Empresas
GPP
Los teóricos de los movimientos
de los mercados de capitales tienden, de cuando en cuando, a realizar
aventuradas afirmaciones en apoyo de la idea de que "la bolsa es
sabia". En un tiempo en que el Mercado es la entidad más
cercana a la condición divina, esta afirmación podría
introducirnos en apasionantes discusiones teológicas sobre
la esencia del mismo, que algún día abordaremos en
nuestra sección de Nueva Economía. Lamentablemente,
la existencia de empresas, por llamarlas de alguna manera, como
Picking Pack desmienten esta positiva idea sobre la esencia del
mercado: puede que GPP sea una empresa seria, sólida y solvente,
líder en el mercado en un sector tan importante como la reprografía
y el material de oficina; eso nadie lo pone en duda. Pero otra cosa
muy distinta es su comportamiento en bolsa.
Para mirar la gráfica de GPP
en los últimos meses son necesarias varias pastillas de Biodramina
que nos eviten el mareo: dos meses en cinco euros, gran caída,
dos meses en dos euros, gran subida, dos meses en siete euros, gran
caída… En realidad, no es tan difícil, basta con coger
los meses "buenos" para comprar y vender, porque Picking, a fuerza
de vender humo al mercado de muy variadas formas, ha conseguido
entrar, de alguna manera, en el sector de las cíclicas sin
tener nada que ver con los minerales.
El mecanismo es el siguiente: Carlo
Umberto Bonomi, el "empresario" que, por órdenes de papá,
dirige Picking en España (GPP puede que sea la "primera empresa
española" de la reprografía, pero el 45% de su capital
está en manos de Benetton y la familia Bonomi), es un chico
de 28 años que tiene un juguete entre las manos y, de cuando
en cuando, le aburre. Así que, con periodicidad semanal,
Bonomi procura enviar algún buen globo sonda al mercado:
la compra de alguna empresa, la entrada en Internet (para "arrasar",
como el BSCH), una ampliación de capital, … Como Bonomi no
acaba de diferenciar entre lo bueno (compra de UDO Holdings, líder
del mercado británico) y lo malo (duodécima ampliación
de capital en tres años), la cotización de Picking
es un acordeón, languidece hasta que Bonomi suelta alguna
barbaridad y entonces reacciona violentamente hacia arriba o hacia
abajo.
Hasta aquí, en realidad, tampoco
tiene nada de sorprendente la evolución de Picking: "el típico
chicharro", dirán Ustedes. Pues no. GPP es mucho más
que eso, porque curiosamente, y al igual que Bonomi, los inversores
tampoco saben diferenciar entre lo bueno y lo malo, así que
consideran la compra de UDO Holdings un mal negocio porque "es mucho
riesgo", mientras que las continuas ampliaciones de capital son
excelentes porque así "Picking puede crecer en otros mercados
comprando empresas" (como UDO Holdings, añadiría yo).
Como ven, es un mecanismo que se retroalimenta solo: ampliaciones
de capital (humo) para comprar empresas (habitualmente humo) y,
cuando no nos queda nada que soltar, Bonomi se pone a hablar de
las Nuevas Tecnologías, independientemente de que estén
de moda o no (y ya saben que ante la Nueva Economía la reacción,
en ambos sentidos, es siempre visceral). La diversión del
juego consiste en acertar si el mercado "se lo cree" o no. Y por
si Bonomi se calla, siempre quedan los pickingpackeros, auténtica
secta (aún no sabemos si destructiva) dispuesta a vendernos
allá donde les escuchen aquello tan bonito de la "inminente
entrada de GPP en el IBEX - 35". Y lo mejor es que cuanto más
lo dicen, más baja, y cuando (como era de esperar) Picking
vuelve a fracasar en su entrada en el IBEX, vuelve a subir unos
días. Es normal; a fin de cuentas, GPP es un chicharro "pata
negra" que se siente más libre sin reglas y restricciones,
sin compañeros de viaje tan aburridos como Dragados o Aumar,
por ejemplo.
¿Nuestro consejo? Qué quieren
que les diga, en mi opinión dar un consejo con algo como
GPP está de más, comprar acciones de Picking Pack
es cuestión de fe, o crees o no crees, porque por fundamentales
no hay mucha tela que rascar y el análisis técnico
ha vuelto loco a más de un abuelete analista. De cualquier
manera, si deciden creer en GPP, más vale que lo hagan a
partir de los tres euros y medio.
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