Billy
Wilder
Aunque fuera Dios, Trueba no sería su profeta
Dos
hechos sin repercusión práctica coincidieron en las
vísperas de la Semana Santa de 2002. El estreno de la última
película de Almodóvar y el fallecimiento de Billy
Wilder.
Si la obviedad de la nula importancia del primer acontecimiento
salta a la vista, tenemos que ser sinceros respecto a la obviedad
que encierra el segundo hecho: Wilder murió muy anciano,
enfermo y tan admirado como ignorado (si tanto respeto le merecía
a Fernando Trueba y a miles de acólitos cineastas, salta
la pregunta: ¿Por qué no le producían ellos
ninguna película? Claro, siempre es más fácil
echar la culpa a otros del retiro de Wilder).
Además, ya está bien. Hay momentos en que resulta
patético ver cómo todos intentan arrimarse al genio
de un anciano que lo único que puede hacer es decir que está
de acuerdo en todo. Dos ejemplos patrios: Trueba utiliza a Wilder
cuando le entregan el Oscar por "Belle époque"
para salir en todos los medios de comunicación con su dedicatoria.
Segundo ejemplo: Almodóvar dijo, en la época en que
tuvo una primera nominación al Oscar, que Wilder había
visto "Mujeres al borde de un ataque de nervios" y que
le había gustado mucho. ¡Pobre Wilder! ¡Qué
sapos le hacían tragar! Si le ponen "Los bingueros",
"¡Qué vienen los socialistas!" o cualquiera
otra de Ozores, seguro que Mariano se habría encargado de
decir que Wilder era un fan de sus películas, o que el binomio
Matthau-Lemmon no era más que una traducción norteamericana
de la pareja Pajares-Esteso.
En fin, vista la fauna descarada y sinvergüenza de nuestros
"ilustres" directores, no vamos a dedicarles más
espacio, y vamos a constatar que Wilder fue un magnífico
director de cine con una filmografía única:
- Curvas peligrosas (Mauvaise graine), 1933. Su primera película,
con actores desconocidos y que no recordamos haber visto ni en TV,
ni VHS, ni DVD, ni, por supuesto, en el cine.
- El mayor y la menor (The major and the minor), 1942. Nueve años
después de su debut, y compaginando su labor de guionista,
Wilder se inicia en la dirección de manera regular, en su
primera colaboración con Charles Brackett. Interpretada por
Ginger Rogers y Ray Milland.
- Cinco tumbas a El Cairo (Five graves to Cairo), 1943. Para todos
aquellos cinéfilos que se la dan de cultos: en esta película
también actúa Erich von Stroheim, con lo que Sunset
Boulevard no pasará a la historia por ser la única
cinta en la que coincidieron Stroheim y Wilder.
- Perdición (Double indemnity), 1944. Guión de Raymond
Chandler sobre una novela de James M. Cain. Con Fred McMurray, Barbara
Stanwyck y Edward G. Robinson. A pesar de los dos protagonistas
principales, una gran película de cine negro. Como en todas
las buenas cintas de este género, la chica es más
mala que la droga.
- Días sin huella (The lost weekend), 1945. Con Ray Milland
haciendo de borracho patético, le dio reconocimiento profesional
a Wilder. Ideal para una terapia de Alcohólicos Anónimos.
- El vals del emperador (The emperor waltz), 1947. Su primera película
en color, con Bing Crosby y Joan Fontaine.
- Berlín occidente (A foreign affair), 1948. Pedazo traducción
del título original. Interpretada por Jean Arthur y Marlene
Dietrich.
- El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard), 1950. Formidable
desfile de viejas glorias del cine mudo (Gloria Swanson, Stroheim
y Buster Keaton) en una película muy cruda, contada por un
muerto (el personaje de William Holden).
- El gran carnaval (The big carnival), 1951. Una de sus películas
menos vistas, pero una de las más ácidas, que pone
a parir a los medios de comunicación.
