueden dar sorpresas como la del pasado sábado, que una pequeña y poco promocionada película le birle los honores a las dos grandes favoritas (que en el cine español también existe el star system y las majors ). Tampoco está de más poner a Alex De la Iglesia en su sitio: es un buen director de cine espectacular, tiene una puesta en escena brillante y algunas ideas buenas. Sin embargo, es un director muy comercial y sus películas no se pueden considerar como de calidad, pero en casos como este es cuando las grandes productoras hacen su trabajo y convierten en "producto de calidad" lo que no lo es.

Algunos de los premios más importantes fueron los siguientes:

Película: El bola de Achero Mañas
Director: José Luis Borau por Leo
Director Novel: Achero Mañas por El bola
Actor: Juan Luis Galiardo por Adiós con el corazón
Actriz: Carmen Maura por La comunidad
Actor de reparto: Emilio Gutiérrez Caba por La comunidad
Actriz de reparto: Julia Gutiérrez Caba por You are the one
Guión original: Achero Mañas y Verónica Fernandez por El Bola
Guión adaptado: F. Fernán Gómez por Lázaro de Tormes

 

Enero de 2001: Globos de Oro

Se acaban de conceder los Globos de Oro en Los Angeles, que como Ustedes saben son concedidos por la asociación de prensa extranjera y son considerados como un preámbulo de lo que puede ocurrir en los célebres oscars. Si algo hay que destacar de esta ceremonia, es lo muy repartidos que han quedado los premios, tanto es así que ningún filme se ha llevado más de dos premios, incluso los vencedores en las categorías más importantes (Gladiator en mejor filme dramático y Almost Famous en filme cómico) no han pasado de esta cifra. Aunque para decepción la que se llevó Steven Soderbergh, un director minoritario en los Estados Unidos que este año ha dado el gran paso al cine comercial con dos títulos: Erick Brockovich y Traffic, por ambos era nominado y ya se daba como seguro vencedor. Y la que más segura de ello estaba era Julia Roberts quien quiso entregarle el premio al mejor director personalmente, viendo su gozo en un pozo, ya que el vencedor fue el taiwanés Ang Lee por una insólita película sobre artes marciales: Crouching Tiger, Hidden Dragoon, la cual hizo doblete y se llevó también la categoría de película de habla no inglesa. Eso sí, la Roberts se consoló con su premio a la mejor actriz dramática por Erick Brockovich.


El premio al mejor actor, como era de prever, cayó en las garras de Tom Hanks, ese entrañable actor que tiempos ha era un actorcillo de comedia, al cual no se le prestaba el menor caso, y que, de la noche a la mañana se ha convertido en todo un "actorazo" dramático (si bien, los más maliciosos nos preguntamos si en una película como Forrest Gump Hanks interpretaba realmente o era de verdad así). La parte negativa de esto es que Javier Bardem se ha quedado sin el reconocimiento más que merecido por su papel de un poeta cubano homosexual en Before the night falls. Ahora se le complica hasta la nominación al oscar.


George Clooney parece haber acertado con su papel cómico en el filme de los hermanos Cohen O Brother, como lo demuestra su premio al mejor actor en el apartado de comedia. La premiada a la mejor actriz cómica ha sido Renee Zellweger por Persiguiendo a Betty.
Entre las grandes derrotadas, la película británica Billy Elliot de reciente estreno en nuestro país, y Chocolat del danés Lasse Halstrom, ambas con cuatro nominaciones y sin premio alguno.

Enero de 2001: Nominaciones a los Goya

Un año más por estas entrañables fechas ya tenemos las fantásticas nominaciones a los premios Goya, que como todo el mundo sabe se entregan a las mejores películas españolas del año, lo cual ya es mucho suponer, porque da por hecho que todos los años puede haber una película o varias que merezcan ser premiadas. Este año los académicos se han volcado en dos películas que acaparan el mayor número de candidaturas. La más nominada ha sido La comunidad de Alex de la Iglesia que vuelve a tener posibilidades reales, unos cuantos años después de El día de la bestia la cual también rozó la gloria en su día, a pesar de ser un producto netamente comercial.


No hace tantos años sólo eran nominadas las películas más académicas (nunca mejor dicho) clásicas a lo Garci, por poner un ejemplo actual. Sin embargo en los años 90 han entrado con fuerza los nuevos directores: Bajo Ulloa, De la Iglesia, Medem y Amenábar (el único que ha logrado ganar el goya a la mejor película). Por ello no es de extrañar que otra de las nominadas como mejor película sea El bola del actor director Achero Mañas.

Por lo tanto nos encontramos en esta edición con una muestra de lo que es el cine español actual: la convivencia entre veteranos (Garci, Borau) y jóvenes (De la Iglesia, Mañas). Esperemos que los aires de renovación se noten en los premios y que el estilo rancio y demodé de Garci no conquiste con su sensiblería barata los sentimentales corazones de los académicos.
Entre los actores: Carmelo Gómez cuenta con posibilidades, pero no es claro favorito, frente a Juan Diego Botto o Juan Luis Galiardo.

Carmen Maura sí lo es, con el permiso de Adriana Ozores, Iciar Bollaín y Lydia Bosch. Entre los secundarios destacan Juan Diego y Terele Pávez, una veteranísima que se prodiga muy poco, con lo que no nos extrañaría que se llevara el gato al agua.