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Empresas

REPSOL

 

En semanas donde el espíritu cobra tanto realce conviene meditar sobre la importancia de lo que lo sustenta. Vivimos en un mundo en el que, por el momento, esta es una labor que desempeñan los derivados del petróleo. Las empresas que de dedican a la extracción, refino y comercialización del mismo son por ello básicas para la economía y la subsistencia económica del mundo tal y como lo concebimos. La industria del petróleo y sus atláteres (piensen en algo tan tonto como el que un tercio de la población europea viva, directa o indirectamente, de construir muchos coches con los que se desplazan a trabajar todos los europeos y que además exportamos a medio mundo) hacen girar este mundo. Si reflexionamos convenientemente sobre este dato y sobre el no menos importante factor de que estas multinacionales del petróleo no son unas hermanitas de la caridad, sino que, antes al contrario, tiene una tendencia natural a tratar de lucrarse a costa de la situación descrita, la única conclusión posible es: en Semana Santa, ponga una vela a Dios y otra a Repsol. 

Repsol es una multinacional, una de las diez empresas del ramo más importantes del mundo. Tradicionalmente Repsol había tenido mala prensa debido a su nula presencia en el sector primario de todo el proceso (los dichosos pozos de petróleo). Esta carencia justificaba una valoración raquítica de la compañía, a la que se consideraba una empresa absurda (¿una petrolera sin petróleo?) por todos los gestores profesionales. Aunque la situación ya no es estrictamente la relatada (ni mucho menos, pues los gestores españoles sacaron la chequera y se hicieron las américas comprando la argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales, cuyo nombre no por exótico deja de reflejar con exactitud cuál era el punto fuerte de YPF: los yacimientos) Repsol sigue comportándose de un modo sui generis dentro de las petroleras. Así, a pesar de la subida morrocotuda del precio del crudo la cotización, prácticamente ni se inmutó. La actual bajada ha coincidido con el último mini-crash de la Bolsa española, con lo que Repsol se acerca a la cota de los 20 euros. La opinión de "La Página Definitiva" es que conviene aprovechar las bajadas provocadas por la New Economy para comprar grandes y sólidos valores que les acompañen cuesta abajo a pesar de no haber subido, previamente, a lo alto de la burbuja. Repsol es un caso paradigmático, y sería interesante aprovechar cualquier retroceso para hacerse con acciones de lo que, en la actualidad, ya es una petrolera de verdad (y con la estimación más prudente, en términos de la valoración de mercado, de lo que valen sus reservas).