El
cine fantástico y de terror de la Universal
Varios
Autores
Nos
encontramos frente al típico libro catálogo editado
con la excusa de un festival de cine (la Semana de Cine fantástico
de San Sebastián) y que aprovecha un ciclo del mismo para
elaborar un texto en el que varios autores de prestigio colaboran
dando su punto de vista sobre determinadas películas.
El libro tiene la habitual estructura en estos casos, yendo de lo
más general a lo más concreto: tras una introducción,
cada autor dedica un artículo a uno de los monstruos clásicos
que protagonizaron los filmes de la Universal de los años
30 (su época más dorada). Así, se analizan:
El fantasma de la ópera, Drácula, Frankenstein,
El hombre lobo, el hombre invisible, la momia, incluso
Abbot y Costello, quienes sin ser personajes de terror como
los anteriores, sí protagonizaron un buen número de
películas con motivos terroríficos, siempre con la
carcajada del espectador como objetivo.
Ni
que decir tiene que en esta primera parte los monstruos son abordados
de una manera bastante general y no centrándose en una película
en concreto. El tratamiento de cada uno de ellos depende mucho también
del autor: mientras unos se centran en la época abordada
y en las sucesivas secuelas que se produjeron en los 30 (por ejemplo
Roberto Cueto con Frankenstein), otros artículos
son bastante más heterodoxos y no se centran ni el personaje
ni en la época, quedando el libro así como una suerte
de pastiche con más que notables altibajos.
En una tercera parte, se analizan películas concretas, algunas
de las más célebres de la productora que no han sido
comentadas en la segunda parte: El jorobado de Notre Dame
(de 1923 con Lon Chaney), Doble asesinato en la calle Morgue
(1932), El caserón de las sombras, Satanás,
El cuervo
Como ya digo, la principal limitación de un libro como este
viene marcada por su misma concepción de catálogo
diverso, polifónico, en el que conviven los artículos
rigurosos, profusamente documentados junto con otros bastante más
superficiales. En cualquier caso es de celebrar la inclusión
de algunos títulos como los arriba mencionados, pequeñas
joyas del cine de terror poco conocidas por el gran público.
El
libro es altamente recomendable para los amantes del cine de terror,
sobre todo ese cine de terror clásico que durante los años
treinta se produjo en la Universal. Pero que nadie se espere una
obra rigurosa ya que no deja de ser bastante divulgativa, eso sí,
muy bien ilustrada, teniendo en el gran público a su potencial
comprador.
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