- Traidor en el infierno (Stalag 17), 1953. Un William Holden con
problemas de conciencia, ambientada en la Segunda Guerra Mundial,
y no demasiado afortunada.
- Sabrina, 1954. Película sobrevalorada, algo de lo que era
consciente el propio Wilder, que decía que Sabrina era un
intento de hacer una película a lo Lubitsch, "sólo
que las de Lubitsch, claro está, son mejores", según
sus palabras. Tiene gracia ver al duro Humphrey Bogart encoñado
de Audrey Hepburn.
- La tentación vive arriba (The seven year itch), 1955. La
de la escena famosa en que se le levanta la falda a Marilyn Monroe
(pero no queme el vídeo con rebobinados, porque no se ve
nada).
- El héroe solitario (The spirit of St. Louis), 1957. James
Stewart era experto en interpretar personajes 20 años más
jóvenes que él. Éste es un ejemplo, haciendo
de Lindbergh en una amena y vistosa biografía.
- Ariane (Love in the afternoon), 1957. También con Audrey
Hepburn y, casualidad o no, Wilder opinaba de esta cinta lo mismo
que de Sabrina. Eso sí, es la primera colaboración
con el guionista I.A.L. Diamond. A partir de aquí, serán
inseparables.
- Testigo de cargo (Witness for prosecution), 1957. ¡Tercera
película en un año! Historia de juicios, de las que
se le daba muy bien interpretar a Charles Laughton.
- Con faldas y a lo loco (Some like it hot), 1959. ¡Que vuelvan
a traducir el título! ¡Queremos el original, Ellos
las prefieren calientes! Primera aparición de Lemmon en una
película de Wilder. El colectivo homosexual ha intentado
apropiarse de esta película, considerándola un icono
lleno de lecturas que sólo este colectivo sabe ver.
- El apartamento (The apartment), 1960. Lemmon hace de ejecutivo
trepa y Shirley MacLaine de zorrón. Mucha mala leche y un
puñado de Oscars.
- Uno, dos, tres (One, two, three), 1961. James Cagney se sale haciendo
de directivo de Coca Cola en un papel que le costó muchísimo
preparar, por sus diálogos atropellados. Una de sus comedias
más desmadradas.
- Irma la dulce (Irma la douce), 1963. La MacLaine vuelve a hacer
de chica de baja moral a las órdenes de Wilder. Con razón
no volvió a trabajar con él.
- Bésame, tonto (Kiss me, stupid), 1964. Dean Martin y Kim
Novak desmitificados en una comedia despiadada.
- En bandeja de plata (The fortune cookie), 1966. Wilder junta a
Jack Lemmon y Walter Matthau y se mete con las compañías
de seguros. Casi nada.
- La vida privada de Sherlock Holmes (The private life of Sherlock
Holmes). Empieza la decadencia de Wilder, en una película
que sufrió numerosos recortes.
- ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? (Avanti!)
Otra gran traducción del título original. Se le ven
las tetas a Juliet Mills.
- Primera plana (The front page), 1974. De nuevo Matthau y Lemmon,
en una historia adaptada ya unas cuantas veces al cine. Creemos
que ésta es la adaptación más divertida.
- Fedora, 1978. Drama pero de los duros, con William Holden que
evoca en ocasiones Sunset Boulevard. Los cinéfilos dirían
que es una película "crepuscular".
- Aquí un amigo (Buddy, buddy), 1981. Su última película,
en la que vuelven Matthau y Lemmon. Aquí el colectivo gay
no encontró segundas lecturas.
Y después, punto final. 21 años de retiro por el fracaso
de su última película. A pesar de lo que digan algunos,
la verdad es que no tenía muchas ganas de volver a dirigir
(el incendio de su casa y la muerte de I.A.L. Diamond a principios
de los 80 fueron factores de peso). Bueno, habrá quien pensará
que con Trueba y Almodóvar, el relevo generacional está
garantizado. Allá ellos.
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